Kyou Kara Wagamama Puu

Por Red_Glasses_Girl

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Yuuri pide un deseo en una maquina de adivinar la fortuna. Al día siguiente, despierta en el cuerpo de Wolfra... Más

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10

Capítulo 3

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Por Red_Glasses_Girl


Nota de la traductora - Voseo reverencial:

Seguramente esto suene raro en el fic al leerlo, pero en inglés el Maou habla a lo Shakespeare, utilizando ciertas características del lenguaje de manera antigua. No es que se lo hayan inventado las autoras del fandom en inglés o algo, en realidad tiene mucho sentido, porque el Maou original habla en japonés como un Shogun, también utilizando dialecto antiguo. Entonces, si en japonés y en inglés habla rarito, ¿por qué no en español también?

Cabe aclarar que soy Argentina, aunque tal vez ya lo supieran por mi acento en las aclaraciones, y justo esto me hizo gracia al tocarme un fic donde se habla en inglés antiguo y la traducción seria en español antiguo usando el sujeto "vos". Para mí el vos es cosa de siempre, yo hablo así todos los días, pero esto me dio dolor de cabeza de adaptar. Volver a las raíces, donde el voseo reverencial era algo florido y altamente respetuoso, no tanto como el voseo dialectal que se usa ahora más casualmente en varios países.

No puedo confirmar a ciencia cierta cuan antiguo, o cuanto no, es esto de cómo habla el Maou en japonés, más allá de que ayudo a traducir la novela, no he podido tocar el tema con la traductora de japonés-castellano aun. Habría que tomarlo con pinzas como referencia, yo para esta ocasión me base estrictamente en este fanfic, e intenté adaptar lo que decía en inglés al mismo nivel (o tal vez haya exagerado, es complicado porque entre ambos idiomas antiguos hay demasiadas diferencias, tantas como las hay a la hora de adaptar inglés al español común), todo con ayuda de Petula que lo revisó por las dudas no estuviera correcto lo que hice =P

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-Wolfram-

Algunas veces tenía esos aterradores sueños realistas justo antes de despertar. Eso pasaba especialmente cuando estaba ansioso por levantarme a tiempo para eventos de terrible importancia. Se volvió un gran tema durante la guerra con los humanos siempre que tenía la sospecha de que uno de mis hermanos iría a la cabeza en el campo de batalla.

En esos sueños, podía despertar, vestirme, comer el desayuno, y apurarme para llegar a la sala del trono dispuesto a caminar a paso digno aunque mi corazón estuviera latiendo rápido y fuerte dentro de mi pecho. El pasillo sería inusualmente largo y me preocupaba que no pudiera alcanzar la sala del trono a tiempo. Suprimiría un suspiro de alivio cuando mis manos tocaran por fin las largas puertas dobles de madera. Luego entraría a la larga recámara, y me daría cuenta de que estaba soñando porque Conrart estaría sonriendo de la manera en que lo hacía antes de que dejara de llamarlo hermano. Entonces todo sucedería de nuevo: levantarme, vestirme, desayuno, sala del trono, la sonrisa de Conrart. Pero con cada repetición reconocería el sueño mas y mas rápido, hasta que mi yo de ensueños estaba gritando furioso a mi mente inconsciente que despertara. Fue entonces cuando el miedo se apoderó de mí, la preocupación de que nunca iba a despertar y que estaría atrapado para siempre en ese terrible bucle de sueños.

Alguien estaba intentando sacudirme para despertarme. Corrí mi hombro lejos de su agarre y gruñí—: Unos minutos más. Todavía tengo sueño.

Solo unos pocos se atreverían a intentar molestarme y perturbar mi sueño. Esta persona en particular me sacudió aun más fuerte, gruñí más fuerte. Me sacudió más fuerte. Casi sentí pena por él mientras llamaba a los elementos. Pero antes de que pudiera tirarle una bola de fuego, me llamó—: Su Majestad, es la hora para su entrenamiento matutino.

Disipé los elementos, abrí mis ojos y me dí vuelta. Me sorprendí de encontrar a Conrart.

—¡Conrart! ¿Por qué-?

Su figura se borró de repente, froté mis ojos y cuando miré de nuevo, no estaba.

"¿Estoy soñando?"

No había decidido que esto era un sueño todavía, aun cuando el brazo de Yuuri se apoyó en mi estomago, o incluso cuando se acurrucó contra mí. Pero cuando lamió mi oreja y su mano se movió adrede hacia un área que el Yuuri real no se atrevería a tocar, no había duda. Esto era un sueño.

—Wolfram, vos sois la más bella criatura en este mundo y cualquier otro —susurró sin aliento el Yuuri del sueño en mi oreja.

Mi camisón desapareció y sus dedos estaban dibujando círculos cerca de las ataduras de mi ropa interior, burlándose—. Y-Yuuri... —gemí sin aliento.

—Ah, mi amado, vuestros gemidos son la canción de las sirenas. No, estas no han de ser nada comparadas con vos. Dejadme ahogarme en la dulzura de vuestra voz. Dejadme acariciaros en vuestros lugares secretos y enterradme en lo profundo de vuestro amor. Permitidnos convertirnos en uno, como no hay dos personas cuales puedan antes que nosotros, ni tampoco luego, aspirar a ser.

"¿Qué pasa con ese tono formal y esa manera tan extravagante y adornada de hablar?" El Yuuri de mis sueños nunca hablaba así, a menos que estuviera soñando con él impartiendo justicia. No, mi Yuuri normal de mis sueños era tímido e inocente, y se ruborizaba ante mis miradas sugestivas.

—Oh, ¿es eso lo que vos deseáis? —dijo el Yuuri del sueño, y entonces su comportamiento cambió—. E-es esto lo que quieres, ¿Wolf? —preguntó en un tono de voz temeroso y me miró con ojos grandes e inocentes.

—Bueno —dije con dificultad mientras intentaba no imaginarme empujándolo y dejándome llevar a mi perversa manera con él—, no es eso. C-cualquiera está bien... ¡No! Quiero decir, ninguno está bien.

—¿Por qué? —respondió con el puchero mas adorable que pudiera imaginar. Entonces lamió mi pezón. Fue con esfuerzo supremo, pero logre arrojarlo lo más lejos de mi posible.

—Enclenque —dije intentando contener todos mis pensamientos lujuriosos—, no estoy en mi propia habitación. Estamos en la recamara real, ¿recuerdas? Con Greta. Este no es el momento de tener sueños eróticos y conseguir un miembro duro.

Nunca me permití a mi mismo sueños ero-ero cuando Yuuri los evocaba en la recamara real. Especialmente, no cuando nuestra hija estaba durmiendo con nosotros. Me reservaba ese tipo de fantasías para cuando estaba a salvo en mi propia habitación, y Greta estaba en la de ella, y Yuuri en la Tierra. De otro modo, estaba estrictamente fuera de los límites. No estaba listo para explicarle el proceso reproductivo a mi joven hija. Me gustaría posponer eso lo mas en el futuro que sea posible. De hecho, si es posible (y estoy bastante seguro que Yuuri estaría de acuerdo) preferiría que ella se quedara siendo nuestra dulce princesita por el resto de nuestras vidas. Además, debido a las torpes medias quejas de Yuuri, él no estaba listo aun para ese tipo de intimación.

—P-pero Wolf, estoy listo —rogó el Yuuri del sueño—, solo déjame tocarte.

No esperó por una respuesta, rodó su palma por el interior de mi muslo entreabriendo mis traicioneras piernas, que se doblegaron ante él con mucha facilidad. Se colocó entre ellas y me tiró contra la cama. Este Yuuri del sueño ciertamente era muy agresivo.

—Dios, ves, no es tan difícil —dijo en un susurro cuando chocó sus labios contra los míos. Mis labios se entreabrieron para protestar, lo cual fue una muy mala decisión de mi parte, porque él lo tomó como una invitación para empujar su lengua en mi boca.

"Oh Yuuri, desearía que ya estuvieras lo bastante grande para que podamos hacer esto."

¡Maldición! ¡Solo era un sueño! Empujé al Yuuri del sueño y grite de nuevo —: ¡No! ¡No! ¡No! ¡No!

Tropecé. Por suerte, fui lo suficientemente rápido para recuperarme antes de caer de bruces al suelo. Me encontré a mi mismo en el patio, totalmente vestido en mis ropas de entrenamiento que Yuuri usaba para hacer ejercicio. Noté que las rayas eran azules en vez de rojas.

—Su Majestad, ¿está bien? —la voz de mi hermano llegó a mis oídos.

Miré a Conrart desconcertado. Esta debía ser la forma en que mi cerebro extinguía la lujuria con baldazo de agua fría. Supuse que esto debería funcionar. Debía ser un recuerdo de mi juventud, cuando mi hermano me entrenaba. Odiaba correr y él era un maestro terrible. Acostumbraba a hacerme correr todos los días y me llamaba "Su Alteza" para picarme.

—¡Estoy bien! —dije con voz petulante.

Me miro con picardía antes de que su figura se volviera borrosa y desapareciera por completo.

"No. No. No. Conrart vuelve. Correré contigo por horas si quieres y no me quejaré."

No había caso. Me encontré a mi mismo en un campo de flores y alguien atrás de mí se había amoldado a mi cuerpo. Podía sentir cada centímetro de él. Cada duro centímetro. Me estaba lamiendo el cuello, y su mano se metió bajo mi camisa yendo a su modo hacia las partes sensibles de mi cuerpo.

—Eso ha sido ligeramente injusto, mi amado, mi querido, dulce entre los dulces. Me ahogo en vuestra hermosura. ¿Sois un ángel enviado del cielo para calmar mi alma? ¿O sois un íncubo enviado para tentarme con vuestros labios de miel y deleitable cuerpo? ¿Eso importa? No, porque tomaré partido de vos, no importa vuestra procedencia. Si los dioses juzgan conveniente legar a vos a mí, ¿quién soy yo para negar ese regalo?

Era bastante fácil dominar al Yuuri normal de mis sueños y doblegarlo a mi voluntad. Pero el Yuuri justiciero había probado ser más difícil. Siendo franco, todavía temía de su modo Maou. Incluso en sueños, era difícil pelear con él, especialmente cuando estaba mordisqueando mi oreja y sus dedos acariciando suavemente mi pezón. Su otra mano estaba bajando por mi estomago hacia mi... mi ropa desapareció, y estaba desnudo de nuevo. Esta vez, el sueño me quitó hasta la ropa interior.

Sus manos agarraron mis hombros y me dieron la vuelta. Yuuri, con el cabello corto por los hombros y ojos negros rasgados, observó mi cuerpo desnudo con mirada lujuriosa. Tragué. Este era el rey demonio hecho y derecho. Mi cuerpo respondió con gran apreciación.

—Dilo —ordenó.

No hubo negación a esa orden. La sangre subió a mi cabeza pero me las arreglé para susurrar—: Te amo.

Su respuesta no fue vocal. Lo dijo con sus ojos. Y me ahogué en la profundidad de esos ojos demoniacos oscuros, llenos de deseo, llenos de necesidad, llenos de... No me atrevía ni siquiera a pensarlo. Mi corazón dolía mucho. Mi pecho estaba constreñido y fue un gran alivio cuando nuestros labios se encontraron. Quería enterrarme en lo profundo de su ser. Lo quería dentro de mí. Quería que nos fundiéramos juntos y nunca nos separáramos.

Alguien estaba gritando mi nombre y sacudiendo mis hombros. Abrí mis ojos y estaba de vuelta en la habitación. Me quedé mirando mis propios ojos verdes, y me di cuenta de que estaba viéndome a mí mismo. Pánico estaba escrito en toda mi cara, la que me observaba. No sé si estar o no decepcionado. Por un lado, Yuuri y yo estábamos en la mejor parte, por otro, realmente no debería sumergirme en esos sueños cuando estaba en la cama con Greta y el Yuuri real.

—¡Wolfram! ¡Wolfram, Respóndeme! —estaba gritando yo. Me sorprendí de mi propio autocontrol, duplicarme a mí mismo en un sueño para detenerme de hacer algo terrible—. Estas ahí, verdad Wolf. Mira, todo lo que necesitamos es revertir esto. No debe ser muy difícil. Tal vez todo lo que necesitamos es ir a la Tierra y el viaje entre dimensiones nos cambiara de vuelta... —Esta bien, entonces mi copia precisamente no tenía sentido, pero al menos mi excitación había desaparecido por completo.

Me encontré respondiendo—: Tú... tú eres Wolfram. Wolf, ¿recuerdas dónde estás, quién eres, quién soy yo? —ciertamente eso no tenía sentido para mí. Aunque también, dos Wolfram hablando él uno con el otro no tenían sentido tampoco.

Pero estaba aliviado; podía lidiar con sueños sin sentido. Pensé que simplemente debería despertar. Probablemente ya fuera tarde para mi viaje. "Está bien, yo mismo, despierta."

—Eres Oda Nobunaga —dijo el otro Wolfram del sueño.

—¿Dónde aprendiste tú acerca de Nobunaga? —respondió mi yo del sueño.

"Despierta Wolfram."

La escena se desvaneció.

Abrí mis ojos esperando ver el pesado dosel de nuestra cama. En vez de eso, estaba en la habitación del trono, y el Yuuri en modo Maou sentado en su él, sobre el estrado por encima de mí. Desnudo.

—Vos sois realmente problemático, Wolfram von Bielefeld —dijo de manera autoritaria.

—¿P-porque estas desnudo? Ponte algunas ropas o pescaras un resfriado —le dije poco convencido.

—Es gratificante ver que aun os preocupáis por mí hasta en vuestros sueños —murmuró—. ¿Pero porque os resistís? ¿No es esto lo que deseáis? Dudo haberlo leído incorrectamente. Mi corazón y el vuestro están de acuerdo en esta cuestión.

Se levantó, pisando con fuerza contra el piso de mármol. Su reverberante declaración hizo eco en la habitación y en mi mente—. No os resistiréis más a mí.

Me encontré sentado en frente de un cuadro, pincel mano y paleta en la otra. No sé qué es lo que el Yuuri Maou del sueño estaba planeando; a ciencia cierta no era mi dulce, inocente y virginal Yuuri de sueños normal. Este Yuuri sabía lo que yo quería, y para ganar contra él era necesitaría una gran fuerza de voluntad. Especialmente desde que estaba usando recursos muy bajos, tocándome en todas mis aéreas mas sensibles.

La pintura frente a mi estaba hecha en realismo, un estilo que no había usado en décadas. Pero esa no era la parte sorprendente. Tampoco el limón que estaba agarrando. Sino el hecho de que la figura estaba desnudo. El Yuuri Maou de sueños ciertamente no era fan de la delicadeza.

Había estado desnudo con Yuuri más veces de lo que él se molestaría en contar. Estaba bastante familiarizado con su longitud y grosor. Y el que salía en la pintura del Yuuri Maou estaba, por decir como mínimo, mejorado.

—¿Estamos intentando una táctica diferente? —reflexioné en voz alta.

La figura en la pintura me guiñó un ojo, tiró el limón fuera del cuadro en el piso de piedra y me agarró por el cuello. Me jaló dentro, y de nuevo mis labios chocaron con deseo suprimido. Era como si él estuviera proyectando mi largo año de frustración sexual en este único beso.

Me dejé llevar por un minuto más de éctasis antes de empujarlo de nuevo en el cuadro. ¡Dios! Era hermoso.

—Mira, enclenque —dije con un poco de miedo. Maou o no, de verdad tenía que parar esto. Él solo era un sueño. No era como si de repente fuera a impartir algún castigo en mí—. Podemos esperar a otro momento. Como puedo explicarlo fácilmente. Erección, Greta y Yuuri no deberían estar nunca en la misma cama. Eso simplemente está MAL.

Se rio. Demoníacamente.

—Pero mi querido adorado, dejamos a Greta hace largo tiempo.

—Bueno, no te creo.

—Supongo que debería mostraros. Pero solo un vistazo.

La escena cambió y estaba sentado detrás del escritorio de Yuuri. Gwendal estaba informando a Yuuri acerca de mi misión omitiendo obviamente las partes más peligrosas.

Una voz que sonaba notoriamente como la mía preguntó en tono preocupado—: ...Pero con un clima como este afuera, ¿Conrad realmente estará bien?

Espera un momento... Intenté girar mi cabeza pero no pude.

Todavía estaba mirando a Gwendal, que ahora tenía una de sus arrugas con intensidad de nivel 8, parado en el área donde normalmente yo me paraba, a la derecha de Yuuri.

—Wolfram —dijo en un tono de regaño—, ¿estás seguro de que te sientes bien como para estar fuera de la cama?

Por supuesto que lo estaba. Si era capaz de estar de pie, ¿por qué debería estar en la cama? Y por lo demás, ¿por qué no estoy en mi puesto? Debería estar rumbo a la villa fronteriza, a pesar del trueno que resonaba afuera y la lluvia que caía con fuerza contra el cristal de la ventana como la apática venganza de la naturaleza.

En vez de preguntar lo que debería haber preguntado, escuché a mi voz decir en un tono vergonzoso—: Um... s-sí, estoy bien. Solo preocupado. Eso es todo. No hay necesidad de llamar a Gisela.

Si no estuviera familiarizado con mi propia voz, podría haber jurado que ese era el enclenque.

—Veis, Greta no está aquí —dijo una voz profunda en mi cabeza.

"¿Qué?"

La figura de Gwendal comenzó a desvanecerse, pero esta vez me obligué a concentrarme, así la escena no desaparecería. Por el patrón de mi sueño, si esta desaparecía, se transformaría en otro escenario de "seducir a Wolfram". Y francamente, no sabía si podría manejar más la persistencia del Maou. Me rehusaba a avergonzarme a mí mismo en frente de mi hija y mi prometido.

—Hmmm... —contempló la profunda voz—, en solo unas pocas horas, vuestra voluntad se ha fortalecido. Pero mi dulce, no llegareis a su nivel tan fácilmente. Después de todo, él ha tenido varios años de experiencia. De todos modos, os dejare mirar.

No tenía ni idea de que estaba planeando el Maou, pero la escena con Gwendal y el otro Wolfram no se disolvió.

Hubo unos golpes en la puerta y Josak entró. Se veía muy divertido y le extendió a Gwendal un pedazo de papel—. Esto acaba de llegar Comandante —dijo.

Gwendal abrió el trozo de papel y su ceño se frunció más profundo. Intento masajearlo para que aligerara pero eso resulto en lo contrario. Suspiró y me clavó la mirada.

—¿De qué se trata, Gwendal? —preguntó el otro yo. Mi otro yo no solo estaba siendo enclenque, sino también indecoroso—. Q-quiero decir, Hermano Mayor — "Bonita salvada, yo. Caray"

Podría haber jurado que Gwendal gruñó.

—¿Qué mensaje llegó, Gwendal? —me encontré preguntando en una voz que no era mía.

"Si, ¿qué es ese mensaje?"

—Su Majestad —contestó—. Los Diez Nobles llevarán a cabo un consejo aquí mañana. Su presencia es requerida.

—¿Eso es todo? —pregunté, de nuevo mi vos no era...

"¿Estás controlando mis acciones?"

—No —contestó la voz profunda dentro de mi cabeza—. Estoy controlando mis acciones.

"Yo no estoy haciendo esas preguntas y no puedo mover mi cabeza, o manos, o nada." No había obtenido una respuesta a mi reclamo.

—No —continuo Gwendal—, el tema de la junta es su compromiso con Wolfram.

—¿Qué? —preguntó mi otro yo.

"¿Qué?" pensé.

—¿Qué? —exclamó el Maou dentro de mi cabeza—. ¿Dudan esos tontos de mi eterno amor por vos?

"Probablemente, después de todo eres un infiel."

—Pero querido, yo he sido vuestro fiel servidor en este y en el otro mundo. Vos sabéis que yo os seguiría a los confines de la tierra. Con mucho gusto sufriría vuestro desprecio, y afrontaría hasta las más nocivas fragancias para ver a vuestros labios de miel acoger la más encantadora de las sonrisas en dos mundos.

"Hump. Incluso en sueños, lo único que conoces son palabras bonitas."

—¿Sueño? ¿Aun pensáis que esto es un sueño? —dijo incrédulamente la voz profunda.

Mi cuerpo se levantó y volteó hacia la ventana. El vidrio reflejó ojos negros mirándome de vuelta.

"Soy Yuuri?"

Continuará...

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