12시 30분 → HunHan

Oleh ohbany

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«Donde Luhan y Sehun son obligados a rehacer su historia de amor a través de una melodía triste y una letra e... Lebih Banyak

30분

12시

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Oleh ohbany

Primeras tonadas.

Sehun nunca fue el más social del instituto, su círculo amistoso era cerrado y sólo se limitaba a escuchar las historias fantasiosas de Chanyeol o la manera tan azucarada en la que Jongin solía referirse a Kyungsoo, su algo. No tenía mucho, sin embargo era más de lo que creía merecer.

Sus habilidades para el piano y la composición lo colocaron como uno de los mejores estudiantes de su facultad, excelentes calificaciones y un rendimiento excepcional. A pesar de tener la vida que muchos a su alrededor soñaban, Sehun simplemente se limitaba a mirar a lo lejos su vida con un ápice de amargura y somnolencia. No era muy fan de su trabajo, lo consideraba como cualquier otro e incluso llegaba a compararlo con los demás adoptando la idea de que el suyo carecía de gracia o sentimiento.

Pero Sehun no todo el tiempo fue así, antes al menos sonreía; hace dos inviernos atrás, cuando a pesar del frío en el viento y las ramas congeladas por la espesa nieve, su corazón sentía el calor más hermosamente abrazador que alguien pudiera sentir. Sehun estaba enamorado de la persona más hermosa nunca antes vista. Luhan, se llamaba, era un año mayor pero por razones de traslado de China a Corea tuvo que repetir un año dejándolos juntos en las mismas clases. Desde el primer momento que Sehun puso sus ojos sobre el menudo cuerpo aquel chico, supo que sus oscuros días tendrían al menos un bonito amanecer.

Luhan era completamente diferente a cualquiera que hubiese conocido, y correspondió los sentimientos de Sehun en un dulce anonimato, sus tardes de besos y sesiones de abrazos no eran de conocimiento público, sólo ellos y su pequeño mundo, así lo definía Sehun. Pese a que Luhan no era como todos, de los que le gustaba expresar su gusto o amor libremente, Sehun estaba bien con eso. Ambos entablaron una bonita relación que duró lo que un suspiro, lo que un anhelo, lo que un sueño.

La circunstancia orilló a ambos a separarse, fue Luhan quien en un frío medio día de noviembre decidió que Sehun no era quizá la persona correcta para él y las esperanzas murieron a las 12:30 PM de ese mismo día, y con ellas las ganas de Sehun de al menos sonreírle a la vida. Sonreír como si de verdad estuviera feliz.

No fue una ruptura sana, Sehun enfermó con la ausencia de Luhan en su vida, la carencia de sus besos, la falta de afecto y cariño; faltó dos semanas a clases y le costó una semana poder reponer sus exámenes perdidos. Perdió momentáneamente la destreza en el piano de cola, y la capacidad para que sus letras fluyeran con esmero y dedicación. Perdió incluso el habla, necesitó mucho tiempo -y bastantes payasadas de Jongin y Chanyeol- para poder sobrellevar el hecho de que Luhan ya no estaba en su vida.

Y aún cuando habían pasado dos años, Sehun seguía congelándose cada vez que Luhan cantaba en clases o hacía alguna exposición, o al menos decía «Buenos días».

Entre vacíos días y silenciosas noches, más el insistente dolor avasallante, Tao un amigo de carrera de Sehun, comenzó a pretenderlo. Era chino como Luhan, adorable, una excelente persona. Por un instante Sehun sintió el ferviente deseo de corresponder sus sentimientos y olvidarse que alguna vez su pecho gritó el nombre Luhan con intensidad, pero su corazón estaba comprometido, arraigado, encadenado y sólo Luhan tenía la llave -por más estúpido que eso pudiera sonar.

Sin embargo Tao insistió por el afecto de Sehun, era paciente y nunca exigía respuesta inmediatas, sólo se acercaba, y brindaba caricias silenciosas intentando abrazar el dolido corazón de la persona que tanto quería. Intentaba captar su atención y cambiar su decisión, pero Sehun era reacio y pese a que Tao era una buena persona, no fue suficiente para poder arrancar a Luhan de su tosco y terco corazón.

-Has estado distraído últimamente -musitó Tao, estaba sentado en una de las mesas del salón pronto a llenarse de la presencia de los estudiantes de Composición Musical-. ¿En qué piensas?

Sehun respiró hondo inhalando el aire con aroma a tiza y polvo, familiar olor matutino.

-En nada, realmente -respondió, con una chueca sonrisa.

Tao se escabulló entre los pupitres para estar más cerca de él, lo tomó de sus mejillas y las apretó con afecto brindándole una reluciente sonrisa cargada de oscuros círculos en sus ojos.

-Eres lindo cuando no estás pensando, sabes.

Sehun estaba a punto de protestar esa idea pero fue interrumpido por la alarma de facultad, avisando el inicio del primer período, todos los estudiantes entraron apresurados y amontonados temerosos de una sanción por parte del profesor. Sehun sólo se acomodó en el suyo, mirando tentativamente el asiento vacío de al lado, buscando la figura de cierto chino que solía llegar tarde a clases.

-Hoy discutiremos acerca del proyecto de fin de semestre, será en dúo y quiero esas mentecitas brillantes funcionando para crear el mejor demo posible -Las palabras del profesor Kim rasparon el ambiente con una clara amenaza impresa.

Sehun debía buscar un compañero, quizá ese sería Tao, él también destacaba en composición, además tenía buena armonía con los raps, trabajar con él seria sencillo.

Cuando meditaba la idea, la figura menuda de Luhan atravesó el marco de la puerta del salón, tenía semblante cansino y su respiración un poco agitada, quizá por la carrera, Luhan no era amante de la puntualidad.

-Minseok hyung l-lo siento yo...

-No me digas, Luhan. ¿Te dejó el autobús, hubo un accidente o te dejó tu mamá? -El profesor infló sus mejillas en señal de molestia, aunque su semblante adorable lo hiciera pasar por otra cosa.

-Iba a decir que me quedé dormido, pero tus argumentos son más sustentables -replicó Luhan.

La clase mudó y la única risita que se escuchó fue la de Sehun, para la sorpresa de muchos, incluso de Luhan, quien se sonrojó.

-¡Basta! ¡Oh y Lu, están castigados!

-¿Pero Minni...?

-Ni te atrevas a completar esa frase Luhan, o haré que te expulsen.

Luhan calló quedándose con su colosal castigo y regaño.

El lugar de Luhan desde hacía dos años era al lado de Sehun, ninguno de los dos lo había cambiado desde la ruptura. Sehun estuvo bien con eso, tener a Luhan cerca a pesar de que le hacía mal, le hacía bien, como masoquismo. Podía escucharlo respirar y mirar su rostro aunque fuese de lejos y por escasos segundos mientras el otro no estaba mirando; Sehun admiraba todo aquello que extrañaba cada que el minutero avanzaba en el tiempo.

-Estaba hablando del proyecto final antes de que Luhan y Sehun me interrumpieran -anunció el profesor Kim, ceñudo no estaba demás decir-. Consideré dejar que ustedes mismos escogieran su pareja, pero hoy me siento un poco más generoso -La clase tembló de punta a punta, Kim tenía esa mirada de cuando estaba a punto de poner un enorme menos cero-. Así que yo elegiré las parejas y las primeras personas a la horca serán Luhan y Sehun, espero tengan una grandiosa presentación, a continuación daré las pautas para...

Sehun dejó de escuchar al profesor Kim hablar porque su mente se largó a procesar la información. Hace mucho tiempo que no hacía nada junto a Luhan y ahora tenía que dedicar mucho tiempo a la producción de una canción y una melodía cuando apenas podía mantener su respiración estable cuando estaba cerca de él. Al lado, Sehun notó que Luhan tenía el ceño fruncido, estaba seguro de que la idea del profesor no pudo haber sido menos inoportuna. Sehun mismo sentía mal, así su mente jamás fluiría.

Necesitaba huir de la responsabilidad de estar cerca de Luhan en un mismo proyecto. Hablaría con el profesor Kim y problema solucionado.

El tiempo corrió lento luego de eso, la clase se hizo tediosa, sólo era teoría y nada de práctica, eso la hacía insoportable y aburrida. Cuando por fin el timbre del segundo período sonó entre los pasillos del plantel Sehun vio la oportunidad de arreglar su pequeño detalle, la cuestión es que al parecer Luhan había tenido la misma idea.

-Minseok hyung, yo tenía planeado hacer el proyecto con Yixing -argumentó Luhan, ignorando la presencia de Sehun a su lado.

Ignorando que cada palabra lastimaba el roto corazón de Sehun. También lo lleno de furia.

-Profesor, creo que no es buena idea que Luhan y yo formemos equipo -alegó, con los brazos cruzados. Quería demostrar firmeza, aunque en el corazón se le estaba formando nuevamente un vacío.

-Minseok hyung, deja que Sehun forme equipo con quien tenía pensado, con...

-Tao -completó Sehun, de forma estoica-, tenía pensado hacerlo junto a Tao.

Luhan enarcó una ceja y su vista de pronto se fijó en el inexpresivo rostro de Sehun como si jamás lo hubiese visto tan decidido.

-Tao -musitó Luhan, lentamente, como si el nombre fuera desconocido para él.

El profesor Minseok se sentía como en un torneo de pin pon, mirando a cada joven frente a él argumentando sus ideas e intentando persuadirlo para revocar una decisión, que al parecer no entendían, era contundente.

-Ustedes dos -anunció cansinamente, tocando sus sienes y llenando su frente de polvo de tiza-. Han pasado años desde su ruptura y si se han dicho tres palabras mutuamente es mucho, es hora de superar y ser profesionales de la música. Los problemas personales pasan a segundo plano en esta industria, si ninguno siente nada por el por el otro entonces, trabajaran sin ningún tipo de problema.

El corazón de Sehun latió a un ritmo errático, era muy extraño que un profesor hablara tan libremente de las relaciones personales de sus alumnos, pero considerando que el profesor era Kim Minseok, medio hermano de Luhan, entonces todo valía.

Luhan viró sus ojos hacia otro lado apenado por la escena que su hermano montó complemente gratis, para su desgracia.

-Confió en ustedes.

Con esas firmes palabras rebotando en el ambiente, Minseok abandonó el aula dejando un aura solitaria y un incómodo silencio entre Luhan y Sehun.

Luhan lucía bastante abochornado, toqueteaba su pie con insistencia en un gesto que Sehun aprendió a reconocer como nervios. Podía decir con certeza que incluso nervioso se veía adorable, tanto que por un momento se le olvidó todo el daño que esa persona frente a él le había hecho con sus acciones, con su abandono.

No era fácil enfrentar la presencia de Luhan nuevamente en su vida. ¿Compañeros de trabajo? Esa era la idea mas descabellada que se le pudo haber ocurrido a Kim Minseok, nada bueno iba a salir de eso, si con Luhan lejos a Sehun se le imposibilitaba la creación de una melodía decente, con Luhan cerca todas sus barreras caerían hasta convertirse en polvo a su alrededor.

Sehun quería marcharse y decirle a Luhan que él haría todo el proyecto y que luego encontrarían una forma de unir su voz, pero eso representaba hacer trampa y la honestidad era una regla de oro para él. Vio a Luhan removerse incómodo mientras el viento frío calaba en el lugar, quizá por alguna ventana abierta, noviembre a puertas, casi finales de semestre, unos cuantos más y adiós Seúl, adiós Luhan.

-Uhmm yo...

-No deseo trabajar contigo, Sehun -declaró, interrumpiendo abruptamente el posible parlamento de Sehun.

El viento cada vez se hacía más fuerte, alguien debía cerrar esas ventanas, o quizá sólo era su corazón haciéndose una piedra de hielo dura y fría por las palabras de Luhan, debía ser eso porque no había otra opción. Luhan hablaba como si entre ellos jamás hubiese existido un "nosotros", como si alguna vez esos labios que movía al son de sus palabras, no los hubiese utilizado para besarlo con dulzura en los labios.

-Lamento que te asignaran conmigo -dijo cabizbajo, intentando por todos los medios frenar el deseo que emergía dentro de él de llorar-. Yo.. uhmm, podemos sólo fingir que trabajamos y...

-Dije que no deseo, sin embargo estoy obligado -bramó con el rostro fruncido y apretando los cordones de su mochila.

-Uhm, bueno ¿sugieres algo?

-Bueno, tú tienes este bonito equipo de composición en tu casa, podemos unir tu capacidad para escribir y mi voz y tendremos algo presentable, quizá lo tengamos en menos de dos semanas, así no tenemos que vernos más.

Ouch.

Sehun no entendía qué había visto Luhan en él tan desagradable para ahora tener que actuar de esa manera, siendo que él mismo había terminado todo, no mostró al menos un poco de tacto o en ser más blando, sus palabras -las pocas que decía- eran duras y contundentes, Sehun entendía poco a poco que simplemente no había sido suficiente para Luhan. Simple.

-Bien hoy a las tres de la tarde en mi casa, ¿te parece?

Luhan tatarareó su respuesta acompañado de un «Luego te aviso cuando esté en tu casa» Sehun se preguntó cómo lograría eso, ¿acaso aún guardaba su número telefónico? No, imposible.

🕦

La casa de Sehun era enorme, realmente, pero esto sólo lo sabían Jongin y Chanyeol -y Luhan quien eventualmente lo visitó en el pasado-. Eran sus amigos más cercanos quienes disfrutaban de ella los fines de semana cuando el padre de Sehun se ausentaba por cuestiones de trabajo. Sehun vivía la mayor parte de su tiempo solo en una casa con un jardín casi del tamaño de Seúl. Chanyeol solía decir «Tienes el dinero para ser popular» pero Sehun prefería pasar desapercibido, no le gustaba pertenecer a la alta clase de la universidad, Luhan estaba incluido en ese pequeño y selecto grupo.

Eran Kris, Yixing, Kyungsoo y Luhan, eran muy conocidos, cada uno se desempeñaba en algún área; Kris era el dios del Rap compitiendo eternamente con Tao, no se llevaban bien, por lo que sabía Sehun, ellos arrastraban una enemistad desde China. Yixing y Luhan eran mejores amigos, casi hermanos, tenían muy bonita voz y ambos destacaban en guitarra, Chanyeol solía decir que él era mejor pero aveces las pruebas decían otra cosa. Kyungsoo eran un astro, su voz era preciosa sin embargo él destacaba por traer de rodillas a tierra a Jongin, el chico que pese a no ser parte del selecto grupo popular lo era por el simple hecho de respirar y verse sexy, ambos tenían una extraña relación y medio instituto acordó no acercarse a ninguno de ellos porque ya estaban "marcados".

Ese era su recuento pero él no se incluía en ningún grupo, pese a tener la apariencia, el talento y el dinero para destacar el prefería vivir en las sombras.

Eran las 2:30PM cuando las primeras gotas de lluvia golpearon la pulida ventana de Sehun, se asomó con algo de preocupación porque se supone que Luhan ya debía estar en camino, y por más que le doliera reconocer, preferiría cancelar la reunión antes de exponer a la persona que quería al frío y extraño clima de esa tarde.

Sehun comenzó a hacer tiempo preparando té verde y limpiando algún inexistente desorden en su habitación, la cual era bastante peculiar, estaba constituida en dos partes, la primera elementalmente era el juego de cama con su escritorio, en una esquina estaba su guitarra y el paral con ella sujetándole, había una pequeña cabina que Sehun usaba para hacer recording, con un teclado, y en el centro del lugar estaba su mas preciado tesoro, su piano de cola regalo de su madre antes de morir. Ella también era un excelente músico y fue quien motivó a Sehun a incursionar. Él estaba muy agradecido, la música era en todo momento, su única amiga y fiel compañera de vida.

Cuando el minutero marcó las 3:05PM el teléfono de Sehun vibró, desinteresamente revisó mientras afuera azotaba una poderosa tormenta.

De: Luhan

Sehun, estoy afuera y está lloviendo fuerte. No me puedo mojar. Ven por mí.

No lo pensó dos veces antes de tomar el primer impermeable y paraguas que encontró para salir corriendo olvidando en el camino protegerse a sí mismo. Cuando llegó Luhan estaba completamente empapado titirando del frío y a Sehun se le nubló la vista por el sentimiento de culpa. ¿Cuánto tiempo estuvo allí?

No dijo nada cuando abrió el enorme portón y tomó a Luhan para abrigarlo con el impermeable y halarlo hacía sí mismo para resguardarlo debajo del paraguas. Salió corriendo rumbo a la casa y cuando llegó se aseguró de que la calefacción pudiera hacer que Luhan dejara de temblar y verse completamente pálido. Lo dejó en la puerta principal mientras su cuerpo escurría, segundos después, regresó con una toalla blanca y un cambio de ropa.

-Toma, es mejor que te cambies o pescarás un resfriado -dijo sin mirarlo realmente.

Mientras Sehun titiraba por las gotas que se habían esparcido por su ropa, Luhan se acercó con sus labios en una fina línea, quizá fue un momento de solidaridad, pero lentamente se acercó con la toalla y secó las mojadas hebras de pelo de Sehun.

Sehun permaneció estoico ese instante, más bien atónito mientras Luhan hacía camino con sus manos en sus hebras, secándose. La acción duró sólo unos segundos porque Luhan se dio cuenta de qué hacía y se retiró abruptamente tomando la ropa y perdiéndose en el baño de una casa que él conocía a la perfección; no dijo nada, sólo se fue dejando a Sehun allí con el corazón latiendo erráticamente, como si fuera la primera vez que se tocaban, y de hecho era la primera vez, al menos en mucho tiempo.

Cuando Luhan salió del baño llevaba puesto uno short de Sehun que le quedaba un poco holgado, además de una sudadera que cubría completamente sus brazos. Adorable, se veía realmente adorable, pero no fue algo que Sehun expresó en voz alta, por el contrario, caminó hasta la cocina para servir dos tazas de té verde.

-Bebe antes de que te enfermes -anunció en tono bajo, asegurándose de no hacer notar mucho la preocupación que sentía por su invitado.

-Gracias -musitó Luhan, con las mejillas sonrojadas y las manos aún temblorosas.

Sehun no quería regodearse, pero él sabía que Luhan estaba disfrutando del té, lo decía el cambio lineal de su rostro, no era tan efusivo pero si se podía percibir si ponía toda su atención. Debido a que siempre estaba solo muy poco acompañado de la servidumbre, había aprendido a hacer muchas cosas, entre ellas, un buen té. Con una madre fallecida y un padre empresario de tiempo completo al trabajo, Sehun se vio en la necesidad de aprender a cuidarse solo, algo que con el tiempo había perfeccionado.

Afortudamente podía decir que estaba preparado para cualquier evento, algo que muy pocos a su edad podían hacer.

La lluvia abrazaba el vidrio de la ventana de la cocina, y bajo un impoluto silencio Sehun miró las gotas correr mientras terminaba su taza de té, no habían palabras en el ambiente y todo se sentía tenue pero incómodo; se suponía que sólo debían trabajar en el proyecto, no quedarse a admirar la lluvia de invierno caer. Sehun no quería quedarse a mirar el tiempo correr sin hacer nada, y con Luhan a su lado.

-Creo que deberíamos comenzar -anunció Luhan por suerte, dejando la taza vacía sobre la mesa.

-Sí, subamos a mi habitación.

En la subida por las escaleras, Sehun se preguntó de qué forma podían hacer avanzar un proyecto que requería tanto, haría lo que fuera por no someterse a esta tortura, el silencio y la mirada de Luhan le agobiaban.

-Sehunnie~ ¡Sehunnie bebé!

Oh no.

Sehun volteó rápido encontrándose con el desastre en persona.

-Hyung, ¿qué haces despierto? Se supone que te sentías mal.

El hyung más desastroso que nunca antes había existido salió trastabillando de una de las habitaciones del pasillo, se colgó del cuello de Sehun apestando a alcohol y balbuceando incoherencias. Le dio un poquito de vergüenza que Luhan presenciara esta escena, había querido que su hyung se quedara confinado en su habitación, pero los borrachos sobre todo, tenían mente propia para traer calamidades.

-Sehunnie, dile a Irene que me perdone -chilló su indeseable invitado.

No pudo evitar rodó los ojos, intentando forzadamente que el enano borracho saliera de su espacio personal.

-Joonmyun hyung, por favor, bañate y acuestate a dormir -ordenó con fuerte temple, mas Joonmyun su primo desdichado, negó con fervor aferrándose a él como si fuera una lapa.

Joonmyun negó fervientemente aferrándose a Sehun.

-No Sehunnie, no quiero perder a Irene por una estupidez mía, n-no quiero sufrir como lo haces tú por ese muchacho chino que... -Sehun se apresuró a callar a su primo bocón porque no podía seguir hablando mientras Luhan estaba parado allí, escuchando todo.

-Hyung, necesitas descansar, hablaremos cuando estés mejor -Con eso empujó el menudo cuerpo de Joonmyun otra vez a la habitación, y haloneó a Luhan hacia la suya propia, antes del que borracho escapara.

Una vez dentro se apresuró a encender su equipo y sin decir una palabra de lo ocurrido le entregó a Luhan algunas partituras en limpio para poder comenzar con el proceso creativo de su proyecto, o al menos adelantar lo que pudiera.

Todos los equipos estaban listos por el previo encendido así que Sehun tomó asiento en su habitual puesto en el taburete pequeño frente a su piano de cola y empezó a lanzar notas al azar tratando de controlar su nerviosismo, tratando de evitar que su emoción no calara en el ambiente y que Luhan no notara que estaba agitado por su culpa.

-Pensé que vivías sólo con tu padre -comentó Luhan, luego de un rato llenando con lapicero las hojas vacías.

-Joonmyun es mi primo -respondió cohibido-. Recientemente terminó con su novia y ella lo echó de su apartamento.

Luhan musitó un leve uhmm y con eso dio fin a la conversación, al menos la que tenía que ver con Joonmyun. El segundero del reloj avanzaba sin piedad haciéndose más tarde y aún no habían comenzado a escribir al menos la primera línea de una canción.

No obstante, Sehun estaba allí frente a su piano de cola, tocando la misma melodía desde hacía mucho rato.

-Está buena ¿qué es? -Luhan tomó asiento al lado de Sehun en el piano. Sus dedos viajaron a las teclas del gran instrumento complementando lo que Sehun tocaba expontáneamente.

Como las notas sueltas que complementaban la misma melodía que repiqueteaba en la cabeza de Sehun.

-Sólo es algo que ha estado rondando mi cabeza desde hace tiempo -respondió mirando las teclas, escuchando nada más como Luhan murmuraba quedamente.

La melodía se hacía cada vez más integrada y relajada; era un tanto triste, tenía sabor a frío y olor a invierno, pero amena y llevadiza, parecía reunir mucho sentimiento en tan sola una misma tonada.

-Una botella de brillo rompiéndose ruidosamente, ¿así es como somos? -Luhan cantó suavemente, sorprendiendo a Sehun con su armonía y la elección de sus letras.

No pudo evitar no mirarlo con estupor, con los ojos abiertos, la voz de Luhan se escuchaba algo ronca quizá por el clima pero no dejaba de ser tan hermosa como sabía. Y la letra, todas las líneas encajaban perfectamente en lo que Sehun definía como una canción de ruptura, justo como su corazón se sentía.

-El cielo parece tan bajo, como si fuera a colapsar en cualquier momento -continuó a Luhan, apegándose a la tonada armoniosa de Sehun.

Cada nota salida de la boca de Luhan era un golpe que sumía al corazón de Sehun en una especie de penumbra dolorosa, no quería dejar que eso se notara, que evitara que rindiera en la composición pero aún tratando se volvía difícil.

Tampoco podía dejar que Luhan hiciera todo el trabajo.

-Solías preguntarme por qué llegaba tan tarde, que estabas esperando por mí, feliz por mi amor -dijo Sehun de repente, era una línea más sin tono vocal, porque él no tenía voz más que para decir algunas notas de rap,

-¿Perdón? -siseó Luhan, mirándole con duda, como si hubiese dado cuenta de algo. Su invitado por alguna razón se mortificó y enrojeció.

-Uhm, es la siguiente línea -argulló Sehun-. Quizá esa podría ser...

No sabía bajo qué concepto había tomado Luhan eso, pero de lo que si estaba seguro Sehun era que había quedado un poco enternecido. Por ello retomó la melodía antes de que fuera olvidada, olvidando él mismo el suceso pasado. Rápidamente encendió su grabadora para que pudiera recoger las voces e ideas en caso de que pudieran quedar en el olvido.

Una botella de brillo rompiéndose ruidosamente.

¿Así es como somos? El cielo parece tan bajo, como si fuera a colapsar en cualquier momento.
Solías preguntarme por qué llegaba tan tarde, que estabas esperando por mí, feliz por mi amor

Sehun estaba buscando entre sus propios sentimientos y suspiros algo útil, para poder complementar la letra, algo para dar entrada a un dramática coro.

-Pero ahora estás congelado, más frío que un extraño que te encuentras por casualidad -musitó Sehun, pulsando paulatinamente sus dedos en las teclas del gran instrumento.

Y sintió que Luhan se congeló a su lado, lentamente estaba desenfocándose de lo que era la canción, mientras él lanzaba frases y líneas pertinentes a su propia historia de desamor.

-¿Te estás inspirando en algo? -preguntó Luhan, sin hacer contacto visual con Sehun.

-Tu brillante sonrisa, tu cálido abrazo, tu rostro, se siente como que ahora no puedo verlo ni tocarlo, me asusta -Luhan dejó todo lo que estaba haciendo para mirar fijamente a Sehun, quien se vio obligado a parar de tocar.

-Qué...

-Luhan, estamos componiendo, no pierdas el hilo -espetó Sehun, no tan severo pero sí conciso, en el fondo tenía las pulsaciones disparadas-. Esa sería una buena entrada al coro, sólo lo cantarías tú ya que como va todo parece registrarse más a tu tono vocal.

Sumidos en su labor, repasaron lo que llevaban de letra hasta el momento. La intensidad con la que Sehun tocaba las teclas dejando fluir aquellas gloriosas tonadas, más la potente voz de Luhan, hacia de aquella nueva canción algo maravillo, triste, pero maravilloso. Sonaba como el OST de algún drama melodramático y cada vez que Luhan cantaba y Sehun tocaba, escenas en retrospectiva de su pasada relación aparecían frente a sus ojos, como si un Sehun y Luhan en holograma estuviera contoneándose en el lugar.

Abrazos inocentes, besos dulces, caricias calientes, y miradas fundadas en amor eran sólo pequeñas vistas de aquella vieja película que terminó en tragedia para ambos, una película sin un bonito final feliz, una triste donde los protagonistas no estaban destinados a estar juntos.

Las tonadas variaban, se aproximaba un esplendoroso coro, de la boca de Sehun salían palabras que Luhan debía moldear a una melodía más suave y llevadiza.

-Ahora mismo, somos como las agujas del reloj a las 12:30. Nuestras espaldas se enfrentaron entre sí, mirando en diferentes lugares, a punto de tirar todo -Las palabras de Sehun abandonaron su boca con soltura y sentimiento.

Incluso Luhan, pudo percibirlo.

-Ahora mismo, somos como las agujas del reloj a las 12:30. Estamos caminando a un lugar del cual nunca podremos volver -cantó Luhan, con los ojos cerrados, rasgando las palabras, las líneas

Todo sabía a amargura, a ruptura y a dolor. A su propia ruptura y dolor.

Sehun quería dejarlo todo, tirar la tapa protectora de las teclas del piano sobre ella y abandonar la canción, no le importaba el enorme cero en su unidad de estudio si eso le salvaba del dolor que representaba estar en el mismo espacio de Luhan, ese mismo dolor que tenía cautivo a su corazón. No podía creer que Luhan después de dos años aún seguía haciendo estragos en él.

La impotencia le hervía con fervor, sus ojos se fijaron en Luhan quien estaba quieto mirando débilmente los colores blanco y negro del piano y supo que ya no podía controlarse.

Sus miradas se cruzaron por un momento, uno que duró un eternidad, Sehun miro a esa persona que una vez frente a un clima invernal y sin ningún tipo de remordimientos lo abandonó a su suerte teniendo que levantarse poco a poco pese a la intensidad del dolor.

Quiso levantarse y huir de su propia casa, pero fue sorprendido por la mano de Luhan cerrándose sobre su muñeca, luego ese cálida piel entró en contacto con la suya y sus defensas cayeron a tierra cuando Luhan lo tomó finalmente de su barbilla y acercó su rostro dejándolos en espera de algo que ambos deseaban. Ninguno hizo el movimiento decisivo mas la espera mataba, sus alientos chocaron y ambas miradas permanecieron fijas en labios color rojo.

Pero fue Luhan quien finalmente depositó un desesperado beso con sabor a reencuentro en los labios de Sehun. Un beso intenso que quemaba frío, porque la piel de Luhan estaba helada y aún así sería capaz de quemar cada partícula en Sehun.

Las manos de Sehun se impacientaron e involuntariamente bajaron por la espalda fría de su invitado porque aunque su cerebro le gritaba ¡Peligro! y ¡Advertencia! Al mismo tiempo, su pecho se comprimía de ansiedad porque besar a Luhan después de tanto tiempo, y pese a todo, era lo mejor que le había pasado en la vida.

Luhan se retiró pausadamente mientras Sehun se aferraba con ambas manos a sus brazos. La intensa mirada volvió a ellos, el momento había pasado y ahora sólo quedaban las futuras palabras. La letra debía continuar porque no tenía suficiente de una historia donde dos seres pese a demostrarse que se querían, seguían con sus miradas en direcciones opuestas y sus espaldas chocando mutuamente sin llegar a encontrarse.

🎼🕦🎼

Este es el segundo proyecto de Sobany, Paper House, HunHan también.
Como pueden leer, a Sora y a mí nos gustaba chingon el Hunhan antes 👌💕

Espero hayan disfrutado mucho esta primera parte y ansien la parte final 👌😘

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