Asistente (Omegaverse)

By jesigcalvario

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Harry es un omega muy independiente que viene de una familia de betas por lo cual no fue criado como un omega... More

Sobre a/b/o
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15 (Parte 1)
Capítulo 15 (parte 2)
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19 (parte 1)
Nota: AYUDAA
Capítulo 19 (parte 1) De repuesto (?
Capítulo 19 (parte 2)
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26 (Parte 1)
Capítulo 26 (parte 2)
Capítulo 27
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40 (parte 1)
Capítulo 40 (parte 2)
Nota
Epílogo 2.0
Extra (parte 1)
Extra (parte 2)
Nota de la Jesi
Aviso importante

Capítulo 28

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By jesigcalvario



Harry no podía arrepentirse más en esos momentos de haberles dejado una llave de su apartamento a sus padres. Aunque bueno, no se habrían quedado tranquilos si no lo hubiese hecho. Pocas veces habían entrado sin su autorización de todos modos y ahora no entendía por qué lo habían hecho.

Louis siguió abrazándolo por la cintura y cuando el omega se percató de ello lo empujó para que dejara de tocarlo. El alfa se separó un poco pero dejó una mano aferrada a su zona lumbar mientras miraba a sus padres. Harry no sabía cómo manejar la situación así que simplemente rezó para que todo saliera bien y se fueran pronto.

- ¡Te estoy llamando hace dos horas! – exclamó su madre mirándolo como si Louis no estuviera allí - ¿Por qué no contestabas? Salimos a cenar por aquí y queríamos verte.

- Estaba en el teatro, apagué el móvil – se excusó él desviando la vista, no podía sentir más vergüenza de que su madre lo estuviese regañando frente a Tomlinson. Por el amor de dios, iba a creer que era un nene de mamá. Y quizás no va a estar muy equivocado...

Su madre lo miró durante unos segundos con su expresión dura aflojándose. No podía seguir regañándolo. Tenía veinticuatro años, no necesitaba avisarle cada vez que salía de su apartamento. De hecho, ellos no tenían por qué estar ahí.

Des, su padre, se giró hacia él después de apagar el televisor. Estaba sentado en el sofá como si fuese su casa. A Harry no le molestó, vaya a saber uno cuánto tiempo lo había obligado su madre a quedarse esperándolo allí. Se maldijo a sí mismo por no prender el móvil de camino hacia su casa porque así habría sabido que su madre había estado llamándolo.

- Hola, hijo – saludó su padre esbozando una sonrisa – Y... - agregó mirando a Louis.

- Louis Tomlinson, su alfa – se presentó él mismo todavía sosteniéndolo por la espalda.

Harry se giró hacia él impresionado. No, no era una buena forma de comentarles a sus padres sobre que tenía un alfa. Miró a su madre esperando lo peor. Anne estaba mirando a Louis fijamente, con los ojos a punto de salírsele de las órbitas, como si recién se percatara de su presencia en la habitación. Mamá, por favor... no hagas una escena rogó para sus adentros el omega.

- No – comentó ella y lanzó una risotada – Harry no tiene alfa... ¿verdad, Harry? – preguntó mirándolo con una sonrisa fingida.

- Ehm... - farfulló él, incómodo – Bueno... ahora sí.

- ¿Cómo? – preguntó ella alzando las cejas – No, tú me lo habrías dicho.

Harry comenzó a jugar con sus manos mientras buscaba las palabras indicadas para la situación. Hacía mucho tiempo que no hablaba con su madre, últimamente había estado tratando de evitarla a toda costa. Es que, su madre era una pesada sin remedio así que no había querido contarle nada sobre su reciente relación. O casi relación o... alfa.

- Sólo hace unas semanas – confesó bajando la vista hacia el piso – Iba a decírtelo pronto.

- ¿Semanas? ¿Qué? – exclamó Anne impresionada, alzando la voz - ¿Cómo no me lo dijiste hace unas semanas?

Harry se agarró la cabeza con una mano durante unos segundos, irritado con la idea de tener que notificarle cada aspecto de su vida a su madre. Había creído que iba a terminar su cita de la mejor forma, teniendo sexo con Louis en cada rincón de su apartamento. Pero no, tenían que llegar sus padres a arruinarlo todo. Bueno, su madre para ser más específicos.

- Voy a por una cerveza – anunció girándose hacia Louis - ¿Quieres una?

El alfa asintió así que caminó hacia su cocina dispuesto a ignorar a su madre que seguía chillando cosas como "¿Estás enojado conmigo? ¿Por eso no me lo has dicho?". Típico de su madre, todo tenía que girar alrededor de ella.

Louis lo siguió y en menos de un minuto su madre estaba entrando por la puerta también. Harry abrió la heladera y tomó dos latas de cerveza. Realmente necesitaba alcohol en ese momento. Un vodka o un ron habría estado mejor pero no podía darse el lujo de gastar en bebidas blancas así que no tenía mucho para elegir.

- Harry, debes dejar de tragar tus problemas con alcohol – dijo en un tono severo Anne – ¿Qué te pasa? ¿Él te trata mal? – preguntó señalando a Louis. No, no es él. Eres tú pensó Harry fastidiado con su actitud. Tenía que dejar de meterse en donde no la llamaban – Si me entero de que le haces algo no me importará que seas alfa. Iré a buscarte, jovencito – amenazó a Louis alzando su dedo índice.

- No es él, mamá. Para, por favor – suplicó el omega mientras le pasaba una lata a Louis y luego abrió la suya rápidamente.

- Está bien... - dijo Anne antes de dar un largo suspiro - ¿Cuánto tiempo llevan saliendo exactamente? – preguntó fingiendo una sonrisa hacia Louis.

- Técnicamente esta es nuestra primera cita – respondió el alfa con el semblante serio. Joder, para de cagarla. Cállate.

- ¿Primera cita? – balbuceó su madre poniéndose más blanca de lo habitual - ¿Y lo traes a tu apartamento? – chilló provocando que Harry diera un largo trago a la lata de cerveza - ¡Des, por el amor de dios, ven aquí! – gritó girándose hacia la puerta de la cocina.

Harry se apoyó en la encimera mientras tomaba otro trago de su bebida. ¿Cómo iba a hacer para echarlos de allí lo más pronto posible? Louis tomó de su cerveza demasiado relajado para su gusto. No era justo, tendría que estar tan nervioso como él o más.

El padre de Harry entró en la cocina bastante desganado, a esa hora solían estar durmiendo así que supuso que estaba cansado. Su cocina era chiquita por lo cual Harry se inquietó cuando su padre entró porque ahora ambos estaban en frente suyo y lo hizo sentirse encerrado, como bloqueaban la puerta no tenía salida. Mierda, ya estaba pensando en salir corriendo de su propio apartamento.

- Tranquila, Anne – murmuró Des apoyando una mano en su hombro - ¿A dónde fueron chicos? – preguntó después, amigablemente.

- Fuimos a ver La Boheme – respondió Harry esbozando una sonrisa que contagió enseguida a su padre.

- Están en su primera cita – dijo apretando los dientes Anne, hacia su padre.

- Sí, probablemente deberíamos irnos – comentó Des acariciando el hombro de su esposa para apaciguarla.

- ¿Irnos? Ni hablar – respondió Anne cruzándose de brazos. Mamá, ya hemos follado. Vete por favor pensó Harry conteniéndose de tomarse toda la cerveza de un solo trago.

Su padre guió a su madre hasta una de las sillas de la mesa de un metro por un metro que poseía Harry y la ayudó a sentarse antes de hacerlo él también en la silla de en frente, la única demás que había. Anne murmuró algunas quejas a su padre que el omega no pudo entender. Quizás era algo como "no lo hemos educado así", por cómo la conocía. Harry miró a Louis cuando se formó un silencio bastante incómodo. Éste lo estaba mirando fijamente, ensimismado en sus pensamientos. El omega estiró una mano para que se acercara así que el alfa caminó hacia él y tomó su mano entrelazando sus dedos. Harry se sintió mucho más seguro así, no importaba qué estupideces dijera su madre si Louis lo apoyaba.

- Entonces... - empezó a decir su padre para romper el hielo - ¿A qué te dedicas, Louis?

- Trabajo en la alcaldía – contestó totalmente relajado Louis antes de dar un trago a su cerveza. Harry no daba crédito a lo cómodo que se encontraba el alfa, era como si ya hubiese conocido a sus padres antes.

- Ah, ¿eres pasante? – preguntó Des con claro interés.

- No, soy el Secretario General – respondió el alfa como si fuera algo evidente.

Un ruido fuerte hizo que Harry se sobresaltara. Su madre había dejado caer su mano sobre la mesa en un golpe seco. Contuvo la respiración durante unos segundos cuando se dio cuenta de que no iba a estar nada contenta. Más bien todo lo contrario, parecía que estaba a punto de desmayarse.

- ¿Qué? – preguntó Anne torciendo el gesto.

- Mamá, no es lo que crees...

- ¡Eso es abuso de poder! – chilló su madre exasperada - Ya decía yo que no podía ser que hubieses encontrado un alfa. ¿Cómo se te ocurre Harry? Tendrías que habérmelo dicho. Si era por dinero, podemos pagarte el apartamento...

- Harry ya no trabaja para mí – dijo Louis de forma tajante - Le aseguro que no le estoy pagando nada.

Sólo la cochera pensó Harry de repente. Pero más le valía que ni se le ocurriese comentarle eso a su madre porque no saldría vivo de esa cocina.

- No es por el dinero – negó el omega con la intención de tranquilizarla – Hace tiempo que dejé el trabajo. Tu abogado me hizo el telegrama de renuncia – puntualizó para entendiera que ya se lo había dicho - Recién empezamos a salir mamá, no lo empeores.

- Si lo hubieses conocido en la facultad – balbuceó Anne evidentemente preocupada – Pero tu jefe... tu jefe. No puedo creerlo.

- Anne, deja de dramatizar – trató de tranquilizarla Des, con un tono de fastidio también - Ya no es su jefe, te lo están diciendo. Además es un niño, míralo – agregó girándose hacia el alfa - ¿Cuántos años tienes?

- Veintiséis – contestó Louis antes de dar un trago a su cerveza.

- ¿Lo ves? – murmuró Des mirando a Anne con cariño.

- Pero es un alfa – masculló su madre tratando de que Louis no la oyera. Harry bajó la vista al piso, si su madre no lo podía procesar pronto sería una noche larga. Y no precisamente como la había planeado...

Mientras su padre decía palabras de consuelo a su madre Harry siguió tomando de su lata. Se sorprendió de que Louis le soltara la mano segundos después pero continuó tratando de descifrar qué estaban murmurando sus padres. "Está bien, ya está en edad..." "Des, podría hacerle cualquier cosa, él no sabe defenderse de un alfa. ¿Qué pasa si lo marca?" Dejó de escuchar cuando sintió una mano tocándole el culo. Joder, mierda.

Se giró hacia Louis y lo vio mirando hacia el frente como si nada estuviese pasando. Nada, excepto que había colocado una mano en una de sus nalgas. Harry se tranquilizó cuando vio que sus padres estaban demasiado metidos en una discusión en voz baja como para percatarse de ello. Louis tomó un trago de su lata al tiempo que comenzaba a masajear a Harry por encima de su pantalón. El omega ahogó un grito en la garganta por la impresión y sintió sus mejillas calentándose enseguida. Tironeó con una mano el brazo del alfa para apartarlo pero Louis ejerció tanta fuerza que no se lo permitió. Carajo, que están mis padres aquí pensó Harry mientras se mordía el labio con miedo de que su madre se girara hacia ellos. La noche se convertiría en una pesadilla si eso sucedía. Le echó una mirada de reprobación al alfa pero éste siquiera se giró a mirarlo, sino que continuó estrujando su culo como si lo necesitase para calmar sus nervios. Harry intentó aplacar las inmensas ganas de tirársele encima que le habían surgido de pronto. Quería colgarse de él, rodeando su cintura con sus piernas, y meterle la lengua hasta la garganta mientras el alfa seguía manoseándolo a su antojo. Su calor corporal ascendió súbitamente cuando imaginó el roce de la erección de Louis contra sus muslos debido a la posición. Y de repente la ropa le estorbaba demasiado. Uf, tiene que ser la cerveza.

Louis subió su mano hacia su espalda cuando sus padres pararon de hablar. Si no fuera por eso Harry no se habría percatado de que se habían girado hacia ellos. Joder, tenía que bajar a tierra otra vez. Parpadeó varias veces tratando de despojar las fantasías de su mente. Su padre hizo otra pregunta trivial a Louis que no pudo escuchar y de repente éste se encontraba hablando sobre cómo se había graduado de Georgetown desenvolviéndose increíblemente. Él no entendía cómo podía incluso responder cuando segundos antes había estado manoseándole el culo.

- ¿Estás bien, Harry? – preguntó su madre haciendo que saliera de su ensimismamiento. Asintió rápidamente para no levantar sospechas. Ella pareció aceptarlo así que suspiró más aliviado y empezó a enfocarse en la conversación que estaban teniendo Louis y su padre.

- Sí, somos arquitectos. Nos conocimos en la universidad – estaba explicando Des – Yo me gradué y nos casamos. Después de unos... ¿dos años? – dudó mirando a su esposa y ella asintió – Llegó Harry a nuestras vidas.

El omega se sonrojó cuando su padre sonrió con orgullo y miró a Louis para ver su reacción. Pero, como siempre, el alfa se mantenía imperturbable. Sólo asintió con la cabeza como si hubiese entendido y no supo cuándo su padre empezó a hablar sobre las buenas notas que había tenido él en la escuela de arte. Harry deseó con todas sus fuerzas que la tierra se lo tragara. Sabía que iba a llegar el momento en que Louis tendría que conocer a sus padres y ellos lo avergonzarían de sobremanera pero habría querido que no fuese tan pronto.

Anne no emitió ningún comentario lo cual preocupó a Harry porque supuso que estaba pensando en cosas que no le gustarían nada. Fue en un breve silencio que se formó en la conversación cuando ella alzó la vista hacia él con el semblante serio.

- ¿Estás tomando supresores? – preguntó su madre como si se hubiese estado conteniendo todo ese tiempo de hacerlo. Los ojos de Harry se abrieron más de lo habitual y su mandíbula cayó levemente hacia abajo.

- ¡Mamá! – se quejó él instintivamente.

- ¡Tenemos que saberlo Harry! – exclamó ella ofendida – Lo trajiste a tu casa en la primera cita.

Harry se mordió el labio inferior al tiempo que se ponía rojo como un tomate. Por el amor de dios, tenía que dejar de avergonzarlo en frente de Tomlinson. Esas preguntas se hacían cuando estaban a solas. Asintió con la cabeza como respuesta cuando el silencio se dilató. Joder, esto es más incómodo que cuando los encontré teniendo sexo en su habitación a los diez años. Sacudió la cabeza cuando ese recuerdo azotó su mente. Por dios, qué asco.

- Espero que lo trates bien durante su celo – amenazó Anne de repente mirando con reprobación a Louis – Mantenlo hidratado, sus celos suelen ser intensos.

- Sí, ya lo sé – contestó el alfa esbozando una sonrisa juguetona. Anne abrió los ojos como platos. Ya está, se desmaya. Adiós mami pensó el omega agarrándose la cabeza con una mano.

- ¿Qué? – preguntó su madre levantándose inmediatamente de su silla - ¡¿Han pasado un celo juntos y salen hace unas semanas?!

- Fue justo ese día... no es la gran cosa – murmuró Harry encogiéndose sobre sí mismo. Parecía que había retrocedido en el tiempo, cuando era un niño y su madre lo regañaba por pintar las paredes con crayones.

- ¿Que no es la gran cosa? ¿Qué más me estás ocultando Harry? – chilló sacada de quicio Anne. Harry bajó la vista al piso repentinamente inhibido – Joder, está embarazado – afirmó como si hubiese entrado en un trance.

El omega alzó la cabeza al instante, fastidiado con la actitud de su madre. Tampoco le había ocultado tantas cosas, y lo ofendía que ella pensara que le ocultaría algo tan grande con eso.

- ¿Harry? – preguntó su padre con un tono severo.

- No – contestó él rápidamente – Tomo supresores, ya se los dije.

Y ya por favor dejemos el tema del sexo. Gracias.

- Pero... - balbuceó su madre sumergida en sus pensamientos – Pasaste tu celo... - se calló mirando a su padre como si buscase una explicación.

- No, hay una posibilidad mínima – contestó Des poniéndose serio de rente - Pero es mínima, Anne. Son casos excepcionales.

- Oh, dios mío – farfulló su madre, que parecía estar al borde de un brote psicótico– Está embarazado.

- Pero... ¡que no lo estoy! Mamá, por favor – suplicó Harry deseando que su madre no fuese tan sobreprotectora.

- Está embarazado, Des – dijo Anne ignorándolo por completo – De un alfa. Va a tener un hijo con un alfa – continuó tomando a su padre por los hombros - ¿Qué vamos a hacer ahora?

- Dios santo Anne – su padre rodó los ojos con frustración mientras quitaba las manos de su madre de sus hombros - Tiene veinticuatro años, ya era hora de que tuviera una relación formal – continuó levantándose de la silla - Si no la ha tenido antes es porque tú eres demasiado sobreprotectora. ¿Y qué si está embarazado? A este paso pensaba que ya me iba a quedar sin tener nietos porque lo criaste como tú, para que no quisiera tener una familia numerosa. Déjalo, mujer. ¿No quieres ser abuela? Pues... ¡aguántate! – exclamó evidentemente cabreado - No me dejaste tener más hijos por lo menos déjame tener nietos. Vámonos a casa, permíteles terminar su cita en paz.

Harry se quedó de piedra al escuchar a su padre tan fastidiado. Des siempre había sido un tipo tranquilo, él no recordaba muchas ocasiones en las cuales hubiese alzado el tono de voz. De hecho, podía contarlas con los dedos de la mano. Cuando accidentalmente había pintado con sus témperas uno de los planos más importantes en los cuales estaba trabajando en ese momento, cuando se había tomado su primer colectivo y había terminado en un barrio bajo de noche y cuando "sin querer" se había bebido media botella de vodka solo a los dieciséis. Siquiera se había enfadado cuando le había confesado que quería estudiar arte o cuando le había dicho que le gustaban los hombres. Ambas cosas comunes en un omega pero como sus padres eran betas Harry había tenido miedo a cómo reaccionarían. Su padre sólo había esbozado un "Está bien" tras un asentimiento de cabeza. Y ahora se encontraba gritándole a su madre que quería tener nietos, cuando nunca antes le había comentado algo así a Harry.

El omega volvió a bajar a la tierra cuando sintió a su padre abrazándolo.

- Felicidades hijo – dijo el beta con ilusión, provocando que Harry se tensionara bajo sus brazos. Que no estoy embarazado. ¿De dónde carajo sacaron eso?

- Gracias papá... - murmuró rodando los ojos – Pero... no voy a tener un bebé.

Des se separó de él esbozando una sonrisa y palmeó su hombro unas cuantas veces.

- Claro – asintió como si acabase de recordarlo - En todo caso, mantennos al tanto. Y, Louis, espero que puedas venir algún día a cenar a nuestra casa para conocernos en mejores términos – comentó luego alzando una mano en su dirección.

- Por supuesto – accedió el alfa estrechando su mano.

Harry se giró hacia su madre para ver en qué estado se encontraba. Parecía que iba a quebrarse en cualquier momento, tenía la mirada vidriosa y perdida en algún punto de la espalda de su padre. El omega suspiró acercándose hacia ella y la estrechó entre sus brazos para hacer las paces. Después de todo, su madre sólo se preocupaba por él. Anne tardó unos segundos en corresponderle el abrazo y soltó un sollozo cuando apoyó su cabeza en el hombro del omega.

- No estoy embarazado, mamá – murmuró él acariciando su espalda – Cuando lo esté te lo diré ni bien me entere.

Su madre pareció entenderlo porque se separó de él para quitarse las lágrimas del borde de sus ojos balbuceando un tembloroso "Lo siento". Harry le dijo que la llamaría al otro día para hablar, cuando estuviera más tranquila. Era consciente de que lo más probable era que Anne pasara todo el camino hacia su casa gritándole a su padre.

Cuando por fin se escuchó la puerta de entrada cerrándose, Harry se giró hacia Louis torciendo su rostro en una mueca de disgusto. No sabía cómo se habría tomado la situación el alfa pero definitivamente no había sido lo que él tenía planeado para esa noche.

- Lo siento... - se disculpó el omega jugando con sus manos – No quería que se conocieran así. Mi madre es un poco dramática y...

- Justo como tú – lo interrumpió el alfa acortando la distancia entre ellos tras dejar la lata de cerveza en la mesada.

Harry se cruzó de brazos cuando lo escuchó. ¿A qué se refería? Él no se parecía en nada a su madre. Su madre era insoportable, exagerada y apocalíptica. No, yo no soy así trató de convencerse a sí mismo.

- ¿Eres adoptado? – preguntó el alfa desconcertándolo, mientras apoyaba sus manos a cada lado de su cintura.

- No – respondió frunciendo el ceño y el alfa alzó las cejas sorprendido al instante- ¿Por qué?

- Pero... tus padres son betas.

- ¿Si...? – murmuró Harry rodando los ojos, no le veía el problema a eso.

Luego se separó del alfa para poder empezar a cocinar. Había estado tan aturdido con el problema de su madre que no recordaba el hambre que tenía. Abrió la heladera y se quedó observando qué había en ella.

- Hum... ¿te gusta el wok de pollo? – preguntó alzando la vista hacia el alfa y éste asintió como respuesta. Genial. Era fácil, saludable y no tardaba nada en cocinarse.

- ¿Quién es omega de tu familia? – cuestionó Louis apoyándose sobre una mesada mientras él sacaba algunos vegetales de la heladera.

Harry suspiró al tiempo que dejaba las cosas sobre parte libre de la mesada, al lado del alfa. No entendía el repentino interés de Louis por su familia y no era un tema de su agrado después de lo que acaba de pasar con su madre.

- No sé, mis abuelos también son betas. Creo que mi bisabuela era omega – respondió mientras enjuagaba las verduras.

- Eso explica muchas cosas.

- ¿Cómo qué? – preguntó Harry sin entender a qué se refería.

- Como... por qué no sabes cómo funciona un lazo.

El omega bufó mientras cerraba el grifo del agua, obligándose a no mirar a Louis. ¿Por qué tenía que tocar ese tema en ese preciso momento? Odiaba que le hablase de forma altanera. Maldición, no podían pasar ni una sola noche en buenos términos. Decidió ponerse a cortar las verduras sin responderle porque no quería entrar en esa discusión. De hecho, ahora no tenía siquiera ganas de hablar con él.

- Estás enfadado – afirmó el alfa tras unos minutos de silencio de parte de ambos.

Sí, ¿quieres que te dé un premio por adivinar? pensó Harry con fastidio mientras cortaba una cebolla. No ayudaba a mejorar su ánimo que los ojos le fuesen a arder muy pronto. Seguía dándole vueltas en su cabeza a lo que había dicho el alfa. Sí sabía cómo funcionaba un lazo en la mayoría de los casos, o tenía una ligera idea de ello. Pero en su mente insistía en que no debían hacer las cosas por seguir la corriente.

De repente sintió una presión en su espalda y entendió que Louis había pegado su pecho en ella. Pronto los brazos del alfa estaban rodeando su cintura y sus manos acariciando la zona baja de su vientre. Harry dejó de cortar y cerró los ojos durante unos segundos para tratar de enfocar sus pensamientos en un solo camino. Quería insultar a Louis por haberlo menospreciado por no saber cómo funciona un lazo pero... el pecho del alfa se adaptaba perfectamente a su espalda y sus manos lo acariciaban lentamente haciéndolo sentirse querido. Y entonces sólo podía pensar en cuánto quería acurrucarse contra él. Sólo estar en contacto con él durante horas. Aunque fuese sólo una caricia o un leve roce su omega interior ya se conformaba y se sentía plenamente satisfecho, porque su alfa estaba prestándole atención.

Louis acercó su nariz a la nuca del omega e inspiró sonoramente sobre su piel provocándole un leve cosquilleo. Harry volvió a abrir los ojos dispuesto a seguir cortando la cebolla pero no podía concentrarse en nada si tenía a su alfa tan cerca así que desistió.

- Maldición – farfulló el alfa antes de volver a inspirar sobre su cuello – Últimamente hueles tan bien... - murmuró metiendo sus manos debajo de la camisa del omega.

Harry tiró la cabeza hacia atrás por instinto y el rostro de Louis giró hacia un costado de su cuello. Quitó una de sus manos de debajo de la camisa del omega para luego correrle el cabello suelto que lo estorbaba. El pulso de Harry se aceleró cuando el alfa entreabrió sus labios y los apoyó sobre su piel al descubierto. Una oleada de calor lo azotó súbitamente. Estaba tan cerca de ser marcado... y él no podía controlar la forma en que su cuerpo respondía al tacto de Louis. Algo dentro de él le decía que estaba bien. Estaba bien dejarse marcar. Tenía que hacerlo, era su deber como omega. No podía negarle nada a su alfa, tenía que darle todo. Su cuerpo, su sangre, su vida. Todo.

Louis raspó su piel con sus colmillos y él soltó la cuchilla que tenía agarrada provocando que impactara contra la tabla de picar. Un temblor recorrió sus piernas y sintió que las rodillas le fallaban. Louis lo tomó con fuerza de la cintura para que no se cayera y él le entregó casi todo el peso de su cuerpo, apoyando su nuca en el hombro del alfa. El aliento caliente del alfa chocando contra su piel le cortaba la respiración y tuvo que cerrar los ojos cuando todo dio vueltas frente a él. Segundos después Louis apretó con sus dientes una porción de su cuello. No era una mordida lo suficientemente grande para marcarlo pero provocó que Harry soltara un jadeo. Quería más, necesitaba más. Deseaba con todas sus fuerzas que Louis clavara sus colmillos en su piel abriéndole paso al dolor pero también al éxtasis. Porque así se conectaría con el alfa de una forma única e extremadamente intensa. No existiría nadie más que Louis en el mundo para él. El alfa se apropiaría de él, Harry le pertenecería de una vez por todas.

El ruido de un móvil sonando hizo que saliera del trance en el que había entrado. Tomó una gran bocanada de aire como un intento desesperado de calmarse. Había estado muy cerca de dejarse marcar por segunda vez. No quería ni imaginarse qué habría sucedido si Louis le hubiese preguntado en ese momento si podía marcarlo. Le aterraba la respuesta porque sabía que habría sido afirmativa. Su cuerpo necesitaba tanto formar un lazo con el alfa que no podía controlar sus instintos teniéndolo tan cerca.

Louis gruñó levemente cuando su móvil empezó a sonar y el omega levantó la cabeza de su hombro. Tuvo que sostenerse de la mesada cuando el alfa quitó una mano de su cintura para sacar su móvil del bolsillo de su pantalón.

- Es mi hermana – explicó el alfa acariciando la cintura del omega con una mano – Tengo que contestar.

Harry asintió algo aturdido, prefería que contestara de todos modos así tenía tiempo para estabilizar sus emociones. Aunque su omega interior deseara con todas sus fuerzas volver a pegarse a su alfa él tenía que tranquilizarse. Louis se alejó unos pasos de él para contestar la llamada así que aprovechó para seguir cocinando.

- ¿Sí? – preguntó el alfa con el móvil pegado a la oreja - ¿Qué? ¿Estás herida? – continuó alzando la voz y Harry se giró inmediatamente preocupado, preguntándose si sería una de las gemelas. Aunque por la hora que era deberían estar durmiendo – Cálmate, no te entiendo, Charlotte – ordenó Louis e hizo una pausa agarrándose la cabeza con una mano - ¿Tienes qué? ¿Una crisis? – preguntó incrédulo – Charlotte, estás borracha. Escúchame. No soy tu alfa, soy tu hermano. Llámalo a él – dijo el alfa evidentemente fastidiado así que Harry volvió a concentrarse en picar comida porque supuso que no era nada de qué preocuparse - No sé, si te emborrachas en mitad de la noche producto de una crisis emocional llama a cualquier persona en el mundo menos a mí – suspiró pesadamente y Harry no pudo evitar soltar una carcajada - Opino que él es un parásito pero casarte ahora es lo de menos. Cálmate, no me hagas ir hasta allí – continuó diciendo en un tono más apacible el alfa. El omega sonrió porque pensó que era lindo que estuviese dispuesto a ir a buscar a su hermana por mucho que lo irritase la llamada - Ve a dormir, decides mañana. Sé que lo amas, ahora ve a acostarte con él. Ajá... estoy de acuerdo. Sí, de verdad. Ve... y deja de tomar tanto alcohol – rodó los ojos con frustración y colgó la llamada a los segundos. Harry lo miró con curiosidad porque quería saber qué había sucedido - Un imbécil marcó a mi hermana – explicó Louis provocando que alzara las cejas sorprendido - Hará unas semanas. Lo conoció en un bar, se fue con él y al otro día tenía una marca – agregó claramente enfadado por eso – Ahora los padres de él quieren que se casen. No entiendo por qué, ya tienen un lazo.

Harry se quedó estático durante unos segundos, tratando de procesar la información. Por un lado, Louis estaba comentándole un tema muy personal e íntimo lo cual era extraño porque nunca solía hablarle sobre sus preocupaciones ni mucho menos sobre su familia. No lo culpaba, él tampoco era muy conversador sobre su vida privada. Pero era bueno escuchando y lo hacía sentirse bien el hecho de que Louis le tuviese la suficiente confianza para hablarle sobre sus problemas personales. Por otro lado, intentó atar los cabos en su mente para entender la historia de Charlotte. Siendo omega, él nunca se habría ido de un bar con un alfa porque siempre estaba el peligro de que el alfa te marcara y desapareciera en la mañana. Ok, se había ido con Louis de un bar pero era la excepción a la regla y todo había salido bien, dentro de lo que cabía.

- ¿Y... ella cómo está? – preguntó con cautela porque el alfa había dicho que estaba teniendo una crisis.

- Bien – respondió Louis con el semblante serio – Ahora se le ocurrió que no quiere casarse pero ya se le va a pasar... Ella lo ama.

Harry se sorprendió de que la hermana del alfa estuviese bien después de lo que había sucedido. Recordó a la omega de Brad porque también estaba feliz al lado de un alfa que la marcó en una situación similar. Se preguntó si lo que ocurría no era que el lazo les hacía creer que estaban enamoradas. Eso es... terrible.

- Pronto va a quedar embarazada – agregó Louis apretando uno de sus puños - Sólo está siguiendo los pasos de mi madre.

El omega tragó saliva algo inhibido por no saber cómo actuar frente a la situación. Louis había empezado a apestar la cocina a preocupación pero Harry intuyó que también le dolía que un alfa hubiese marcado a su hermana menor.

- ¿Por qué dices eso? – murmuró mirándolo de reojo, Louis estaba tecleando algo en su móvil.

- Mi padre marcó a mi madre por error, igual que este imbécil – contestó el alfa sin darle mucha importancia mientras seguía escribiendo un mensaje que Harry supuso que iba dirigido a su madre o alguien que pudiera hacerse cargo de Charlotte.

Harry parpadeó sorprendido antes de dedicarse a meter los vegetales cortados en la sartén. Siempre había pensado que los padres de Louis tenían un lazo consumado y fuerte. Los había visto sólo una vez, en el cumpleaños de sus hermanos menores, pero le había parecido que eran felices juntos. Incluso más que sus propios padres.

- Pero... tus padres se veían muy bien en el cumpleaños de tus hermanos – comentó intentando sacarle algo más de información al alfa.

- ¿Te refieres a Daniel? – preguntó Louis frunciendo el ceño haciendo que Harry asintiera - Él no es mi padre, es el nuevo alfa de mi madre. Mi padre murió de cáncer cuando yo era chico.

Harry se sobresaltó cuando escuchó que su padre había fallecido pero trató de disimular concentrándose en cocinar el wok. Mierda, ¿por qué él no sabía eso? Había pensado todo ese tiempo que Louis vivía en el seno de una familia feliz. Está bien, nunca habían hablado realmente sobre sus familias pero si uno de sus padres hubiese muerto él definitivamente se lo habría contado antes.

- ¿Qué... qué edad tenías? – se atrevió a preguntar en un tono bajo.

- Catorce – respondió Louis seriamente.

Catorce... Eso es demasiado joven pensó el omega repentinamente aturdido. Un nudo se hizo presente en su estómago cuando se imaginó a Louis siendo un adolescente dolido por la pérdida de su padre. Y él nunca lo había sabido. Ni tampoco sabía qué tenía que decir ahora. ¿Siento no haber sabido que tu padre falleció? Ahora que lo pensaba su padrastro le había parecido muy joven cuando lo había conocido. Así que sí, había sido un idiota por pensar que era su padre.

- Lo siento... yo... no sabía nada – balbuceó girándose hacia el alfa que sólo se encogió de hombros.

- No lo sientas. Fue hace años, ya lo superé – contestó Louis en un tono neutral mientras guardaba su móvil en su bolsillo - ¿Quieres ayuda? – preguntó después, mirando la sartén.

Harry le indicó dónde guardaba la vajilla para que pusiese la mesa. Se quedó en silencio porque no supo qué más decir y se enfocó en terminar de cocinar. Cuando fue a servir el wok en los platos Louis ya estaba sentado en una de las sillas.

- ¿Y cómo marcó a tu madre? – preguntó el omega después de dejar la sartén en el fregadero.

Quería saber más cosas sobre su alfa y creyó que era un buen momento para indagar sobre su pasado porque Louis estaba abriéndose más que de costumbre.

- Eran vecinos y ella le pidió ayuda con su celo cuando era adolescente – escuchó que respondía el alfa cuando él fue a buscar otra lata de cerveza a la heladera - Él no se pudo contener y la marcó. Se vieron obligados a estar juntos. Después él se dedicó a hacerle hijos, nada más. Siempre fue un padre ausente.

Harry volvió a sentarse junto a la mesa dejando una lata de cerveza encima de esta y una botella de agua mineral para él. Trató de leer algo en el rostro de Louis pero no pudo. Nada, era como si estuviese explicando algo que le había sucedido a otra persona. ¿Sería un mecanismo de defensa para que nadie adivinara el dolor que había pasado? Tragó saliva sonoramente cuando esa hipótesis apareció en su mente.

- ¿Y qué pasó con tu madre cuando él...?

- Mi madre estaba a punto de morirse siempre porque él no estaba en casa así que no fue muy diferente cuando él falleció.

Harry vio cómo Louis empezaba a comer tranquilamente, estaba sorprendido porque a él se le había cerrado el estómago de golpe. La infancia de Tomlinson debía de haber sido muy dura y él se sintió un tonto por no haberlo adivinado antes. Por su forma de ser, creyéndose siempre superior a los otros, y por su desprecio a los omegas tendría que haberlo sabido. Él está enojado... pensó de repente mientras lo observaba. Tenía que ser eso, debía poseer mucho resentimiento guardado hacia su padre que no podía canalizar para bien.

- No lo has perdonado – murmuró el omega en un tono condescendiente.

- ¿Por qué? – preguntó Louis alzando las cejas - ¿Por haberse pasado toda su vida fuera de casa o por habernos dejado pronto? – dijo con irritación haciéndole creer a Harry que no le había perdonado ninguna de las dos cosas - Él no podía mantener una familia, y eso siempre lo tuvo en claro – continuó algo más tranquilo - Pero sus instintos le ganaron siempre, por eso marcó a mi madre. Él no quería tener una omega, siempre decía que tener un omega era una debilidad. Y tiene razón, porque como alfa debes atenderlo, asegurarte de que esté a salvo... pero él no pudo hacer nada de eso con mi madre. No tuvo una debilidad sino cinco gracias a dejarse guiar por instinto.

- Y tú no quieres cometer los mismos errores que él... - balbuceó Harry luego de atar algunos cabos.

- Exacto – asintió Louis volviendo a ponerse serio y Harry tragó saliva con temor.

- Ok... Bueno – murmuró tratando de procesarlo - ¿Tú crees que yo soy un error? – preguntó al tiempo que se formaba un nudo en su garganta.

Louis palideció al escuchar su pregunta porque al parecer no se lo esperaba. Pero era lo más lógico que pensase eso si acababa de decirle que tener un omega fue una debilidad de su padre y que él no quería cometer los mismos errores. Por favor, no. No arruines esto que tenemos.

- No – contestó Louis de forma tajante - No, Harry. Esto es muy diferente. Yo te encontré – dijo tomando su mano por encima de la mesa - Mi madre no era la omega de mi padre, estaban juntos porque no les quedó otra opción. Si mi padre hubiese sido su alfa de verdad no podría haberla dejado tanto tiempo sola en casa, la habría privilegiado antes que a su trabajo. ¿Lo entiendes?

Harry asintió desviando la vista hacia el piso, compungido. No estaba muy seguro de entender cuál era la diferencia con su relación cuando ambos habían cedido a los deseos de sus instintos para estar juntos.

- Yo soy tu alfa, Harry – agregó Louis acariciando su mano entre las suyas - No importa cuánto tiempo espere para marcarte. Siempre he sido tu alfa y siempre lo seré. ¿Lo sientes así?

El estómago de Harry se contrajo cuando el alfa clavó su mirada fijamente en sus ojos, demandando una respuesta inmediata. Sí, ya no podía mentirle respecto a eso. Desde que lo vio por primera vez en el ascensor de la alcaldía había sentido una atracción insoportable hacia él. Una fuerza desconocida tiraba de él para juntarlo con el alfa todo el tiempo y finalmente lo vencía en todos los casos por mucha resistencia que pusiera para no prestarle atención. Louis era su alfa. Siempre lo había sentido así, sólo que antes no quería reconocerlo.

- Sí, lo sé.

***

Harry se miró en el espejo de su habitación mientras se acomodaba el cabello en un rodete porque gracias a la humedad estaba hecho un desastre. Se había descalzado y sólo se había quedado con la camisa de color crema puesta. Además de claro, las únicas bragas que le quedaban intactas, las de encaje negro que había elegido él cuando había ido de compras con Eliza. Tenía un poco de frío pero valía la pena estar semidesnudo para seducir a Louis porque ambos habían empezado a bostezar cuando habían terminado de cenar. Y Harry no estaba lo suficientemente cansado para posponer la sesión de sexo de la primera cita para otro día. Sólo esperaba que Louis tampoco lo estuviese.

Salió de la habitación tirando de su camisa hacia abajo para que llegase a taparle las bragas, mientras no se arrugase no habría problemas porque le quedaba a la altura de los muslos. Vio a Louis sentado en el sillón cuando se adentró en la sala de estar. Hizo un par de pasos más y el alfa alzó la vista hacia él. Harry se detuvo a unos metros suyo y se tomó una muñeca con la mano contraria, avergonzado por lo que estaba a punto de hacer. Una cosa era tener fantasías y otra muy distinta era llevarlas a cabo porque los nervios le jugaban en contra.

Los ojos de Louis recorrieron sus piernas lentamente antes de posarse en el inicio de la camisa. Cuando alzó la cabeza para mirarlo a la cara, Harry pudo ver un brillo de deseo en ellos que provocó que se sonrojara levemente.

- Buenas noches, señor Tomlinson – dijo esbozando una sonrisa juguetona e hizo unos pasos más hacia el sofá.

- ¿Es un... juego de roles? – preguntó el alfa entrecerrando los ojos y él asintió con la cabeza como respuesta – ¿Quieres que actúe como tu jefe? – el omega volvió a asentir enseguida - No soy bueno en eso – dijo alzando la cabeza para ver a Harry, que se había colocado frente a él.

- Inténtalo – pidió el omega – Sólo tienes que hacer de ti mismo.

- Está bien – accedió Louis tras vacilar unos segundos provocando que Harry sonriera satisfecho.

- ¿Ya se tiene que ir o... puede quedarse? – preguntó tomando la corbata de Louis con una mano para jugar con ella.

- Tú nunca harías esto si siguieses trabajando para mí – mencionó el alfa de forma cortante y él resopló soltando la corbata.

- No lo arruines, sígueme el juego. ¿No te gusta? – dijo decepcionado cuando se le ocurrió esa posibilidad. Louis hizo silencio durante unos segundos mientras lo miraba a los ojos provocando que Harry se removiera inquieto. No había sido tan buena idea su plan evidentemente.

- Me gusta – afirmó el alfa finalmente – Pero quiero poder tocarte.

Harry se mordió el labio inferior tratando de ocultar una sonrisa, eso cambiaba las cosas. De seguro Louis no podía admitir que alguien lo sedujera porque le gustaba encargarse de eso él. Bueno, no esta vez pensó Harry con malicia. Se sentó a horcajadas del alfa y empezó a aflojar su corbata. Louis lo sostuvo por la espalda y acercó su rostro al de él para besarlo pero Harry se alejó soltando una risita. El alfa alzó las cejas con frustración antes de dejar caer su cabeza contra el respaldo del sofá. Harry acercó su rostro a la oreja de Louis despacio después.

- Sabe que siempre he querido que me toque en su oficina, ¿verdad? – murmuró de forma sensual antes de alzar su rostro otra vez para mirar a Louis a los ojos. El alfa se mordió el labio inferior y apretó los párpados durante unos segundos.

- No puedo con esto, Harry. Eres demasiado caliente para actuar.

El omega rodó los ojos con frustración llevando sus manos hasta los hombros del alfa. No es difícil, literalmente tiene que hacer de él mismo. Por el amor de dios.

- Sólo tienes que decirme algo sucio que tenga que ver con el trabajo – dijo haciendo un pequeño puchero con sus labios. Quería por lo menos cumplir una de sus expectativas de esa noche después de todas las que se habían arruinado gracias a Eric, sus padres y la llamada de Charlotte.

- Ok – aceptó Louis antes de dar un largo suspiro – Bien... entonces... - desvió la vista durante unos segundos y luego volvió a mirar al omega – Siempre quise que me la chuparas mientras trabajo en la mañana.

Harry alzó las cejas sorprendido por la revelación y se tiró ligeramente hacia atrás para poder observar su rostro con precisión. Louis estaba totalmente serio así que supuso que no estaba sólo bromeando.

- ¿En serio?

- ¿Qué? – repreguntó Louis frunciendo el ceño, confundido.

- ¿Quieres que te de sexo oral?

El alfa sonrió por un breve instante como si le divirtiera su sorpresa. Harry se limitó a mirarlo, instándolo a que respondiera.

- Sí – contestó Louis como fuese algo obvio - ¿Quién no querría?

Vaaale, quizás si es algo obvio. En mi defensa, él nunca me lo ha pedido. De hecho, Louis apenas dejaba que lo tocara. ¿Cómo iba a adivinar eso?

- Pero... ¿por qué no me lo pediste? – balbuceó Harry tratando de recordar alguna circunstancia donde lo hubiese hecho pero no se le venía ninguna a la mente.

- Supuse que lo harías sin necesidad de que te lo pidiera – contestó Louis torciendo el gesto – Ahora tú lo estás arruinando – comentó acariciando su espalda con delicadeza.

Harry bufó porque tenía razón, lo del juego de roles no era para ellos aparentemente. Ya no importaba, de todos modos estaba entrándole sueño otra vez. Aunque un poco le dolía que no hubiese funcionado su idea.

- Sí, ya sé – asintió tirándose a un lado de Louis en el sofá - ¿Y qué otras fantasías tienes? – preguntó mirándolo de reojo, con curiosidad. El alfa vaciló antes de responder.

- Mis fantasías son muy comunes.

- Dímelas – insistió Harry mirándolo de forma cariñosa. Se supone que eso hacen las parejas, ¿no?

- Bueno, siempre he querido follarte en un ascensor – respondió el alfa girando su torso hacia él. Harry sonrió porque supuso que Louis recordaba que se habían visto por primera vez en un ascensor y por eso lo tenía como fantasía – Y sino te imagino esperándome en mi cama desnudo cuando vuelvo del trabajo. Nada especial – agregó encogiéndose de hombros. Eso suena muy bien pensó el omega mordiéndose el labio inferior - ¿Cómo son las tuyas?

- No sé, me gusta imaginar que sigues siendo mi jefe porque lo vuelve más atrevido – respondió Harry bajando la mirada por la vergüenza. Cuando alzó la vista de nuevo Louis tenía la vista fija en él y los labios ligeramente entreabiertos. Y Harry sólo pudo pensar en lo atractivo que se veía así.

- Bueno, probemos otra vez – propuso el alfa tras un asentimiento de cabeza.

- No... no va a funcionar – murmuró Harry porque ya se había rendido.

- Voy a tratar de hacerlo mejor – dijo Louis tomándoselo muy en serio - Si no funciona te llevo a la cama y volvemos a lo tradicional.

- Bueno... supongo – balbuceó Harry repentinamente inhibido por lo directo que era el alfa - Empieza tú – ordenó acomodándose la camisa hacia abajo.

Louis asintió relamiéndose los labios y se tomó unos momentos para pensar qué decir. Cuando Harry alzó la vista hacia él se había puesto serio otra vez.

- ¿Para qué me trajiste aquí, Styles? – preguntó con un tono altanero el alfa. Harry rodó los ojos porque no se había imaginado que pudiese ponerse en papel tan rápido.

- Creí que... - murmuró todavía no muy seguro de lo que iba a decir – Que sería un buen momento para hablar de un aumento.

- No, te aumenté el mes pasado.

Harry parpadeó sorprendido porque el tono severo de Louis se parecía mucho al que utilizaba cuando trabajaba. Tragó saliva mientras pensaba qué podía decir que fuese sensual en esos momentos y desarmó lentamente su rodete para dejar su cabello suelto otra vez.

- Ya sé pero... ¿no hay nada que pueda hacer para que cambie de opinión? – preguntó apoyando una mano en un muslo del alfa.

- Tal vez.

Harry inspiró profundamente, de repente se había puesto muy nervioso. Louis estaba vestido con su impecable traje tratándolo de forma fría como hacía antes y él sólo tenía puesta una camisa arriba de una pequeñísima ropa interior. Tenía algo de miedo, él nunca había tomado la iniciativa más que hacía una semana en la oficina de Louis pero sólo lo había masturbado. ¿Una mamada? Eso ya es otra historia. ¿Si no le gustaba?

- Vamos, Styles. No tengo todo el día – lo apuró el alfa con un tono de fastidio.

Harry quiso protestar pero luego recordó que había sido su idea jugar a que seguía siendo su jefe así que se limitó a bajarse del sillón y colocarse de rodillas frente a Tomlinson. Desabrochó la cremallera de su pantalón con los dedos temblorosos. Maldición, no debería estar tan nervioso con su alfa. El bóxer de Louis le empezaba a quedar apretado así que Harry sonrió con malicia. Entonces también le estaba gustando el juego a él.

- Oh, ¿qué tenemos aquí? – preguntó con un tono burlón mientras acariciaba el bulto del alfa sobre el bóxer.

- Tú quisiste hablar sobre nuestras fantasías – alegó Louis volviendo a su tono de voz neutral.

Harry tironeó de la tela del bóxer con sus dedos y tomó la polla del alfa con su otra mano. Tragó saliva duramente, no dejaba de sorprenderse del tamaño. Joder, ¿cómo iba a hacer para metérselo en la boca? Ok, si entró en mi culo tiene que entrar también allí pensó tratando de tranquilizarse. Él ya había hecho un par de mamadas antes, no tenía por qué ponerse tan nervioso. Pero de alguna forma temía más a la reacción de Louis que a la de los betas con los cuales lo había hecho. No es como si vaya a dejarme por hacerlo mal. ¿No?

Rodeó con sus labios el glande y miró hacia arriba esperando la aprobación del alfa. Éste estaba mirándolo con el gesto tan serio que le produjo escalofríos. Porque Louis era así, él no estaba realmente actuando. Harry pensó durante un breve segundo en detenerse por el miedo que sentía pero lo descartó porque de verdad tenía ganas de probar a Louis. Y sí, quizás no le gustase. Pero si le gustaba sería placentero para ambos así que valía la pena intentarlo. Cuando se convenció de ello apretó los dedos en torno a la base del miembro de Louis y entreabrió los labios para metérselo en la boca. Frenó antes de que le diesen arcadas y empezó a succionar. No le cabía entero. De hecho, sólo había podido bajar unos centímetros debajo del glande lo cual no llegaba a ser la mitad. Pero no podía bajar más así que cerró los ojos tratando de retener el sabor de Louis en su boca. No podría describir a qué sabía, era un gusto amargo y algo metálico como la sangre. Pero le gustó, le gustó mucho.

- Vas a tener que hacerlo mejor si quieres un aumento – escuchó que decía Tomlinson con un tono de fastidio.

Se quitó el miembro de entre sus labios inmediatamente y lo miró incrédulo. No podía estar hablando en serio. Es decir... ¿en serio? Vete a la mierda.

- No te pases – le advirtió el omega torciendo el gesto.

- No, tú querías que me comportara como tu jefe – dijo el alfa colocando una mano en su cabeza – Ahora chupa – ordenó empujándolo hacia su pelvis.

Harry se tragó su orgullo porque tenía razón, no podía pretender que fuese cariñoso cuando le había pedido que actuase como si no estuvieran saliendo. Además, tenía que admitir que era un poco excitante que volviese a darle órdenes.

Se volvió a meter el miembro del alfa en la boca dispuesto a demostrarle que podía hacerlo mejor. Chupó cuanto pudo obligándose a ignorar las arcadas que le entraron cuando la cabeza de la polla de Louis chocó contra su garganta. Deslizó sus labios hacia arriba otra vez y lamió el presemen que encontró al llegar al glande. Cuando fue hacia abajo de nuevo sintió la mano de Louis presionando su cabeza para que bajara aún más. Obedeció volviendo a sentir arcadas y las lágrimas se agolparon en sus ojos súbitamente. Inspiró profundamente por la nariz para poder continuar. Ahuecó sus mejillas en torno al grosor del alfa mientras chupaba y alzó la vista hacia arriba para verlo. Louis tenía las pupilas dilatadas y había empezado a vibrar debajo de él. Le estaba gustando. Harry siguió chupando a un ritmo más acelerado porque había perdido el temor inicial. Louis enterró sus dedos en su cabello y jadeó levemente mientras la boca del omega ascendía y descendía en torno a su miembro.

Cuando el cuello de Harry empezó a entumecerse levantó la cabeza y soltó la polla del alfa de entre sus labios. Esbozó una sonrisa al comprobar que Louis estaba agitado porque su pecho subía y bajaba a toda velocidad.

- ¿Qué tal así, señor Tomlinson? – preguntó burlándose de él antes de limpiarse la saliva de sus labios con el dorso de la mano.

- Bien – dijo el alfa evidentemente sorprendido y se inclinó para besarlo. Harry presionó un dedo en sus labios para detenerlo.

- Nada de besos. Yo sólo beso a mi alfa.

- Ah... así que tienes alfa... - comentó Louis tirándose contra el respaldo del sofá. Harry asintió, levantándose del piso.

- Y es muy celoso – agregó con una sonrisa juguetona - ¿Va a darme el aumento?

- Todavía no, quítate la camisa – ordenó Louis clavando sus ojos en él como dagas.

Harry se dio media vuelta para darle la espalda. Se quitó la prenda sacándola por encima de su cabeza y luego la tiró al piso. Las manos del alfa rozaron sus piernas al instante provocándole un pequeño escalofrío en su columna vertebral. Louis subió sus manos hasta que se ajustaron a sus nalgas donde dio un ligero apretón.

- Vas a matarme un día de estos – comentó el alfa metiendo sus manos debajo del elástico de sus bragas. Harry se mordió el labio inferior y giró su rostro para poder mirarlo.

- ¿Te gustan?

- Sí pero me gustarían más en el suelo – contestó Louis bajándole las bragas lo suficiente para que se deslizaran hacia abajo por sus piernas. Harry agradeció que no las hubiese roto porque eran las últimas que le quedaban – Abre las piernas e inclínate hacia adelante.

Harry obedeció sin chistar y apoyó las manos sobre la mesa de café que se encontraba frente a él. No sabía qué pretendía hacer Louis con él pero estaba dispuesto a entregarse totalmente porque lo que hacía Louis siempre le gustaba. El alfa separó sus nalgas estrujándolas con sus manos y enterró su cabeza entre ellas. Harry soltó un gemido cuando sintió la lengua del alfa deslizándose sobre su entrada. El contacto mojado y caliente lo hizo delirar. Louis apretó su lengua contra su agujero instándolo a que le abriese paso de a poco. El omega abrió las piernas un poco más para facilitarle la tarea y jadeó cuando Louis soltó uno de sus glúteos deseando que volviese a tomarlo. Pero en vez de eso Louis rodeó su semi erección con sus dedos y lo acarició al tiempo que seguía lamiendo su cavidad. La tensión en los músculos de Harry cesó y su miembro empezó a crecer en la mano del alfa. Ya no podía enfocar sus pensamientos en nada que no fuera el tacto del alfa y su lengua explorando su entrada y absorbiendo el flujo que comenzaba a mojarlo. Y carajo, se sentía tan bien que quería gritar de la excitación.

- Mierda, Louis – jadeó arqueando su espalda, provocando que el alfa aumentara el ritmo de los movimientos de su mano. Luego sintió su pulgar masajeando su glande para esparcir el pre semen y vibró por completo. Maldición.

El alfa separó su rostro de la piel del omega y alejó su cabeza lo suficiente para poder hablar. Harry se estremeció cuando su aliento caliente chocó contra uno de sus glúteos. Soltó un quejido instintivo por la falta de contacto que no duró mucho porque Louis continuó masturbándolo velozmente.

- Señor Tomlinson para ti, Styles.

Harry entreabrió los labios confundido porque ya no recordaba que estaban jugando. No entendía siquiera cómo había hecho Louis para recordarlo. Y después dice que no sirve para esto.

No pudo pensar mucho tiempo más porque Louis introdujo la punta de dos de sus dedos en su entrada. Sus paredes internas se apretaron alrededor de los dedos de Louis cuando los empujó lentamente dentro de él. Su respiración se agitó súbitamente y tuvo que ahogar un grito en su garganta. Segundos después, Louis paró de masturbarlo y agarró uno de sus glúteos con la mano que tenía libre, masajeándolo.

- Estás tan mojado – murmuró Louis detrás de él - ¿Qué dirá tu alfa cuando se entere? - preguntó antes de morder una porción de su nalga. Harry se contrajo por la sorpresa haciendo que sus paredes se ajustaran más en torno a los dedos del alfa. Joder, necesitaba sentirlo dentro de él ya.

- Se va a enfadar – contestó con la voz más grave de lo normal.

- ¿Si? – preguntó Louis en un tono triunfal comenzando a mover sus dedos dentro del omega – Apuesto a que no le gusta que nadie te toque.

- N-no – balbuceó Harry cerrando los ojos porque se encontraba mareado repentinamente. Es decir, dios, iba a correrse en cualquier momento.

- Lo entiendo – asintió Louis sin dejar de mover sus dedos de forma brusca – Eres demasiado sexy. Cualquier alfa querría follarte.

- No... - un gemido no lo dejó continuar así que inspiró fuertemente para concentrarse en hablar – No seas celoso, Louis. Sólo me gustas tú.

- Entonces deberías dejar a tu alfa por mí.

Harry jadeó al escucharlo porque Louis había quitado sus dedos de su entrada mientras hablaba. Se irguió lentamente porque todavía estaba mareado y se giró hacia atrás para ver qué había sucedido. Cuando lo hizo se topó con el alfa sentado sobre el sillón masturbándose, sólo con la camisa y la corbata puestas. Su frente estaba brillante de sudor, su miembro lleno de pre semen y sus pupilas totalmente dilatadas. Carajo, Louis se veía mejor tocándose a sí mismo de lo que él habría imaginado.

- Móntame, Styles – ordenó Louis con la mandíbula tensionada y una voz ronca conocida para el omega.

Harry asintió rápidamente provocando que el alfa dejara de masturbarse. Se tambaleó un poco intentando subirse a su regazo y sonrió con nerviosismo cuando finalmente lo logró. Él no sabía cómo "montar" a alguien. Técnicamente sí porque lo había hecho muchas veces estando en celo pero no había sido consciente de eso.

- Voy a ayudarte – anunció Louis en un tono cadencioso, como si le hubiese leído la mente - ¿Está bien?

El omega asintió al tiempo que se sonrojaba más de lo que ya estaba. Louis alineó su erección contra la entrada de Harry haciéndolo jadear. Definitivamente su excitación le ganaba a sus nervios, estaba dispuesto a aprender. Empujó sus caderas hacia abajo provocando que sus paredes internas se ajustaran en torno al miembro del alfa. Apoyó sus manos en los hombros de Louis y lo miró a los ojos buscando contención. Louis aferró sus manos a sus caderas y acercó su rostro al cuello del omega lentamente. Harry tiró la cabeza hacia atrás al instante y Louis comenzó a depositar suaves besos contra su piel. El omega suspiró tratando de adaptarse a la sensación de Louis dentro de él. Los labios del alfa contra su cuello dejando un rastro de saliva ayudaron a que se relajara y pronto se vio a sí mismo agitando las caderas en torno al miembro de Louis. El alfa guió sus movimientos ciñendo sus manos en su cintura y él cerró los ojos para disfrutar de la sensación de la polla de Louis entrando y saliendo de él.

Harry no supo en qué momento el alfa había dejado de besar su cuello. Cuando abrió los ojos Louis había tirado su cabeza hacia atrás, sus labios llenos de saliva estaban entreabiertos y sus ojos lo miraban colmados de deseo. Harry no dejó de moverse sobre él mientras se inclinaba hacia adelante desesperado por más contacto. Su boca se pegó a la del alfa en un beso torpe y tembloroso. Sus dientes chocaban provocándole dolor pero no le importó, su erección rozaba el vientre de Louis cada vez que él subía y bajaba, y su pecho se pegaba al del alfa durante breves instantes provocando que la tela de su camisa lo raspara. Pero todo eso lo hacía verse más sucio y atrevido, porque él era el único desnudo totalmente y porque por primera vez él tenía el control de la situación. Y ahora necesitaba más. Mucho más. Maldición, nunca tendría suficiente de Louis.

- Sí, amor – jadeó el alfa cuando Harry separó su rostro del suyo – Eso se siente tan bien.

Harry gimió gustoso cuando supo que Louis también estaba disfrutándolo. Aumentó el ritmo de sus movimientos arqueando ligeramente la espalda. Soltó un chillido cuando el glande del alfa tocó su próstata y apretó sus manos en los hombros de este porque un temblor se había apropiado de su cuerpo. Joder, sí.

- Acaba conmigo – ordenó Louis enterrando sus dedos en sus caderas.

Sí, alfa sí pensó volviendo a enterrarse sobre el pene de Louis en la misma posición. Sorprendentemente no se sentía cansado. Pensó que podría montar a Louis durante toda la noche con tranquilidad. Carajo, podría hacerlo durante toda su vida sin problemas.

- ¡Louis! Yo... agh... – chilló cuando alcanzó el orgasmo tirando la cabeza hacia atrás.

El alfa tomó con más fuerza sus caderas para obligarlo a continuar moviéndose sobre él. Harry le concedió su deseo algo aturdido, mientras se corría sobre sus vientres. Destellos de luz se aparecían ante sus ojos, apenas sí podía ver y un zumbido se había hecho presente en sus oídos pero continuó meciéndose sobre Louis, consciente de que su alfa necesitaba que lo hiciera.

- Por dios, Harry – jadeó Louis apretando sus dientes al tiempo que se veía dentro del omega.

Harry soltó un gemido cuando sintió el miembro de Louis ensanchándose en su interior. Eran tan grande, estaba tan profundo. Él siquiera podía entender cómo el nudo de Louis cabía dentro suyo. Sólo sabía que lo quería, lo necesitaba tanto como necesitaba del aire para respirar. Era su nudo, suyo, de los dos.

Cuando su cuerpo se amoldó a la sensación del alfa anudándolo dejó caer su cabeza en su hombro, rendido. Ahora sí que estaba cansado. Su cuerpo todavía temblaba y sus piernas estaban ligeramente entumecidas.

- Mierda, tenemos que hacer esto en mi oficina – dijo Louis cuando su respiración se aquietó y acarició suavemente la espalda del omega. Harry sonrió contra su cuello, sin fuerzas para alzar la cabeza.

- Sabía que te iba a gustar.

***

Harry se despertó en mitad de la noche algo mareado. Tanteo el otro lado de la cama para despertar a Louis y se sorprendió de que no estuviera allí. Miró alrededor, la habitación estaba a oscuras así que no podía distinguir nada con exactitud. Se sentó sobre la cama esperando que las náuseas que sentía desaparecieran. Quizás le había caído mal la cerveza que había tomado, o el hecho de tener sexo justo después de comer, o la falta de contacto con el alfa. ¿Por qué no estaba a su lado en la cama? Se levantó algo tambaleante para ir a buscarlo. Tiritó de frío cuando se destapó lo cual hizo que recordara que se encontraba desnudo. Tuvo que prender la luz para buscar algo que ponerse. Finalmente agarró uno de sus sacos largos de su armario y se tapó con él.

- ¿Louis? – preguntó arrebullándose en su abrigo mientras salía de la habitación.

No parecía estar en la sala así que se preocupó. ¿Se habría ido sin decirle nada? ¿Le habría pasado algo a su hermana? Por favor, no suplicó para sus adentros.

Estaba por ir a buscarlo a la cocina cuando miró hacia la puerta del pequeño balcón que poseía. Ya no llovía y el ventanal se encontraba en penumbras. Louis estaba apoyado contra la barandilla aparentemente fumando, vestido con sus pantalones y sólo una camisa encima. Harry sonrió caminando hacia allí para hablarle. Cuando abrió la puerta el viento congelado lo azotó haciendo que se estremeciese. Salió de todos modos y como estaba descalzo sus pies se empaparon debido a que el piso estaba mojado por la lluvia. Resopló acercándose hacia la barandilla y Louis se giró hacia él enseguida.

- Harry, te vas a enfermar – dijo con preocupación el alfa pero él sólo se encogió de hombros. Si Louis podía estar en camisa afuera él también.

El alfa lo recibió en sus brazos cuando se acercó, inundándolo con su calor. Harry pasó sus brazos por la cintura de Louis y apoyó su cabeza en su hombro. Ya no se encontraba mareado así que supuso que las náuseas que había tenido antes se debían a no estar cerca de su alfa.

- ¿Qué haces aquí? – preguntó el omega mirándolo con curiosidad.

- No podía dormir – respondió Louis dándole una calada a su cigarrillo.

Harry frunció la nariz cuando el humo le dio en la cara y el alfa apartó el cigarrillo hacia un costado. Supuso que todavía estaba enojado con el problema de su hermana menor pero no quiso seguir indagando por si era un tema delicado para el alfa así que cerró los ojos disfrutando del intenso calor corporal que emanaba de éste.

- Hay luna llena – comentó de pronto Louis provocando que abriera los ojos con desconcierto.

Miró hacia arriba sin separarse del alfa y comprobó que tenía razón. El cielo se estaba despejando lentamente, detrás de un conjunto de espesas nubes grises se ocultaba una gran luna llena. No pudo evitar esbozar una sonrisa porque enseguida se le vino a la mente otra vez la película Hechizo de luna. "Pensé que tú habías traído esa enorme luna hasta mi casa porque estabas tan enamorado que me despertaste con ella" recordó su frase favorita del film y se preguntó si no sería él quien había llamado a la luna esa noche. Pero luego descartó ese pensamiento rápidamente porque estaba siendo demasiado cursi y meloso.

- ¿Será por eso que mis instintos me guían hacia ti hoy? – preguntó en cambio, haciendo alusión a su naturaleza lobuna.

Louis lo miró con una sonrisa burlona durante unos segundos y tiró lo que quedaba de su cigarrillo al piso.

- Espero que te guíen a mí no sólo cuando hay luna llena – dijo acariciando su brazo con su mano ahora libre. Harry alzó la cabeza de su hombro para poder mirarlo mejor.

- Veremos en la mañana – comentó en un tono juguetón antes de morder su labio inferior.

- Si no huyes, como es habitual en ti.

Harry frunció el ceño durante unos segundos. Hacía mucho que había dejado de huir. Si tenía algo en claro ahora era que pertenecía a donde Louis estuviese. Allí siempre iba a ser su hogar.

- No, esta vez estamos en mi apartamento.

Louis lo tomó del cuello y acortó la distancia entre ellos uniendo sus labios. Lo besó suavemente, sin prisas. El aliento a tabaco invadió al omega durante un breve instante y luego sólo quedó el sabor de los labios de Louis. Seco, amargo pero fuerte e intenso. Harry suspiró sobre la boca del alfa por lo cariñoso que estaba siendo el contacto, deseando poder atesorar ese momento en su memoria. Se olvidó de todo lo que los rodeaba, de que sus pies estuvieran mojados, del mareo que había tenido minutos antes, de que el alfa estuviese preocupado por su hermana. Se dejó llevar por esa abrumadora sensación que tenía cuando el alfa lo colmaba con su aroma. Calidez, protección, él no podría definirla con exactitud. Sólo sabía que podría perderse en los brazos de Louis una y otra vez, provocando que el mundo dejara de tener sentido o quizás que lo tuviera más que nunca. Su mundo cobraba sentido cuando estaba con su alfa.

Soltó un ligero gemido de decepción cuando Louis separó su rostro del suyo. El alfa acarició su mejilla delicadamente con uno de sus pulgares y suspiró pesadamente.

- ¿Sabes? Tengo otra habitación con balcón en mi casa, además de la mía, en el tercer piso – comentó Louis desconcertándolo totalmente. ¿A qué venía eso ahora? Puedo agregarlo al listado de cosas que no me interesan. Vaale, quizás tiene una razón para decir eso.

- ¿Y...?

Louis desvió la vista mientras bajaba sus manos hasta los brazos del omega. Harry continuó sosteniéndolo de la cintura mientras observaba su rostro.

- No sé – contestó finalmente el alfa sin mirarlo todavía - Creí que quizás podrías poner tu taller ahí. Así podrías dibujar viendo la luna, como te gusta.

Harry se quedó atónito al escucharlo y parpadeó varias veces seguidas intentando encontrarle sentido a lo que había dicho. Él está... no, él no está... ¿o sí?

- ¿Me estás invitando a vivir contigo? – preguntó con sus ojos a punto de salírsele de las órbitas. Louis volvió a posar su vista en él con el gesto relajado.

- Sí. Bueno, no sé... tal vez es una tontería – agregó en un tono confuso – No tiene por qué ser ahora, cuando quieras.

Harry no supo que pensar cuando lo vio tan dubitativo. Pocas veces lo había escuchado así, siempre era cuando hablaba sobre un tema importante. Y maldición si no era un tema importante. Estaba pensando en convivir con él. Por el amor de dios.

- No necesitas responder ahora – dijo el alfa acercando su rostro a él para depositar un beso en su mejilla después.

Vale, me ha pillado desprevenido pensó Harry de repente. Tenía que pensarlo. Era algo serio y podía salir muy mal así que tenía que pensarlo bien. Pero quería aceptar. Joder, cómo quería aceptar sin detenerse a pensar en nada.

***

¡Buenas! Perdón por la tardanza, tuve un millón de problemas esta semana. La verdad no estoy nada conforme con cómo quedó el capítulo pero lo subo igual para no demorarme más, espero que les haya gustado :) E ignoren los errores de tipeo como siempre xD

Gracias por leer amores ♥♥

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Werewolf

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Tercer libro de Hijos de la Luna. ¿Por qué sería malo cruzarse todos los carteles con advertencia de "NO PASE, PROPIEDAD PRIVADA"? Inicio: 10/03/23