Capítulo Treinta y Tres

476K 42.6K 43.6K
                                    


Capítulo treinta y tres.

Mi boca cuelga abierta mientras veo a todos bailar. Tengo dieciocho años y Leo me ha traído a una discoteca. Él está comiéndole la boca a Marly mientras bailan y yo quería tomar aire, pero todo lo que he conseguido es ver a una pareja tener sexo contra una pared.

Y estoy paralizada. Ellos gimen y ella parece pérdida con sus ojos cerrados. Puedo estar segura que esa no es la manera en la que lucí con Anthony, ni siquiera hacía sonido alguno mientras lo hacíamos o mientras él lo hacía.

Siento como me sonrojo furiosamente y entro de nuevo. Pido dos tragos y los bebo sin ningún reparo. Me adentro a la pista de baile y me pierdo. Un chico se acerca y baila conmigo, pero todo queda en ello. Supongo que aún estoy superando que rompí el corazón de Anthony quien ya se encuentra graduado y lejos de mí.

Tomo un poco más, ese día obtengo mi primera borrachera. Leo dice que hablo un montón y digo cosas divertidas y alocadas a las personas pero que a veces debió tapar mi boca para evitarme problemas.

Descubro que no soy muy tolerante al licor, rápidamente me embriago. Y que algo está mal conmigo porque nunca me vi o sentí de la manera en la que esa pareja se veía disfrutando.



Mi lengua es un total enredo, hay muchas cosas que quiero decir pero todo lo que sale es un sonido angustiado. Mierda ¿Cómo ha sucedido esto?

Una mejor pregunta ¿Cómo Ethan ha conseguido eso?

Su rostros es un lío de muchas emociones, reconozco la ira, tristeza y enojo, siento mi corazón estrujarse. No quiero hacerle daño, me mira como si le he hecho la más profunda de las heridas y eso trae culpa inmediata hacia mí.

Quiero llorar.

Lleva las manos a su cabello antes de tirar de el y gritar, me sobresalto. Mis manos se sienten sudorosas, mi corazón palpita con fuerza.

Todo iba tan bien.

—Déjame hablar, por favor.

— ¡Dijiste que todo estaba en orden! —que me grite me duele e hiere, pero también me enoja. Me aferro al enojo porque no duele tanto como ser herida.

— ¿Estás señalándome como culpable?

—Conozco está jugada Grace.

Soy un torbellino de emociones, todo ello no hace una buena combinación, por el contrario algo me advierte que esto quizá no va a terminar bien.

Ethan se siente herido, traicionado y molesto. Todo ello dirigido hacia mí.

—No sé de qué jugada hablas puesto que ni siquiera me estás dejando hablar—creo que mi voz se va alzando poco a poco.

—Bueno ¿Quieres explicarme cómo mierda encuentro que estás embarazada?

— ¿Te explico cómo se hacen los bebés?

—Confié en ti, dijiste que podía estar seguro ¡Ahora esta mierda!

— ¡Un bebé no es una mierda! — mi temperamento estalla.

—Bueno, supongo que somos un par de estúpidos ¡¿Tienes idea de lo horrible que resulta la idea de ser padre?!

—Creo que estás diciendo mierdas.

— ¿Crees que soy como ellos? ¿Cómo Harry o Doug? ¿Qué el que me suceda va a hacerme mágicamente feliz? Lo siento, pero no. Lo he dicho más de un millón de veces ¡No puedes cambiarme! No estoy hecho para ello, aún más claro, siempre he manifestado que no quiero hijos ¡No iba a cambiar eso por ti!

Los Miedos de Ethan (BG.5 Libro #3) Disponible en libreríasWhere stories live. Discover now