Big Bad Wolf » Camren

By imheedictator

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Aquellas historias de cuentos de hadas siempre quedarán pequeñas ante el nuevo mundo, lleno de lobos y otros... More

Prólogo
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By imheedictator

Camila POV

Tenía las palabras de Lauren grabadas en mi mente y sobretodo en mi corazón. Tuve que poner todas mis fuerzas para evitar quedarme a su lado. Habían muchas cosas que necesitaba resolver y no las podía hacer estando aquí. No podía arrastrar a Lauren conmigo al fondo del pozo en el cual se había convertido mi vida y esperar que ella fuera la única que pusiera la fuerza y todo de su parte para salir ambas de ahí. Yo tenía que dejar aquel pozo por mi cuenta. Sabía que Lauren estaría esperándome al salir y eso era lo verdaderamente importaba.

Entonces, corrí lejos de Lauren, lejos de su cabaña pero sobretodo corrí lejos de todo lo que me atormentaba.
Cuando estaba apunto de salir de la comunidad sentí una mano jalar de mi brazo deteniéndome, pensé que era Lauren pero me sorprendí al ver a Lukas en su lugar.

—¿Qué crees que estás haciendo?—Lukas preguntó seriamente a la vez sorprendido por mi respiración agitada.

—Me marchó.—Aclaré y esperaba ver satisfacción ante mi respuesta pero él frunció el ceño ante mis palabras.

—¿Por qué?

—Tú sabes muy bien el porque, el padre de Lauren me comento que hablo contigo acerca de la conexión de Lauren. Ya lo sabes todo, incluso que no soy una loba y que nunca lo he sido.—Lukas al escucharme relajo la expresión de su rostro y podía notar el sentimiento de culpa invadirlo.

—Camila, yo no quise que te obligarán a marcharte, estaba preocupado por Lauren.—Sentí la sinceridad en su voz pero eso era lo de menos, tarde o temprano iba a suceder aquella conversación.

—Me voy por decisión propia.—Le aclaré y Lukas estaba realmente confundido por lo que acababa de decir.

—¿Crees que podrás enfrentarte a los lobos tu sola? Todavía tu transformación no ha llegado.—Dijo intentando hacerme razonar.—¿Tienes alguna idea del daño que le causarás a Lauren si te vas?

—Lauren me ha dejado ir.—Respondí y tan solo mencionarlo, hacía que mi corazón se apretase ante el dolor que pudiera causarle a Lauren, tan solo por perseguir respuestas que inevitablemente necesitaba. Lauren era mucho más de lo que yo merecía.

—Si Lauren ha sido capaz de tal cosa, es porque en el fondo ella te ama.—Lukas lo dijo tan tranquilamente como si ya hubiera asimilado el hecho de que Lauren iba a tener una conexión conmigo.

—¿Cómo puede ser posible? Lauren y yo nos conocemos hace poco, yo no puedo sentir tal cosa.—Dije y volví a sentir todos mis miedos apoderarse de mis pensamientos. Yo no podía permitir que Lauren formará una conexión conmigo.

—Es la conexión Camila, esta ahí en su interior.—Lukas señaló su propio corazón.—Es algo que simplemente no puedes evitar.

—La están obligando a amarme y yo no puedo permitir eso.—Lauren merecía mucho más, mucho más que una persona que no sabía amar.

—No es una obligación, es una forma mucho más hermosa de amar. Este vínculo que tenemos las panteras es un signo de protección.—La forma en que lo dijo Lukas, mostraba pasión en sus palabras.—Es por eso que Michael está preocupado de que la conexión ciegue a Lauren y que al querer protegerte a toda costa, afecte sus decisiones como Alfa y sus responsabilidades ante las panteras.—Agregó.

—Yo nunca interferiría entre Lauren y su gente.

—Lo sé y Michael también, después de todo serás una puma excepcional.—Sentí un gran nudo en la garganta, aún no había asimilado todo lo que el padre de Lauren me había revelado.

—Yo... necesito irme, necesito hablar con el general de los lobos y que me diga lo de los ataques en mi cara.—Dije perdiendo el tono de mi voz, tenía tantas cosas en la cabeza que no sabía con cuál empezar.

—Entonces ve pero promete que regresaras, Lauren te necesita.—Lukas me dio un pequeño abrazo y a pesar de todo estaba agradecida con él, porque yo sabía que Lauren nunca iba a estar sola en mi ausencia.

—Siempre encontraré una forma de regresar con Lauren.

Estaba en el bosque perdida otra vez tratando de encontrar el camino de regreso. Si Lauren estuviera a mi lado me hubiera llamado “loca estúpida” por milésima vez y tenía razón, mis acciones demostraban que en cierta forma lo era. Me sentía un poco desorientada pero como era de noche, me daba cierta tranquilidad caminar por el bosque en la oscuridad. A pesar de todo lo que había pasado, yo necesitaba hablar con Amarok, tenía que preguntarle muchas cosas y no, aún no sabía de lo que iba a ser capaz cuando escuchará de sus labios lo que el padre de Lauren me había dado a entender. Por otro lado, tenía a Lauren, dolía dejarla sobretodo después de todo lo que me había dicho pero volvería a su lado, siempre intentaría encontrar la forma de volver con ella, porque a pesar de mis miedos, Lauren me importaba.

Continúe con mi camino hasta que escuché unos pasos alrededor de mí, por instinto observé las ramas de los árboles pero no había nada ahí, solo pude divisar como varias hojas caían de algunas ramas. Entonces, me di cuenta de las estrellas que habían en el cielo, había olvidado como eran observarlas a lo lejos.

—¿Camila?—Escuche una voz que me llamaba y baje el rostro para mirar al pequeño lobo que se acercaba lentamente a mí, no lo reconocí al instante pero luego me di cuenta que era Pat.

—Pat.—Dije en voz baja mientras corría a donde él se encontraba parado.—Estas bien, me había preocupado por ti.—La última vez que había visto a Pat, fue cuando estaba desmayado con grandes heridas por todo su cuerpo.

—Pude recuperarme, aunque no recuerdo mucho de esa noche.

—¿No recuerdas quién te ataco?—Pregunté.

—No, solo sentí una sombra abalanzarse sobre mí.—Respondió y yo sabía que se refería a Lukas.

—Pat, ¿qué haces lejos de la manada a estas horas?—Le pregunté porque sabía muy bien que los lobos no salían de noche.

—Te estamos buscando, el general Amarok esta como loco buscándote. Estoy de guardia...el general peleó con el Consejo porque no querían aprobar las búsquedas nocturnas pero al final el general a puesto vigilancia alrededor del bosque a pesar de la negativa del Consejo.

—Yo también lo busco a él, tienes que guiarme de vuelta a la comunidad.—Iba a acercarme para subir a su lomo pero Pat retrocedió al instante.

—No puedes volver, es muy peligroso.—Pat negó con la cabeza.

—Lo es pero necesito hablar con Amarok.

—Sé que fui un idiota contigo esa noche Camila, no debí dejarte pero el miedo me invadió y te pido perdón por eso. Pero tienes que creerme que no es buena idea que regreses, no con todas las cosas que he escuchado salir del hocico de Suka.

—¿Qué está pasado Pat?—Él iba a hablar hasta que escuchamos un fuerte golpe en el suelo atrás de nosotros. Pat dió unos pasos atrás y yo miré a la pantera que estaba sentada ante nosotros, moviendo la cola duramente contra el suelo, la pantera de ojos verdes que hacía unos instantes me había prometido amor.

—Aléjate de ella.—Lauren mostró sus grandes colmillos e incrustó sus grandes garras en la tierra del suelo agachándose preparada para saltar.

—Lauren, ¿qué haces aquí?—Pregunté pero ella ignoró mi pregunta y se concentró en todo movimiento que Pat hacía.

—Camila, tienen que irse, la guardia cambia cada cierto tiempo y ellos no te dejaran ir.—Pat me empujó con su hocico al lado de Lauren a pesar de los gruñidos que ella le daba. Estábamos tan concetrados en nuestra conversación que no vimos el preciso momento que un grupo de ocho lobos se acercaba desde las sombras. Tal fue mi sorpresa al verlos acercarse y escuchar la voz del lobo que me había hecho la vida imposible.

—Muy bien Pat, encontraste a Camila y todavía con una sorpresa.—Dijo Suka a la vez que se acercaba haciendo sonar fuertemente su nariz.

—Suka.—Respondí y noté que Lauren se puso delante mío, ella estaba con la cabeza en alto y en ningún momento mostró miedo o debilidad ante la cantidad de lobos.

—¡Atrápenlos!—Fue lo último que escuché antes que todo se volviera negro.

Abrí los ojos lentamente y observé el viejo piso de madera de mi antigua cabaña y pude divisar a lo lejos los rayos del sol colarse por la ventana. Estaba recostada en el suelo, repentinamente recordé todo lo que había pasado y levanté la cabeza buscando a Lauren con la mirada pero lo único que encontré fue a Amarok sentado en una silla a unos pocos pasos de mí.

—¿Tuviste unos dulces sueños?—Amarok comía un poco de carne de un tazón y me miraba con el ceño fruncido.

—¿Dónde esta Lauren?—Alcance a preguntarle mientras sobaba mi cabeza, sentía unos fuertes mareos.

—¿Hablas de la pantera que te secuestro? ¿Esa muchacha que no quiere dar la ubicación de sus hermanos?

—Yo me fui con ella por decisión propia.—Al instante sentí un fuerte ruido que me hizo sobresaltar. Amarok había tirado el tazón contra la pared, los trozos del tazón estaban desparramados por el piso.

—¿Desde cuándo traicionar a tu Clan es digno de ser dicho en voz alta?—Amarok estaba furioso pero nada se comparaba con lo que yo sentía.

—Tú y tu Clan se pueden ir al infierno.

—¿Qué pasa Camila? Siempre he sido amable contigo, pensé que estarías contenta de verme.—Amarok se acercaba pero yo retrocedía todo lo que podía.

—Deja de fingir que te importo, deja de fingir que eres una buena persona. ¿Dónde esta Lauren?—Volví a preguntar, no iba a estar tranquila hasta verla una vez más, esta no era la forma en como debieron suceder las cosas.

—Todo lo que te haya dicho esa pantera es una mentira.—Amarok soltó esas palabras y eso solo había hecho que me pusiera mil veces más furiosa.

—¡¿Vas a negar que eres un asesino?!—Grité con todo el odio acumulado.

—¡Basta!—Escuché el sonido de su mano impactar fuertemente contra mi mejilla.

—¿Qué fue lo que paso con mis padres? ¡Quiero la verdad!—Ni su golpe iba a evitar que lo llenará de interrogantes.

—Tus padres murieron, no hay otra verdad detrás de eso.—No entendía como podía ser tan cínico.

—¡No soy una loba! ¡Mis padres no fueron lobos!—Le recordé entre gritos.

—¿Quieres saber qué pasó con tus padres? Murieron y fue porque cometieron un acto prohibido, no fue por lo que tú crees que es.

—¡Ustedes los asesinaron porque nunca fueron lobos! ¡Como es posible que estés tan tranquilo después de todas las vidas que has arrebatado!

—Porque he hecho hasta lo último para proteger este Clan, para proteger a la manada y para protegerte a ti.—No pude seguir escuchando sus palabras que le tiré una fuerte cachetada.

—Que seas una puma no evita que sigas perteneciendo al Clan del Sol.—Repondió mientras se tocaba la mejilla por mi golpe.

—Yo hace mucho tiempo deje de pertenecer a este lugar.—Respondí con toda esa cólera acumulada.

—Esa no es tu decisión Camila, nunca lo fue.

Amarok había ordenado que me ataran y me llevarán al patio principal de la comunidad. Todos los lobos se encontraban ahí transformados y sentados en orden, algunos soldados estaban en su forma humana haciendo guardia en la cabaña de Amarok.
Busqué a Lauren con la mirada pero no la encontraba. Estaba pidiendo con todas mis fuerzas que no le hicieran daño. Lauren no merecía esto, ella era una de las panteras que estaba en contra de la guerra, ella solo quería paz. La paz que los lobos negaron incluso después de haberlos atacado. Estaba tan nerviosa, pero todo de mí se esfumó cuando vi a un grupo de soldados traer una cruz de madera. Fue ahí que lo entendí, Amarok quería la ubicación de las panteras e iban a sacarle la verdad a Lauren por medio de azotes. Trataba de librarme de las cuerdas pero no podía, maldecía mi falta de transformación en estos momentos, mi falta de fuerza humana que no podía salir de ahí e intentar salvarla.
Dejé de intentarlo cuando vi salir de la cabaña a Amarok seguido de su Consejo. Pero mi corazón se rompió cuando pude ver a Suka atrás de ellos, mientras arrastraba a una Lauren toda golpeada y malherida que a las justas podía moverse.
Cuando llegaron a donde los otros soldados se encontraban, instalaron la cruz y colgaron a Lauren ahí mientras amarraban sus dos brazos a las maderas.

—¡Aquí tenemos una basura que se niega a darnos la ubicación de las panteras!—Gritó Amarok, mientras los lobos aullaban.—Si lo que quieres es sufrir, entonces estamos en la misma situación.—Lauren tenía la cabeza gacha y no respondía a nada de lo que decía Amarok.

—¡Suka empieza!—Amarok se dirigió a Suka, inmediatamente él agarró su látigo y con toda su fuerza le tiró a Lauren en el cuerpo.

—¡Ahhhhhhhhhh!—Lauren gritaba de dolor.

—Vamos a hacer un conteo especial, te preguntaré por la ubicación de tus hermanos y vas a responderme o haré que te azoten otra vez, ¿entendiste?—Amarok le hizo una señal a Suka para que continuará.

—¡No la lastimen!—Logre gritar entre todas mis lágrimas.—Por favor, no lo hagan.—Rogué pero Amarok ignoró mis súplicas.

—Uno, ¿dónde están ubicados las panteras?—Preguntó Amarok pero solo se escuchaba mi respiración agitada, Lauren no decía ni una palabra.

—¡Suka!—El general volvió a darle la indicación a Suka y este volvió a tirarle un fuerte azote.

—¡Ahhhhhhhhh!—Lauren estaba muriendo de dolor, pero aún así no dijo nada a pesar de todos los azotes que le tiraban.

—Catorce, me sorprende que aguantes tanto. ¿Dónde se ubican las panteras?—Volvió a preguntar pero esta vez Lauren empezó a reír que hizo que Amarok se enojará tanto que le quitó el látigo de la mano a Suka y él mismo le tiró con toda la fuerza que tenía. Pero esta vez Lauren no se quejó del dolor. Notaba que respiraba entrecortadamente y trataba de aguantar todo lo posible.

—¡No, no, no! ¡Lauren!—Empecé a llorar porque no podía imaginar que estuviera muriendo, no podía soportarlo.

—¡Llévensela de aquí, no quiero escucharla!—Dijo Amarok mientras un grupo de soldados me levantaba y me llevaban a mi cabaña. Cuando llegamos me tiraron al suelo y atrancaron la puerta a pesar de todos mis gritos. Quería ver a Lauren, necesitaba verla una vez más. Fue ahí que entendí que no iba a soportar perderla.

Unconditionally - Katy Perry

Estaba llorando desconsoladamente, mis muñecas sangraban de tanto haber intentado escapar. Pero eso no era nada comparado con lo que yo sentía, me sentía tan culpable de todo lo que estaba pasando.  De repente escuché la puerta abrirse, levanté mi rostro y me encontré con un chico muy joven, era casi un niño.

—Camila, tienes que levantarte, no hay vigilancia en la zona sur de la comunidad.—Decía mientras que con mucho cuidado iba desatando las cuerdas que estaban alrededor de mi cuerpo y sobretodo en mis muñecas.

—¿Pat?—Pregunté con temor.

—Tienes que ir a ver a Lauren.

Cuando llegué a donde Lauren se encontraba, tuve que ahogar un sollozo porque no podía hacer bulla o los lobos iban a darse cuenta. Ella se encontraba tan irreconocible, tenía la cara hinchada y el cuerpo llenó de moretones. La sangre caía de su cuerpo como si fuera algo normal y más sangre goteaba de su cabeza y labios.

Me acerqué suavemente y no sabía que hacer, así que trate de desamarrar las cuerdas de sus brazos. Eso la hizo despertar y a tratar de hablar.

—Uhm… a… yo…—Trataba de decirme.

—Shh, no intentes hablar, te voy a sacar de aquí.—Decía mientras con mucho cuidado sacaba las cuerdas.

—¿Ca…Camila?—Preguntó a duras penas.

—No hagas esfuerzo por favor.—Mis lágrimas empezaban a caer sin temor alguno al ver a la persona con el corazón más grande del universo sufrir de aquella forma.

—Me…me…duele.—Murmuró haciendo una mueca de dolor.

—Lo sé, pronto vas a estar bien.—Traté de darle tranquilidad mientras que lograba desatar una de sus manos. Entonces llevé su brazo a mi hombro para que no hiciera esfuerzo al pararse a la vez que desataba su otra mano.

—No, siento… que no doy... más.—Lauren negó lentamente.

—Vamos a salir juntas de aquí.—Lauren levanto un poco la cabeza y se quedo observándome a los ojos.

—Eres preciosa.—Dijo cuando logré desamarrar su otra mano.

—Por favor, aguanta.—Lauren estaba totalmente apoyada en mí, a lo lejos observé a Pat que hacía guardia para que los lobos no se dieran cuenta.

—Be...same.—Deje de caminar ante sus palabras.

—¿Qué?—Creí no haber escuchado bien.

—Te…necesito.—Lauren estiró su mano para tomar la mía pero no logró alcanzarla debido a su estado, entonces yo tomé la suya.

—Lauren…—Dije con profunda tristeza al ver caer un par de lágrimas de su rostro.

—Besame Camz.

Dude un momento en hacerlo pero me acerqué con cuidado. Intenté tocar suavemente sus mejillas pero Lauren no soltó mi mano de la suya. Ver el dolor en la cara de Lauren era insoportable pero cuando ya estaba acercándome y me encontraba muy cerca a sus labios. Lauren levantó un poco el rostro y me besó. Yo estaba sorprendida y a la vez preocupada por ella. Pero todo se fue lejos cuando sentí que Lauren a pesar de su estado, pegaba mucho más sus labios con los míos y con nuestras manos formaba un puño pegándolo entre nuestros corazones. El beso duró unos segundos hasta que me aparté. Lauren me miraba a los ojos y luego su mirada se dirigió a mis labios.

—No… podía permitir que... dieras el primer... paso.—Noté que sus labios a duras penas formaron una pequeña sonrisa, la cuál me hizo sonreír a mí también a pesar de las lágrimas que caían por mis mejillas.

—No…no…llores.—Volvió a decir.

—Eres todo lo que siempre he querido.—Le acaricié la cabeza mientras continuaba con nuestro camino.

—Seguro es… porque… beso genial.—Bromeo a pesar de la situación en la cual nos encontrábamos.

—Necesito sentir los latidos de tu corazón, están muy lentos.—Dije a la vez que tocaba su pecho.

—Eso ya no... importa.—Dijo.

—¿Por qué?—Pregunté y las siguientes palabras de Lauren me demostraron que esto que había entre nosotras era mucho más que una conexión. Ella a pesar de su estado, en una frase me hizo sentir amada.

—Ahora mi corazón latirá más rápido por ti.

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