Big Bad Wolf » Camren

By imheedictator

258K 19.9K 7K

Aquellas historias de cuentos de hadas siempre quedarán pequeñas ante el nuevo mundo, lleno de lobos y otros... More

Prólogo
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39 (Parte 1)
39 (Parte 2)
40
42
43 (Parte 1)
43 (Parte 2)
44
45
46
47
48
49 (Parte 1)
49 (Parte 2)
50
51
52
53
54
55
56
57
58
59
60
61
62
63 (Parte 1)
63 (Parte 2)

41

3K 206 45
By imheedictator

Camila POV

Desde que fui pequeña, siempre me había sentido tan sola. Era como si poco a poco me hubiera acostumbrado al destino que la vida tenía preparado para mí. Me había resignado a no volver a sentir amor y estaba segura que terminaría siendo para siempre, una esclava que serviría a los lobos toda su existencia.

Yo había perdido a cualquier persona que tenía aunque sea un mínimo de aprecio por mí, perdí a mis padres cuando realmente los necesitaba, las únicas personas que me amaban con el alma, se habían ido, dejándome completamente sola y sin un motivo para continuar, porque ¿con qué razón iba a sentirme feliz de vivir, si era rechazada por cualquier persona que cruzaba mi camino?

Hasta que la conocí.

Lauren había llegado a mi mundo, a demostrarme que las cosas no estaban perdidas, a pesar de que ella luchaba contra sus propios tormentos. Lauren me había demostrado que el amor puede poco a poco, curar heridas que tú sola nunca podrías.

Ella me había amado desde que me conoció y no me había juzgado porque era diferente. Lauren me aceptó, con todo lo que yo era y eso para mí, lo había significado todo. El sentir que una persona te quería por quien eres, era lo más maravilloso que había sentido luego de tanto tiempo. Y yo la había amado de vuelta, no porque fue la primera persona que me demostró que todavía se podía vivir sintiendo amor, sino porque ella había ocasionado tantas cosas en mí, desde la primera vez que la vi en su forma humana, desde la primera vez que vi sus ojos verdes, fue como si la conexión de la que todos hablaban, hubiera funcionado en mí, porque me di cuenta que había encontrado a alguien, a alguien diferente, a una persona que yo quería conocer.

Ahora me sentía una completa miserable porque no había arreglado las cosas entre nosotras cuando pude haberlo hecho y me arrepentía tanto. Lo único que quería era abrazarla y decirle lo mucho que la amaba, lo mucho que yo me derretía por ella y tantas cosas más, que a veces me las guardaba para mí, porque era una estúpida que no sabía como expresar bien sus sentimientos.

Y ahora me encontraba sentada al borde de mi cama, habían pasado tres días desde el accidente, sin ninguna noticia de la mujer que amaba, que solo causaba que mi corazón se quebrará con cada segundo que pasaba sin saber nada de lo que había pasado con ella.

Me sentía tan sola, porque Lauren no estaba, ella no estaba a mi lado y eso me estaba carcomiendo el alma. La quería de vuelta y me sentía tan impotente y tan molesta conmigo misma, porque la última vez que me había dicho que me amaba, yo no le había respondido de vuelta.

Estaba cansada de esperar, estaba cansada de que me prohibieran la salida del apartamento y estaba cansada de no poder hacer nada.

—Camila. —Escuché el llamado de Dinah, pero no volteé a verla. No quería hablar con nadie y era mejor, que no comenzáramos a hablar porque terminaríamos discutiendo. —Te he traído la cena, sabes que debes comer. —Dijo acercándose, sentándose a mi lado, poniendo un plato con pizza entre mis piernas a la vez que me tocaba el hombro en señal de apoyo. —No me gusta verte así, por favor come. No has probado alimento desde ayer y eso fue solamente porque te metimos la comida a la fuerza, pero ya no me siento con ánimos de hacerlo, así que come. —Termino de decir.

Me quedé viendo el plato de pizza entre mis piernas, observando como las lágrimas caían directamente al plato, por más que trataba de aguantar, las inmensas ganas que sentía de llorar.

—No puedo Dinah, no puedo. —Puse el plato a un lado, levantándome de la cama y dirigiéndome al balcón del apartamento, comenzando a observar la Luna.

Había encontrado la carta de Lukas en el cajón de Lauren, junto a algunos chocolates escondidos que ella tenía e inevitablemente la había leído, sobretodo la parte en donde Lukas le afirmaba que pintaría una Luna en su cabaña, que le haría pensar en Lauren, al igual que ella debía ver la Luna todas las noches, pensando en ellos.

Y aquí estaba yo, observando también la Luna, pensando en ella.

Me quedé observándola y tratando de encontrar las respuestas, las respuestas que yo no tenía ni las que nadie podía darme sobre el paradero de Lauren.

—Todo va a estar bien, yo lo... —Logré escuchar el comentario de Dinah atrás mío, pensando que ya se había ido, rindiéndose porque yo no quería hablar con ella ni con Normani desde su prohibición de salir. —Lo siento tanto Camila, solo han sido tres días, pero se siente como una eternidad.

—La extraño tanto. —Fue lo último que dije antes de sentir los brazos de Dinah atrayéndome contra ella a la vez que ambas comenzábamos a llorar.

—¿Nada aún? —Fue lo primero que le pregunté a Normani, que había entrado al apartamento, luego de ir al hospital a ver a Lucía y Ariana. Yo me encontraba sola, porque Dinah había ido a comprar, aunque la verdad era que no quería comer nada y mucho menos cuando sentí que Dinah, cerraba el apartamento con llave, conmigo adentro.

—No, ninguna de las chicas ha despertado, pero se encuentran estables, aunque no he entrado al hospital. —Admitió, mirándome fijamente. —He hablado con Troy y dice que quizás en unos días den informes sobre la causa del accidente, aunque siguen las investigaciones. El ejército es muy eficiente, sobretodo cuando dos personas que pertenecen a su sede, tienen un accidente muy extraño.

—¿Por qué no has entrado a ver a tus amigas? —Le pregunté, viendo como Normani se sentaba en una de las sillas del comedor y escondía su rostro entre sus brazos, dando un fuerte suspiro.

—Solo sé que las chicas aún no han despertado y que está prohibido el acceso. —Comento, sin levantar el rostro.

—Pero, ¿por qué? —Volví a preguntar. —¿Por qué el acceso está prohibido?

—Es muy extraño que hayan tenido un accidente, justo el mismo día que hubo el traslado de documentos a otra sede. Troy me ha dicho que no me acerque porque sería muy sospechoso y el ejército esta observando absolutamente todo, incluso hay soldados afuera de las habitaciones de las chicas. —Normani levantó el rostro y pude ver claramente unas lágrimas bajar por sus mejillas. —Esto es una mierda, todo esto es mi culpa porque yo acepté que esto comenzará, no tenía idea en lo que nos estábamos metiendo y ahora, no puedo ni siquiera ver a mis amigas que están en una cama en un hospital y no sabemos nada de Lauren. —La escuché casi sollozar e inmediatamente cerré los ojos, tratando de que el dolor no se apoderará de mí, al haber escuchado el nombre de Lauren, porque ya eran cuatro días sin saber nada de ella y me estaba volviendo loca.

—¿Te ha mencionado algo de la búsqueda? —Dije, sabiendo que Troy había prometido juntar a algunos conocidos para comenzar con la búsqueda de Lauren, con la única condición de que yo me quedará en el apartamento, porque Normani ya le había comentado todo sobre los lobos y querían que estuviera a salvo, porque aún no sabíamos lo que había pasado en verdad, si el accidente había sido eso, un accidente, o había sido provocado por el mismo ejército o por alguien que quería llegar a mí o a Lauren.

—Sí, todos los chicos van a reunirse mañana temprano, por algún lado se tiene que empezar, pero tú te quedas. —Explico Normani.

—Tengo que salir con ellos, no puedo estar aquí esperando por una noticia. Lauren me necesita y yo la necesito, la quiero conmigo. —Conseguí decir, ya me estaba hartando de esperar y obedecer la orden de un idiota, que lo único que hacía era hacerme quedar de brazos cruzados, cuando debería estar buscando a la mujer que amaba.

—Camila, tienes que esperar. —Me pidió Normani y ya estaba harta de esa mierda de palabra, lo que me hizo explotar.

—¡No quiero esperar! ¡Estoy harta de esperar! ¡Quiero buscarla y si ustedes no irán conmigo o no quieren ir conmigo, yo puedo ir sola! —Levante la voz. —¡No puedes prohibirme buscarla! ¡Él no me puede prohibir salir!

—No conoces la ciudad, no es fácil. —Normani se levantó de su asiento, intentando acercarse a mí, pero yo retrocedí, no quería que volviera a convencerme de esperar a que ellos la encontrarán. —Es arriesgado Camila, todos corremos peligro. No he querido decírtelo porque no te quiero preocupar a ti ni a Dinah, pero encontramos un GPS en mi coche, un GPS que no es de nosotras, alguien ha estado observándonos y Lauren tenía razón, alguien nos estaba siguiendo. —Me sorprendí al escuchar sus palabras, quedándome en silencio por un segundo. —No las voy a arriesgar, no van a terminar en una cama de hospital. Ustedes no van a buscar a Lauren porque es peligroso, no sabemos lo que ha pasado.

—¡Me importa una mierda, Lauren va a volver a mi lado! —Me exalte al escuchar a Normani. —¿No te das cuenta? Esto no es sobre el puto ejército, ellos tienen a tus amigas vigiladas en el hospital, entonces Lauren hubiera estado con ellas. Esto tiene algo que ver con el olor a lobo que ella sintió.

—No lo sabemos, quizás el ejército se la llevó, no estamos seguras. No puedo creer en nada, hasta que sepa lo que ha pasado.

—Pero yo no voy a esperar a que estés segura de lo que ha sucedido. —Replique. —Yo iré por ella. —Termine de decir, dándome la vuelta.

—Lauren también es mi amiga Camila y me duele tanto como a ti, aunque sientas que no hago nada por buscarla, lo hago. —Contesto. —Y yo sé perfectamente que ella te protegía contra todo, no podría dejar que te pasará algo.

—No es tu decisión. —Giré a verla, tratando de ocultar mi tristeza. —No es la decisión de nadie, solo mía.

—Lo sé... —Dijo rindiéndose. —Y por eso iremos contigo, la buscaremos y ella volverá.

—Lauren. —Murmure aferrándome a su almohada, sintiendo su olor, tratando de no llorar tan fuerte porque no quería que ninguna de las chicas me escuchara. —¿Por qué? ¿Qué fue lo que pasó? —Pregunté, sintiendo como las palabras se las llevaba el viento porque no habían respuestas, ni nada que me diera una explicación del porque ella había desaparecido tan repentinamente y mañana ya iban a ser cinco días sin ella, cinco días sin tenerla a mi lado.

Me aferré con mucha más fuerza a la almohada, permitiendo que los recuerdos me llevarán al momento en el que me había enterado de la noticia.

Flashback

—Dinah, ya volví. —Avise, dejándole el café que me había pedido, poniéndolo en la mesa, a su lado. —Oye no fue tan difícil eso de imprimir, aunque Verónica me ayudó a usar la computadora. —Comente un poco orgullosa de lo que había conseguido por más fácil que le pareciera a otra persona.

Yo era una mujer que no sabía leer ni escribir y que estaba en pleno proceso de aprendizaje, así que lograr una impresión, había sido mucho para mí, aunque ya sentía que iban a comenzar las burlas de Dinah, como las de la primera vez que me había enseñado a usar la máquina de café.

—Camila... —Dijo Dinah un poco con la mirada perdida.

—¿Qué pasa? ¿Por qué tienes esa cara? —Estaba haciéndole unas preguntas, hasta que escuché el llamado de Normani que entraba al lugar, con una cara de evidente preocupación.

—Te he estado buscando por todos lados. —Dijo ella acercándose a la vez que notaba como Dinah se limpiaba las lágrimas que caían por sus mejillas.

—Normani, ¿no se supone que debes estar alistándote para comenzar con el programa? —Le pregunté, luego dirigiéndome a Dinah, acercándome a ella, poniendo mis manos sobre sus hombros, dándole mi apoyo. —¿Qué tienes? ¿Qué te ha pasado?

—Camila, creo que necesitas sentarte un momento. —Respondió Dinah, haciéndose a un lado, señalando suavemente la silla que estaba a su costado.

—¿Qué sucede? —Dije apenas me había sentado, al ver sus miradas tan perdidas y a Dinah que trataba de no llorar, sabiendo muy bien que ella no se mostraba así fácilmente.

—Ariana me envió un mensaje de texto diciéndome que estaba con Lauren y Lucía, dirigiéndose a su sede en el ejército. —Explico Normani. —Estaban en una especie de misión junto a Troy, para sacar los últimos papeles que podían, antes que toda la documentación fuera llevada a otra sede.

—Pero aún no se había cumplido el plazo. —Dije en un murmuro.

—No lo sé, pero no sé cómo decirte esto... —Yo solamente observaba a Normani tan nerviosa, tan preocupada mientras sus manos se volvían puños y ella no encontraba las palabras adecuadas, por más que lo intentaba.

—Normani, me estás asustando. Dímelo de una vez. —Le pedí, viéndola fijamente a la vez que mi corazón comenzaba a latir rápidamente. —¿Dónde está Lauren?

—Las chicas tuvieron un accidente... —Comenzó a decir ella y yo sentí como si mi corazón se hubiese detenido repentinamente. —El vehículo en el que iban, choco. Ariana y Lucía, fueron llevadas a un hospital cercano. —Termino de decir y yo me quedé estática, tratando de procesar la noticia.

—No... no... ¿dónde está Lauren? —Le pregunté parándome luego de unos segundos. —Normani, ¿dónde está Lauren? —Volví a preguntarle, casi en un ruego para que me lo dijera.

—Camila, no hay rastros de Lauren, no la encontraron en el accidente. —Logré escuchar las palabras de Dinah e inmediatamente busque la afirmación en los ojos de Normani, esperando que fuera una pesadilla, pero al ver su afirmación, sabía que era real, una realidad que dolía tanto.

Comencé a llorar al instante, lloré tanto que las chicas no supieron como consolarme, pero yo no quería consuelo, yo quería a Lauren, la quería conmigo de vuelta y en ese momento a pesar de tener miles de preguntas que hacerles a las chicas, no logré hacer ninguna más hasta llegar al apartamento, porque tan fuerte había sido mi dolor que era como si mi boca no pudiera formular ninguna palabra, más que su nombre porque solo dije su nombre cuando sentí a las chicas abrazarme, lo único que salían de mis labios era su nombre y nada más.

Fin del Flashback

—Lauren... —Susurre, llorando aunque esta vez sin contenerme porque ya no aguantaba no saber nada de ella, yo solo quería que estuviera bien y yo estaba en una cama, prácticamente sintiendo que no hacía nada por buscarla, aunque eso fuera la verdad, una verdad que dolía.

—Camila, ¿podemos pasar? —Logré escuchar la pregunta de Normani a la vez que tocaban la puerta.

—No, quiero estar sola. —Respondí, aferrándome a su almohada.

—Entra... —Conseguí escuchar claramente unos murmullos afuera de la habitación, que traté de ignorar aunque definitivamente estaba segura de que era Dinah, que no quería dejarme sola en todo el día.

—Pero ha dicho que quiere estar sola.

—¡A mí me importa una mierda! —Logré escuchar claramente a la vez que veía como Dinah entraba a la habitación seguida de Normani, ambas con sus pijamas.

—¿Qué hacen? —Pregunté al ver como ambas comenzaban a acomodarse cada una a mi lado, dejándome al medio, mientras me abrazaban.

—Vamos a dormir contigo, así que me das espacio o te boto de la cama. —Dijo Dinah, empujándome un poco con sus caderas.

—¿Cómo te sientes? —Me preguntó Normani en un susurro, con una mirada triste.

—Creo que no podría contestar esa pregunta. —Dije sinceramente.

—La encontraremos Camila. —Respondió ella, tomando mi mano y apretándola fuertemente. —Lo haremos.

—La extraño. —Conseguí decir, mordiéndome el labio para evitar llorar.

—No eres la única, yo también la extraño. —Dijo ella, antes de que Dinah estirará unos de sus brazos, intentando abrazarnos a ambas, a lo que Normani también hizo lo mismo y ahí en esa cama, entre las tres nos consolamos, porque el dolor no era únicamente mío, las tres sufríamos de distintas formas.

Al ver como el Sol se ocultaba, me di cuenta que dentro de unos momentos iba a ser el sexto día de la ausencia de Lauren y aún no teníamos idea de su paradero. Ariana había logrado despertar, pero esa era la única información que teníamos y que Lucía, aún seguía inconsciente. Normani no podía ir a verlas y lo único que logró conseguir, fue esa información y ni siquiera de la misma boca de Troy, porque había sido uno de sus contactos que había logrado darle aunque sea la pequeña tranquilidad de que una de sus amigas, había despertado.

Toda la tarde estuvimos con Troy y su grupo de amigos, buscando por todos los lados posibles a Lauren, que incluso nos habíamos dividido en varios grupos para poder avanzar. Aunque no habíamos conseguido nada y al llegar la noche, él mismo nos había llevado de regreso al apartamento, porque a esas horas sería mucho más peligro para mí y las chicas, aunque al final Normani había vuelto con ellos, dejándome a mí junto a Dinah.

—¿A dónde vas? —Me sobresalté al escuchar la pregunta de Dinah, al verme mover la manija de la puerta principal. Imaginaba que ya se encontraba dormida por lo que podría escaparme sin problemas para seguir buscando a Lauren.

—Estoy cansada de esperar Dinah, no voy a esperar ningún minuto más, es momento de que haga algo, así me pierda por donde sea, eso es lo de menos, yo solo la quiero de vuelta. —Dije dándome la vuelta, decidida a buscarla.

—La hemos buscado todo el día y volveremos a hacerlo mañana, tienes que descansar. —Me pidió Dinah. —Recuerda tus mareos. —Dijo, recordándome los mareos que había tenido durante el día, que lo atribuían al cansancio, la falta de sueño y las pocas ganas de comer que tenía.

—No es suficiente y lo sabes. No es suficiente buscarla solamente durante el día, tengo que hacerlo. —Replique.

—Lo están haciendo, ellos están buscándola en estos momentos. —Dinah señaló el exterior del apartamento. —Pero tú tienes que descansar.

—He descansado durante cinco días Dinah, me he aguantado las ganas de mandarlos a la mierda a todos ustedes a pesar de que me ayudan, pero ¡no soy una inútil! —Exclame, casi gritando. —Para mí no es suficiente y no lo digo por lo que hagan ustedes, estoy hablando por mí. Quiero buscarla y lo voy a hacer porque la mujer que amo, la mujer que está afuera perdida en algún lugar, me enseñó una vez que yo era libre, libre de tomar mis propias decisiones y ahora voy a usar esa libertad, para ir a buscarla y traerla conmigo. Así que te pido que no intentes detenerme porque no voy a esperar un día más, ya no. —Termine de decir, dándome la vuelta para salir del apartamento.

—¡Espera Camila! —Dijo Dinah en voz alta y yo iba a explotar contra ella, cuando me sorprendí como Dinah me ofrecía una casaca.

—Vamos, es momento de que juntas nos perdamos para traerla de vuelta.

Lauren POV

—Despierta. —Escuche las palabras de un hombre, a la vez que sentía como golpeaba mi mejilla de un lado a otro para que logrará despertar.

Al abrir poco a poco los ojos, me di cuenta de que me encontraba atada, sentada en una silla y no había nada a mi alrededor, el lugar estaba vacío, solo estaba mi silla y una mesa a unos pocos pasos, intenté moverme y la desesperación se apoderó de mí, al ver a ese hombre en mi delante, a ese hombre que me había causado tanto dolor.

—Camila... —Conseguí decir casi al borde de las lágrimas al recordarla y aumente más mis movimientos para tratar de liberarme, pero mis manos y pies, se encontraban atados con fuerza y yo me sentía, tan débil.

—Veo que tus heridas han cicatrizado un poco, la transformación es muy buena contigo. —Aquel hombre me tocó el mentón, moviéndolo de un lado a otro, observándome con detenimiento a la vez que me daba una sonrisa burlona porque me había puesto tensa al instante que él me había tocado.

—¿Dónde estoy? —Logré preguntar a penas me había soltado—¿Qué haces aquí y qué es este puto lugar?

—En verdad, ¿importa? —Él se rió en mi cara, dándose la vuelta, dirigiéndose a la mesa que estaba un poco más allá. —Ahora no eres tan valiente, ¿verdad? —Preguntó. —Me sorprende que no te rías de la situación, ya que es como... tú carta de presentación, cuando te gusta burlarte de las mierdas que te hacen o es que ¿no hay una princesa que impresionar? —Termino de decir, observando a todos lados, como buscando algo mientras se reía.

—Camila... —Susurre nuevamente, como si solo mencionar su nombre, pudiera darme las fuerzas que yo necesitaba para salir de ese lugar, continué moviéndome con todas las fuerzas que tenía, porque ella estaba en peligro y yo debía salir de ahí cuanto antes.

Traté de moverme con más intensidad, pero era inútil, que hizo que comenzará a quebrarme a pesar de que no me mostraba débil ante nada ni nadie, pero agaché la mirada, llorando porque no podía hacer nada en esos momentos, no podía moverme y no podía defender a quien amaba.

—No me hagas reír, te ves tan patética llamándola. —Él se burló, trayendo algo pequeño entre sus manos.

—¿Qué quieres? —Pregunté con odio, tratando de no ser una completa débil ante él, apretando los dientes para contenerme.

—Es simple y sencillo, que hasta una pantera tan idiota cómo tú, lo puede saber, quiero a Camila y la llevaré de regreso al Clan del Sol, a su hogar. —Respondió con una gran sonrisa burlona, tan desafiante.

—¡No te atrevas a tocarla, hijo de puta! —Explote ante sus palabras. —¡Te mataré si la tocas! ¡Escúchame bien, te mataré! ¡Aléjate de Camila!

—Que graciosa eres, para ser una pantera eres un poco divertida, tantos azotes te hicieron bien. —Replico haciendo que me acordara de la tortura en el Clan del Sol. —Aunque eso por el momento no es una prioridad, pero pronto la vas a ver. —Dijo tomándome el brazo y sobándome algo contra el, dándose otra vez la vuelta dirigiéndose a la mesa.

—¡Estas acabado, te voy a destruir! ¡Te metiste con la persona equivocada! ¡Si quieres seguir viviendo, regresa a tu nido de ratas y aléjate de nosotras!

—Creo que el remordimiento te hace daño, deberías aprender de mí que he cambiado y ahora me siento un poco feliz, al ver como todo sale bien. —Dijo alegremente.

—¡Vete a la mierda! ¡Grandísimo hijo de puta!

—Supongo que te duele que te quiten a la chica, cuando ya te quitaron el respeto de tu gente al dejar de ser un Alfa. —Comento. —¡¿Quién diablos convierte en Alfa a una mujer sin experiencia?! —Al escucharlo, yo me quedé quieta, casi perdida por lo que él sabía.

—¿Cómo sabes eso? —Le pregunté, pero él me hizo un gesto de que sus labios estaban sellados. —Responde. —Dije observando como se daba la vuelta otra vez. —¡Responde!

Al instante me importó una mierda si me sentía tan débil, comencé a hacer el esfuerzo para transformarme, traté de hacerlo y aunque sentía que cada vez perdía energías, no funcionaba. Entonces, di un gran grito como última opción para lograr la transformación, pero no llegó.

Me sentía tan confundida, porque en ningún momento había sentido como si mi piel quisiera cambiar, no había pasado nada y volví a gritar nuevamente, intentándolo una y otra vez, pero nada sucedió.

—No funcionará, por más que lo intentes, no conseguirás hacerlo. —Escuché su comentario, a la vez que se acercaba a mí nuevamente.

—¿Qué...qué has hecho conmigo? —Pregunté, sintiendo que a pesar de que no había logrado transformarme, igual sentía la pérdida de energía de los innumerables intentos por tratar de conseguirlo.

Lo observé atentamente al tomarme el brazo nuevamente y trate de moverme para que no me tocará, pero el me agarró con más fuerza, hincándome con algo y cuando note como me sacaba sangre, comencé a desesperarme nuevamente.

—Quédate quieta o regresara la persona que conociste en el Clan del Sol y no estará de muy buen humor. —Me amenazó. —Esa persona está reservada solamente para ver a Camila, ahí recién saldrá mi verdadero yo. —Dijo, totalmente divertido, en un tono de completa burla al verme tan furiosa por lo que él decía.

—¡Bastardo! ¡Te mataré imbécil! —Grité, sintiendo como me daba un fuerte golpe en el rostro, que hizo que comenzará a botar sangre por la boca.

—No sigas con tus amenazas, pequeña insignificante, para mí no eres nada más que una pantera asquerosa. Agradece que no te he matado, porque eres útil aunque sea para algo.

—Si tocas a Camila... —Comencé a decir.

—¿Qué vas a hacer “defensora del mundo”? ¿Vas a sacar las garritas? —Preguntó. —Me muero por ver eso. —Dijo dándose media vuelta, yendo por sus cosas, comenzando a salir por una puerta que estaba en una de las esquinas del lugar.

—¡Vuelve! ¡Vuelve aquí! —Grité llamándolo.

—Que tengas una agradable noche.

—¡Regresa!

—Me encantaría conversar un poco más contigo, pero tengo otros planes con una puma que muere por conocer este lugar. —Fue lo último que dijo y yo volví a tirar amenazas de todo tipo, lo llame con desesperación porque Camila estaba en peligro y yo seguía atada a una silla, incapaz de moverme o transformarme.

Fue tanta la desesperación que comencé a llorar otra vez, pensando en Camila, pero esta vez lloré como una niña, porque él estaba ahí afuera buscándola.

Suka estaba en la ciudad buscando a Camila y yo no podía hacer nada para detenerlo.

Espero que hayan disfrutado el capítulo, que tengan un lindo día.

🐺

Continue Reading

You'll Also Like

1.9M 95.8K 86
- Yo, Logan Carter, alfa de la manada Luna Creciente, te rechazo a ti, Emma Parker, de la manada Luna Creciente -. Podía sentir como se me rompía el...
85.5K 3.9K 80
-Yo fui el primero en besarla-, alardea Bryce. -Yo la llamo virginidad -, grita Ace en voz alta. -Ella me amara primero-, responde Chris enfadado. Er...
76.4K 3.6K 83
-¿Qué haremos con ella? El hombre la miró. -La cuidaremos, la protegeremos y será como otra hija más. No haremos más que amarla- la mujer asintió mir...
50.1K 4K 58
Andrea Stilinski hermana mayor de Stiles, se ve arrastrada al mundo Sobrenatural después de estar años alejada de este.... Puede este amor consumido...