Era temprano y Hyuk caminaba por la calle para llegar a la Universidad, por suerte se había encontrado a Jaehwan en la entrada del instituto pero éste cambió su expresión al ver al castaño algo pálido y con ojeras.
K- ¿Hyuk que tienes? - preguntó curioso pero también preocupado, Hyuk jamás llegaba así a la escuela.
H- Nada - contestó forzando una sonrisa - No tengo nada.
K- ¿Estás enfermo?
H- No, solo no dormí bien ayer - fue lo primero que se le ocurrió contestar para calmar a su amigo. Jaehwan solo asintió y juntos ingresaron a los grandes pasillos para ir hacia su salón.
Las clases comenzaron, Cálculo, História, Coreano, Inglés, fueron las horas mas tediosas y lucharon para mantenerse despiertos aunque en algunos momentos y recesos quedaban dormitanto unos minutos sobre las bancas.
Llegando el receso de media hora ambos salieron al patio trasero para desayunar.
K- Hyuk dime ¿De verdad estás bien? Me preocupas.
H- También me preocupas, haz estado algo extraño éstos últimos días ¿Pasa algo?
K- Yo no tengo ojeras ¿sabes? - había decidido no decir nada del extraño hombre de cabello platinado, sin embargo la marca que Hyuk tenía tiempo atrás lo hizo pensar en que quizás estaban pasando por algo parecido - ¿Puedo? - acercó su mano al cuello de la camisa de Hyuk.
H- ¿Qué cosa? - Jaehwan admiró el cuello blanquecino de Hyuk totalmente intacto.
K- No tienes nada
H- Ayer tenía mucho frío, por eso no dormí... - Jae lo miró y fruncio el ceño.
K- Viste algo ¿cierto? - Hyuk asintió después de un rato, pues su compañero rubio parecía no querer bromear por tal asunto.
H- Tengo algo de temor cuando voy a dormir - confesó sintiendo ciertos escalofríos en su cuerpo - ¿Tú acaso no haz tenido alguna pesadilla o visto algo sobrenatural? - preguntó mirando a los ojos a Jae. Éste solo pudo recordar a Won Sik, pero no se sentía tan aterrado como quizás Hyuk se sentía. Aveces si tenía algo de miedo pero Jae concluyó que era parte de su naturaleza, aunque algo si lo tenía confundido, pues el hombre no daba señales de querer asesinarlo.
K- No, no creo que haya visto algo sobrenatural, al parecer es real, pero si es lo que pienso, mantente fuerte.
Un trueno se escuchó anunciando la llegada de una fuerte lluvia, las nubes estaban demasiado grises que parecía ser demasiado tarde cuando era temprano.
Era viernes por lo que los alumnos tuvieron la suerte de salir temprano.
K- Si algo pasa, llámame ¿está bien?
H- Lo haré - le sonrió tratando de calmarlo, pues no era su objetivo asustarlo al contarle el porqué de su desvelada.
K- Cuando llegues a casa toma algo para que te tranquilices, y ¡recuerda lo que te dije en la mañana! - se despidió de él agitando la mano.
H- ¡Si lo haré! - contestó respondiéndole con el mismo. Cuando Hyuk se dispuso a caminar por las calles éstas estaban repletas de gente, se le vio imposible caminar por ellas por lo que tomó la desición de irse por un callejón, éste lo llevó hacia el campo abierto, era más tranquilo, se escuchaba el silvido del aire, y se apreciaban las amarillentas yerbas altas a los costados del camino.
Se olía lo fresco y lo húmedo, más cuando las primeras gotitas de lluvia comenzaron a caer.
Hyuk caminaba cabizbajo, sus manos en los bolsillos y su mente repleta de muchas preguntas, pero a mitad de su caminata aquella sensación regresó, erizandole la piel al instante, levantó lentamente la mirada y se encontró con su hermosa pesadilla.
HB- Te resfriarás - comentó con cierta seriedad.
H- ¿Tú de nuevo? - cuestionó confundido, haciendo caso omiso a la pregunta que el predador le hizo. Hong Bin negó y tomó de la mano a Hyuk, éste se asustó un poco por el fuerte jalón que el mayor hizo para que lo siguiese, pronto ya estaban en los apartamentos ingresando al número setenta del décimo piso, cuando la puerta se cerró a sus espaldas un silencio incómodo se hizo presente.
H- ¿Qué quieres? - preguntó mientras dejaba su mochila en el sillón al igual que su celular.
HB- Solo quise venir a verte, estaba muy aburrido.
H- Ya me viste - recalcó y señaló la puerta.
HB- No me iré hasta que yo quiera - informó cruzándose de brazos y recargañándose al mismo tiempo en la pared.
Hyuk negó y caminó hacia la cocina, sirvió un poco de agua en una taza y la metió al microondas, después fue a la alacena para sacar un sobre de té. Hong Bin observó cada movimiento del castaño, y para atacar el silencio deicidió hablar.
HB- ¿Cómo te llamas? - preguntó llegando hasta el menor y se atrevió a rodear su cintura con delicadeza.
H- Han San Hyuk ¿y tú? - se sorprendió por dicho agarre en su cuerpo así que se movió un poco para buscar su libertad.
HB- Lee Hong Bin
H- Hong Bin - repitió en voz audible para ambos - ¿Puedo hacerte una pregunta? - el otro asintió - Es acerca de lo que me dijiste ayer.
HB- ¿Qué pasa con eso?
H- Dijiste que me dejarías en paz si yo te daba algo a cambio ¿qué es lo que quieres? - Hong Bin pensó un poco, no podía decirle aún la verdad así que volvió a mirar a Hyuk para contestarle.
HB- Aún no es momento de decírtelo Hyuk - el castaño suspiró algo frustrado, sacó la taza del microondas y puso el sobre de té en el agua caliente.
H- ¿Cuándo podré saberlo?
HB- Pronto - fue lo único que respondió, tomó a Hyuk de nueva cuenta de la cintura y lo condujo hacia el sofá - ¿Por qué estás tan pálido?
H- Ayer dormí tarde después de que desapareciste, y me tiene intrigado lo que quieres hacer conmigo.
HB- Si te lo digo no me quedará otra alternativa que hacer la situación más violenta. Si llevamos las cosas con calma no pasará nada.
Ambos se miraron a los ojos por unos segundos, Hyuk quería saber cual era el secreto de ese extraño hombre, pero cuando estuvo dispuesto a reiterar la pregunta su celular comenzó a sonar fuertemente por toda la sala, Hong Bin dio un brinco en su lugar y abrió sus ojos con sorpresa al ver ese raro aparato rectangular.
HB- ¡¿Qué demonios es eso?! - Hyuk soltó una risa suave pues esa reacción no se la esperó y menos viniendo de Hong Bin.
H- Es un celular - le dijo mostrándoselo un poco y después atendió la llamada entrante.
K- Hyuk ¿cómo te encuentras? - preguntó con dificultad pues estaba con la boca llena de lo
que estaba comiendo.
H- Bien, gracias por preocuparte Jaehwan - agradeció mientras Hong Bin le dedicaba una mirada seria.
K- De nada, solo quería saber como estabas, te iré a dejar algunas películas ¿recuerdas que me las pediste?
H- Oh si, las esperaré y a ti también, es noche de películas, ésta bien aquí te espero - colgó dejando de nuevo el aparato en el sofá.
HB- ¿Quién era?
H- Mi amigo de la universidad, siempre viene por las tardes cuando no nos dejan tarea - contó, y al terminar sintió una tierna caricia en su mejilla por parte de Hong Bin - ¿Por qué haces eso?
HB- Eres mío
H- ¿Qué? Yo no soy de nadie ¿De que jodidos hablas?
Hong Bin suspiró frustrado pero lo entendía, Hyuk estaba confundido, pero quería demostrarle eso y más pero por ahora solo lo tomó de la pierna jalandolo para poder acostarlo en el sofá, y por su parte el castaño forcejeo cuando el peso del vampiro lo atrapó.
H- ¡No Hong Bin! - gritó al sentir en su cuello una succión dolorsa y el filo de los colmillos tocar su piel.
HB- Oye Hyuk en verdad estás enfermo - repitió separándose un poco.
H- No dormir por culpa tuya me enferma - jaló la almohada más cercana y para evitar el acercamiento de Hong Bin a su persona otra vez se la aventó en la cara como protección. Hong Bin soltó algunos balbuceos cuando la tela estaba tapandolo por completo.
H- ¿Qué?
HB- Quita eso o no te lo perdonaré - dije lenta y claramente, aun con la almohada en su cara.
H- Hong Bin - quitó la almhoada completamente, el vampiro lo miraba esperando lo que Hyuk tenía que decir - ¿Vas a matarme?
HB- No tengo porque, aún tienes que ayudarme
H- Me intriga saberlo, pero te creeré - susurró
El mayor se hizo una cortada en la yema de su dedo índice con el filo de su colmillo derecho y dejó caer una gota de sangre en el té del castaño.
HB- Bébelo, te hará sentir mejor - ordenó
El menor dudó un poco pero finalmente se animó a tomar la taza en sus manos y tomarse el líquido suave. Pronto sintió un alivio en su cuerpo, el sueño desapareció y su piel volvió a su color natural.
H- Hong Bin, gracias de verdad - agradeció dejando la taza en la mesita de centro, no escuchó otro sonido así que al voltear ya no estaba Hong Bin.
Volteo a varios lados buscando al pelinegro pero no lo encontró, y enseguida un par de toquidos en su puerta principal anunciaron la llegada de Kenny a su departamento.