Harry estaba sentado sobre el regazo de Tomlinson cuando alguien abrió la puerta de la oficina. Hacía unos minutos que el alfa se había puesto a trabajar. Harry había querido sentarse en otra silla pero él no se lo permitió. Se sentía un poco incómodo al no tener ropa interior debajo de los jeans pero podía soportar cualquier cosa estando tan cerca de su alfa. Todavía no se había animado a salir de la oficina, incluso se había limpiado en el baño privado de Louis. Se estaba aburriendo de escuchar las conversaciones que mantenía por teléfono el alfa así que ya estaba empezando a quedarse dormido sobre su torso.
Cuando alguien abrió la puerta sin llamar se sobresaltó y levantó su cabeza del hombro del alfa. Entraron rápidamente Ely con una mujer en una acalorada discusión. No conocía a la mujer pero le pareció que se veía impecable, vestida con un traje negro entallado y unos zapatos rojos haciendo juego con el color de sus labios y uñas. De hecho, se veía imponente. Estaba seguro de que era una beta, no podría ser omega una mujer tan alta e impresionante. Sin embargo cuando inspiró se llevó una gran sorpresa.
Había dos alfas en esa habitación. Uno era Louis. Ely era beta y él omega. Con lo cual... una mujer alfa. Una alfa mujer. Como yo pero... al revés.
Louis afianzó el agarre en su cintura cuando vio las dos personas entrando en el despacho. Harry estaba tan empapado del aroma de su alfa que no sintió rechazo por el de la mujer alfa. De todos modos le agradó el gesto protector de Louis.
- No puedo creer que hayas contratado a esta harpía – se quejó el beta señalando a la alfa - ¿Para qué necesitas tú un asesor? – continuó Ely dirigiéndose a Louis pero todavía mirando despectivamente a la chica – Si quieres consejos sobre tu imagen puedes pedírmelos a mí. No a este bicho que te cobrará el doble. Sácamela de aquí. Es un estorbo.
- Llevo una semana aquí y ya quieres echarme – prostetó la alfa cruzándose de brazos - Eres más envidioso de lo que recordaba, Gold. ¿Qué sucede? ¿Me tienes miedo?
- Ya cállate. Todos saben que consigues lo que quieres mostrando tu enorme culo. No tengo nada que envidiarte. Yo trabajo. Tú no – dijo Ely evidentemente irritado y se giró hacia ellos por primera vez. Harry agachó la cabeza cuando lo vio escaneándolo de arriba abajo - ¿Qué hace él aquí? – preguntó volteándose hacia Tomlinson.
- ¿Quién es él? – preguntó la alfa observándolo también.
Harry quería ocultarse detrás de su alfa para que dejaran de mirarlo pero se contuvo porque no quería parecer débil. Louis se estiró y sostuvo con su otra mano la pierna del omega para tenerlo más cerca.
- Es mi omega – dijo por toda respuesta el alfa provocando que Ely se pusiera blanco como un papel.
- ¿Tú qué...? Tú – lo acusó clavando sus ojos en él haciendo que Harry se removiera incómodo - ¿Qué hiciste? Joder, tu padre va a matarme.
Harry se quedó atónito, había olvidado que el publicista conocía a su padre. No se atrevió a decir nada por la presencia de la otra alfa pero sí lo miró con ojos suplicantes. No quería que sus padres se enteraran de que tenía un alfa por terceros. Él tenía que decírselos. Algún día. Un muy lejano día.
- Oh, tú y yo tenemos mucho de qué hablar – comentó la alfa esbozando una sonrisa cínica hacia él que le erizó la piel.
- ¿Es en serio? ¿De pronto quieres tener una imagen pública? – protestó Ely dirigiéndose a Louis – Sácala de aquí, por favor.
- No, Gold. Deja a Jenner hacer su trabajo – contestó Tomlinson en un tono apacible.
Ely resopló muy molesto y le echó una mirada cargada de desprecio a la alfa antes de salir del despacho. Ella se limitó a sonreír con confianza. Harry pronto se dio cuenta de que era evidente cuál era su raza y se sintió un tonto por no haberlo notado antes. De pronto cobraron sentido las palabras del nuevo asistente de Tomlinson. Le había dicho que su hermanastra lo había recomendado para el trabajo y que ella era todo lo que su padre esperaba de él. Porque era una alfa. Entonces Louis tenía dos nuevos empleados alfas. Bueno... bien. Aunque me quedaría más tranquilo si fueran dos mujeres. Oh mierda, me estoy poniendo celoso.
- Bien, Tomlinson. Cuando tú me digas yo actúo – dijo de pronto la alfa - Tengo a los diarios esperando la noticia de primera plana que les prometí.
- Cuando quieras – contestó Louis a la alfa provocando que ella esbozara una sonrisa de satisfacción.
Harry miró a su alfa con curiosidad. Hacía mucho que no le hablaba sobre su trabajo pero lo último que sabía era que quería echar al alcalde. Si estaba ejecutando esos planes tenía sentido que hubiese contratado una asesora de marketing, para no quedar pegado al escándalo de corrupción él también. Igualmente le habría gustado que Louis se lo explicara. Sabía menos sobre él que cuando era su asistente y eso lo frustraba mucho.
- ¿Ya has hablado con él? – preguntó de repente la asesora señalándolo con la mirada.
Sí, alfa de acá a la China pensó Harry irritado por la actitud de la mujer. Los alfas siempre hablaban frente a los omegas como si ellos no estuvieran ahí. Hola, soy Harry. Un gusto...
- No – respondió Louis secamente.
- ¿Y qué estás esperando? Si tú no se lo dices voy a ser yo – esbozó una sonrisa falsa hacia el omega y giró sobre sus pies para salir del despacho.
Harry la siguió con la mirada hasta que cerró la puerta de la oficina, después se giró hacia Tomlinson con el ceño fruncido. ¿Qué le estaba ocultado?
- ¿Decirme qué? – preguntó con un ligero temblor en la voz por el miedo a lo que pudiese ser. Louis quitó la mano de su pierna y la colocó en su cuello de forma que su pulgar pudiese acariciar su mejilla.
- Puede esperar – respondió acariciando su pómulo suavemente. Harry se debatió internamente entre ronronear por su tacto o separarse de él. Ganó su racionalidad y terminó tomando entre ambas manos el brazo de Louis para quitarlo.
- Dime – insistió cuando pudo alejar la mano del alfa de su cara. Louis se tiró hacia atrás, sobre el respaldo del sillón y se acomodó el flequillo antes de hablar.
- Esperaba que pudiésemos hablar de nuestro lazo.
Harry se preocupó por lo solemne que había sonado el alfa. Era como si fuera un tema que le disgustase, su tono cariñoso se había esfumado de golpe. ¿Y qué tenía que meterse su asesora en ese asunto? "Nuestro lazo" no es una charla de negocios. Por empezar, no hay ningún lazo.
- No vas a pedirme que firme un contrato. ¿Verdad? – preguntó con cautela cuando esa posibilidad se formó en su mente. Aunque no la veía muy probable. Al menos, esperaba que no fuese así.
Louis rodó los ojos con frustración, en silencio. Oh mi dios, él realmente quiere que firme un contrato pensó Harry alejándose lo más que pudo hacia atrás. Aunque seguía sentado sobre el alfa así que estaba en contacto con él de todas formas.
- Esperaba que pudiésemos hablarlo – contestó Louis mirándolo con frivolidad.
Harry parpadeó desconcertado por su actitud y se escurrió de entre sus brazos en seguida. Louis le permitió bajarse de su regazo lo cual le generó cierto resquemor. No es que esperase que lo frenara y lo mimara diciéndole que era una broma de mal gusto. Pero sí, le habría gustado que eso sucediera.
Apoyó sus piernas en el escritorio cuando se levantó, para sostenerse de algún lado. Él sabía que la conversación sobre su lazo iba a llegar en algún momento pero no se la había imaginado así. De hecho se la había imaginado muy diferente. En una playa desolada, de noche, con dos copas de champán y Louis diciendo "Déjame morderte". Él respondería tirando su cabeza sobre la arena, el alfa se colocaría encima de él y sentiría sus dientes clavándose en su cuello con el ruido de las olas chocando detrás. Ok, demasiadas películas de ficción pensó Harry de repente. Pero de esa visión a firmar un contrato para enlazarse, había un abismo gigante. "Romántico" no estaba en el vocabulario de Louis evidentemente.
- Tengo un contrato base que podríamos modificar – dijo el alfa apoyando sus manos en los apoyabrazos del sillón - Será más sencillo para los dos así.
Harry desvió la vista durante unos segundos, ahora muy irritado. Louis, creí que ya habíamos superado esta etapa. Maldito alfa pragmático.
- No todas las relaciones humanas son por contrato – alegó Harry cruzándose de brazos.
- Jenner cree que sería lo mejor, es para evitarnos accidentes legales – respondió Louis y se encogió de hombros levemente. Harry apretó la mandíbula cuando escuchó el nombre de la alfa. ¿Ahora iba a hacer todo lo que ella le dijera? - Tú me das tu consentimiento y yo me comprometo a no romper el lazo. Es lo que acostumbran a hacer los alfas con vida pública, es una cuestión de imagen.
Harry bufó, no podía creer que en serio le estuviese hablando como si fueran a hacer un trato de negocios. Si había un mínimo deseo de que lo marcase pronto en él, se había esfumado por completo. No le importaba lo que hiciesen otros alfas y menos la imagen de Tomlinson. No iba a comprometerse por contrato a formar un lazo con él. Siquiera estaba seguro de querer realmente formar un lazo. Sabía que una vez que firmara no habría vuelta atrás. Como una compra, Louis quería comprarlo para garantizarse que fuera suyo. Si una marca ya significaba una transacción un contrato ni hablar. Por eso mismo nunca había querido que un alfa lo marcase y no iba a flaquear ahora con Louis debido a su instinto débil de omega que buscaba protección.
- ¿Harry? ¿Estás de acuerdo? – preguntó el alfa haciendo que saliese de sus pensamientos.
NO. Maldición, no estoy ni cerca de estar de acuerdo.
- No – negó agachando la mirada para que no lo convencieran los ojos mordaces del alfa – Siquiera me has preguntado si quiero que me marques – continuó tímidamente mientras miraba el piso.
Alzó la vista cuando escuchó que Louis se levantaba de su asiento. Éste se acercó a él y se colocó en frente mirándolo desconcertado.
- Me dijiste que estabas de acuerdo con que te marcara algún día.
- ¡Algún día! – exclamó Harry descruzándose de brazos exasperado con la actitud del alfa - ¿Sabes cuándo va a ser eso? Cuando nos casemos, como mínimo – bufó desviando la vista, tampoco quería casarse pero era una forma de decir que sería en mucho tiempo.
- Bien, vamos al registro civil – adhirió Louis con el semblante totalmente serio y un asentimiento de cabeza.
Harry se giró hacia él abriendo los ojos un poco más de lo normal. ¿Tan desesperado estaba por marcarlo? ¿O también lo hacía para mantener su imagen? Maldición, no podía ser tan desconcertante.
- No puedes hablar en serio.
- Siempre hablo en serio, Harry – respondió el alfa clavando sus ojos celestes en los suyos - Me sorprende que todavía no lo entiendas.
El omega sintió que su respiración se cortaba por unos segundos. Llevaban saliendo una semana y ya quería darle acceso a todos sus bienes. Por el amor de dios, eso era incluso irresponsable de su parte. Suspiró intentando calmarse para no empezar a gritar. Casamiento, dios mío no.
- No me refería a que quería casarme – empezó a explicar jugando con sus manos porque habían empezado a sudar – Me refería a que va a ser dentro de mucho tiempo.
- ¿De cuántos meses estamos hablando? – preguntó Louis colocando una mano en su barbilla.
- ¿Meses? ¡Estoy hablando de años! – chilló el omega mirándolo atónito.
Louis soltó una carcajada siniestra haciendo que se sintiera intimidado de repente. Volvió a cruzarse de brazos para no parecer tan indefenso. ¿De qué demonios se reía? Vete despidiendo de mi culo, Tomlinson.
- No voy a esperar años para marcarte, Harry. Es una locura – dijo el alfa esbozando una leve sonrisa cínica aún.
- No, una locura es que quieras marcarme ahora. Llevamos sólo una semana juntos – replicó el omega ofendido de que se hubiese reído en su cara.
- Sí – asintió Louis frunciendo el ceño – No somos betas. Lo más normal habría sido que te marcara cuando te conocí.
Harry resopló, sabía que no eran betas pero no por eso tenían que tener un lazo obligatoriamente. Él nunca había actuado como un omega normal y eso no iba a cambiar. No le importaba qué fuera lo normal según lo que estaba socialmente establecido.
- No tenemos que hacerlo sólo porque todo el mundo lo hace así – dijo en un tono más calmo Harry - Puedes tener una relación con un omega sin un lazo.
- Sí, y he tenido muchas – contestó el alfa acercándose un paso más hacia él - Pero quiero formar un lazo contigo – dijo a tan sólo unos centímetros del rostro de Harry.
Él se mordió el labio inferior intentando controlar sus instintos que le rogaban que se dejase marcar por el alfa. Es que, maldición, Louis olía tan bien. Se mareaba sólo con sentir su aliento chocando contra su rostro.
- No lo sé... - murmuró bajando la vista.
- Tú necesitas que te marque.
Harry volvió a mirarlo ofendido, no necesitaba que él ni ningún alfa lo marcara. Que saliera con él no quería decir que buscase su protección, todavía podía cuidarse solo. No quería que su relación funcionase así. No iba a depender de Louis, iba totalmente contra sus principios. Y un lazo lo hacía automáticamente dependiente de él.
- No – respondió con firmeza haciendo contacto visual con el alfa. Louis alzó las cejas sonriendo con sorna – No quiero que me marques.
- ¿No? – preguntó de forma cínica el alfa, mientras lo tomaba del cuello fuertemente con una mano.
Harry soltó un grito ahogado por la impresión que se llevó. Louis hizo que girara su cabeza inmediatamente hacia un costado, dejando la piel de su cuello al descubierto. Acercó su rostro lentamente a esa porción de su cuerpo sin soltarlo. Harry entreabrió los labios cuando sintió el cuerpo de Louis apretarse sobre el suyo, dejándolo acorralado contra la mesa. El alfa sopló aire caliente sobre el camino de su yugular hasta llegar a la altura de su oído. Harry se estremeció e intentó mover su cabeza pero el alfa apretó su garganta con más fuerza. Se paralizó por el miedo que sintió de golpe debido a la forma en la que estaba actuando Louis. Éste debilitó su agarre cuando se quedó quieto y entreabrió la boca para pasar sus dientes por su cuello. Todas las células del cuello de Harry vibraron cuando el alfa raspó su piel con sus colmillos. Sí, alfa, sí. Segundos después, Louis le dio un mordisco tironeando fuertemente su piel entre sus dientes. Harry sintió un espasmo recorrer su cuerpo por la anticipación de su omega porque el alfa lo marcara. Soltó un gemido cuando Louis dejó que su piel se escurriera de entre sus dientes y empezó a recorrer su cuello con sus labios. Su vena yugular palpitaba intensamente y su respiración estaba comenzando a agitarse. Su cuerpo no había deseado tanto otra cosa en toda su vida. Sus instintos desbarataban todos sus principios. Su omega necesitaba enlazarse con Louis como si su vida dependiera de ello. Márcame.
El alfa alzó su rostro y forzó a que ladeara su cabeza de nuevo hacia el frente. Cuando sus miradas se encontraron Harry vio las pupilas dilatadas del alfa y una sonrisa siniestra cruzar sus labios.
- ¿Lo ves? En unos días estarás rogándome para que te marque.
Harry jadeó mientras apoyaba sus manos en el escritorio. Estaba mareado repentinamente. Louis lo soltó y caminó unos pasos hacia atrás para alejarse de él. Su omega se removió inquieto por la falta de contacto con su alfa pero se obligó a sí mismo a quedarse en su lugar. Yo no le ruego a nadie.
- Ya te lo dije, amor – dijo Louis como si le hubiese leído la mente - No puedes huir de tu naturaleza.
El omega tomó fuerzas para mantenerse en pie sin ayuda del escritorio y se acercó de nuevo al alfa.
- Tú tampoco – retrucó en un tono bajo y lento que hizo que el alfa lo mirara con deseo.
- No cuando tú estás cerca – aceptó Louis tomándolo entre sus brazos.
Harry le correspondió el abrazo pasando sus brazos detrás del cuello del alfa. No había nada que le gustara más que cuando bajaba la guardia por él. Y aunque Louis no lo admitiera sabía que había tenido que dejar de luchar contra sus instintos gracias a él.
Escuchó que alguien tocaba la puerta así que se separó automáticamente del alfa. Demonios, había olvidado que todo el mundo ahí dentro necesitaba del Secretario General siempre. Cuando Louis dijo a quien estaba afuera que podía entrar un alfa abrió la puerta. Era Dylan, el nuevo asistente de Tomlinson. Harry recordó que hacía unos minutos lo había llamado por el interno. ¿Tendría su mismo escritorio? Eso quería decir que estaría junto a Cara todos los días. Y que acompañaría a Louis a todos lados. Joder, cómo quería volver a ocupar su puesto allí.
- ¿Me llamó? – preguntó Dylan a su alfa, esbozando una sonrisa amena.
Louis asintió antes de buscar entre las carpetas que estaban en el escritorio. Luego tomó dos, aparentemente, contratos y se los extendió al chico.
- Tú... - murmuró Dylan mirando hacia Harry – Oh, ¿tú eres su omega? – preguntó con un tono risueño mientras tomaba los papeles que le había dado Tomlinson.
Louis pasó un brazo por la cintura del omega dedicándole una mirada cargada de odio al otro alfa.
- Sí. Fotocopia eso. Ahora – respondió antes de soltar un leve gruñido. Harry se puso como un tomate al entender que estaba marcando territorio.
- Bueno – asintió Dylan sonriendo. Joder, a este chico nada lo perturbaba - ¿Dónde puedo sacar fotocopias?
- Yo te muestro – se ofreció Harry porque le había hecho recordar a cuando él había empezado a trabajar ahí y estaba totalmente perdido.
Iba a caminar hacia afuera cuando Louis lo frenó tomándolo con más fuerza de la cintura. Se giró hacia él frunciendo el ceño, desconcertado con su actitud.
- No. Tú te quedas aquí – ordenó Louis con el semblante serio.
- Le muestro dónde están las máquinas y vuelvo – dijo el omega para tranquilizarlo porque supuso que no quería que se fuese de la alcaldía. Pero Louis siguió mirándolo con el ceño fruncido.
- No. Puede buscarlas solo – contestó Tomlinson girándose hacia Dylan para fulminarlo con la mirada.
- Eh, tranquilo – comentó el otro alfa alzando las manos – No voy a quitarte a tu omega, trabajo para ti. Además él no huele a omega. Y... no es mi tipo. Lo siento tío. Eres lindo pero me van los rubios. Y... ya debería cerrar la boca – dijo lo último mirando asustado a Louis.
- ¡Fuera de mi oficina! – gritó el secretario señalando la puerta con el brazo que tenía libre.
Menuda forma de empezar su primer día... pobre chico pensó Harry cuando lo vio huir despavorido de allí. Al menos le había dicho que le parecía lindo. Y cuando sonreía se le formaban unos hoyuelos parecidos a los suyos. Probablemente le iba a caer bien.
- ¿Qué fue eso? – preguntó el omega como quien no quiere la cosa cuando Dylan se fue de la oficina.
- Es un alfa – explicó Louis con el semblante serio.
- Si... ¿y?
- Y no te quiero cerca de él. Punto.
Celoso pensó el omega riéndose interiormente. Y pensar que él había estado celoso de Dylan desde un principio.
***
Harry tuvo que salir de la oficina del secretario porque éste iba a tener una reunión pronto. Decidió irse a casa en vez de esperarlo porque estaba cansado. De todos modos el viernes por fin iban a tener su primer cita así que se verían otra vez. Viernes... qué lejano se ve.
Fue hacia el cubículo de Cara cuando salió, para saludarla antes de irse. Cuando caminaba por el pasillo todas las omegas se giraron a mirarlo. Harry no podía descifrar si lo miraban con envidia, odio o con ambas. Deseó que no le importaran sus opiniones pero tuvo que bajar la vista al piso para que no lo incomodaran sus exs compañeras de trabajo.
- ¡Harry! – exclamó Cara cuando llegó a su escritorio, antes de saludarlo con un beso en la mejilla – Alguien tuvo acción hoy, ¿eh? – se burló con una sonrisa pícara.
El omega sintió cómo sus mejillas ardían repentinamente. Entonces todos escucharon. Bueno... cómo para que no escucharan...
- ¿Tú cómo estás? – preguntó para desviar la atención a otro tema. Cara torció el gesto al tiempo que se encogía de hombros.
- Bien... mejor. Tratando de pasar página. Ella está bien por lo que me dijo Ivy así que tengo que dejar de pensar en lo que habría pasado si no la hubiesen marcado.
Harry hizo una mueca cuando vio que Cara estaba todavía dolida por lo que había sucedido. Pero probablemente Phoebe estuviese mejor ahora que antes. Es decir, ella siempre había querido que un alfa la marcara. Malik o quien fuera, coqueteaba con todos los alfas que pasaban buscando la atención de alguno.
- Eh, ¿cómo va todo con Eliza? – preguntó de repente la beta cambiando de tema - Todavía no sé dónde dejarla, lo siento. No tengo más espacio en mi casa.
En otro momento quizás Harry le había dicho que la metiera donde fuera pero desde que había salido con ella de compras, se había encariñado con la omega. No pensaba dejarla en la calle. Eliza era rara y callada pero tenía sus cosas buenas. Por empezar, le había regalado esas bragas rosas bonitas que acababa de romper. Bien Harry, sigue así. Por eso no tienes amigos omegas.
- Está bien. Puede quedarse más tiempo conmigo – dijo el omega esbozando una sonrisa amigable.
- El problema es que la está buscando su proxeneta – murmuró la beta en un tono confidente - ¿Podrías pedirle ayuda a Tomlinson? Quizás pueda protegerlas.
Harry parpadeó sorprendido cuando escuchó el pedido de Cara. Carajo, no era buena idea alojar a una prostituta.
- ¿Estás loca? Louis no lo sabe – dijo Harry entre dientes, provocando que Cara lo mirara sorprendida.
- Pero tú dijiste...
- Sabe que estoy alojando a una amiga tuya – la cortó el omega – Pero no que es prostituta – masculló asustado. Llegaba a decirle eso a Louis y moría al instante. O echaba a Eliza de su apartamento. O quién sabe cómo iría a reaccionar.
Cara estuvo a punto de responder cuando la presencia de un alfa los interrumpió. Harry alzó la vista temeroso cuando sintió su olor y se sorprendió de que fuese la alfa que trabajaba para Louis.
- Tú, cariño – le habló a Cara esbozando una sonrisa coqueta – Eres tan guapa que mereces ser omega.
- ¿Esa es tu forma de seducirme? – preguntó la beta poniendo una mueca de asco. Harry tuvo que taparse la boca con la mano para no soltar una carcajada. En serio había sido un muy mal piropo.
- Recién estoy empezando – alegó la alfa acercándose más a Cara.
De un momento para otro la tomó del cuello y empezó a comerle la boca. Harry se quedó pasmado mirándolas. Momento incómodo. No mires. Corre, corre.
Cara se apartó rápidamente de Kendall empujándola por los hombros y la miró evidentemente cabreada.
- No soy una omega. No me trates como una.
La alfa rió como respuesta antes de dirigirse a Harry. Él se asustó cuando pensó que podía llegar a querer seducirlo como a Cara. Pero rápidamente descartó esa posibilidad cuando entendió que era una tontería. Por un lado porque ella sabía que estaba con Louis y por el otro porque era claramente lesbiana.
- ¿Habló contigo Tomlinson? – preguntó la alfa poniéndose totalmente seria. Harry asintió con la cabeza sin atreverse a decir palabra alguna - ¿Y bien? ¿Va a marcarte?
- No por ahora – respondió Harry desviando la vista hacia el suelo.
- Así están las cosas, bonito. O te marca o eres su amante. No hay término medio – dijo Jenner esbozando una sonrisa falsa antes de girar sobre sus talones e irse taconeando por el pasillo.
Harry se cruzó de brazos ofendido, no tenía por qué importarle lo que esa alfa dijera. Él sabía que Louis era su alfa. ¿Entonces por qué le dolía tanto que la gente pensara que sólo eran amantes?
- Está hablando de la prensa, no le hagas caso – dijo Cara haciendo que saliese de su ensimismamiento – Tiene que vender a Tomlinson y... supongo que tú entras dentro del paquete.
- Él quiere marcarme – protestó Harry provocando que la beta esbozara una sonrisa burlona.
- Sí, bobo. Eres su omega.
Otra con lo mismo pensó con fastidio el omega. ¿Por qué tenía que ser obligatorio un lazo con su alfa? Ellos estaban bien, no necesitaban ninguna marca. Podían tener una relación como dos personas normales. O betas, según Tomlinson. Como la que habían tenido sus padres y sus abuelos. Salen durante un tiempo, formalizan, se casan a los años y deciden tener hijos. Harry no conocía otro tipo de relación amorosa que no fuera esa.
***
Bueno, ahora sí, esto sería el final del capítulo anterior ^^
Planeo volver a mis capítulos largos así que no sé cuándo voy a poder actualizar.
Gracias por todos los votos, comentarios lindos y por leer el fic♥♥♥ ¡Les envío mucho amor!