—Así que has conocido a Aaron. —dijo Cam pasando su brazo por mis hombros mientras caminábamos hasta su coche. En seguida mis mejillas enrojecieron ante la escena del paraguas. Creo que la recordaré por ese nombre el resto de mi vida. No pasaba tanta vergüenza desde que mi hermano gritó a los cuatro vientos en el medio del pasillo del instituto si alguien me podía dejar un tampón, la primera vez que me vino la regla.
Lo que es un buen hermano, vamos.
—¿Por qué te has puesto roja? ¿Ha pasado algo entre vosotros? —preguntó perdiendo la sonrisa y negué con la cabeza.
—No le conozco, Cam. Es que nuestra forma de conocernos fue... algo extraña.
—Te llevó a casa , ¿qué hay de extraño en eso?
Subimos a su coche y me puse el cinturón de seguridad. Recogí mi pelo en una coleta alta, ya que empezaba a hacer bastante calor.
—No sabía que era Aaron cuando me llevó a casa, no le pregunté su nombre. Un rato después de llegar a casa apareció en la puerta y pensé que era un acosador o algo por el estilo que me había seguido.
Cam soltó una carcajada bastante sonora y le miré mal.
—¿Aaron? ¿Un acosador? Pero si le cuesta hasta pedirle el número de teléfono a una chica. —hizo una pausa.— ¿Y qué hiciste? ¿Correr a por el bate?
—No, le amenacé con el paraguas. —mascullé riéndome y Cam me acompañó.
—Sólo a ti te pueden pasar estas cosas. —se burló y le golpeé con suavidad en el hombro. Suerte para él que iba conduciendo.
—Cállate.
Busqué a Kate en mi agenda y la llamé. Esperé unos cuantos tonos hasta que descolgó la llamada.
—-Hola Brook. —saludó sin mucho entusiasmo.
—Kate, ¿cómo estás? —pregunté preocupada.
—Bien. No creo que nos viesen. Si hubiesen sacado alguna foto ya se habría filtrado. Matt piensa que el flash que sentimos fue hacia otro coche, ¿y vosotros? ¿Ya estás con Cam?
—Sí. —contesté mirando a mi amigo. Estaba tirado en el sofá viendo dibujos animados y comiendo un sándwich.— Gracias a Matt que me avisó que estaba con Nash, si es por él no me entero si sigue vivo o no. —escuché que Kate reía y me lo contagió. No me podría enfadar en serio con Cam ni aunque quisiese.— Y he estado atenta, no hay ninguna foto en la que salga. Se cebaron con Justin, Taylor y Kylie por lo que vi en internet.
Las fotos de Justin Bieber perseguido por fans dejan de ser graciosa cuando has estado muy cerca y también eras un objetivo.
—Guay, tuvimos suerte.
—Una fan me vio con Jack Johnson. La tuve en frente, por lo que no tan guay. —recordé aquella niña que había tirado de mi brazo.
—No te preocupes, lo hablaremos ahora, supongo. —fruncí el ceño.
—¿A qué te refieres? —pregunté confusa.
—Estamos yendo a vuestra casa para hablarlo. Es el punto de encuentro, ¿no te...?
Dejé de escuchar a Kate y miré fatal a Cam, que ni se inmutó. ¿Pero qué manía tiene este tío de no avisarme nunca de nada?
—¿Brook? —escuché a lo lejos. Miré mi móvil, y luego mis pintas. Como siempre, pantalón de chándal y una camiseta básica. ¿Eso es una mancha de chocolate?
—Nos vemos ahora, Kate. —dije y colgué antes de escuchar la respuesta. Me acerqué a la sala, subí al sofá de un salto y caminé de pie por él hasta tener una pierna a cada lado de Cam. Este abrió los brazos pensando que le iba a dar un abrazo pero le empujé con el pie, haciendo que cayese al suelo y me mirase con la mayor cara que confusión que le he visto nunca.
—¿Y eso por qué? Ya me llegó con el puñetazo de antes, mira, tengo un moratón. —levantó su camiseta y señaló un pequeño círculo que estaba empezando a tomar color morado.
—¿Tanto te cuesta decir ''Brook, tendremos visita''?
Cam se levantó del suelo. Yo seguía subida al sofá, por lo que me quedaba más o menos por el estómago.
—Pero si estás bien. ¿Para qué te vas a arreglar? ¿Para hablar un rato aquí y comer algo?
—Agg, Dallas.
Bajé de un salto y caminé hasta las escaleras, pero el timbre sonó, frenándome en seco.
—Que parezca una vagabunda delante de tus amigos será tu culpa. —recalqué mientras caminaba hacia la puerta.
—¡Nuestros amigos!
Cabrón.
Abrí la puerta encontrándome una torre de cajas de pizza. Y unas piernas por debajo.
—Hola persona sin cara. Adelante. —me hice a un lado y al pasar pude ver a Aaron. Me miró y sonrió ampliamente. ¿Por qué hace eso todo el rato? ¿Tan graciosa es mi cara? Aunque quizás esté manchada de chocolate, a juego con mi camiseta. La retorcí de forma que no se viese.
—¿Sabes? No tengo nada contra los chándales, te quedan francamente bien. —¿Quién usa la palabra ''francamente''?— Pero el vestido de ayer te quedaba muy bien también.
—¡Carpenter! ¡Te estoy oyendo! —gritó Cam que estaba tirado en el sofá otra vez. Aaron pegó un saltito del susto, haciendo que la perfecta torre de cajas de pizza se inclinase. Me reí. Aaron no había visto a Cam y sus orejas estaban rojas.
—¿Me podrías ayudar? Creo que se me van a caer. —dijo Aaron ignorando a nuestro amigo. Cogí la mitad de las cajas y las llevé a la encimera.
—Para que conste, fue culpa de Cam que ayer llevase ese vestido. Y también es su culpa que ahora está así.
Subí a mi habitación corriendo y me cambié la camiseta por una limpia. Eché a lavar la otra y volví junto a los chicos, que hablaban sobre los dibujos que Cam veía hacía un minuto.
El timbre volvió a sonar y los Dolan aparecieron por la puerta.
—¡Brook, bonita! ¿Cómo estás? —Grays se acercó y me abrazó levantándome un poco del suelo.- Tuviste que pasarlo realmente mal. —me revolvió el pelo y me quejé apartando sus manos.
—Podría haber sido peor. Me quedo con eso.
—Esa es la actitud. —se apartó para hablar con Aaron.
—Hola fea. —saludó Ethan.
—Hola caraculo. —le di un brave abrazo.— ¿Qué te ha pasado en el pelo? ¿Te ha vomitado un pitufo? —pregunté al ver un mechón azul.
Me fulminó con la mirada, pero lejos de achantarme me hizo reir. Grays alzó su mano para que le chocase los cinco y eso hice.
—¿Puedes levantarte para saludar, al menos? —le dije a Cam viendo que seguía tirado en el sofá. Negó con la cabeza.— Puto vago, un día de estos lo vendo en el mercado negro, os lo juro. —murmuré para los tres chicos que rieron. Me acerqué a las cajas de pizza y empecé a mirar de qué eran.— ¿Hay hawaiana? —pregunté a Aaron al no encontrarla.
—Sí, Cam me dijo que te gustaba. —le miré agradecida y se encogió de hombros.— A Matt también le gusta.
—A Matt le gustan todas. —respondimos Grays y yo a la vez y nos empezamos a reír.
Ethan nos miró enfadado.
—¿Me acabas de quitar la telepatía con mi hermano? —preguntó fingiendo estar ofendido. Me reí aún más.— No, te lo estoy diciendo en serio. —dijo poniendo la voz más grave y causando que me riese de nuevo.
—No es mi culpa. Es que nuestros cerebros funcionan paralelamente. —dijo Grayson pasando una mano por mi cintura y yo pasé mi brazo por sus hombros.
—¡Que corra el aire! —gritó Cam desde el sofá y le miré directamente a los ojos, retándole. Cam se puso de pie y no pude evitar reírme.
—¿En serio hace falta que me acerque a un chico para que pierdas tu vagueza, muevas tu culo y te levantes de una vez?
Me aparté del chico y me acerqué al armario que hay encima del fregadero para coger platos para todos.
—Sí.
—¿Y si quisiese salir con algún chico?
—Fácil, le castraría. —se encogí de hombros y le fulminé con la mirada.— Bueno, pues le amenazaría para que te dejase. —dijo como si me hiciese un favor.
—Sabes que un día de estos Brook se va a enamorar y tú vas a tener que aguantarte, ¿verdad? —dijo Aaron riéndose en la cara de Cam.
Ambos hicimos la misma mueca de asco y los otros tres se rieron. A mí no me hacía gracia. Un escalofrío me recorrió la espalda sólo de pensarlo.
—Enamorar es una palabra muy grande. Dejémoslo en que un día de estos me fijaré en un chico, él se fijará en mí y tú —puse un dedo en el pecho de Cam. Él me miraba desafiante.— vas a tener que tragar.
—Pero nunca le querrás más que a mí. —dijo dándome un abrazo de oso y reí.
—Eso ya se verá. Como él sea un caballero y tú sigas siendo tan... tan tú, que no te extrañe si le acabo prefiriendo a él. —le guiñé un ojo vacilona y él negó con la cabeza.
—Ninguno va a tener esta carita. —dijo frotándose los mofletes.
—Eso espero. —bromeé y todos los chicos hicieron un baile conmigo al más puro estilo Turn Down For What. Me sentí Magikarp por unos segundos.
El timbre sonó y esta vez Cam fue a abrir. Matt, Kate y Jack Johnson entraron y saludaron al moreno.
Qué graciosos, el trío de rubios.
—Hola Brook. —me saludó Jack y besó mi mejilla.
—¿Dónde has dejado a Gilinsky? —pregunté a modo de saludo.— Pensé que nunca os separabais, que os desangrabais cuando lo hacíais o algo así. —bromeé.
—Ha llegado Mad, así que... —dejó la frase en el aire y se encogió de hombros.
No entiendo. ¿Así que, qué? Miré confusa al resto de personas para que me explicasen y solo Aaron pareció entender mi confusión.
—Así que no es aplicable. —me miró obvio. Ah, vale. Gilinsky debe de ser una de esas personas que separan a los demás por su pareja.
—Bueno, es normal. Llevaban tiempo sin verse, querrán tener su espacio, ya sabes. —me encogí de hombros pensando que lo había arrelgado, pero al parecer no. Grayson puso sus manos en mis hombros y me hizo caminar hasta una zona un poco más alejada.
Se acercó a mí y habló rápido y muy, muy bajito.
—No vuelvas a sacar ese tema, a Jack no le sienta demasiado bien. No queremos que se ponga mal, ¿está bien? —asentí.— Ve a saludar a Kate.
Caminé hasta la rubia confusa por el último minuto. La abracé cuando llegué a su lado. Estaba hablando con Matt y Cam pero me dio igual. Cuando Matt nos vio se rió y se tiró encima de Cam intentando imitarme.
—No la puedes igualar. —dijo Kate riendo.— Mírala, qué guapa es. —dijo apretando mis mofletes consiguiendo que parezca un pez.— ¡Es el pez más bonito de todos los mares!
La miré riéndome. Esta chica está muy mal de la cabeza. Me cae demasiado bien.
—¡Veamos Buscando A Dory! —exclamó Matt.
—Primero tenemos que hablar de lo de ayer. —dijo Kate seria. Asentí mostrando mi apoyo.
—¿Qué hay que hablar? La fiesta no era nuestra, no podemos hacer nada. Además, solo ha pasado una vez, tampoco es que sea como para... —Ethan se calló al ver las miradas que Kate y yo le lanzábamos.— O podemos debatir las diferentes medidas de seguridad que tomaremos para el próximo ''accidente''. Si... esto... si os parece correcto. —mira qué listo se ha vuelto el niño de repente. El tinte azul debe llevar vitaminas.
—No queremos arriesgarnos. Vosotros no lo entendéis. —dijo Kate enfadada.— Vivís de esto, pero nosotras tenemos una vida real. Vamos a la Universidad donde hay miles de personas, y prácticamente todas os conocen. Queremos poder caminar por el paseo marítimo sin que nos paren para preguntarnos ''Oye, ¿tú eres la amiga de Matt? ¿Conoces a Cam?'' y cosas por el estilo.
Los chicos se quedaron callados ante las palabras de la rubia.
—¿Cuánto daríais por poder ir a una cafetería del centro, repleta de gente, a tomar algo sin que nadie se acercase?
—Pero las fans... —dijo Matt haciendo un puchero.
—Exacto, las fans. Son vuestras fans. Por mucho que mañana nos sacasen una foto y de repente nos conociesen, ¿piensas que las personas que nos seguirían serían fans? No, Matt. Vosotros tenéis un contenido por el que se os valora, nosotras perderíamos nuestro anonimato sin nada a cambio.
Kate acaba de dar justo en el clavo.
¡NO ME PUEDO CREER QUE YA HAYAMOS LLEGADO A 18K LEÍDAS! Pero si hace dos días estábamos en 16, increíble. Mil gracias, de verdad. Esta novela está creciendo a marchas agigantadas y es gracias a vosotras 💞
OS ADORO KOALAS 😘🌸
PD: en multimedia Kate y Brook (en la vida real las chicas son muy amigas) 😊