Todos los hombres lobo habían sido obligados a reunirse en el salón principal del castillo, Hakyeon llegó casi corriendo, empujando a los de su clan con tal de llegar al frente, justo cuando lo hizo, Won Sik su amigo cambiaforma lo miró expectante y con el ceño fruncido.
R- ¿Dónde estabas? - preguntó, HakYeon jamás llegaba tarde a reuniones como esa, pero esta vez Won Sik había percibido algo extraño en su amigo.
N- En mi habitación - mintió, si le decía que había salido al campo de batalla Won Sik lo mataría, y esque era tan protector con él y Key que parecía un padre histérico.
R- ¿Por qué tardaste en llegar con nosotros hoy en la mañana? - curioseo.
N- Me sentía mal, y no tenía nada de hambre, así que no bajé.
Won Sik resopló desviando la mirada y fue entonces que un silencio sepulcral ahora invadía el enorme lugar, todos se inclinaron cuando el alfa del clan apareció de entre la oscuridad del pasillo, caminando con lentitud hasta ponerse enmedio de todos los presentes.
Fue el momento justo cuando las grandes ventanas se abrieron de par en par y la luz de la luna llena iluminó el salón, los ojos de cada lobo resplandecieron de su característico color azul, el alfa con sus súbditos admiraban a cada cambiaforma con detenimiento, la segunda y última fase inició cuando la luna frente a ellos comenzó a tornarse rojiza poco a poco, ante ese cambio los ojos de los lobos brillaron pero ninguno cambió de color, excepto los de Won Sik, un tono amarillento resplandeció captando la atención de todos los presentes.
El alfa al percatarse de eso hizo una seña para que el menor se acercara, estando ahí tomó una pequeña navaja y con ella le hizo una cortada en el brazo, virtieron la sangre que cayó de la herida a una gema de color blanco y sólo una parte se volvió roja.
HakYeon estaba anonado, Won Sik realmente merecía ese logro, y éste no estaba más que satisfecho de buscar a su presa primero que los señores de la noche.
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Hong Bin había pasado al centro cuando Taek se lo ordenó, acto seguido, el mayor cortó su muñeca provocando que la sangre brotara al instante, la vertio con cuidado en una pequeña copa de cristal y finalmente se la tendió a Hong Bin.
L- Bébela - ordenó por lo que el vampiro menor la tomó de un solo golpe, sintiendo quemazon en su garganta y una extraña corriente eléctrica en todo su cuerpo, sus ojos se volvieron rojos carmín y sus colmillos aparecieron, la sangre en ellos lo hizo volver a lamer con satisfacción, la sangre de Taek Woon era deliciosa, lo admitía.
L- Ahora, búscalo - dio la orden por fin y Hong Bin acató enseguida, corrió con todas sus fuerzas y estando apunto de llegar a la salida con ambas manos abrió las grandes ventanas del salón principal dejándose caer hacia el vacío, y cuando sintió que pronto llegaría al suelo extendió sus grandes alas negras.
Pronto, el portal se abriría para dar paso al mundo mortal.
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Hyuk y Jaehwan se la pasaron viendo películas después de la escuela, el primer día para el primero había sido algo difícil pero se adaptó enseguida con la ayuda del rubio ya que nunca lo dejó sólo, saliendo del instituto compraron unas películas para celebrar que no había tarea.
El reloj marcó las nueve de la noche y pronto la luna llena estaba saliendo de su escondite tras las montañas, también un leve frío se sintió en todo el pueblo y la niebla apareció en los oscuros caminos del bosque, poco a poco se extendió tanbién hasta las calles de la ciudad.
H- Jae, es mejor que regreses a casa, ya es tarde ¿no crees? - dijo bajando el volúmen del televisor.
K- No quiero - puchereo.
H- Mañana seguimos viendo la película - dijo aventandole una almohada para que se levantara del sillón.
K- Está bien, ya, ya me voy.
El rubio se levantó enseguida del sofá, fue rápidamente hacia el desayunador para guardar algunos dulces en su mochila, tomó su chaqueta del respaldo de una silla y salió del departamento siendo despedido por Hyuk.
Jae suspiró frustrado después de estar sobre su bicicleta, el centro del pueblo estaba repleto de gente, había una celebración por la nueva luna llena del mes.
Si se iba por ahí tardaría al menos una hora, pero su mirada cayó a otro camino, éste estaba entre un campo despejado y algo obscuro, solo había dos faroles que alumbraban algo, pero su edificio estaba a solo diez minutos por ese sendero.
Le pareció una magnífica idea y tomó ese camino.
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El portal se abrió dentro del bosque obscuro, Hong Bin apenas dio un paso afuera y la brisa fría de su mundo se desvaneció, entonces su piel se vio acariciada por un aire frío y reconfortante, jamás lo había sentido en su mundo original pero era agradable.
Por otro lado, Won Sik analizó todo su entorno y después su mirada viajó hacia enfrente, al parecer había bastante gente pues podía olfatearlo.
HB- Suerte - murmuró indiferente.
Won Sik gruño burlón y le respondió con voz pastosa.
R- Igual para ti sanguijuela - Hong Bin respondió con una carcajada estruendosa.
HB- Que gane él que encuentre al mejor - finalizó iniciando su caminata a gran velocidad, y Won Sik hizo lo mismo pero tomando otro camino diferente.
El lobo de ojos azules se subió a una azotea de alguna casa desconocida, era alta para evitar ser observado, se puso en cuclillas y comenzó a observar a toda la gente, el olor a comida y de varias colonias de perfume que los mortales tenían asqueo un poco al lobo, volvió su cabeza para evitar seguir olfateando y puso su mano sobre su nariz, más sus ojos se posaron en un camino solitario, y ahí observó a una persona, al parecer al chico de cabello rubio se le había descadenado la bicicleta y tenía que caminar los diez metros al edificio que le faltaban.
Won Sik sonrió, se relamió los labios y luego los caninos, lo había encontrado, bajó sigilosamente y comenzó a andar por el campo una vez había llegado sin que el chico se diera cuenta.
Jae por su lado se había rendido por lo que comenzó a caminar mientras tarareaba una canción, pero entonces se detuvo al acordarse de algo.
K- ¡Demonios! - expresó chasqueando los dedos al acordarse que se le había olvidado un libro de la escuela. Tomó el manubrio dispuesto a voltear la bicicleta para regresar al edificio de Hyuk pero una mano pálida se puso sobre la suya, dio un salto y dirigió su mirada al hombre extraño de cabello blanco, éste lo observaba de manera neutral, como si viera sus más ocultos pensamientos, eso le provocó un escalofrío al rubio.
R- ¿Por qué tan noche delicia? - su voz era ronca y tenebrosa, eso intimido al pobre rubio.
K- ¿Q-qué?... - tartamudeo confundido. El lobo soltó una risita que Jae no supo como interpretar. Ante la mirada confundida del chico Won Sik calló al ver la carita asustada del contrario, y como ultimátum le sonrió siniestramente.
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Hong Bin estaba trepado a un árbol, no había ningún chico tan tarde en la noche, suspiró pesadamente acomodándose entre las ramas y entonces un grito lo desconcertó, movió las hojas con sus manos para poder visualizar por donde había venido el sonido, al encontrarlo suspiró molesto, el lobo había tenido suerte, había encontrado a su humano antes que él. Bajó del árbol para seguir su camino pero entonces una sensación extraña, como si algo lo llamara lo hizo mirar a un edificio de diez pisos, miró a todos lados y al ver que no había nadie subió corriendo la pared. A lo primero que llegó fue a la ventana del costado izquierdo pero al tratar de abrirla ésta se atoro.
HB- Humanos - dijo por la estúpida ventana y la manía de los mortales en tenerlas así, sus ojos cambiaron a rojos y con solo mirar aquella cerradura ésta se abrió, con su mano recorrió la ventana para poder entrar silenciosamente, ocultándose en las sombras de la habitación y sin hacer nada de ruido. No había nadie al parecer. Ahí dentro hacia un calor extremo, el calentador al lado de la sala estaba encendido, eso explicaba muchas cosas.
Caminó observando el pequeño lugar, había bolsas de papas en el suelo y algunos refrescos, ropa en un sofá y cajas cerca del desayunador de la cocina, entonces cuando el vampiro quiso curiosear en un estante un pequeño quejido lo hizo volverse hacia un par de puertas al fondo, se apresuró a ir y apenas llegó solo miró la cerradura y la puerta se abrió provocando un leve chirrido, ingresó poco a poco admirando a su alrededor pero cuando la puerta chocó contra la pared dejando el pase por completo lo que vio en la cama lo dejó sin palabras, el pequeño castaño ya estaba dormido y por el calor no le preocupó dormir más que con una sola prenda de ropa y ¿como se dio cuenta? Pues la sábana cubría solo la mitad del cuerpo blanquecino del castaño, su pierna derecha estaba felxionada y su brazo izquierdo extendido, los ojos del vampiro se hicieron aún mas rojos y su boca formó una sonrisa de fascinación.
L- ¿Lo encontraste? - preguntó Taek Woon, comunicandose por su unión de sangre.
Hong Bin llevó las yemas de sus dedos a su yugular para contestar a la pregunta.
HB- Si - afirmó en un susurro mientras caminaba hacia el costado izquierdo de la cama, con su mano derecha acarició delicadamente el muslo del menor sintiendo la piel caliente y suave, sin pudor alguno deslizó su mano hacia arriba hasta tocar la entrepierna contraria, pero se entristecio al chocar con el boxer que Hyuk solo traía puesto, finalmente ignoró ese hecho y pasó a acariciar el vientre, el pecho hasta llegar a la rosada y suave mejilla.
HB- Maldición Taek, es precioso - dijo encantado.
L- Entonces si es el indicado, debes marcarlo.
Hong Bin quitó los dedos de su cuello para poder observar el cuerpo de Hyuk, el pequeño estaba tranquilamente dormido mientras hacia tiernos pucheros, el depredador sonrió al encontrar el lugar perfecto donde poner su marca, se sentó en la cama, y acercó su rostro a la suave piel de Hyuk, la olió, ésta desprendía un olor a cereza, tan sensual y dulce a la vez, entonces Hong Bin pensó que perdería la cordura en cualquier momento pero no quería asustar al pobre humano. Acercó sus colmillos dentro de los muslos, casi llegando a la entrepierna y mordió. Hyuk gimió suave pero no se despertó, el vampiro se quedó quieto, esperando a que la respiración del otro se relajara, una vez todo se había quedado tranquilo retiró sus colmillos, saboreo la sangre del castaño, lamió la herida y luego dejó un beso en esa tierna y tersa piel.
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Kenny no podía quitarse al extraño de encima, por más que lo golpeara en un costado el otro solo reía al ver la desesperación del pelirubio.
K- ¡Quítate! ¡Pervertido! - gritó lanzando patadas.
R- ¿Yo? ¿Pervertido? Solo quiero hacerte una marquita en ese cuello - dijo aguantando las ganas de caer muerto de risa por los gritos de su presa.
K- ¡Pues no! ¡Te pido que me sueltes! - el lobo aprisionó las muñecas del mortal contra el pavimento y con las rodillas encerró las piernas del otro.
R- No - lentamente acercó sus labios a los contrario, el corazón de Jaehwan latió fuertemente y comenzó a temblar de miedo.
Por otro lado el cazador movió su rostro llevando sus labios al cuello del chico dejando libre sus colmillos y enterrandolos en aquella suave piel.
K- ¡Duele! - se retorcio del dolor, apretó sus puños ante la molestia punzante, pues cuando prestó atención a lo que pasaba, sentía como la sangre que salía de su cuello era succionada y la herida era acariciada por la húmeda lengua de su atacante.
Cuando Won Sik terminó su arduo trabajo se alejó, sus ojos se volvieron azules y relamio sus labios saboreando la sangre, era tan deliciosa que no evitó sonreír al ver el rostro pálido del pelirubio.
R- Ya eres mío.