— Fabiaaan tengo hambreee — me quejé con voz de estar muriéndome.
— Cómete al Ignacio con crema — se burló.
— ¡Hablando de eso! — exclamé recordando sus snapchats — ¿Cómo te fue en el viaje a Viña? — pregunté.
— Bien, lo normal. Me quedé despierto hasta tarde porque me quedé cuidando a la guagua de mi tía, pero todo bien.
— Ah si, mira tu.
— Gabriela si ya sabes que es mentira para que me preguntas — me retó.
— ¡Oye no me retis! Si yo no soy la que anda mintiendo.
— ¿Seguraaa? — preguntó la Arlett llegando de la nada — La Manu me contó una cosita bien interesante del matrimonio — dijo con un tono cantarín.
— A ver Gabi ¿Hay algo que no nos estés contando? — preguntó el Fabi frunciendo el ceño.
— Que sabe la Manu si estuvo toda la noche ocupada — le contesté. Algún día la Manu me las iba a pagar por andar hablando de más.
— Gabriela — me dijo el Fabian. Con ese tono se parecía a mi mamá.
— Ya cuenta, suelta la pepa — dijo la Arle.
Me fui a la chucha, me van a pillar. Estábamos en recreo pero el profe de química nos dejó la sala abierta porque hacia un frío del terror afuera. Yo estaba sentada sobre la mesa y miré a la puerta desde mi puesto para ver si el Ignacio venía por ahí.
Adivinen, mi yetecidad no me quiere así que apareció tan deslumbrante y sonriente como siempre. ¿O seré yo que por estar enamorada como aweona lo veo así? La cosa es que apenas me vio se acercó.
No weon, no te atrevas.
— ¿Algún problema con mi polola?
Te dije que no aweonao.
El Fabian se quedó con la boca abierta con la caja de jugo aún en la mano y la bombilla metida en la boca, a diferencia de él la Arle había explotado y todo el jugo que tenía en la boca me había mojado.
— ¿¡QUÉ!? — gritaron los dos ahora un poco recompuestos.
— ¿No les habías dicho? — preguntó nervioso — Ups — se disculpó.
— Ignacio, te dije que te iba a avisar po.
— Mona no te enojes — me abrazó por la espalda. Me tensé entera, aún no me acostumbraba a sus caricias y mimos.
— ¿Mona? — preguntaron los dos y se pusieron a reír.
— No webeen, él de la nada me puso ese apodo — me defendí.
— Nunca me dijiste que te molestara.
— Si pero, no lo digai cuando estén todos, me da vergüenza — murmuré bajo debido a la vergüenza.
— Mona no se enoje — dijo la Arle burlándose.
— ¿Mona por qué está tan rojita? — le siguió el juego el Fabian.
Ah estos conchetumares no se cansan.
[...]
— ¡GABI ESPÉRAME! — gritó el Ignacio por todo el pasillo, menos mal que eran las cinco veinte y ya eramos el último curso que quedaba — Vayámonos juntos — dijo y me tomó de la mano.
— ¡Son pololos, son pololos, son pololos! — cantaban nuestros compañeros de curso a nuestras espaldas.
— ¡Si! ¿Y que tanto? — grité hacia ellos que se quedaron callados.
— ¡Gabi!— exclamó feliz — ¿En serio dijiste eso? ¡Que eres tierna! — me abrazó y casi me estrangula el culiao. Caminamos hasta donde teníamos que tomar la micro pero estaba más lleno que la chucha y sinceramente nos daba una paja tremenda esperar, asi que llamé a mi mamá para que viniera. Por mientras caminamos hasta una plaza.
— Gabi, cachai que he querido preguntarte esta wea hace caleta, pero-
— Dale noma, pregunta.
— ¿Por qué ,o sea, por qué te gusto? Te pudiste a ver fijado en caleta de minos, entonces ¿Por qué yo?
— ¿Querís la verdad?
— Si po.
— Chuuuta, entonces no vamos a terminar nunca — le dije riéndome y su puso rojo. Cosita.
— Dime po, si tenemos caleta de tiempo.
— No sé si sabiai, pero me empecé a fijar en ti en quinto — al decirlo casi se ahoga con su saliva.
— ¿Tanto tiempo?
— Si pero cuando quise acercarme ya estabai en algo con la Antonia y era mi amiga así que me quedé callada. Me gustaste porque cuando estabai con la Anto erai super cariñoso y la defendíai de todo y de todos, aparte que cada vez te poniai más lindo...
— Oh pero que soy aweonao ¿Cómo chucha no me di cuenta antes? ¿Me vai a perdonar algún día?
— Pensé lo mismo porque era muy notorio, pero con todo lo que ha pasado en lo que va de año creo que están todas tus cuentas saldadas.
— Gabi, eris tan tierna weon.
— Ya ya, que me pongo roja.
— Más linda todavía, y mejor si es por mi.
— ¡Ignacio ya!
— No — y me dio un beso cortito.
— Weon.
— Ya sé.
— ¡AWEONAOS ESCUCHEN LA BOCINA! — escuchamos un grito y cuando miramos estaba el Camilo con mi mamá en el auto.
[...]
— ¡Gabi ven a poner la mesa!
— ¡Voy altiro! — bajé las escaleras corriendo y cuando llegué abajo mi papá estaba ahí.
— Hola hija — me saludó abrazándome.
— Hola papá, ¿Cómo estai?
— Bien, acabo de llegar de Calama.
— ¿Recién? ¿Todavía no vai a ver a las gemelas? — pregunté. Era raro que primero pasara a vernos a nosotros y no a su otra familia.
— Estaban en un showcase, esa wea de cheer.
— Ah, ¿Vai a almorzar con nosotros?
— Si ¿Y tu hermano?
— Está en entrenamiento.
Me puse a poner la mesa y mis papás empezaron a hablar. Ellos no estaban divorciados y tampoco se llevaban mal, yo lo quería mucho pero es muy aweonao y el Camilo también lo quiere harto, pero nunca le perdonó que haya tenido otra familia.
Mis hermanastras eran super chicas, tenían 4 años y este año empezaron a ir a cheerleader. Tenía otra mujer con la que no estaba casado, se llamaba Rocío.
Tocaron el timbre y fui a abrir pensando que el Camilo ya había llegado pero era el Ignacio.
— Hola mi amor — me saludó con un beso en la boca.
— ¿Qué estai haciendo acá? — pregunté sonando super pesa.
— Ay, pensé que querías ver mi bello rostro un día Sábado — sonrió abrazándome.
— Ignacio, está mi papá — le dije mirando para adentro. Él es super sobreprotector conmigo y eso no cambió aunque tuviera dos hijas más.
— ¿Gabi? ¿Es tu hermano? — escuché su voz acercándose y nos vio abrazados.
CONCHETUMARE.
EL IGNACIO SE VA A MORIR.
Bueno, ni tanto, seguro le sacan un ojo pero nada más.
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WEEEEEH
CAPITULO 19 COMPLETO✅✅
Espero les haya gustado, lamento la demora cabras 💔 yo las amo y odio hacerlas esperar tanto.
Bai, LAS ADORO YA DON 2.25K AADFGJSKD LAS AMOOO💜💜
-Javivi.