Los Miedos de Ethan (BG.5 Lib...

By darlis_steff

36.8M 2.7M 3.5M

Ethan Jones durante años de su vida ha sido el causante de incontables suspiros de mujeres e incluso de algun... More

Ethan Jones
Prólogo
Capítulo Uno
Capítulo Dos
Capítulo Tres
Capítulo Cuatro
Capítulo Cinco
Capítulo Seis
Capítulo Siete
Capítulo Ocho
Capítulo Nueve
Capítulo Diez
Capítulo Once
Capítulo Doce
Capítulo Trece
Capítulo Catorce
Capítulo Quince
Capítulo Dieciséis
Capítulo Diecisiete
Capítulo Dieciocho
Capítulo Diecinueve
Capítulo Veinte
Capítulo Veintiuno
Capítulo Veintidós
Capítulo Veintitrés
Capítulo Veinticuatro
Capítulo Veinticinco
Capítulo Veintiséis
Capítulo Veintisiete
Capítulo Veintiocho
Capítulo Veintinueve
Capítulo Treinta
Capítulo Treinta y Uno
Capítulo Treinta y Dos
Capítulo Treinta y Cuatro
Capítulo Treinta y Cinco
Capítulo Treinta y Seis (Parte I)
Capítulo Treinta y Seis (Parte II)
Capítulo Treinta y Siete
Capítulo Treinta y Ocho
Capítulo Treinta y Nueve
Capítulo Cuarenta
Capítulo Cuarenta y Uno
Capítulo Cuarenta y Dos
Capítulo Cuarenta y tres
Capítulo Cuarenta y Cuatro
Extra: Un diseño para Ethan
Capítulo Cuarenta y Cinco
Extra: Bromances
Capítulo Cuarenta y seis
Capítulo Cuarenta y Siete
Extra: Ethan en un triángulo (PARTE I)
Capítulo Cuarenta y ocho
Extra: Ethan en un triángulo (PARTE II)
Capítulo Cuarenta y nueve
Capítulo Cincuenta (Antepenúltimo)
Extra: Grethan en vivo
Capítulo Cincuenta y Uno (Penúltimo)
Extra: Señorita E y las tendencias
Capítulo Cincuenta y Dos (Final)
Epílogo

Capítulo Treinta y Tres

477K 42.6K 43.6K
By darlis_steff


Capítulo treinta y tres.

Mi boca cuelga abierta mientras veo a todos bailar. Tengo dieciocho años y Leo me ha traído a una discoteca. Él está comiéndole la boca a Marly mientras bailan y yo quería tomar aire, pero todo lo que he conseguido es ver a una pareja tener sexo contra una pared.

Y estoy paralizada. Ellos gimen y ella parece pérdida con sus ojos cerrados. Puedo estar segura que esa no es la manera en la que lucí con Anthony, ni siquiera hacía sonido alguno mientras lo hacíamos o mientras él lo hacía.

Siento como me sonrojo furiosamente y entro de nuevo. Pido dos tragos y los bebo sin ningún reparo. Me adentro a la pista de baile y me pierdo. Un chico se acerca y baila conmigo, pero todo queda en ello. Supongo que aún estoy superando que rompí el corazón de Anthony quien ya se encuentra graduado y lejos de mí.

Tomo un poco más, ese día obtengo mi primera borrachera. Leo dice que hablo un montón y digo cosas divertidas y alocadas a las personas pero que a veces debió tapar mi boca para evitarme problemas.

Descubro que no soy muy tolerante al licor, rápidamente me embriago. Y que algo está mal conmigo porque nunca me vi o sentí de la manera en la que esa pareja se veía disfrutando.



Mi lengua es un total enredo, hay muchas cosas que quiero decir pero todo lo que sale es un sonido angustiado. Mierda ¿Cómo ha sucedido esto?

Una mejor pregunta ¿Cómo Ethan ha conseguido eso?

Su rostros es un lío de muchas emociones, reconozco la ira, tristeza y enojo, siento mi corazón estrujarse. No quiero hacerle daño, me mira como si le he hecho la más profunda de las heridas y eso trae culpa inmediata hacia mí.

Quiero llorar.

Lleva las manos a su cabello antes de tirar de el y gritar, me sobresalto. Mis manos se sienten sudorosas, mi corazón palpita con fuerza.

Todo iba tan bien.

—Déjame hablar, por favor.

— ¡Dijiste que todo estaba en orden! —que me grite me duele e hiere, pero también me enoja. Me aferro al enojo porque no duele tanto como ser herida.

— ¿Estás señalándome como culpable?

—Conozco está jugada Grace.

Soy un torbellino de emociones, todo ello no hace una buena combinación, por el contrario algo me advierte que esto quizá no va a terminar bien.

Ethan se siente herido, traicionado y molesto. Todo ello dirigido hacia mí.

—No sé de qué jugada hablas puesto que ni siquiera me estás dejando hablar—creo que mi voz se va alzando poco a poco.

—Bueno ¿Quieres explicarme cómo mierda encuentro que estás embarazada?

— ¿Te explico cómo se hacen los bebés?

—Confié en ti, dijiste que podía estar seguro ¡Ahora esta mierda!

— ¡Un bebé no es una mierda! — mi temperamento estalla.

—Bueno, supongo que somos un par de estúpidos ¡¿Tienes idea de lo horrible que resulta la idea de ser padre?!

—Creo que estás diciendo mierdas.

— ¿Crees que soy como ellos? ¿Cómo Harry o Doug? ¿Qué el que me suceda va a hacerme mágicamente feliz? Lo siento, pero no. Lo he dicho más de un millón de veces ¡No puedes cambiarme! No estoy hecho para ello, aún más claro, siempre he manifestado que no quiero hijos ¡No iba a cambiar eso por ti!

—Ethan yo te quiero tal y como eres, nunca he intentado cambiarte.

—No lo entiendes.

—Explícamelo.

Intento acercarme, pero retrocede. Su mirada es de dolor y casi puedo escuchar las advertencias de las aproximaciones de un corazón roto. Observo la prueba de embarazo en el mesón en donde la ha dejado y de nuevo a él.

— ¿Qué sucedió Ethan? ¿Por qué no te crees capaz?

—Supongo que esto me pasa por creer que por una vez podía ser bueno en donde todos decían que fallaría. Por ser tan estúpido y creer que esto iba a funcionar. Esto no puede estar sucediendo...

Lleva sus manos temblorosas a su rostro. Esto se siente tan mal.

—Siempre he sido cuidadoso, siempre un maldito condón. Bajo la guardia y todo se jode ¡¿Crees que la idea de tener un hijo conmigo es maravilloso?! Te tengo una noticia y adelanto ¡No lo es!

— ¡Ya deja de gritarme! No soy una estúpida.

—Por como lo veo somos dos estúpidos. Yo aún más estúpido por creer que esto iba a funcionar.

Me doy cuenta de algo finalmente:

Ethan no quiere hijos ahora, mañana o en un futuro.

Yo quiero tener bebés en algún momento de mi vida.

Ethan no quiere pensar en un futuro.

Supongo que la idea del matrimonio no suena descabellada para mí.

Ethan apenas tolera ir a las bodas de sus amigos.

Todo este tiempo yo veía un futuro, él solo veía el presente.

Observo la prueba de forma borrosa, las lágrimas que no derramo me dificultan ver, siento como si apretujaran mi corazón e impidieran a mis pulmones tomar profundos respiros.

¿Estaba yo intentando cambiarlo? Después de todo estaba esperando que diera más de lo que siempre estuvo dispuesto.

—Si estoy embarazada... ¿Qué pasaría Ethan?

—Esa prueba da positivo—las palabras podrían ser ácido quemando su garganta.

—Respóndeme Ethan.

Por un momento ve fijamente la pared detrás de mí y luego sus ojos caen en mí. Su mirada se endurece mientras su mandíbula se tensa.

—Me haré cargo.

— ¿Te refieres a cumplir el papel de ser un banco humano y no un padre?

—No va a faltarle nada.

—Sí, sí que lo hará. Vas a faltarle tú.

—Voy a hacerme cargo.

—No necesito tu dinero, todo lo que pude necesitar fue a ti. Queremos cosas muy distintas.

—Lo veo.

—Me estás lastimando ¿Lo sabes?

—No eres la única siendo lastimada.

—Vete Ethan, no creo que debamos hablar. Está claro que tú y yo hemos terminado y no necesito de tu dinero. Podría hacer esto sola. De nada me sirven tus billetes cuando no puedes darme tu corazón. Yo a ti te a...—me interrumpo y sacudo mi cabeza, siento un par de lágrimas caer—. Vete.

—Puedes verme como un monstruo insensible, pero no sabes todo lo que les evito a ti y a ese bebé. No soy bueno.

—No nos evitas nada, te lo evitas a ti mismo. Vete. No necesito o quiero nada que provenga de ti. Y quizá tienes razón, no eres bueno para mí.

Mis últimas palabras parecen que tienen el impacto de una herida profunda lastimándolo y eso no me hace sentir ni un poco mejor por mi propio dolor. Sus heridas también me duelen a mí porque estúpidamente lo amo y lo que lo lastima también me afecta, incluso si quien lo lastima soy yo.

Se da la vuelta y camina hasta la puerta lo sigo, entendiendo que estamos terminando, que le doy su libertad. Quizás Ethan es como esa clase de ave que siempre necesita volar solo para sentirse libre y seguro. No seré quién corte sus alas y él no será quien corte las mías.

Todos tenemos miedos en esta vida, supongo que él escoge vivir con el suyo del mismo modo en el que yo no he dejado ir muchos de los míos. Para ser justa, admito, que él es cobarde por decidir irse y yo por no querer dar más de mí en algo en donde parece que nos dirigimos a direcciones opuestas.

En última instancia se gira, no me observa.

—Voy a hacerme cargo.

—No lo necesito.

—Nunca dejaría desprotegido a... alguien que viene de mí.

— ¿Seguro? Porque se siente como que lo haces.

—Me haré cargo, seremos adultos y lidiáramos con esto. No sabes cuánto lamento esto.

—Me hago una idea.

Alzo mi barbilla temblorosa, él parpadea continuamente y luego sale cerrando la puerta detrás de él. De inmediato las lágrimas comienzan a caer. Se siente horrible, me duele el pecho. Pensé que cuando las personas hablaban de un corazón roto ellas solo exageraban, pero se siente muy real. Duele mucho.

Corro hacia la cocina y tomo la maldita prueba casera. Veo las dos rayas señalando el positivo y la arrojo contra la pared, esperando que la maldita cosa se haga añicos, lo cual por supuesto que no sucede porque así de jodida anda mi suerte.

Tomo mi celular del bolsillo trasero de mi short y marcó el número de la única persona que podría explicarme cómo es que la relación más real y especial que he tenido en mi vida se ha ido al carajo sin siquiera planearlo.

— ¿Grace?

— ¿Qué sucedió? — soy directa.

— ¿De qué hablas?

— ¿Qué hiciste en mi baño?

La línea se queda en silencio, aprieto el celular en mi mano, casi lastimando mi oreja cuando presiono muy fuerte el artefacto.

»Sé de la prueba de embarazo que te has hecho aquí.

—Mierda, iba a decírtelo.

— ¡Debiste decírmelo! — Rompo a llorar presionando mi frente de la palma de mi mano— Debiste decírmelo Marly.

— ¡No podía!

— ¡¿Por qué?!

— ¡Porque no es de Leo!— rompe a llorar—. No lo es.

El dolor no viene tan arrollador como lo hizo con Ethan, pero me duele.

Me duele porque ahora no sé si la conozco.

Me duele por Leo.

Y me duele por lo que su imprudencia ha ocasionado. Mejor dicho: su engaño.

— ¿Quién mierda eres y dónde está la Marly que conozco? ¿Cómo pudiste hacerle esto a Leonardo? ¿Cómo vienes a la casa de su mejor amiga a confirmar tus mentiras? —Le grito llena de impotencia y rabia— ¿Cómo vienes y siembras la duda en mi relación?

—Grace, escúchame...

— ¡Grace un cuerno! Oh, Dios mío ¿Quién coño eres? Tu prueba ha ayudado a arruinar lo más bonito que me había pasado en seis años. ¿Qué has hecho Marly?

—No se lo digas a Leo, por favor. No se lo digas—llora.

Ni siquiera sé que decirle. Ya tengo un secreto así de grande conmigo, no necesito el suyo. No necesito mentirle a Leo. Cuelgo la llamada. No necesito escuchar su llanto cuando tengo el mío propio.

Ethan asumió que yo lo arruiné, que espero su bebé y lo dejé creerlo. Porque tiene razón, soy una estúpida. Una estúpida que vio cómo sería su reacción ante un embarazo, ante compromisos largos y duraderos.

Hay una parte de él aun esperando lo peor de las personas, casi parecía predispuesto a que yo fallara de algún modo. Tiene la idea de que todos van a lastimarlo sin darse cuenta que sus propias espinas además de lastimar a los demás son las que lo lastiman a sí mismo.

Hay pocas personas de las que quisiera un abrazo, dos de ellas son descartadas:

Ethan porque es imposible justo ahora.

Y Leo, ni siquiera sé cómo verlo a la cara sin decir nada o diciéndoselo todo. Los dos escenarios son igual de horribles porque ambos lo dañan y lastiman.

Lloro por mucho rato, sola y sintiéndome terrible. Cuando mi cabeza duele y mis ojos arden, transfiero la fiesta de llanto a mi habitación. Me acuesto y abrazo mi almohada.

Me niego a creer que me enamoré del hombre equivocado. Lo amo e incluso con un corazón roto y una ruptura tan mala me siento afortunada de los sentimientos, me ayuda a aceptar que no estoy entumecida y que aun sin ser compatibles y toda la mierda fea, para mi él se sintió como el indicado.

Y ahora no lo tengo conmigo. Lo dejé volar solo porque me rendí.

No quiero ni pretendo cambiarlo y tampoco puedo estar con alguien que no espera compromisos de la vida, no pido que tengamos hijos de inmediato o una boda mañana, solo que se sintiera preparado en algún momento de su vida para algo más que nosotros pasando el rato.

Pero él lo odia. Odia toda muestra verdadera y duradera de amor. Es como indirectamente decir que odia mis sentimientos, excepto que no sabe de la magnitud de ellos.

Lola llega en algún momento y me hago la dormida porque finalmente he dejado de llorar y no quiero contarle ahora cuando podría volver a ser una fuga de lágrimas. Cuando sale de mi habitación y cierra la puerta detrás de ella, tomo mi celular.

Han pasado seis horas desde que Ethan salió del apartamento y decido escribirle el mensaje de lo que no me dejo explicar en un principio, pero que no me esforcé en decir después.



"No es mía. No hay bebé. No hay nada de lo qué hacerse cargo.

No es mi prueba Ethan. No vas a ser padre."



Cierro mis ojos y respiro hondo tras enviar el mensaje, su respuesta tarda en llegar. Son cortas palabras llenas de mucho significado.



"Supongo que tenemos una confianza rota de ambos lados."



"Supongo que esto se acabó.

Buenas noches, Ethan"



Apago mi celular y me ordeno dormir, mientras más rápido duerma, más rápido se irá el dolor. Excepto que olvido algo importante: pesadillas. Y ellas me atormentan toda la noche.

Una y otra vez vivo el episodio de aquella noche de marzo, solo que en última instancia no soy yo quien trata de ayudar, es Ethan. Y cuando bajo mí vista mis manos están llenas de sangre y hay una pistola junto a un cuchillo.

Siendo yo quien ocupa el lugar de Jorge.

La noche se llena de mis gritos mientras las imágenes dentro de mis pesadillas me atormentan.

***

12 de agosto, 2014.

La abuela me abraza, ella no sabe qué sucede, pero ella sabe que no me siento bien. Mamá solo parece torpe sin saber qué hacer y yo solo me siento con los ánimos por el suelo mientras me reúno con ellos. Tía Olivia me saluda con entusiasmo y creo que se decepciona cuando no encuentra a Ethan, finjo que no me doy cuenta.

Su ausencia y mi estado de ánimo delatan de qué va mi tristeza, pero ninguno pregunta directamente porque desde el accidente tratan de irse con cuidado cuando se trata de mis emociones más profundas.

Como en automático, hay un extraño silencio en mi cabeza. Supongo que suficientes torturas estoy teniendo con las secuencias de pesadillas los últimos días. Mi cerebro está cansado de ello, me reporté cómo enferma y pedí poder trabajar desde casa. Intuyo que Kaethennis sabe de qué va todo, pero está dándome el espacio que estoy prácticamente obligándole a darme.

Alrededor de la mesa mi pequeña familia materna intenta esconder el gran elefante rosa deprimido – yo – y eso me hace sentir como antes, cuando la herida era reciente. No quiero ser vista como débil.

—Quiero ver al cirujano.

Todos detienen su conversación y centran su mirada en mí, ni siquiera esperaba que esas palabras fueran dichas por mí, estoy tan sorprendida como ellos.

— ¿Qué? — la abuela parece cuidadosa.

—Quiero ver el cirujano. Estoy lista para seguir.

Pasan largos segundos en los que mis palabras se registran en sus mentes y entonces parece que todos toman un respiro colectivo de alivio, como si esas palabras fueran la que estuvieron esperando durante mucho tiempo. Parecen felices y entusiasmados de ellos.

Y yo me encojo en mi silla deseando ser más pequeña porque me siento decepcionada de la decisión. Como si me fallara a mis creencias y a mi postura durante todo este tiempo. Como si intentara maquillar lo que Ethan llamó mientras besaba: lindas marcas de guerra. Como si pretendiera ser alguien que no soy.

Como si no fuera una sobreviviente.

***

15 de agosto, 2014.

Cuando Leo me ve se pone de pie y me abraza con fuerzas. Le devuelvo el gesto, está al tanto de mi nuevo estado de soltería. Seguro que quiere darle unos golpes a Ethan pero asegura que la misma cantidad me la quiere a dar a mí porque asegura que el problema de juntar a dos estúpidos es que hacen terribles estupideces y nosotros somos una prueba de eso.

—Explícame de nuevo qué pasó niña estúpida.

Muerdo mi labio ¿Cómo empezar a decir que todo esto tiene raíz es una prueba de embarazo que su esposa se hizo en mi baño?

Observo con fijeza a Leonardo, quien ha sido mi amigo prácticamente toda mi vida. Desde que teníamos ocho años y le presté mis creyones. Amo a mi amigo, me gusta la alegría continua y bromista que siempre tiene. Marly ha sido su gran amor desde que a los dieciséis descubrió que no era desprecio y odio lo que sentía hacia ella, desde entonces no ha tenido ojos para ninguna otra mujer. Renunció a una propuesta de irse a trabajar en un excelente cargo a Estados Unidos por ella, para no hacerla renunciar a sus sueños yendo con él o terminando la relación por la distancia.

¿Por qué Marly engañó a Leo? ¿Vale más la pena un momento de lujuria y placer que un amor que dijiste ser el verdadero? No sé si soy egoísta, pero me gustaría no haber sabido, me gustaría no ser quién tiene esta confesión atorándose en su garganta.

—Él piensa que no puede confiar en mí, de hecho creo que no tuve su confianza plena realmente. Yo... tengo sueños, Leo. Quiero tener niños, aun no sé si quiero casarme, pero quiero poder pensar en un futuro con el hombre que amo. Ethan odia todo ello, no deja de decirlo, entonces ¿Qué ganó enamorándome de alguien que quizás solo espera pasar el rato porque no ve un futuro conmigo?

—Bueno, ya estás enamorada bebé.

—Y ya duele bastante. Lo amo y no voy a cortar las alas que él creo piensa que lo hacen libres. Tampoco puedo condenarme a una relación que no va a futuro. No sé, es complicado. Dijo cosas feas que me hicieron saber su reacción si algún día dijera que estoy embarazada o algo que conlleve a compromisos en una relación.

No creo que alguna vez pueda olvidar la reacción de Ethan, su mirada o palabras. Supongo que no iba a funcionar.

—Eso es triste ¿Era el indicado Grace?

Miro hacia mis manos aun sin nada en ellas. No quiero hacerme esa pregunta porque sí, es el hombre que me ha hecho sentir física y emocionalmente. Es el hombre al que arbitrariamente le he contado lo que sucedió aquella noche. Es... todo.

Alzo de nuevo mi vista y trato de darle una sonrisa a Leo. Debo decirle. No puedo creer que una vez más en mi vida un secreto como este se encuentre en mí. Tengo el poder de herir a otra persona con un error que no ha sido mío, una vez más.

La primera vez que un secreto como este tuvo en mi poder yo simplemente no pude verlo y decirlo, hasta el día de hoy lo guardo, no creo que pueda con dos secretos así.

—Necesito decirte algo, Leo.

—Yo también, pero dilo tu primero.

—Es que...—me mira expectante y me acobardo—. Mejor dime tú primero.

Toma un profundo respiro antes de dejarlo ir y darme una gran sonrisa, lo que dice a continuación me congela.

—Voy a ser papá, Marly está embarazada.

Abro y cierro mi boca continuamente. No lo hizo.

Marly no pudo haber hecho esto.

Ella le ha dicho eso para que yo no tuviera el poder de hacerlo, para que la felicidad de Leo me intimidara y llevara a guardar su error. Para que prefiriera traicionar la confianza de mi mejor amigo antes de herirlo directamente con la verdad.

Marly me conoce porque ha sido mi amiga, ahora en este momento no la siento como una.

Mis ojos se humedecen y las lágrimas caen. Esto es francamente horrible. Frente a mi Leo parece extasiado de felicidad y es tan buen amigo que ni siquiera malinterpreta mis lágrimas como de felicidad, él sabe que son del tipo de las malas.

—Bebé ¿Qué sucede? ¿Por qué lloras?

—Oh, Dios mío— llevo una mano a mi boca.

Siento que los secretos se mezclan dentro de mí y quieren salir.

Debes romper el corazón de Leo, debes ser sincera. No puedes fallarle también a él.

— ¿Grace? Pensé que la noticia te haría feliz, digo, serías su tía y...

Debo decirle, debo soltar el secreto.

—Jorge no era el padre de los mellizos, lo era papá— suelto el secreto equivocado, o tal vez digo lo que por seis años me ha estado asfixiando.

— ¿Qué?

—No eran mis medios hermanos, lo eran completamente y papá no lo sabe—lloro—. Lo he sabido porque Jorge lo susurro antes de ir por Cheryl, y luego mamá lo admitió. Todo este tiempo lo he sabido y no he podido decírselo y se siente mal.

Se pone de pie y se sienta a mi lado para abrazarme. Oh, Leo.

—Y no quiero que eso suceda contigo...

— ¿Grace? —deja de acariciar mi espalda.

—Lo siento, no voy a hacerte esto a ti. Prefiero romperte el corazón ahora a que ella lo haga en un futuro cuando lo sepas.

—Grace, no entiendo...

—No es tuyo. El bebé no es tuyo Leo, lo siento.

Su cuerpo se tensa antes de dejar caer los brazos de mí alrededor. Se aleja y alzo la vista encontrándome con su mirada. Niega con su cabeza.

—Lo siento Leo.

Sacude su cabeza y se pone de pie, lo imito y comienzo a seguirlo cuando se aleja. Tropieza con las personas. Grito su nombre una y otra vez hasta que se da la vuelta. Sus ojos están rojizos y su rostro muy pálido.

— ¿Sabes cuál es la parte horrible de lo que has dicho, Grace?

—Leo... por favor...—debe creerme.

—La parte horrible es que te he conocido toda mi vida y sé cuándo mientes.

—No...

—Y desearía que en este momento lucieras como una mentirosa, pero también sé cuándo dices la verdad. Sé que confiaría en ti con los ojos cerrados y que cuando uno de nosotros siente dolor el otro también—cierra sus ojos y una lágrima cae— ¿Por qué no puedes ser una mentirosa? De ese modo no estaría sintiendo que la tierra se mueve debajo de mis pies y que mi mundo se cae a pedazos.

—No puedo mentirte.

—Necesito irme—se da la vuelta pero se detiene—. Gracias por ser mi amiga.

Luego lo veo alejarse. Me abrazo a mí misma. Siento flashes, me giro y saco mi dedo corazón a los malditos buitres que fotografían un momento como este.



Holaaa, no creo que aun sea el momento duro de la historia, no sé...

Por favor envíen abrazos para Leo, bueno, y mensajes de fuerza para Grethan hahaha ¡Ay, yo los shippeaba!

Para noticias sobre mis historias:

Instagram: DarlisStefany

Twitter: Darlis_Steff

YouNow: DarlisStefany

Capítulo dedicado a @LizmaryTavarezCanari tu nombre de usuario es medio complicado haha. Gracias por todo el apoyo, en esta ocasión el hada ha decidido elegirte a ti ¡Espero siempre encontrarte en mis historias!

Espero les guste.

Un beso.

Continue Reading

You'll Also Like

15.4M 1.7M 62
La inspiración de Andrew. ¿Quién no conoce a Andrew Wood? Es integrante de la aclamada banda inglesa BG.5. Lo llaman Santo Wood, algunos, Andu bebé y...
8.7K 387 31
𝗗𝗘𝗝𝗔𝗠𝗘 𝗦𝗔𝗡𝗔𝗥𝗧𝗘 | Déjame sanarte con versos de amor, con palabras que calmen cualquier dolor. En mis rimas encuentras abrigo, un bálsamo...
31.1K 2.9K 77
-ama , vive, disfruta. Emilio no puedes estar aquí para siempre - quizás ya se acabó y no era para ti - Emilio eres tan ingenuo en pensar que iba a...
1.9K 278 44
Una Historia Alterna de la Guerra Santa esta apunto de comenzar, siendo el Siglo XXI el año donde La Reencarnación de Athena y Hades volverán a comba...