Aquí llego por quien lloraban :3
Hoy recupere mi computadora, ¡¡POR FIN!! Lamento TANTO haberlas hecho esperar, voy a subir 3 caps por recompensa aunque no hace justicia a lo mucho que esperaron.
Besooos. Espero que les guste
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Hoy era martes y me encontraba en un starbucks con Ro tomando un capuccino con un muffin de chocolate, nuestro pedido favorito.
— ¿Entonces irás el viernes?
— Si, tengo que verme con el abogado Kennedy y ver sobre ese papeleo.
— ¿y qué relación tiene con tu tía?
— No lo sé, creo que son pareja aunque no estoy muy segura.
— Vaya, ¿Quién lo diría?
— El punto es que ella confía en él pero yo no tanto, no lo sé, no me da buena espina— hice una mueca mientras tomaba de mi café—
— Tengo que conocerlo, sabes que soy buena en eso de intuir.
— ¿Enserio? ¿Recuerdas la vez que intuiste que ese perro era manso y terminamos corriendo 6 cuadras?
— Si, lo recuerdo— rió y se le salió un poco de café de la boca—
— Asquerosa— le puse la servilleta en la boca que quedó pegada por el café—
— Como sea— se limpió la boca— serás rica— hizo un baile raro—
— Si, pero lo ahorraré para mis estudios y mi futuro.
— Aburrida— canturreó— ¡el dinero es para las compras!
— En parte, si— sonreí—
— ¿Y Calum qué piensa sobre eso?
— ¿Sobre el dinero? Bueno, él dice que el dinero cambia un poco a las personas pero tú sabes que yo no lo haré. Aparte creo que no está muy de acuerdo con eso de la herencia— hice una mueca—
— Claro, hay excepciones— mordió su muffin— además creo que te está protegiendo.
— ¿De qué?— pregunté confundida—
— No lo sé, de lo que te puedes llegar a convertir— se encogió de hombros— O si te alejarías de él.
— ¿Tú crees? Pero eso no tiene sentido.
— Los hombres son así, nunca les hayas el sentido.
— Cierto— asentí mientras seguía tomando de mi café—
— Mira— susurré y jalé del brazo a Ro haciendo que juntáramos nuestras cabezas—
— ¿Qué? Auu— se quejó—
— Calla, ¿ves a ese hombre de traje con maletín en la caja?
— Si, que tiene— susurró—
— Ese es el abogado.
Ro se separó de mí y me vió sorprendida, tapó su boca y gritó silenciosamente.
— Esta para comerse— dijo mirándolo—
— Tu tienes novio— tosí falsamente—
— ¿Y? No estoy diciendo que le voy a poner los cuernos— rodó los ojos—
— Es algo guapo, pero no lo sé.
— Viene para acá— dijo disimuladamente—
— Buen día, señorita Alvarez— saludó y lo voltee a ver—
— Buen día señor Kennedy, uhm ¿gusta sentarse?
— Claro— sonrió y se sentó en una de las sillas—
— Ella es Rocio, pero le decimos Ro.
— Que tal— saludó—
— Lindo nombre, señorita— mi pelirroja amiga se puso prácticamente del color de su pelo—
— Gracias.
— ¿Y qué hacen por aqui?
— Vinimos a platicar y esas cosas de adolescentes— hice un ademán con las manos—
— Oh, yo vengo de un juicio y gané. Vengo a celebrarlo con café— levantó el vaso—
— Felicidades— sonreí—
— ¿Y qué tal va---?
— ¡Qué no entiendes! ¡Yo no pedí esto!— alguien gritó y todos en el establecimiento voltearon—
— Dios mio— susurré—
Eran los mismos tipos que rayaron el auto de Calum, estaban aquí y le reclamaban a la trabajadora de la caja.
— E--es lo que pi-pidieron, lo juro— tartamudeó con voz temblorosa—
— No me interesa, yo no pagaré por esta porquería.
Golpeó el vaso con la palma con tanta fuerza que fué a dar a uno de los vidrios manchando a algunas personas.
— Me traes lo que te pedí o sufres las consecuencias.
— Bien— su voz tembló y agarró un vaso para hacer su pedido—
— Que inmaduros— dijo Paul algo fuerte por lo que el trió de bandalos voltearon—
— ¿Y tú quien te crees para decirnos lo que somos y lo que no?— dijo amenazante el ojiazul—
Por debajo de la mesa busqué el número de Calum en mi celular, cuando lo encontré marqué deseando que contestara al instante
— Solo digo que son inmaduros, eso es todo— se encogió de hombros—
— Ya te enseñaremos.