You Are My Nerd [Completa]

By luzyamilet

2M 78.5K 12.7K

[A la venta en Amazon] Ryan Macleane siendo el chico mas popular, guapo y capitán del equipo de football se e... More

Capitulo 1 El Regreso De Melanie
Capitulo 2 ¿Quien Es Ryan y qué hace en la biblioteca?
Capitulo 3 Keysi Ford es una nerd
Capitulo 4 Tú me ayudas, y yo te ayudo
Capitulo 5 No seré su tutora
Capitulo 6 Tal vez debería darles una lección
Capitulo 7 La venganza nunca es buena
Capitulo 8 Un cambio inesperado
Capitulo 9 El entrenamiento del equipo de fútbol
Capitulo 10 Ella es diferente
Capitulo 11 Los Ford vs los Macleane
Capitulo 12 ¿Un nuevo popular?
Capitulo 13 Aunque la nerd se vista de seda, nerd se queda
Capitulo 14 Primer beso
Capitulo 15 Me gustas
Capitulo 16 Lo siento
Capitulo 17 ¿Dónde están todos?
Capitulo 18 Aléjate de ella
Capitulo 19 ¡Keyan es real!
Capitulo 20 ¿Esa bruja hizo qué?
Capitulo 21 Nunca hubo un nosotros
Capitulo 22 Me convertiré en un nerd
Capitulo 24 Un pequeño cambio
Capitulo 25 Quiero ser el cliché de tu vida
Capitulo 26 Una triste verdad
Capitulo 27 Nerd por siempre
Epilogo
Agradecimientos
Somos Un Millón
Aviso
¡Publicado en Amazon!
Disponible en físico
¡Sorpresa!

Capitulo 23 Operación Louis 2.0

47.1K 2.2K 581
By luzyamilet

Disponible por Amazon en formato físico y digital.



K

eysi Ford:
Melanie nos contó a mí y a Austin lo ocurrido en la cafetería. Yo estaba conteniendo las ganas de ir hacia donde se encontraba Erick y golpearlo con un martillo en la cabeza.
¿Cómo se le ocurre hacerle eso? Melanie es tan dulce, alocada y divertida, mientras que él solo la utilizó. La idea del martillo en su cabeza era muy tentadora… no, Keysi, tú no eres así, no puedes atacar a alguien con un martillo nada más porque sí, hay que ser razonable.
Austin le entregó un vaso con agua, que inmediatamente bebió de un solo trago y continuó derramando lágrimas por lo que había ocurrido.
Le romperé la cara —dijo Austin, con evidente molestia y ambas lo miramos.
No es una mala idea… ¡No! —me interrumpí a mí misma. Tenemos que ser conscientes.
Me dijo que, por ser una nerd, no sabía lo que era amar
—sollozó colocándose las manos sobre los ojos.
Me levanté del sofá dejando a Melanie ahí sentada sola, miré a Austin y negó con la cabeza, mirándola.
Por ser unos “ratones de biblioteca” no quiere decir que no sepamos lo que hay en el exterior, sino todo lo contrario, nos alejamos del mundo observando la basura que hay. A mí me gustaba lo que era, vestir con ropa holgada para mayor comodidad, usar gafas, pasar horas tras horas leyendo y aprendiendo en lugar de desperdiciar el tiempo en otras cosas; las fiestas pueden ser divertidas para el resto, pero en mi opinión no son más que ir a alcoholizarse y tener sexo con la primera persona que se te ponga en frente.
Lo mejor hubiera sido no regresar —dijo Melanie.
No digas eso —la interrumpí. El hecho de que regresaras significa mucho para mí, te extrañé —miré a Austin; los extrañé a los dos. Son mis mejores amigos y no me gusta verlos así —abracé a Melanie y segundos después, Austin se unió al abrazo.
Tú también eres mi mejor amiga y a ti, Austin, ya te considero mi amigo, pero no quiero volver a ver a Erick, no quiero que me lastime de nuevo —dijo Melanie. Eran mis mejores amigos, una de los pocos motivos que alegraban mi existencia; me dolía que los lastimaran.
Melanie finalmente se tranquilizó luego de un largo rato de estar sollozando y repitiéndose a sí misma que era una tonta. Insistí que se quedara en casa y logré convencerla; rápidamente se fue a dormir.
Acompañé a Austin hasta la puerta, ya que, según él, tenía que ir a un lugar muy importante. Subí las escaleras y entré a mi habitación; Melanie estaba despierta nuevamente y seguía sollozando mientras repetía que lo quería; no podía evitar sentirme culpable. Traté de no hacer ningún ruido y me adentré al baño, pensando en lo ocurrido, y recordando que Melanie me había dicho en repetidas ocasiones que necesitaba un cambio.
Me quité las gafas, dejándolas sobre el lavabo y me miré en el espejo, mi vista era perfecta y tal vez no precisaba ocultar mis ojos con algo que no necesitaba; me observé bien, igual, ¿y si peinara mi cabello?, no estaría tan mal dejarlo suelto, ¿y si cambiara lo holgado por algo quizás más apropiado?
No quería hacerme una transformación, pero podía cambiar un poco; era una nerd y no podía cambiar eso, pero quizás podría ser un poco diferente.
Me despeiné la trenza y pasé los dedos por mi cabello, intentando peinarlo; hice una mueca, cogí nuevamente las gafas, me hice una coleta mal elaborada y salí del baño. Miré a Melanie y suspiré, acercándome a ella.
Melanie —hablé y sorbió su nariz, saldré un rato. ¿Quieres venir? —negó con la cabeza y me alejé, cogí la tarjeta de crédito y salí de la habitación.
Bajé las escaleras y salí de la casa, despidiéndome con un simple “vuelvo más tarde”. Le pedí a Lupe que atendiera a Melanie en lo que necesitara; Luke me llevó al centro comercial y dijo que me esperaría afuera.
Tardaré un poco —dije.
Está bien.
A veces sentía que era tan frío conmigo; comenzaba a odiar a mi madre por lo que había hecho, gracias a ella pasé sola gran parte de mi tiempo, y después se atrevía a quejarse de que fuera una nerd que no salía a ningún lado.
Entré al enorme centro comercial, suspiré y llegué a una tienda de ropa en donde rápidamente una mujer se ofreció a ayudarme, y como no tenía ni la más mínima idea de qué podría escoger, acepté. Me guio hacia diferentes direcciones, ayudándome a escoger algo no tan exagerado a mi gusto.
Me pasó algunos jeans y me los probé: definitivamente, me quedaría con el azul mezclilla, con el blanco desgarrado, con el negro y con el café chocolate; no usaría shorts, no quería exhibir mis piernas como la mayoría de las chicas del instituto, pero quería dejar mi estilo atrás. Me probé las suficientes blusas y terminé escogiendo un blusón blanco y otro negro, una blusa que me llegaba a la altura de la cintura, era de encaje, su tono era rojo carmesí; también escogí una blusa de manga larga de color azul rey.
Escogí un suéter de rayas color negro y morado, al igual que una chaqueta de mezclilla color negra. Finalmente, me dirigí a pagar con la tarjeta, salí y me acerqué hasta un salón de belleza —no estaba totalmente convencida, pero lo hacía por mí y por nadie más. Entré y no había más que dos personas, que ya se encontraban siendo atendidas. Un chico pelo rubio con las puntas de color rosa me miró y rápidamente corrió hacia mí, casi obligándome a entrar.
Debes estar buscando un cambio radical, ¿cierto? —asentí confundida.
Sí, uno total —afirmé, haciendo una mueca.
Lo siento chica, no hacemos milagros —habló una rubia que cortaba el cabello de una señora… ¿Qué tienen las rubias en mi contra?
¡Cállate! —pidió el chico sin mirarla. Hay cosas difíciles, pero no imposibles —chilló emocionado.
Antes de que alguien se emocione porque sus ojos eran azules como el mar, o porque las puntas de su cabello estaban teñidas de rosa y por debajo se veía su color rubio natural, o porque era delgado y de piel clara, déjenme aclarar: era gay.
De acuerdo —asentí confundida y me quitó las bolsas de ropa que traía, dejándolas en el suelo. Después procedió a quitarme las gafas.
Por fin tendré algo en qué ocupar mi tarde completa —abrí mis ojos de manera exagerada, estaba dispuesta a levantarme de la silla en la que me obligó a tomar asiento, pero inmediata-

mente me volvió a sentar.
No… —intenté hablar, pero rápidamente me calló.
Nadie te reconocerá —susurró en tono sexy, mientras cogía unas tijeras; ¿tinte? —preguntó mirándome y negué mientras me observaba a través del espejo. Yo pasaba saliva.
Comenzó a cortar las puntas de mi cabello mientras pasaba el cepillo; lo humedeció y después pasó la secadora, cogió la plancha. El cepillo y mi perdición comenzó.
¡Transformación total! ¡Operación Louis 2.0! —dijo el chico.
Planchó mi cabello y siguió peinando; hizo algunas divisiones y después sacó las tenazas.
El resto de mi tarde pasé allí, observándome en el espejo, mirando cómo cortaba mi cabello, cómo lo planchaba, peinaba y ondulaba sin que yo se lo pidiera. Me colocó unas extensiones que inmediatamente obligué a que me quitara, ya que no quería un cambio tan drástico.
Cuando por fin terminó, me miré detenidamente en el espejo; no tenía ni una gota de maquillaje, mi cabello estaba suelto, un poco más corto y ondulado. Miré al chico y sonreí, levantando ambos pulgares.
Pudiste haber quedado mejor —murmuró.
¿Bromeas? —pregunté. ¡Está perfecto!
Luego de que pagara, busqué un baño y me adentré en él, guardé las gafas junto con toda mi ropa holgada y me coloqué el jean azul mezclilla junto con la blusa azul rey que me había comprado horas atrás. Pasé el cabello por ambos lados y salí con las bolsas entre las manos.
No pensé que llamaría la atención de algunos chicos, estaba tan acostumbrada a que solo me miraran para burlarse de mí, que se me hacía raro.
Salí del centro comercial. Luke se encontraba recargado en el auto mirando hacia otro lado; se le notaba que estaba aburrido.
Sonreí y me acerqué a él.
¡Luke! —hablé y se giró para mirarme confundido y luego abrió los ojos como platos.
¿Keysi? —asentí y sonrió. ¡Te ves genial!
Era el momento de mostrar que una nerd también puede cambiar… eso sonó tan cliché.
Luke me ayudó a subir todo al auto y después condujo hacia casa. Nos mantuvimos en silencio durante el camino como siempre, hasta que me decidí a romper el silencio.
Pronto cumpliría dieciocho años y mi madre no podría seguir controlándome, ya no iba a obedecer sus ridículas reglas.
Luke —llamé su atención y asintió sin quitar la vista del frente. Antes de ir a casa, ¿podrías llevarme a otro lugar?
¿A dónde? —preguntó, estacionando el auto debido a la luz roja del semáforo.
***
¿Qué hacemos aquí? —preguntó confundido y seguimos caminando por el pasto, en donde había algunas grandes rocas.
Ya lo verás.
Nos encontrábamos en un antiguo parque al cual las personas dejaron de ir porque consideraban peligroso para sus hijos. Solo había un resbaladero y dos columpios y, como lo mencioné, unas grandes rocas. Había una bajada en la cual teníamos que ser cuidadosos para no caernos.
Cuando tenía doce años, unas chicas que decían ser mis amigas me llevaron allí, diciéndome que pasaríamos la tarde divirtiéndonos, pero la diversión era para ellas, fui muy tonta y no me di cuenta de la realidad: yo sería su diversión. Me engañaron, diciéndome que irían a una tienda cercana a comprar refrescos, pero jamás volvieron.
Yo no conocía ese lugar, por lo cual estaba perdida; por más que intenté buscar una salida, lo único que logré fue caerme por esa bajada y romperme un brazo, muchas personas pensarán que soy una tonta, al regresar al mismo lugar en el cual sufrí una humillación y el miedo de creer que nadie me encontraría; una señora que iba en busca de unas piedras, me encontró y me ayudó a llegar a un teléfono público para llamar a casa.
Después de eso, Luke fue contratado, así que no sentía el suficiente rencor al regresar, porque gracias a eso, él había llegado.
Terminamos de bajar y me senté en un columpio viejo y oxidado; Luke me miró y después de unos segundos se sentó en el columpio de al lado.
Ahora sí, ¿qué hacemos aquí? —preguntó nuevamente.
Miré hacia el frente, observando la tierra, el pasto y las rocas.
Quiero recuperar a mi amigo —susurré y lo miré; su vista estaba fija en mí, pero no parecía entender nada. No me importa lo que diga mi madre, me ha quitado todo y desde aquel día solo comenzaste a tratarme como Keysi, la hija de los Ford; todo cambió.
Qué tontería. Palabras sin sentido.
No entiendo —parecía confundido.
Luke, tú eres mi amigo, nunca has dejado de serlo, solo tengo dos amigos, pero tú fuiste quien estuvo conmigo cuando más necesité de alguien, tú fuiste el único en escucharme, en darme atención; tú fuiste la única compañía que tenía, tú transformarse todo para mí, y no puedo dejar que todo se vaya a la…
Keysi —guardé silencio y asentí; yo solo soy un empleado, no soy tu amigo y nunca lo seré, así que, por favor, no trates de convencerme.
Pero Luke —susurré; tú me contabas historias, y gracias a ti pude encontrar algo para sonreír, que son los libros; de no ser por ti, mi vida estaría acabada y solo sería una chica que no tiene aspiraciones —esa es la verdad, gracias a esas historias y libros tenía en mente lo que realmente quería; si bien este cambio lo hice por mí, lo que más quiero es recuperar a mi amigo…
Basta, Keysi —se levantó y me miró, mostrando total seriedad. Lamento haberte hecho creer que éramos amigos, solo eres la hija de los jefes y lo único que debo hacer es obedecerte

y llevarte a donde quieras, pero no puedo hablar contigo.
Su frialdad me lastimaba, él no podía ser solo un empleado.
Entonces, te pido que vuelvas a ser tú —me levanté y lo miré. No eres así, yo sé que tú también me considerabas tu amiga, y no puedes ocultarlo.
No, no eres mi amiga, y yo no soy tu amigo, busca a personas de tu edad y de tu clase, yo no lo soy.
Eso me recordaba todas las historias típicas de amor de dos personas con diferentes clases sociales, personas que no podían estar juntas solo por esa estúpida diferencia. Pero yo creo que sí hay amor de por medio, todo lo demás no debe importar; el amor siempre es más grande y debe superar los obstáculos, y una estúpida cifra de dinero no debe separarlos, y mucho menos acabar con los sentimientos que tienen.
Yo no estaba enamorada de Luke, lo único que quería era recuperar su amistad. Solo eso.
No te estoy pidiendo matrimonio —dije; solo te pido que regreses y seas el viejo Luke, el que es mi amigo, por favor, mi madre no se enterará de nada, y si lo hace, no me importa, pronto seré mayor de edad y no podrá decidir sobre mi vida; además, yo puedo escoger a quiénes quiero de amigos, y tú eres uno de ellos, te necesito en mi vida, hablándome como lo hacías antes.
Yo no puedo ser tu amigo —susurró, y sentí mis ojos aguarse; y si ya terminaste, te llevaré a tu casa —dio media vuelta y comenzó a caminar.
¡No puedes hacerme esto! —grité, mirándolo alejarse. ¡Tú no eres Luke! ¿Por qué mostraste interés hacia mí, si nunca me quisiste?
Luke había sido el único en mostrar interés y cariño hacia mí, además de Lupe; sus simples palabras me dolían, quería su amistad, quería al viejo Luke.
Paró en seco luego de que hablé y después siguió caminando.
Vámonos —eso había sonado como una orden.
Sentí cómo una lágrima recorría mi mejilla izquierda; todo en mí comenzaba a acabarse. Di media vuelta y, sin ni siquiera prestar atención, caminé por otro lado; escuché que me llamaba, pero lo ignoré.
Si él no era mi amigo, no tenía por qué importarle lo que ocurriera conmigo.
Keysi.
¿Qué? —me giré bruscamente y mi pie resbaló, haciéndome caer por una gran bajada que no recordaba.
¡Keysi! —Me sostuve de unas ramas que sabía que no tardarían en romperse con mi peso. Sostente —dijo Luke. Corrió y estiró su brazo hacia mí. ¡Dame tu mano!

Continue Reading

You'll Also Like

1M 92.3K 44
¿Y si por accidente te ganas el odio del cantante más famoso del país? *♫* Kale es el cantante juvenil más amado de la década, pero está cansado de s...
3M 186K 112
¿Qué pasaría si un día cualquiera te cogieran y tu vida cambiara para siempre? ¿Qué pasaría si tuvieras que elegir entre tu vida o el que dice ser "t...
802K 48.8K 41
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...