Me moví en mi lugar, alguien estaba aplastándome. Licet. Nos quedamos a dormir en la combi de Chris, esto ya se está haciendo una costumbre.
- Licet, quítate. - traté de moverla,pero fue en vano.
- Tía déjame un ratito más. - se movió quejándose y se cayó, me reí en silencio. Se paró enseguida y miró hacia todos lados, me reí más fuerte aún al ver su cara de confusión. Al parecer Victoria y Emma ya estaban despiertas porque se reían a carcajadas junto a mi.
- Me hiciste el día Li. - habló Victoria sonriendo.
- La vi caer en cámara lenta. - agregó Emma.
- Malditas. - contestó Licet para luego bostezar.
- Gracias por hacerme dormir asfixiada y no, no soy tu tía. - reí.
- ¿Qué hora es? - preguntó Victoria. Licet sacó su celular del bolsillo y el brillo le iluminó toda la cara. Abrió los ojos como platos.
- Las 11:30 am - contestó Licet bloqueando su celular.
- Ya es muy tarde. - agregué. - Debemos despertar a los otros.
Me levanté y bostece. Envoltorios de comida chatarra rodeaban el lugar.
- Qué desorden. - comentó Victoria, asentí.
- ¡Steven! - alzó la voz Licet cerca del oído de éste. Steven estaba acostado envuelto por su chamarra roja.
- ¡Policía yo no fui! - gritó. Licet se rió tan fuerte que despertó a Miles.
- ¿Qué pasa? ¿Hay un comediante cerca? - preguntó molesto.
- Buen día. - dijo Emma sonriendo.
- Gracias Licet. - habló Steven recogiendo su chamarra en el suelo gris de la combi.
- Eres el mejor despertador de todos. - agregó Miles sarcasticamente.
- Iré a despertar a los otros. - hablé y me dirigí a la parte delantera.
Jazmyn dormía con su suéter fino de color naranja tapada hasta la cabeza. Me acerqué a donde estaba Evan, pero cuando lo iba a llamar ya tenía los ojos más que abiertos, leyendo un libro.
- Hey. - le dije susurrando suavemente. Dejó de leer y me miró. Observé detenidamente el libro con sus páginas amarillentas. - ¿Qué lees?
- Las ventajas de ser invisible.
- Uno de los mejores libros que he leído. - sonreí, adoraba ese libro. Evan también me sonrió. Del lado izquierdo roncaba ligeramente Chris, parecía un bello durmiente.
- Chris. - lo llamé alzando la voz, pero su pecho subía y bajaba tranquilamente. - ¡Chris! - moví su hombro y abrió un ojo mientras sonreía.
- Un ángel...un precioso ángel. - habló Chris señalándome con sus manos, me sentía en extrema confusión. ¿Ángel? Nota uno: Las hamburguesas de McDonald's hacen mal. Evan lanzó una carcajada que se escuchó en todo el vehículo. Chris lo miró confundido, luego me miró a mi, observó a todos lados y cerró los ojos.
- Tuviste un buen sueño, ¿eh Chris? - dijo Evan cerrando el libro.
- ¿Se puede saber que hacen despiertos a ésta hora? - preguntó molesto.
- De hecho son las doce del mediodía casi. - respondí y vi como se frotaba los ojos -todo un bebé- sonreí.
- Joder, ¿ya es tan tarde? - se paró de golpe y se fijó en su reloj dorado. - Vale, si todo están de acuerdo en ir a un restaurante donde el dueño es amigo de papá, almorzamos ahí.
- Vamos, tengo hambre. - Matt apareció de la nada. - Si, estaba en el baño, la puta hamburguesa me cayó mal. Hablando de eso...no entren al baño. - sonrió.
- Matt dejó un puto cohete en el baño. - grito Steven. - Sip, esa hamburguesa expresa si se puede ver. - nos reímos todos, hasta Jazmyn quien ya estaba despierta y ni siquiera me di cuenta.
Dejamos la etapa del sueño completamente y emprendimos camino al restaurante que había mencionado Chris.
Evan se había sentado a mi lado lo cual automáticamente me alegraba el día entero.
- Oye, ¿te cuento un secreto? - susurró en mi oído, me estremecí. Asentí sin pensarlo mucho y sonrió. - Pocos lo saben pero tengo un tatuaje con una frase del libro.
- ¿Qué? - exclamé. Cada vez me sorprendía más.
- Si, mira. - wow wow wow. ¿Se estaba levantando la remera? No quiero ver...pero...-oh vamos Paige, si la vida te da una oportunidad de ver el abdomen de Evan Hood, no la rechazes- cerca de su pelvis, del lado derecho, se ubicaba el tatuaje que decía "Aceptamos el amor que creemos merecer".
- Estás demente. - dije de buena manera, sonrió.
- Me lo hice en esa zona porque no quería que se viera a menudo. - comentó, bajándose la remera.
- Es aquí. - gritó Chris apagando el motor. Nos bajamos de la combi y entramos al restaurante. Tenía hermosas paredes pintadas de rosa claro y muchas mesas de madera con manteles de colores. Chris saludó al dueño que nos ofreció asiento. Miramos el menú y decidimos lo que cada uno iba a comer.
- ¡Wooooo! - gritó Steven mirando su celular. - Les tengo una que ni se imaginan. - habló feliz.
- ¿Qué ocurre? - preguntó Emma.
- ¡Mis tíos y primos se van! Por dos días, la casa para mi sólo. - contestó mirando el celular. - Esto implica una cosa...¡Fiesta! Celebrar que nuestro sad gang club está devuelta unido.
- Suena bien. - Licet y Steven chocaron sus puños.
- Recuerden que mañana es Lunes. - habló Miles preocupado. - Hay clases.
- Tampoco me importan tanto que estar con ustedes. - agregó Victoria.
- Al carajo, haremos una fiesta. - Matt sonrió.
- Tengo antojo de beber, así que estaré ahí. - dijo Jazmyn mirando sus uñas.
- ¿Steven hace buenas fiestas? - preguntó Evan.
- Pues...digamos que la última terminó con la Policía dentro bailando, y un caballo en el patio. - contesté mirándolo fijamente, se rió.
- Vale no será como aquella vez, todo terminó muy mal ésta vez será con menos personas, cero caballos y policías. - agregó Steven.
- Pues a darle que llegue la noche. - dijo Chris golpeando la mesa de la emoción.
(...)
Entré a casa y me dirigí a mi habitación.
- ¿Paige ya has llegado? - gritó mi madre desde el baño.
- ¡Si mamá! - grité para que me escuchara. Me quedé sonriendo, sin moverme. En el transcurso de que Chris nos llevara a todos a nuestras casas, Evan me ha dicho que me pasaría a buscar para la fiesta. ¡Qué felicidad! Necesito ver que me pondré, accesorios y demás.
Pasé casi dos horas metida en la ducha, cantando y bailando imaginando que estaba presente en la fiesta, frente Evan. No recordaba ese sentimiento de inquietud, de querer ver a una persona y estar con ella todo el tiempo, de pasarla bien.
Y para que esto sea perfecto, tengo una lista.
Lista de Paige Earl para tener la fiesta perfecta:
Uno: Ducharse. -listo-
Dos: Pintarse las uñas y quitarse el bigote, y demás bello del cuerpo -si, no soy femenina para nada, pero esta es una ocasión especial-
Tres: Vestirse y peinarse para la fiesta -se podría decir que tengo muchos gustos en cuanto a ropa, pero elegiría lo mejor-
Cuarto: NO. LA. CAGUES. -revisar aliento, a lo mejor rimel no estaría mal. Estar presentable-
Seguí estos pasos al pie de la letra, quedé impecable. Le sonreí al espejo y me di la vuelta para verme una vez más. Mis shorts cortos, medias rotas cubriendo mis piernas, una remera de tirantes "Rock & Roll" y por último mis botas militares. Uñas de negro, aliento y rimel perfecto.
20:12 pm. ¿Tanto tiempo? Rayos.
- ¿Vas a salir? - preguntó mi madre al verme. Asentí feliz. - Espero que no sea con ese tal "Erick".
- Evan mamá. - puse mis ojos en blanco. - Es Evan. - suspiré. Tocaron timbre.
- Hola. - me sonrió levemente. Llevaba un saco marrón, una remera blanca y perfecta como sus dientes junto a esos maravillosos pantalones rotos negros. - Estás hermosa.
Esa no me la esperaba. ¿Qué es esto? Sentía un pequeño calor en mis mejillas, me había sonrojado.
- Gracias. - sonreí. Le di la dirección de Steven, me dio el casco y nos fuimos en su moto.
Al llegar luces y música alta se escuchaba hasta por afuera de su casa. Hecha de ladrillo y madera, adornada con globos, serpentina y adolescentes más gente mayor unida.
El pasillo era pequeño, repleto de gente bailando, alzando sus bebidas.
- ¡Esto es un descontrol! - Licet se encontraba a mi lado bailando. Victoria y Emma bailaban juntas. Miles, Chris y Matt hablaban juntos cerca de una mesa. Jazmyn estaba sola en un rincón observando a todos, distraída.
- Vengan chicas. - las invité, Evan acercó a Jazmyn y fuimos con los chicos.
- Bienvenida a la fiesta. - dijo Chris, sonreí. La música sonaba muy fuerte por todo el lugar así que me habló en mi oído.
- ¡Chicos! - Steven apareció detrás de nosotros con un gorro muy gracioso y otra chica desconocida. - Es hora de la fiesta eh - cantó, nos reímos. - ¡DJ PON MEJOR MÚSICA!
La electrónica sonaba invitándonos a bailar. Comenzamos a saltar entre todos, sentir el ritmo. El dj estaba al frente nuestro, en un escenario armado.
¿Sintieron alguna vez que están en un sueño? ¿Que todo suena a tu alrededor pero sólo escuchas tus pensamientos de felicidad?
Gritamos, bailamos, explotamos. Mostrando lo felices que éramos momentáneamente.
- No me gustaba tanto una fiesta desde hace mucho tiempo. - me dijo Evan entre la música.
- Lo sé, a mi tampoco me gustaban hasta que los conocí. - miré a los chicos, bailando y bebiendo.
- Dejamos de lado tanta electrónica ha llegado la hora de: los románticos. - anunció el dj. Mierda. ¿Bailar con Evan? Nunca he bailado con un chico. ¿Y si la cago y bailo pésimo? ¿Le gustaré si bailo mal? Concéntrate Paige. Vi a unos metros a Jazmyn, en dirección a Evan. Inesperadamente, Matt tomó un brazo de Jazmyn y la atrajo hacia él. Sentí que Evan tocaba mi cintura, bailaría con él.
Una melodía lenta y seductora ambientaba el entorno. A lo lejos pude ver a Miles con Emma, Licet y Victoria, y Steven con su desconocida.
- Evan yo...nunca bailé con un chico. - confesé. ¿La sinceridad ante todo?
- Ven, te enseñaré. - colocó mis brazos alrededor de su cuello y sus manos en mi cintura, balanceándonos lento.
Deja de mirarme tan fijo, moriré. Observé al suelo y vi que nuestros pies se movían al mismo compás, me relaje. Jazmyn bailaba con Matt, pero sólo nos miraba. Volví la vista fija a Evan, tenía su cara más cerca, cohibiéndome. Su aliento a menta chocaba en mi rostro, desconcertándome.
- ¿Cuando fue el momento en que todo ésto pasó? - pregunté sin dejar de verlo, observó mis labios.
- Dímelo tú. - me dijo lentamente. - No sé cómo sacarte de mi mente.
Me besó. Sólo seguí su beso, me concentré en ese beso y nada más. Ya había besado a chicos, pero no era como esto. ¿Cómo fue que el hermoso Evan Hood me besó? No sé ni siquiera qué decir.
Jazmyn.
Terminé nuestro beso lentamente y nos miramos. Sonrió de oreja a oreja.
- ¡Woooo! - gritó como Steven, se alejó hacia los chicos y agarró un vaso con cerveza. Miré a donde estaba Jazmyn, llorando entre los brazos de Matt. Sentí algo rompiéndose dentro de mi.
¿Qué hice?
Me recosté contra la mesa y me bebí tres vasos pequeños de cerveza y tequila. Bailé un poco más con las chicas pero el simple recuerdo de ver a la misma Jazmyn rota de aquella vez en el bosque no dejaba de molestar.
- Paige. - Evan se acercaba a mi, le costaba mantenerse en pie. Había bebido mucho.
- Evan. - lo ayudé a caminar, no dejaba de sonreirme.
- Espera, necesito decirte muchas cosas... - dijo parándose, se acercó a mi. - Has llegado en mi vida y ahora...maldita sea aquella vez que te acercaste a mí en el bosque, desde ahí ya no puedo dejar de pensarte. No paro de pensar positivo, de tener una sonrisa la mayoría del tiempo. Me das intriga y ganas de conocerte más, jamás conocí a alguien así. Gracias. - ésta es la parte en la que despierto con un rastro de baba. Pero no desperté, sólo sonreí. Evan borracho me estaba diciendo todo lo que pensaba de mi.
- Evan estás borracho. - me reí y lo miré, comenzó a reírse desenfrenadamente.
- Aún así estoy siendo sincero. - tambaleó y lo sostuve. Busqué a Steven con la mirada y lo divisé a unos pasos.
- ¡Steven! - grité entre la música. Me miró mientras bailaba. - Evan está borracho necesito un lugar para que descanse.
- En la segunda habitación arriba. - contestó, asentí.
Guié a Evan entre tanta gente y subí las escaleras. Evan decía cosas que no podía entender y reía. Al entrar a la habitación de Steven, la luz de la luna iluminaba la habitación. Tiré a Evan en la cama.
- Evan debes dormir, mucha fiesta por hoy. - sonreí.
- No quiero, quiero besarte bajo la música. - contestó. - Duerme conmigo, por favor.
¿Qué haría en una cama con Evan borracho?
Dormir.
Rodé los ojos y me acosté alejada de él. Observé su rostro perfecto dormir, al punto que yo también caí dormida.