Camila POV
Ambos nos quedamos quietos ante las palabras de Lauren, quien se había sentado un poco observándonos a ambos con los brazos cruzados. Lukas giró el rostro y me quedo viendo en shock, sorprendido por la situación. Su cara lo decía todo, “¿qué esperabas para decírselo?”, pude sentir que su gesto claramente me lo decía.
Pero había pasado tanto que no fue porque no deseaba decírselo, pasé el tema y no quise pensar en eso, tanto que no se lo había mencionado a Lauren.
—¿No van a decir nada? —El tono de voz de Lauren era fuerte, como un reclamo que se clavó en mi pecho.
—Lauren, creo que es mejor que me vaya y puedas conversar tranquilamente con Camila. —Lukas se levantó de su asiento y se despidió de ambas. Lauren lo observó salir, apenas Lukas cerró la puerta, otra vez su mirada se clavó en mí, levantando una ceja para que yo dijera algo.
—Pensé que dormías. —Trate de empezar una conversación, no sabía porque me sentía tan nerviosa. Quizás era por la situación o por la mirada penetrante de Lauren.
—No he dormido desde que me levanté, fingí. —Respondió levantando los hombros.
—¿Por qué? —Pregunté confundida. —¿Es porque no quieres hablar conmigo?
—No sé lo que me pasa Camila. —Comenzó a taparse el rostro con sus manos mirando el techo de la cabaña. —En realidad creo que lo sé. —Dio un fuerte suspiro y continúo hablando. —Quizás esta conexión fue demasiado para mí.
—No deseas tener una conexión conmigo, ¿es eso lo que pasa? —Pregunté tratando de evitar mostrar la tristeza en mi voz.
—¿Por qué me preguntas esa idiotez? —Lauren bajo los brazos molesta y con una mano se sobo la sien.
—Lauren, estás diferente. Tú no eres así, dime que es lo que pasa contigo. —Lauren esquivo mi mirada y trago saliva.
—Tengo una conexión con un puma. —Dijo dándome una media sonrisa. Ella misma no creía lo que acababa de decir, como si fuera demasiado extraño.
—Lo lamento, pensaba decírtelo. Pasaron tantas cosas que no se me dio la oportunidad, fue algo en que no quise pensar. —Admití, aún no había procesado la noticia. No iba a creerlo hasta que mi supuesta transformación llegara, porque era algo tan fuera de lo común.
—¿Fue por eso que te fuiste de mi lado? —Lauren preguntó haciendo una mueca, tratando de no recordar lo que había pasado. —¿Crees que los lobos acabaron con tu comunidad?
—Creo que los lobos mataron a mis padres. —Sentí un nudo en la garganta, la muerte de mis padres era un misterio que no sabía si algún día iba a poder resolver.
—Lo siento, no encuentro las palabras correctas para decir en un momento como este. —Lauren tomo mi mejilla, pasando su pulgar, acariciándome con cuidado, como si mi piel quemará, como si yo fuera un cristal que en cualquier momento podía romperse.
—Solo quiero que estés bien, eso es todo. —Respondí cerrando los ojos, sintiendo su toque en mí.
—¿Extraño no crees? —Preguntó de la nada y cuando abrí los ojos, Lauren estaba inclinada cerca de mí.
—¿Qué es extraño? —Dije admirando sus profundos ojos verdes, la intensidad de su mirada era tanta que creí que en cualquier momento perdería el aliento.
—Que no me importó que seas una loba que no podía transformarse y ahora no me importa que seas una futura puma. —Lauren se acercó a mí y dejo un pequeño beso en mis labios.
—Yo te quiero a ti, en todo tu esplendor, sin importar lo que lleves en la sangre.
—Lauren… tengo miedo. —Mi voz se quebró, pero no lloré. Al instante ella me abrazó, rodeándome con su brazo y con el otro acariciando mi cabeza.
—Todos tenemos miedo Camila, pero lo que siempre debes recordar es que bajaré hasta la oscuridad en donde te encuentres y yo estaré a tu lado para encender la luz. —Al escuchar sus palabras, me sentía segura. Era como si la vida no fuera un mal cuento, nunca más. Lauren había llegado a mi vida para salvarme y ella estaba equivocada con compararme con la luz, porque la que iluminaba el camino era ella, con el gran corazón que tenía.
—¿Hasta el final? —Pregunté tomando su mano, sintiendo el calor que emanaba su cuerpo.
—Hasta el final de mis días. —Lauren llevo nuestras manos unidas al lado izquierdo de su pecho formando un puño y se sentía tan bien saber lo que eso significaba. Porque para mí era mucho más que un saludo de respeto creado por su gente, para mí esa era nuestra promesa de amor.
—Es todo tan confuso, pensar que eres algo que al final no eres. Quiero decir, estuve consciente toda mi vida que no iba a poder transformarme en una loba. Culpando a mi falta de transformación, todas las desgracias por las que tuve que pasar. Resultando que no lo había sido, que era un puma casi extinto que puede transformarse en cualquier momento. —Era difícil decirlo en voz alta, decir que mi vida había sido un engaño.
—¿Cómo lo supiste? —Preguntó Lauren. —No todos tenemos el nombre del tipo de animal en el cual nos transformamos grabado en la frente.
—Tu padre fue quien me lo dijo, él sintió que mi aura era diferente. Y por Zenith, él también es un... —Continúe hablando hasta que Lauren termino la oración por mí.
—Puma. —Dijo ella. —La sangre llama a la sangre. —Termino de decir.
—Zenith es técnicamente mi familia. —Y era tan raro decirlo, porque antes que Lauren llegara a mi vida, creía que nunca me iba a sentir aceptada en algún lugar del mundo o ser aceptada por alguien más completamente.
—Es por eso la curiosidad que él tenía por ti, ahora lo entiendo. —Yo asentí ante sus palabras, yo tampoco lo entendía desde un comienzo, pero era cierto eso de que la sangre nos llamaba entre sí, ya lo había sentido desde que lo había visto por primera vez.
—Creo que tu hermano lo sabía desde un comienzo. —Respondí.
—Zenith es demasiado inteligente para su edad. —Lauren sonrió al hablar de su hermano.
—Lauren, lo que pasó con Nahuel... —Intenté hablar sobre el tema de Nahuel y Lauren al instante quito la sonrisa de su rostro.
—No quiero hablar de él, creí que habíamos solucionado nuestras diferencias, pero estaba equivocada. —Dijo con una mueca de disgusto.
—¿Por qué no regresabas a tu forma humana? ¿Qué fue lo que pasó? —Pregunté y es que quería entenderla, quería comprender lo que había pasado.
—La conexión me lo impedía, es mucho más fuerte estando con mi transformación. —Respondió y de un momento a otro ambas nos quedamos en silencio, observándonos sin decir una palabra. La veía a ella tan perdida entre sus pensamientos, con una cara de preocupación.
—Lauren, dime que es lo que piensas, por favor no te quedes callada. —Le pedí tomando su mano.
—Lukas tiene razón, estoy... asustada. —Lauren admitió y creo que nunca la había visto tan vulnerable, ni si quiera cuando nos besamos por primera vez porque la expresión de su rostro lo decía todo.
—¿Por la conexión? —Pregunté con duda.
—De perderte, creo que moriría si te perdiera y ahora para mí, perderte... es perderlo todo. —La tristeza en la voz de Lauren era evidente.
—No sé que decir. —Fue lo único que dije y me golpeé mentalmente por ser una estúpida.
—Sé que no me amas Camila, no es necesario ser un genio para saber perfectamente eso. —Mi corazón se rompió al escuchar sus palabras. —Y no quiero que te culpes por no hacerlo, las cosas han pasado tan rápido.
—Te he prometido amor. —Le dije tomando su mano, pero Lauren la aparto.
—No es lo mismo. —Lauren me dio una media sonrisa, fue la sonrisa más triste que alguna vez haya visto y no creía que eso era posible.
—Te quiero Lauren, ¿cómo no voy a quererte? —Tome su mejilla, empezando a acariciarla lentamente.
—Camila... —Mi nombre en sus labios, se sintió como un ruego para que me detuviera, pero no lo hice.
—Déjame terminar. —Dije mientras seguía acariciando su mejilla ante su atenta mirada. —Te quiero porque me has salvado y no lo digo por los lobos. Tú has plantado sonrisas en mi rostro cuando creí que eso no sería posible. Te quiero porque me has brindado un hogar en el que me siento a gusto y apreciada. Te quiero porque me aceptas tal como soy, siendo una loba que no podía transformarse o un puma que en cualquier momento puede hacerlo. Te quiero porque me has protegido con todo lo que tienes, sin importar nada más. Te quiero por tu corazón de oro, por tu belleza infinita, por tus besos con locura, por tus palabras que hacen acelerar mi corazón. —Me acerque a ella y plante un suave beso en sus labios. —Y te querré aun cuando vivamos juntas y no seamos novias. —Terminé de decir y al mirarla, noté que los ojos de Lauren brillaban intensamente.
—Son muchos te quiero. —Ella dijo pegando su nariz con la mía.
—Y creo que aún no serían suficientes. —Admití.
—¿Con que no somos novias? —Lauren soltó una pequeña risa.
—Sin presiones. —Dije y la risa de Lauren, se intensifico un poco más.
—Quiero enamorarte Camila, quiero ser digna de ti. —Respondió.
—Estas muy equivocada Lauren, yo debo ser digna de ti y ¿enamorarme? —Dije. —Créeme que estoy cayendo ante ti.
—Quiero saber todo de ti, quiero conocerte como la luna conoce a las estrellas.
—Tenemos todo el tiempo Lauren, la eternidad entera. —Tome su rostro y la bese nuevamente.
—La eternidad entera... suena corta para estar a tu lado. —Sonreí entre los besos que nos dábamos.
—Entonces disfrutaremos cada momento como si fuera el último. —Fue lo último que dije antes que nuestros besos se intensificaran y Lauren me besara, no solamente los labios si no también el alma.
—
Lauren POV
Sentía todos los ojos posados en mí, todos me observaban a pesar de que hablaban entre ellos. Todo el Consejo estaba presente a excepción de Nahuel que seguía en la enfermería.
Mi padre e inclusive mi hermano estaban presentes, aunque no entendía la presencia de Chris en una reunión del Consejo. Todos estaban discutiendo entre ellos, hablaban sobre lo que había pasado en las reservas. Camila no había podido venir conmigo, a pesar de que quiso acompañarme en todo momento. Pero eso no era permitido y yo no podía hacer nada contra ello, así que Camila se quedó en mi cabaña en compañía de Ally.
—Esto es inaudito mi Alfa, ¿cómo es posible que exista tal comportamiento en nuestra comunidad? —Habló Ehud, un miembro del Consejo desde que mi padre tomo su puesto.
—¿Es eso lo que muestra una futura Alfa? ¡Atacar a un miembro del Consejo! ¿Hasta dónde hemos llegado? —Escuché a hablar a Hebah, nunca le había caído bien y este era su momento, iba a destruirme ante todos.
—Yo solo defendí a Camila. —Conteste y todos me quedaron viendo, no comprendiendo que esa era la excusa que yo daba.
—¿Y te parece bien lo que has hecho? Puedes tener el respeto de la gente Lauren, pero recuerda que aún no te has ganado el respeto de todos nosotros. —Hebah señalo a todo el Consejo presente y pude escuchar la risa de mi hermano a lo lejos.
—¡No me interesa si ustedes me tienen respeto o no! —No iba a permitir que Hebah continuará con sus ataques.
—Cuida tus palabras. —Me amenazó en frente de mi padre.
—Y usted cuide sus acciones. —Dije, importándome poco si era un miembro del Consejo.
—¡Silencio! —Gritó mi padre golpeando la mesa. —¿Qué fue lo que paso Lauren?
—Tuve que defender a Camila, eso es todo. —Expliqué, pero no iba a dar más detalles.
—Tal forma de defenderla, ¿te has dado cuenta cómo has dejado a Nahuel? —Otra vez Hebah volvió a meterse en la conversación, pero mi padre le hizo una señal para que se callara.
—¿Cómo supiste que estaba en peligro? —Volvió a preguntar mi padre y tragué saliva al instante.
—Ella ha formado una conexión con esa chica. —Esta vez hablo Gust y sus palabras causaron que todos los miembros empezaran a hablar entre ellos con excepción de Lukas y el mismo Gust.
—¡Una futura Alfa formando una conexión con una loba! —Hebah golpeó doblemente la mesa como lo había hecho mi padre, fastidiado con la situación.
—Camila no es una loba, ella es un puma y en cualquier momento se transformará. —Todos voltearon a ver a mi padre.
—¿Qué ha dicho? —Preguntó otro miembro.
—Lo que has oído, mi hija tiene una conexión con un puma y será el Alfa del Clan de la Luna. —Mi padre lo fulmino con la mirada.
—Aun así, lo que ha hecho Lauren no está permitido y…—Volvió a hablar Hebah, pero mi padre lo interrumpió.
—Tendrá un castigo, todos lo sabemos. Nos regimos bajo las mismas reglas de nuestros antepasados y eso no cambiara, ni siquiera por mi propia hija. —Hebah sonrió y yo solo quería saltar hasta donde se encontraba para demostrarle que tan animal podría ser.
—¿Y bien que es lo que pasara con la salvadora del mundo? —Intervino mi hermano.
—Ambos son herederos, Lauren no será la única que entrene para ser un Alfa, sus acciones le quitaron ese privilegio. —Ehud hablo, al instante todos asintieron menos Lukas y Gust, que me sorprendió por su actitud tan tranquila.
—¡Eso no lo voy a permitir, mis hijos no pelearan entre ellos! —Gritó mi padre.
—Lo lamento mi Alfa, pero nosotros nos encargamos de temas como este. Los herederos pelearan cuerpo a cuerpo, quien gane tendrá la ceremonia, tendrán un mes para prepararse. —Al escuchar las palabras de Ehud, mi padre apretó los puños de la impotencia y yo creía que a pesar de ser una persona pacífica, en cualquier momento rompería la mesa.
—¿Cómo pueden hacer esto? —Preguntó indignado Lukas. —Se supone que el hijo mayor es el heredero, Lauren no tiene por qué pelear para defender su puesto. —Mi amigo les hacía el reclamo a los demás miembros, pero la voz de Lukas no pesaba tanto porque él fue añadido al Consejo por la ausencia de su padre.
—Perdió el derecho por sus acciones, no vamos a permitir que le falte el respeto al Consejo. Además, la joven Lauren había renunciado al entrenamiento. Tiene que darse cuenta que ser un Alfa no es juego. —Le respondió Hebah.
—Fue su conexión Hebah, sabes muy lo que pasa cuando llega, no puedes juzgarla por sus acciones. —Lukas volvió a reclamar, pero fue en vano.
—La decisión está tomada, procedamos con la votación. —Fue ahí que lo entendí, estaba perdida porque casi todos estaban en contra de mí.
—La batalla se realizará en un mes entre los herederos en su condición humana. ¿Quiénes están a favor? —Todos levantaron la mano a excepción de Lukas.
—Un mes, así será. —Termino la reunión y lo único en lo que podía pensar es que no sufría porque me habían quitado la opción inmediata para ser el Alfa. Yo tenía que pelear por el puesto con la persona que tanto amaba, mi propio hermano.
—
Continúe caminando hacía mi cabaña, pensando en todo. Tenía un mes para prepararme, con mi actual estado de salud. Pero eso era lo de menos, una batalla contra mi propia sangre era todo lo que me atormentaba. Me encontraba entre la espada y la pared, rendirme para que Chris sea el Alfa y que comenzará una guerra inmediata, que haría sufrir a nuestra gente o pelear contra él, contra mi propia sangre.
—¿Gracioso no crees? Sin querer tu puma me fue de ayuda. —Sentí un hombro empujándome, al levantar la vista, mi hermano estaba frente a mí.
—Basta Chris, no quiero seguir con esto. —Puse mi brazo entre nosotros, no quería que continuará.
—¿Por qué? ¿Te da miedo enfrentarte a mí? —Rio de manera irónica.
—Eres mi hermano, ¿te das cuenta de lo que quiere el Consejo? —No podía creer lo imbécil que era. —Nos quiere enfrentados entre nosotros.
—Voy a patear tu trasero en un mes, el Consejo me importa muy poco. —Se acercó a mí con rabia en su voz.
—Pégame. —Dije. —¿Por qué vas a esperar un mes? —Lo empuje harta de todo esto. —Si tanto te regocija desquitarte conmigo por la muerte de nuestra madre, hazlo. —Chris me miraba atentamente. —¡Golpéame!
—¡No la menciones! —Me gritó en la cara con los ojos negros de la furia. —Me mentiste, mentiste diciendo que volvería, ¿tienes alguna idea de lo que sentí?
—¿Y tú tienes alguna idea de todo lo que me has hecho falta? —Mi hermano retrocedió ante mis palabras. —No solo perdí a nuestra madre, te perdí a ti también.
—Es muy tarde para una reconciliación, no cuando somos contrincantes.
—
Flashback
Estábamos en el bosque, Chris y yo recogiendo varias bayas de unos arbustos para ponerlas en nuestros morrales y llevárnosla a nuestro hogar. Mi hermano quería ayudar, así que no podía negarle eso. Lo acompañe al bosque a conseguir un poco más de alimento, ya que todavía él no podía cazar por su falta de transformación.
—¿Puedes volver a hacerlo? —De pronto mi hermano preguntó, levante la mirada para observarlo no entendiendo lo que quería decir.
—¿De qué hablas? —Él se acercó a mí, dejando a un lado su morral.
—Tu transformación, ¿puedes volver a hacerla? —Preguntó con un brillo en sus ojos.
—Está bien. —Dije, retrocedí un poco y me transformé en aquella pantera.
Desde que había logrado mi transformación, mi hermano había quedado fascinado, tanto que cada vez que tenía oportunidad, me pedía que me transformara para observarme con detenimiento.
—Es genial, tus dientes, tu pelaje. —Chris pasaba sus manos sintiendo mi pelaje, maravillado por la transformación. —¿Tienes pulgas también? —Preguntó y yo reí.
—No. —Respondí. —Eso creo. —Dije continuando riendo.
—No puedo esperar para poder transformarme. —Chris comenzó a dar pequeños saltos entusiasmado y yo solo lo veía moviendo mi cola alegremente.
—No es la gran cosa, aunque trepar los árboles es divertido, sobre todo en las noches y ver la luna tan cerca. —Me senté mientras Chris se acercó para abrirme la boca y apreciar los colmillos que tenía.
—¿Dolió? —Preguntó de repente.
—¿Transformarme? —Chris asintió ante mis palabras.
—Solo las primeras veces, luego es como prender y apagar un fósforo. —Dije al recordar las primeras veces en las que me transformé.
—¿Estarás a mi lado cuando a mí me suceda? —Chris acaricio mis orejas. —Tengo un poco de miedo.
—Tranquilo, estaré a tu lado cuando pase y me sentiré orgullosa de ti. —Le dije.
Al instante, Chris tomo mi pata y la levanto. Creía que quería apreciar mis garras, pero estaba equivocada, cuando noté que a pesar de tener una enorme pata, él la puso sobre su pecho con una gran sonrisa, apretándola tratando de formar un puño con ella.
—¿Acabas de hacer lo que creo que es? —Yo estaba sorprendida por su acción.
—Papá me explico el significado y que mejor forma de demostrarte cuanto significas para mí Lauren, eres mucho más que mi hermana, eres mi guía. —Me sentía tan conmovida por lo que había hecho, mi hermano me había dado el saludo de respeto creado por nuestra gente.
—Pues yo inventaré un nuevo saludo de respeto. —Respondí bajando la pata y dándome media vuelta, dándole con mi cola en su cabeza.
—¡Auch! Eso dolió. —Se sobo la cabeza riendo por lo que acababa de hacer.
—Solo te decía lo mucho que te quiero.
Fin del Flashback
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