Capítulo 1: un día en la vida de las sextillizas
Año 2016 enero domingo 3
Pov's Rachel
Estaba realmente cansada a pesar de estar en vacaciones, apenas podía abrir mis ojos. Y si, se supone que al estar en vacaciones, y más siendo los primeros días del año además de ser domingo. Tendría que estar todavía dormida, solo para despertarme a las 10:00 o tal vez mas tarde pero no. Y eso era por seis personitas que amo con todo mi ser.
Es porque al estar de vacaciones me da más tiempo de estar con mis hijas. Y si dije hijas, tal vez pensaran gemela. Pues no son sextillizas, seis niñas. Tengo seis hermosas rubias como hijas. Cada con tres años.
Y debo decir que las vacaciones no son lo que tienen los demás a mi edad.
Yo me levanto apenas, estiro los huesos para tratar de salir de un estado soñoliento. Lo ironico es que podía quedarme en mi cama pero no dormiría. Y eso era a causa de los últimos días. Los cuales los había pasado jugando con mis niñas. Y no es fácil ya que tienen mucha energía. También les encanta jugar. Por lo que a pesar de tener trabajo, mis días libres como todos los domingos me dedico a jugar con ellas.
Entro al baño me miro en el espejo, bostezo. Se me notaban ojeras. Ya que ayer no había podido acostar a las niñas temprano los últimos 3 días. Ya que no se cansaban de jugar con los regalos que le habían dado mis dos mejores amigas, Lucia, y Verónica. A las dos las conocí en NYADA.
Y debo de decir que mis compañeras quieren demasiado a mis hijas. Incluso que habían que llevaban a jugar, las cuidaban cuando tenia que trabajar. Incluso habían hecho una pijamada cuando cumplieron 3.
Y eso provoco que durante 3 días se durmieran casi a la 2 de la madrugada. Las niñas jugaban con un mintiendo Wii que les había regalado Lucia, y Verónica le regalo más de 10 juegos.
Y cada una tenía su propio juego favorito. Y por eso nos tardamos en terminar cada una jugaba dos horas el juego que elegía una de ellas. Así que cuando terminaban de jugar era muy tarde. Pero no podía decirles que no al verlas feliz, y más que solo pasaba con ellas era en la noche este sería mí último año en NYADA. Por lo que participaba en obras de la universidad u otras del área. Y sin mencionar el trabajo que hacía en la librería que había comprado con mi madre. Shelby era la única persona que me apoyo antes de tener a las niñas y sin mencionar que me permitió vivir con ella. Era increíble y se centraba en recuperar el tiempo perdido. Nuestra relación era de madre-hija
Y como había dicho tengo unas ojeras que es imposible no notar. Sé que cuando bañe a las niñas tendré que inventarle algo ya que son muy inteligentes y nada se les escapa. Y como hoy viene mi madre le preguntaran. Y ella no puede mentirles, entonces les dirá que no he dormido mucho. Y dado a que les he dicho que si uno no dormir las horas que tiene que dormir es malo. Se sentirán triste, y como son muy inteligentes se darán cuenta que porque me he quedado hasta tarde jugando con ellas. Se culparan y van a llorar mucho. Eso es algo que no me gusta par nada ver a mis hijas tristes.
Mis niñas son tan cariñosas que no les gusta que me lastime o verme llorar.
Flas back
Era de noche y yo estaba en la cocina haciendo le comida ya que a las niñas solo les gusta la comida que yo ago. Y no es por presumir ya que Shelby, mi madre siempre que viene al departamento. Y eso es todos los días ya que vivimos en el mismo edificio. Ella siempre se encarga de que el refri esté lleno. También sabe todas las comidas favoritas de las niñas, y cual es la de cada quien. Pero cuando estoy en el apartamento y tienen hambre van a decirme todas al mismo tiempo o solo una de ellas. Y ponen una carita que es imposible decirles que no.
Bueno el asunto es que ese día les había preparado macarrones con queso. Los cuales solo les faltaban unos minutos. Y yo estaba cortando unas manzanas ya que les quería dar fruta como postre. Las manzanas las cortaba en pequeños pedazos ya que a pesar de tener dientes. No les quería dar algo muy duro para morder. A las manzanas les untaba jugo de limón para que no se oxidaran. No les gustaban.
Iba por la tercera manzana cuando bostece y no me fije cuando corte la manzana que me había cortado. Tampoco me fije que la mayor de mis hijas había entrado.
Yo seguí normalmente. Cortaba la manzana, cuando mi hija me hablo.
xx- mami va empezar una película, ven a verla con nosotras.
R- ya voy hija. Solo termino esto.
Yo no me fije en mi mano. Pero mi niña si.
xx- mami, sangre- dijo a lo que yo la quede viendo sin entender.- Le sale sangre a mami.
Ella como sus hermanas ya sabían que si se golpean y les sale sangre tienen que decirme. Aun más si se cortan con algo.
xx- mami sangre.- dijo señalando el piso y luego mi mano.
Y fue cuando note la cortadura. Se notaba que era algo profunda ya que había sangrado mucho. Yo busque una toalla de papel para limpiarme la sangre y poder llegar al baño. Ya que hay está el botiquín de emergencias pero cuando me envolví el dedo la toalla estaba toda roja. Esto no le gustó mucho a mi niña. Ya que salió corriendo a traer a su abuela.
R- Beth no corras... - pero no pude de tenerla.
Mientras yo use otra toalla de papel. Al rato entro mi madre con todas las niñas.
Sh- enséñame.- me dijo un poco seria.
Y como no quería que las niñas se alteraran le enseñe con cuidado para que no vieran.
Sh- se ve profundo. Te voy a llevar a un hospital. – todo lo dijo muy suave para que las niñas no oyeran
Pero no paso eso.
Be- mami esta bien?.- pregunto la niña
Ba- si mami esta bien Be. – le dijo Bárbara a su hermana- mami esta bien- dijo viéndome. Pero las lágrimas empezaban a salir de sus ojos.
Y no solo era ella. Nada se les pasaba por alto, y esto no sería la excepción. Sabían que algo no iba bien. Ni una de las seis pudo contener las lágrimas y salieron corriendo a mis piernas. Al verlas me agache para abrazar a todas las pequeñitas.
Mi madre al verlo supo que no podía dejarlas con algún vecino. Al final las llevamos a todas. Pero cuando me pusieron unos cuantos puntos en el dedo. Las mande a comprar dulces ya que seria peor y no dormirían esa noche. Cuando llegamos todas las niñas durmieron con migo ya que no quería que lloraran toda la noche.
Fin del flash back
Como no querido que eso pase le tendré que decir una mentir. Aunque no guste.
Me lavo la cara, enguado la boca. Y voy directo a los cuartos de las niñas para ver si alguna ya despertó. Lo más seguro es que sigan durmiendo, pero hay veces que una de ellas se allá despertado.
Las niñas duermen en tres cuartos diferentes. Dos de ellas duermen en uno, por lo que es para que cuando estén más grandes tengan el espacio suficiente.
El apartamento más bien es un piso y las tres habitaciones están cerca de otra. También están cerca de la mía ya que si tienen una pesadilla o pada cualquier cosa no caminen mucho. Entro en el primero; en este duerme mi primogénita como la segunda. Bethany o como le decimos Beth quien la mayor, Bárbara es la segunda. Por lo que veo ambas están durmiendo todavía. Me acerco y acomodo la cobija a Beth ya que solo le cubre las piernas. Luego le doy un beso en la frente y ella el sentirlo se mueve un poco pero no se despierta. También le doy un beso a Bárbara. Luego entro al segundo al inicio no miro que una de las dos esté despiertas. También me acerco a darle un beso. Primero le doy un beso a Michelle la penúltima, luego me acerco a Elise y me veo que esta despierta o está tratando ya que bosteza y se mueve. Y no dudo en darle un beso en la mejía. Mi niña sonríe al sentir el beso y no pierde tiempo para extender los brazos para que la levante. Y hago, la levanto y cuando está en mis manos ella me abrasa y coloca su cabeza en el espacio que hay entre mi cuello y hombro.
Luego entro al último veo que las dos están dormidas o eso creo ya que Elise no fue así. Y debo decir que no solo una este despierta no es nuevo. Hubo una vez que cuatro de ellas habían despertado o estaban medio despiertas y eso no impidió que quisieran ir como migo y que quisiera que las cargara. Lo hice pero fue difícil ya que no quería que una de ellas llegara a caerse.
En el último cuarto veo que la tercera de mis hijas Lucí esta despierta y se ve más despierta que Elise. Y me hace preguntarme ¿Cuánto tiempo ha estado despierta? Por lo que se ve como entre media hora y media hora. Ojala no sea más, ya que si es así es posible que haya tenido una pesadilla.
Pero antes de levantarla voy a ver si Charlotte está dormida. Y así es, está dormida. Me acerco y le doy un beso. Luego me acerco a donde esta Lucí.
R- Lucí ¿Cuánto has estado despierta? ¿Poco? – y niega- . Hace mucho.- y dice si con la cabeza-. Tuviste una pesadilla. – me contesta afirmando con la cabeza luego se levanta y corre a abrasarme.
Con un solo brazo la sujeto, y ella se aferra a mi brazo. Y puedo notar que está llorando ya ciento sus lágrimas en mí cuello. Elise también nota que su hermana está llorando se mueve en mis brazos y trata de tranquilizarla. Algo de lo me orgullece de mis hijas es lo unidas que son.
R- ¿Por qué no fuiste a mi cuarto? Sabes que siempre pueden ir.
L- no quería dejar a Charlie solo. Monstruos abajo... cama.- dijo viendo a la cama de su hermana.
R. tranquila no hay monstruos. Vamos a voy hacer el desayuno.
L- no, Charlie sola. Charlie se va a quedar sola.- todavía lloraba y el hecho de dejar a su hermana hizo que las lágrimas aumentaran.
R- está bien.
Me hacer que a Charlie, la movía para que despertara.
R- Charlie despierta, hija voy a hacer el desayuno. – se mueve y balbucea algo que no entiendo-. Lucí no te quiere dejar sola.
Logro despertarla. Y como puedo cargo a las tres. Las llevo a la sala. Las siento en el sofá y enciendo en televisor. Pongo el canal que les gusta ya que dan caricaturas que les gusta mucho. Cuando las tres están sentadas busco unas mantas. Las arropo con las mantas y les beso la mejía.
R- amores voy a estar en la concina haciendo el desayuno. Si quieran algo solo van a allá.
Las tres contestan con la cabeza. Antes de entrar a la cocina miro que Elise y Charlie hablan para luego abrazar a Lucí.
Entre a la cocina para preparar los desayunos de las niñas. Hoy les prepararía puré de papa y huevos revueltos. Preparar los seis desayunos me tomo como media hora. Y fui a traer a las demás. Cuando llegue al cuarto de las mayores estaban despiertas.
Be- buenos días mami.- dijo corriendo a abrazarme.
Le devolví el abrazo mi primogénita era una niña muy dulce. Al tiempo también llego Bárbara.
Ba- buenos días mami. – también abrazándola.
R- y como durmieron pequeña.
Be- bien mami.
Ba- bien, mami. Le decía a Be que hay que comprar un gatito.
Be- sí, uno pequeño mami.
R- ya saben que no se puede. Si traigo un gatito, tendré que traer 6.
Be- no solo uno.
Ba- si mami, hablamos con las demás y también quieren un gatito.
R- ¿solo uno?
Be- si
R- pero les preguntare a las demás.
Después de cargarlas en mis brazos, fuimos a levantar a Michelle. Quien seguía dormida, y costo despertarla. Pero en 5 minutos la tenía en mis brazos. Las lleve a la cocina para darles el desayuno. Y las senté en sus sillas para bebe. Luego fui a traer a las otras 3 niñas.
Les serví el desayuno, y prepare café para mí. También saque cereal para desayunar.
Mi- mami quiero jugo.- dijo Michelle
Ba- yo también quiero jugo mami.
Les di jugo a mis dos niñas, y de paso saque la jara con jugo ya que no sabía si las otras niñas iban a querer.
R- y les gusto el desayuno.
Ch- si mami.
Be- la comida de mami es la mejor.
Las niñas comían la comida. Y recordé sobre gatito que las dos mayores decían que quería. ¿Las demás también querían un gatito? Si fuera cierto, lo mejor sería que por lo menos hubiera 3 gatitos y no solo uno. Mejor les pregunto más tarde.
Y las lleve a bañarlas, ya que tenían sus caritas manchadas de puré. Al llegar a baño le iba a limpiarles las caras.
R- por lo que se a estas pequeñitas les gusto su desayuno.- dije haciéndoles cosquillas a cada una de ellas.
Y con una toalla les limpie las caras. Mientras la tina se llenaba, no la dejaba que se llenara mucho. Para que pudieran relajarse, también poder jugar.
Primero les lavaría su cuerpecito y su cabello. Primero empecé con Beth.
R- levanta los brazos, y cierre sus ojitos ya que le voy a lavar el cabello.
Beth hizo lo que le dije. Y seguí con las demás. No tarde mucho en bañarlas, pero con cada una las cosas eran más difíciles. Ya que estaban un poco más grandes.
R- bueno, solo vamos a estar un rato. Así que hoy no van jugar mucho.
Les saque unos patitos de hule, y dos barcos. Y empezaron a jugar. Era bueno que la bañera fuera grande. Verlas era algo de lo que me cansaría de ver.
Beth y Charlie jugando con dos patitos, Bárbara jugando con un barquito. Elise, Lucí, y Michelle tratando de nadar. Era lo más hermoso que podía ver, y eso era verlas jugar.
Be- mami ven a jugar.
Ch- si mami.
Michelle y Elise fueron a sujetarme las manos. Si querían que jugara con ellas.
Eli- vamos mami, juega con nosotras.
Y no podía negarles algo. Me quite la camisa, los shorts, y por ultimo mi ropa interior. Me metí al agua. A verme las niñas me echaban agua. No tarde en ponerme a jugar con ellas. Cada una me enseñaba su patito favorito o el barco con que jugaban. Y yo les hacía cosquillas, ya verlas reír era algo único. Y siempre voy a querer ver sus sonrisas.
Cuando termine de bañarlas, las envolví con una toalla a cada de ellas. Y les puse unas chancletas para llevarlas caminando a sus cuartos. Primero les puse la ropa a Beth y Bárbara, luego a Charlie y Lucí, y por ultimo a Michelle y Elise.
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Solo faltaban minutos para que llegara mi madre, que quería pasar el día con las niñas. Como si no las viera todos los días. Pero no me iba a poner, Shelby era la única familia que teníamos. Y también quería mucho a mis hijas.
Estaba con las niñas esperándola. Cuando decidí preguntarle por lo del gatito. Quería saber si querían todas tener una mascota.
R- niñas, quiero saber ¿quieren un gatito?
Be- si mami.
Ch- sí, yo quiero uno café.- dijo Charlie
Eli- yo también uno café mami.
Ba- yo quiero mami, me he portado bien.
R- pero Beth y Bar (Bárbara) dijeron que solo querían uno.
Mi- pero todas dijimos que queríamos uno Be.
Y fue que empezaron a discutir. Sé que era porque no solo querían uno, ya todas no podían jugar con el gato. No quería verlas así, enojadas unas con otras. Me senté con ellas y les di un abrazo a una por una. Y ellas se sentaron al frente de mí.
R- sé que quieren un gatito. Pero si vamos al refugio puede que no tenga gatos pequeños. Pero no les prometo que le traeré unos gatos. Pero lo voy a pensar. Esta bien para ustedes.
Y todas me dijeron que si.
Las niñas jugaban mientras yo las veía jugar. No me di cuenta cuando llego mi mamá.
Sh- hola como están.
Y al verla las niñas fueron corriendo hasta ella. Y Shelby les dio un abrazo.
Sh- están más grandes.
R- no exageres mamá, las viste ayer.
Sh- lo sé pero las extrañaba.- le dio un beso a cada una de ellas-. Pero les tengo una sorpresa para estas pequeñas rubias.
Y al escuchar cada una empezó a preguntarle.
Be- ¿Qué es abuela?
Ch- ¿Dónde está?
Mi- no lo miro.
Eli- ¿Qué es abuela?
Y siguieron preguntándole por varios minutos. Mi mamá solo reía, y sabía que estaba escondiendo algo.
Y se levantó para traer una pequeña caja que tenía agujero. Sabía que era.
Las niñas solo abrieron la caja y de ella salió 3 gatos pequeños. Uno era café, otro era negro, y el último era manchado.
Las niñas se veían feliz.
R- mamá, me hubieras dicho. Sabes que tengo que hacer espacio.
Sh- son gatos Rachel. Y compre todo lo que falta, de hecho ya traje todo.
R- y ¿Cuándo trajiste todo?
Sh- cuando entre, estabas entretenida viendo a las niñas.
R- sabes que puedo verlas todo el día.
Sh- igual.
Las niñas abrazaban a los gatos, y estos ronroneaban.
R- y como los van a llamar.
Las niñas solo se quedaron viendo.
Be- no se mami.
R- le voy ayudar. Este pueden llamarlo manchas.- dije señalando al manchado.
Ba- como el de la película.
R- si como el de la película.
Mi- mami mirémosla hoy
Ch- si mami.
R- esta bien después de almorzar. Y este.- mostrándoles de café.
Lu- esponjoso.
Be- si es muy esponjoso.
Eli- y muy suave.- dijo acariciándolo.
R- y el último.
Mi- chocolate.
Ch- pero es negro.
Mi- si pero nos gusta el chocolate.
Al final los gatitos tenían nombre. Manchado, esponjoso, y chocolate eran los gatitos de mis hijas. Le busque un lugar para la caja de arena, también para donde poner los cojines donde dormirían. Y en los tazones les puse comida para gato y agua.
Las niñas perseguían los gatos por la casa.
Sh- Rachel ¿sabes algo de Quinn?
R- no mamá, solo lo que sale en los diarios.
Sh- pero no puedo dejar de pensar en ella. Ya sabes es también su madre.
R- yo también. Y cada una de ellas es idéntica a ella.
Entonces no me fije que las niñas nos escuchaban.
Be- mami ven a jugar con nosotras.
Y fui con ellas a jugar, ya que nunca me cansaría.