Fué un beso lento y dulce, se sentía tan bien tener de nuevo sus suaves labios sobre los míos. No sé como había sobrevivido cuatro días sin probarlos. Seguía besándolo y ni él ni yo parecíamos querer acabar con ese momento.
-Chicos!!- gritaron detrás de nosotros, ambos nos soltamos y volteamos a ver. Era Freddy.
-F-Freddy- dijo Alonso sonrojado.
-¿Pero qué hacen? No digo que esté mal, pero alguien pudo haberlos visto.
-Pero nadie nos vió, solo tú- levanté el libro del piso.
-B-bueno t-tenemos que irnos.
-Tranquilo Alonso- lo tomé del brazo impidiéndole avanzar.
-Esto que acabo de ver ¿quiere decir que ustedes ya se reconciliaron?
-No!- dijo Alonso zafándose de mi agarre.
-No te enojes Alon- volví a tomarlo del brazo.
-Freddy ¿dónde estás?- una voz interrumpió nuestra conversación.
-Aquí- gritó mi amigo.
-Oh aquí estas. Vamos ya tengo el libro- Alonso y yo nos miramos un segundo para despúes mirar al chico que se acababa de unir a nosotros.
-Miren chicos el es Jason, mi compañero.
-Hola- dijimos aún mirándolo. El chico frente a nosotros era un poco parecido a mí, a diferencia que era moreno, de cabello castaño y sus cejas no estaban tan pobladas como las mías.
-Bueno nosotros nos vamos, adiós chicos y Alonso relajate- a lo que él solo rodó los ojos.
Mientras ellos se alejaban, me puse de frente a Alonso.
-Escucha.
-No quiero escuchar nada, solo vamos a hacer este trabajo y luego cada quien por su lado.
-¿Por qué eres así conmigo?
-Porque no quiero escuchar la misma historia de nuevo. Eso de te quiero pero también a ella, estoy confundido, no sé lo que siento por ti, disculpame por besar...- sí, lo callé con un beso.
-Alonso, enserio perdón pero me es inevitable estar a tu lado sin querer besarte.
-Pues entonces tendremos que hacer este trabajo por separado.
-Sabes que eso no se puede.
-Pues si no dejas de hacer todo esto así será.
-Esta bien, dejaré de hacerlo pero una cosa más.
-¿Cuál?
-Ésta- lo besé de nuevo, no podía evitarlo este chico controlaba mis sentidos cuando estaba cerca mío- ahora sí ya no haré nada que tú no quieras, vamos a hacer ese trabajo.
Salimos de la biblioteca, buscábamos donde poder sentarnos tranquilamente, pero había estudiantes por todos lados.
-¿Y si vamos al jardín?- propuse- Ahí no hay nadie y tendremos tranquilidad para leer y escribir ¿te parece?
-Esta bien, vamos.
Íbamos camino al jardín, pero nos encontramos con alguien con quien no nos hubieramos querido encontrar...