Capitulo 26. ¿En Que Estamos Metidos?

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Harry, estaba bastante desconcertado, muy distraído desde lo que vimos en el diario, y bueno es bastante creíble que Hagrid... bueno, pudiese criar al monstruo, desde que tuvimos el asunto de Norberto, supimos que Hagrid tenía una extraña manía por las criaturas grandes, monstruosas y peligrosas.

—Pero, creo que me embarcare yo misma en mi próximo questionario con el diario —le explique a Harry, sacándoselo de su mochila, a él parecía no importarle.

—Des, si, de niño, Hagrid se enteró de que había un monstruo oculto en algún lugar del castillo, hizo lo imposible por echarle un vistazo. Seguro que le parecía inhumano haber tenido encerrado al monstruo tanto tiempo y debía de pensar que el pobre tenía derecho a estirar un poco sus numerosas piernas —me explicaba, mientras yo realizaba una mueca—. Puedo imaginarme perfectamente a Hagrid, con trece años, intentando ponerle un collar y una correa.

—Pero no creo que Hagrid, haya tenido la intención de matar a alguien.

—Habría preferido no haber averiguado el funcionamiento del diario de Ryddle.

—Yo sí —respondí—, pero en verdad, no creo mucho lo que nos enseño él.

—¿Por qué no? —pregunta Harry.

—Porque las arañas son lo que andan saliendo del castillo, si hay una araña mas grande por ahí, todas deberían ir a verle a alabarla, ¿no crees?

—Tal vez y se las coma, por eso huyen —me limite a encogerme de hombros, mientras nos íbamos a la torre.

Ron y Hermione nos pedían constantemente que les contásemos una y otra vez todo lo que habíamos visto, hasta que nos cansábamos de tanto hablar y de las largas conversaciones que seguían a su relato y que no conducían a ninguna parte.

—Estoy muy segura que Ryddle se equivocó de culpable —dije—. A lo mejor el que atacaba a la gente era otro monstruo...

—¿Cuántos monstruos crees que puede albergar este castillo? —le preguntó Ron, aburrido.

—Ya sabíamos que a Hagrid lo habían expulsado —dijo Harry, apenado—. Y supongo que entonces los ataques cesaron. Si no hubiera sido así, a Ryddle no le habrían dado ningún premio.

Ron intentó verlo de otro modo.

—Ryddle me recuerda a Percy. Pero ¿por qué tuvo que delatar a Hagrid?

—El monstruo había matado a una persona, Ron —contestó Hermione.

—Y Ryddle habría tenido que volver al orfanato muggle si hubieran cerrado Hogwarts —dijo Harry—. No lo culpo por querer quedarse aquí.

Ron se mordió un labio y luego vaciló al decir:

—Ustedes se encontraron a Hagrid en el callejón Knockturn, ¿verdad, Harry, Des?

—Dijo que había ido a comprar un repelente contra las babosas carnívoras —dijo Harry con presteza.

Nos quedamos en silencio. Tras una pausa prolongada, Hermione tuvo una idea elemental.

—¿Por qué no vamos y le preguntamos a Hagrid?

—Sería una visita muy cortés —dijo Ron—. Hola, Hagrid, dinos, ¿has estado últimamente dejando en libertad por el castillo a una cosa furiosa y peluda?

Al final, decidimos no decir nada a Hagrid si no había otro ataque, y como los días se sucedieron sin siquiera un susurro de la voz que no salía de ningún sitio, albergaban la esperanza de no tener que hablar con él sobre el motivo de su expulsión.

Destiny y la Camara Secreta [DEH #2]Where stories live. Discover now