Destiny y la Camara Secreta [...

By mortovel

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Después de su primer curso, Destiny espera por su segundo curso en el Colegio de Magia y Hechicería, tan solo... More

Capitulo 1. Invasión de Idiotas en el Campo Jorgenson
Capitulo 2. Siempre hablando con la verdad.
Capitulo 3. Un nuevo callejón y el nuevo maestro.
Capitulo 4. Un momento en la Madriguera.
Capitulo 5. Regresando a la plataforma o... a la madriguera.
Capitulo 6. El Expreso de Busca y Encuentra.
Capitulo 7. Solo malas noticias.
Capitulo 8. Aclarando las duditas de Fred.
Capitulo 9. La Ambición secreta de Lockhart.
Capitulo 10. Come caracoles.
Capitulo 11. El Expreso de Hogwarts.
Capitulo 12. Preguntados.
Capitulo 13. BatiSnape.
Capitulo 14. Nunca nos va bien, los treinta y unos de octubre.
Capitulo 15. El Misterio Empieza.
Capitulo 16. Mi idea.
Capitulo 17. Untitled.
Capitulo 19. Preparando el plan de este curso.
Capitulo 20. Club de Duelo.
Capitulo 21. Con las manos en la mesa.
Capitulo 22. La Poción Multijugos.
Capitulo 23. El Diario.
Capitulo 24. Hablar y Hablar.
Capitulo 25. Un diario que habla
Capitulo 26. ¿En Que Estamos Metidos?
Capitulo 27. No Mi Idea Favorita.
Capitulo 28. La Camara de Secreta.
Capitulo 29. Explicaciones.
Capitulo 30. Hasta el siguiente curso.

Capitulo 18. Perdiendo el Control.

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By mortovel

—¿Qué haremos ahora? —le pregunte, mientras veía que su brazo estaba muy mal, igual que su pierna derecha.

—Con la enfermera. Pero, no creo poder jugar mañana —dijo con decepción llevándose la cabeza para atrás.

—Te dije que no lo hicieras, pero ¿Acaso me escuchas? —le digo enojada, este me mira con los labios apretados.

—¿Crees poder jugar por mi mañana? —le mire con los ojos ensanchados.

—¡Estás loco! —digo con sobresalto—. Llevo años sin jugar quidditch, y no sé cómo juegan ustedes, no puedo jugar.

—Si puedes, quieres jugar —me señala con su mano buena—, vamos Des, será solo mañana, no puedo dejar mal a Oliver, no ahora.

—Es tu culpa, no mía.

—Por favor, Des —me suplicó aún más poniendo su cara de perro mojado, niego evitando mirarlo—, hare lo que quieras, por favor, Des, te lo suplico, hazlo por mí, porque soy tu hermano.

Lo mire con ofenza.

—Por favor, Des, hazlo por la casa, por el orgullo de Gryffindor. Por los cincuenta puntos que perdiste el año pasado.

—Pero los recupere.

—Pero los perdiste, vamos, Des.

—¿Y cómo le hare? ¿No tengo túnica de mi talla y se te olvida que tengo el cabello largo?

—Mmm... ya ideare algo, pero tendrás que venir a mi dormitorio una media hora antes del partido.

—Eres un idiota, solo lo hago por los puntos —aclaró mientras le ayudaba levantarse y llegamos a media noche a la torre, lo deje en su cama, empujándolo con fuerza y sin delicadeza. Mientras me iba a mi dormitorio enojada.

Antes de irme a dormir, abrí mi baúl y saque a Toretto. Además de mi kit para quitarle todas las astillas y darle un buen aspecto, para antes de mañana.

Tal vez y si quiera jugar, pero no estoy preparada psicológicamente para jugar mañana, ¿Cómo le haría? ¿Qué tendría Tom pensado para mañana? Hay una enorme diferencia de altura y grosor de cuerpo entre los dos, por lo que a la mañana siguiente, me levante más temprano de costumbre y baje a desayunar, y estaba Harry, junto con todo el equipo de Gryffindor.

—¿Dónde está Tom? —preguntó Oliver cuando su cabeza estaba en mi dirección.

—De seguro está durmiendo —respondí—. Le iré a levantar.

—Dile que lo veremos en la cancha —asiento y fui corriendo hasta el dormitorio de hombres, de tercer año. Abro la puerta, rápidamente y Grayson estaba ahí... , con una camiseta sport y unos calzoncillos con estampados.

—Des —dijo sorprendido, tomando una almohada y tapándose los calzoncillos.

—Gray, me tienes que ayudar a disfrazar a Des —le pide Tom.

—¡¿Des?! —preguntó Ian desconcertado—. Ella...

—Si juega quidditch —le interrumpe Tom—, mejor que cualquiera, por eso le confio mi puesto.

Me puse un poco ruborizada, porque a Grayson también le había dicho que no se jugar, o no me gusta jugar.

Grayson abrió el baúl y saco la ropa de Tom, tirándomela en la cara. Está molesto. Pensé cuando su mirada no era alegre ni tampoco me miraba con complicidad, me fui a una esquina del dormitorio y cerciorándome de que no miraba, me coloque la túnica y el pantalón, parecía una broma, me quedaba todo tan grande y más largo que mis brazos y piernas.

—Arremángate la ropa y el pantalón —me señaló Tom, Grayson me ayudo con los pantalones, mientras yo lo hacía con la ropa.

—Ahora el cabello —dijo Grayson mirándome pensativo, tomo una gorra negra, y me hice un moño, dejándome un poco de flequillo para ocultar mis ojos, y luego oculto mis labios y nariz con una bufanda.

Pero cuando estuve lista, Tom tan solo se pudo reír por lo alto, me veía ridícula, lo sabía, ya que Grayson, cambio su mirada de enojo por una de diversión.

—Bien, Grayson tu iras con ella y le dirás que estoy enfermo, la razón, por la que estoy utilizando todo eso.

—No creo que se lo trague —dije bajándome la bufanda.

—Esperemos que sí, ahora ten —me extendió su escoba, yo niego con una media sonrisa.

—Usare la mía —señale por detrás de mí—, iré por ella y te veo en la salida para la cancha, Grayson.

Este asiente y voy corriendo por ella. Cuando la tome, estaba caliente, sabe que le daré uso, así que le bese suavemente el palo, para luego marcharme al punto de reunión con Grayson.

—Grayson —le habló cuando llegaba y le entregaba mi bolsa con ropa de cambio—, esto de... lamento por no decirte eso de mí.

—No importa, Destiny —apretó los labios y le detengo.

—Escucha, ¿Podemos hablar después del partido? —le pedí este me miro y se limitó a encogerse de hombros.

Las tripas se me empezaron a revolver estaba tan nerviosa y había un calor insoportable, el cual, me decía que vendría una tormenta. Así que respire hondo y cuando llegamos a los bastidores, el equipo ya estaba saliendo. Oliver me miro con desconcierto.

—¿Tom? —Pregunta desconcertado, salude con una mano—. ¿Por qué estas vestido así?

—Se siente muy mal, Oliver —responde Grayson que estaba detrás de mí—, y para que no se sienta peor, se vistió asi.

—¿Estás seguro que podrás jugar así? —Yo asentí, aunque estaba muy holgada la ropa, sabía que podría jugar bien—. Bueno, andando, este será el partido más importante de nuestra vida.

Cuando salí al campo, escuche el gran estruendo, mi corazón dio un brinco de alegría, nunca había estado en un partido oficial, por lo que ese estruendo hizo que mi sangre se calentara; eran sobre todo aclamaciones de Hufflepuff y de Ravenclaw, cuyos miembros y seguidores estaban deseosos de ver derrotado al equipo de Slytherin, aunque la afición de Slytherin también hizo oír sus abucheos y silbidos. La señora Hooch, que era la profesora de quidditch, hizo que Flint y Wood se dieran la mano, y los dos contrincantes aprovecharon para dirigirse miradas desafiantes y apretar bastante más de lo necesario.

—Cuando toque el silbato —dijo la señora Hooch—: tres..., dos..., uno...

Animados por el bramido de la multitud que nos apoyaba, los catorce jugadores se elevaron hacia el cielo oscuro. Y Slytherin gano la pelota, por lo que intente seguirles, no con toda la velocidad que Toretto, podría darme, pero necesitaba medir la rapidez y la fuerza de pase de los jugadores.

Eran rápidos, pero los pases no tanto, porque en otro podría aprovechar a quitárselos, mire a mi alrededor, que las otras jugadoras, Johnson y Spinnet, también le seguían, pero no eran tan rápidas, y es que usaban todo lo que sus escobas podían dar.

Dieron su primer tanto, Oliver no pudo pararla, por lo cual voltee los ojos y mire que se la pasaba a a Angelina, que se la pasaba a Spinnet, pero se la volvieron a quitar. Y metieron otro tanto. Demonios, deben pasármela a mí, pero se veían muy obstinadas a no hacerlo. Esa obstinación nos dejaba seis a cero.

—Hijas de su madre —balbucee, mientras me iba a dedicar, a poner un poco más de Toretto, que lo pedía, pero antes de poner un poco más, escucho el silbato.

Wood había declarado tiempo muerto. Me acerque a ellos.

—¿Qué ocurre? —preguntó Wood, cuando el equipo de Gryffindor se reunió, mientras la afición de Slytherin los abucheaba—. Nos están haciendo papilla. Fred, George, ¿dónde estabais cuando la bludger le impidió marcar a Angelina?

—Estábamos ocho metros por encima de ella, Oliver, para evitar que la otra bludger matara a Harry —dijo George enfadado—. Alguien la ha manipulado..., no dejará en paz a Harry, no ha ido detrás de nadie más en todo el tiempo. Los de Slytherin deben de haberle hecho algo.

—Pero las bludger han permanecido guardadas en el despacho de la señora Hooch desde nuestro último entrenamiento, y aquel día no les pasaba nada... —dijo Wood, perplejo.

La señora Hooch iba hacia ellos. Detrás de ella, vi al equipo de Slytherin que nos señalaban y se burlaban. Bien esto no se quedara asi.

—Escuchad —les dijo Harry mientras ella se acercaba—, con vosotros dos volando todo el rato a mi lado, la única posibilidad que tengo de atrapar la snitch es que se me meta por la manga. Volved a proteger al resto del equipo y dejadme que me las arregle solo con esa bludger loca.

—No seas tonto —dijo Fred—, te partirá en dos.

Wood tan pronto miraba a Harry como a los Weasley, lo miraba con enojo y le negué cuando me miro.

—Oliver, esto es una locura —dijo Alicia Spinnet enfadada—, no puedes dejar que Harry se las apañe solo con la bludger. Esto hay que investigarlo.

—¡Si paramos ahora, perderemos el partido! —Argumentó Harry—. ¡Y no vamos a perder frente a Slytherin sólo por una bludger loca! ¡Venga, Oliver, diles que dejen que me las apañe yo solo!

—Esto es culpa tuya —dijo George a Wood, enfadado—. «¡Atrapa la snitch o muere en el intento!» ¡Qué idiotez decir eso!

Llegó la señora Hooch.

—¿Listos para seguir? —preguntó a Wood.

Wood contempló la expresión absolutamente segura del rostro de Harry.

—Bien —dijo—. Fred y George, ya lo habéis oído..., dejad que se enfrente él solo a la bludger.

Voltee los ojos y me di la vuelta rápidamente, mire por las gradas que estaba mi papá y me enoje con él, pero iba yo ahora a hacer de las mías, este será mi momento, más bien el de Tom, para brillar en el quidditch.

La lluvia volvió a arreciar. Al toque de silbato de la señora Hooch, di una patada en el suelo, Pucey y Flint, ya se dirigían a la portería, pero yo estaba por lo bajo de ella, así que cuando dieron una pase, lo intercepte, embarcándome a la portería. Esquive fácilmente una bludger, y a Montage, haciendo el primer tanto.

La multitud grito el nombre de Tom, con fuerza, pero no podía quedarme a escucharla, tenía más anotaciones por meter, y eso sería sola, no necesito a Angelina o Alicia, sus pases son muy débiles como para pasármela o que yo se las pase, perderían la pelota.

Se la pasan a Adrian Pucey, y elevándome horizontalmente por debajo de él, se la arrebate metiendo rápidamente mi mano por debajo de su brazo e inmediatamente, metiendo otro tanto. Asi logre meter tres más, sin ayuda.

Estaba un poco agitada, el pecho me crecía y se elevaba, pero jugar quidditch de esta forma era interesante.

Intercepte a un cuarto de cancha el pase, y cuando estuve a punto de dar mi anotación, no me fije en la bludger, que me había pegado en el brazo con el que lanzaba. Solté la pelota y me lleve mi mano al brazo golpeado.

—Tom, hombre, lo lamento —dijo Fred, acercándose a mí, pero negué y levante una mano, sin decir nada, respire hondo y seguí a Pucey, para evitar que de una anotación, aunque mi mirada se desvió cuando la bludger alcanzo a Harry.

Me quede inmóvil sobre mi escoba, sin prestar atención a mi entorno, pero la quaffle venia directamente a mí, y no la había tomado, por lo que la tome cuando caía, aunque Flint me dio un golpe en el brazo que sostenía la quaffle, intento volverlo hacer, pero baje bastante empinada, haciendo a Flint desviarlo, pero una bludger me había golpeado en las costilla. ¡Maldición! Pero no solté la quaffle, era ahora o nunca, tenía que emparejar el juego. Tanto Pucey como Flint me seguían en la caída empinada, hasta que unos metros antes de tocar el suelo, doy una vuelta repentina, haciendo a ambos golpearse contra el suelo y dar mi última anotación, andábamos empatados.

—Wright, se ha superado en este partido, damas y caballeros —escuche a Lee hablar, cuando me tome un respiro de haber jugado yo sola durante una gran parte del partido. Y después de su comentario, se escuchó una ovación, mire a atrás, Harry había caído, pero tenía la snitch.

El corazón se me subió a la garganta y gire para ir a verle, estaba desmayado, y algunas personas bajaron, felicitándome, porque habíamos ganado, doscientos diez a sesenta, pero cuando me daban las palmadas me dolía todo el cuerpo, las bludgers que me golpearon, hacían que los músculos me palpitaran.

—Hijo, más bien, Des, ¿Podemos hablar? —los ojos casi se me salen del lugar, mire atrás de mi, era mi padre, estaba ahí, detrás de mí, el me había ido a ver.

Mirando por última vez a Harry lo seguí.

—Creí que habías dicho que no volverías a jugar —me baje la bufanda y luego me quite el sombrero.

—Tom se lastimo haciendo el Amago de Wronski —le explique bajando la cabeza, sabiendo que cuando hubiera jugado, mi destino sería regresar a entrenar y ya sabía cuál era el plan de papá.

—Haz jugado, porque has querido, sino Toretto no estaria aquí —señaló mi escoba, que seguía sosteniendo—. Es bueno que hayas dejado tu testarudez a un lado, porque sabes, los mundiales se acercan y se dónde voy a ponerte.

—No regresare a jugar, tan solo ayudaba a Tom —replique.

—Lo harás, si quieres tener la mitad de tus vacaciones con tu mamá —me amenazó mi papá, lo mire enojada—. Eso supuse, mmm... estaba pensado en meterte en el mejor equipo, pero verte jugar hoy, con estos pobre principiantes y que no te pasaran la quaffle, me hizo pensar que puedes ir con un equipo que tenga pocas probabilidades de ganar.

—¿Para qué?

—Tu sola ganaste sesenta puntos, hija —me explica papá, que había dejado de decirme así, desde hace unos años—, por suerte conozco al entrenador de la liga, podríamos tenerte como secreto hasta ganar la copa de los mundiales.

—¿No va en contra de las reglas? —le pregunte alzando una ceja.

—No, no va en contra de las reglas, tendré que ir a hablar con él, para que te ponga en el equipo y luego hablar con tus maestros, el futuro que quería para ti, por fin se abre ante mí, de nuevo. Dale las gracias a tu hermano Tom por accidentarse e invitarme a verte jugar.

—¡Eres un hombre detestable! —Exclame con furia—. ¡No entiendo en verdad como soy tu hija!

Pero este alzo su mano y se desvaneció. Apreté el palo de mi escoba por un lado, pero la mire, con ganas de querer tirarla, la alzo por mi cabeza y cuando la iba a estrellar contra el suelo, una mano me detiene.

—Creo que después de esto ya entiendo, porque no te gusta hablar del quidditch —me volteo y era Grayson, lo mire tragándome las lágrimas.

—No le digas nada a nadie de lo que escuchaste, Grayson —le pedí mirando hacia otro lado—. Prométemelo.

—Te lo prometo —me sonríe, mientras sonreía cálidamente en mi dirección, respiro profundamente y decido marcharme para vestirme e ir con Harry a la enfermería.

Llegue a la enfermería, y estaba Hermione esperando enfrente de una cortina.

—¿Y Ron? —pregunte desconcertada.

—Está ayudando a Harry a vestirse —responde Hermione un poco preocupada—. ¿Por cierto dónde estabas?

—Me fui a la grada de Hufflepuff, es que ya estaba llena la de Gryffindor —mentí—. ¿Y por qué Ron ayuda a vestir a Harry? ¿Acaso están haciendo cosillas?

—Porque el idiota de Lockhart, hizo desaparecer los huesos de Harry —responde Ron con enojo.

—Ese maestro idiota —gruñí— espero que ya no quieras defender a Lockhart, Hermione —dije enfurecida, mirándole ella me miro con pena Te atreves ahora a defender a Lockhart, Hermione?

—Si Harry hubiera querido que lo deshuesaran, lo habría pedido —dijo Ron atraves de la cortina, por fin atravesamos la cortina y se veía tan mal, no pude evitar ponerle mala cara.

—Cualquiera puede cometer un error —dijo Hermione—. Y ya no duele, ¿verdad, Harry?

—No —respondió Harry—, ni duele ni sirve para nada. —Al echarse en la cama, el brazo se balanceó sin gobierno.

La señora Pomfrey cruzaron la cortina. La señora Pomfrey llevaba una botella grande en cuya etiqueta ponía «Crecehuesos».

—Vas a pasar una mala noche —dijo ella, vertiendo un líquido humeante en un vaso y entregándoselo—. Hacer que los huesos vuelvan a crecer es bastante desagradable.

Tome la mano de Harry sin huesos, mientras este tomaba el líquido. Este comenzó a toser y resoplar. Pero la señora Pomfrey no dejaba de criticar los deportes peligrosos y a los profesores ineptos, la señora Pomfrey se retiró, dejando que yo le ayudara a beber un poco de agua.

—¡Pero hemos ganado! —le dijo Ron, sonriendo tímidamente—. Tú hermano, Des, estuvo espectacular, parecía un trueno en la cancha, todos esos movimientos... me he vuelto su fan. Juro que podría jugar con los profesionales y también tu jugada Harry. ¡Y la cara que ha puesto Malfoy... Parecía que te quería matar!

—Me gustaría saber cómo trucó la bludger —dijo Hermione intrigada.

—Podemos añadir ésta a la lista de preguntas que le haremos después de tomar la poción multijugos —dijo Harry acomodándose en las almohadas—. Espero que sepa mejor que esta bazofia...

—¿Con cosas de gente de Slytherin dentro? Estás de broma —observe.

En aquel momento, se abrió de golpe la puerta de la enfermería. Sucios y empapados, entraron para ver a Harry los demás jugadores del equipo de Gryffindor.

—Un vuelo increíble, Harry —le dijo George—. Acabo de ver a Marcus Flint gritando a Malfoy algo parecido a que tenía la snitch encima de la cabeza y no se daba cuenta. Malfoy no parecía muy contento.

Habían llevado pasteles, dulces y botellas de zumo de calabaza; se situaron alrededor de la cama de Harry, y ya estaban preparando lo que prometía ser una fiesta estupenda, cuando se acercó la señora Pomfrey gritando:

—¡Este chico necesita descansar, tiene que recomponer treinta y tres huesos! ¡Fuera! ¡FUERA!

Y dejaron solo a Harry, yo bueno me quede, ya que la profesora no me noto, pero por alguna razón, las tripas se me revolvían.

—Lo lamento, Harry —dije un poco preocupada, cuando me sentaba en una silla continua.

—¿De que? —pregunta desconcertado.

—No lo sé —sonreí—, pero no es bonito verte así —le señale a él en la camilla de la enfermería.

—Ya, pero bueno, tome la snitch...

—¿Pero a que costo? —pregunte un cuanto enfurecida—. La bludger te pudo haber dado en la cara o en la columna.

—Hey, tranquila no paso —dijo cuando estaba un poco alterada y por lo empañada que estaban mis ojos, decidí mirar hacia otro lado para que no me viera llorar—. Estoy bien.

—Bien —bufe—, sin una parte de tu brazo, eres un estúpido al querer enfrentarte tu solo la bludger.

—¿Cómo sabes eso? —pregunto desconcertado, le mire sorprendida.

—Después de ver que los gemelos ya no andaban detrás de ti, fue fácil pensar de que querías hacerlo solo. Como siempre.

—Destiny, por favor, no te enojes.

—Eres un completo idiota —digo parándome—, recuerda que ya no estas solo, que hay gente que se preocupa por ti   —y cuando la señora Pomfrey entro para darme una escarmienta, tan solo alce una mano para que no hablara, y me fui de la enfermería. Entonces lo más extraño paso.

Colin había llegado un poco después de que había dejado la enfermería.

—Des, tengo muy buenas fotos, para el artículo del lunes.

—Colin ahora no estoy de buen humor —escupí haciendo que me soltara.

—Pero debes acompañarme, tengo unas con las jugadas de tu hermano Tom y cuando Harry tomo la snitch.

—Colin no estoy de humor —alce la voz, pero una ola, como una palmada cayó sobre él este me miro con desconcierto.

—Tu- tu-tu pe-peti-trificaste a la señora Norris —dijo tartamudeando, lo mire con los ojos ensanchados.

—Colin, yo no...

—¡Tú eres la heredera! —exclamó muy alto, por suerte no había nadie en el pasillo, pero se echó a correr gritando eso—. ¡Destiny es la heredera! ¡Casi me petrifica ella misma!

Mire con cierto cansancio a Colin, que se iba en una dirección contraria, que no era la sala común, aunque ya se en quien podría descargar mi furia, pero este se la tenia bien merecida. Llegue al dormitorio de hombres y mire que en el dormitorio estaba Oliver con mi hermano Tom, felicitándolo.

—Creo que esa práctica de anoche, te sirvió mucho Tom —le aplaudía, pero este se quejó cuando le toco el hombro—. Lo siento, ¿Por qué no fuiste con la enfermera? Esos golpes debieron doler.

—Quería descansar en mi cama —le explicó Tom—. Des, hola, ¿Qué haces aquí?

—Vine a hablar con el imbécil de Oliver Wood —respondí, este perplejo me miro y luego a mi hermano.

—¿Qué te sucede?

—¿Qué me sucede? —Dije molesta— ¡Me sucede que dejaste a Harry solo enfrentándose a una tonta Blugder! ¡¿Cómo pudiste dejar a Harry solo ante una bludger?! ¡Creí que eras un capitán sensato! ¡Que sabias lo que hacías! ¡Pero después de est... de ver el partido de hoy, me doy cuenta que no sabes lo que haces!

—No sabes lo que paso —dijo Oliver calmado—, no puedes venirme a reclamar algo que no sabes.

—Claro que puedo, porque ahora sé que solo te importa ganar un copa vacía, a base ¿Qué? A base de poner a tus jugadores en riesgo, ¿Qué clase de capitán hace eso?

—Destiny, no puedes juzgarme y estarme diciendo...

—¡¿Cosas que son verdad?! ¡Que eres un verdadero imbécil! ¡Que lo único que en verdad te importa es ganar! ¡No te importa tu equipo! ¡O tus jugadores! Esa escritora estaba muy mal cuando dijo que sabias lo que hacías, por lo que veo no lo haces.

Oliver estaba rojo, yo estaba enojada y por la cara de mi hermano, esperaba ver mis poderes explotar, pero la medicina funciono, para no hacerme quemar todo el cuarto, porque mis manos ardían, el fuego quería salir, pero me doy la vuelta y doy un aporreón a la puerta con furia.

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