Me había sentado en el enorme sillón del salón de estar, y Chanyeol estaba a mi lado. Estábamos indecisos respecto a lo que convenía y queríamos hacer, mientras pensábamos el algo nos volvimos presos de una terrible inquietud.
– Es una pena que no podamos ver una película y tal – se quejó Chanyeol.
– No te preocupes – replique –. Ya se nos ocurrirá algo para hacer, o simplemente podemos conversar – proseguí y dirigí una mirada a Chanyeol.
Cuando le miré a la cara, advertí con sorpresa que tenía la frente perlada de sudor. « ¿Por qué sudará de ese modo? –me pregunté–. ¿Estará nervioso? ¿Tendrá calor? ¿Realmente tendrá algún motivo por el cuál se encuentre así? » Como Chanyeol se dio cuenta de que lo observaba, desvió la vista y se puso a mirar afuera... y de repente se puso a chillar lo cuál resonó por toda la habitación.
– Chanyeol, ¿qué pasa? – me alarmé y le agarre por los hombros –. ¿Estás bien? – pregunté –. ¿Qué ocurre?
– ¿No lo has visto? – contestó, señalando con mano trémula hacia la puerta cristalera –. Ha caído algo. He visto caer algo del tejado.
Me paré y camine hasta la puerta, pegue la cara al cristal para escrutar afuera. Permanecí un rato así, inmóvil.
– ¿Lo ves? – preguntó Chanyeol con un susurro de voz –. ¿Lo ves, Baekhyun?
– No veo nada, Chanyeol – le contesté.
Me alejé del cristal y acudí a sentarme al lado de Chanyeol, con una expresión preocupada.
– Creo que ha sido un cúmulo de nieve – le informé, el volvió a mirarme –. ¿Estás bien? Eso es lo que has visto. Nieve simplemente. El viento la ha hecho caer del tejado – confirmé para tranquilizarlo.
« Está perdiendo los nervios –pensé–. ¿Por qué? »
– Yo... lo siento mucho – se disculpó, cubrió su cara con sus manos, y se inclinó sobre sus piernas apoyando sus brazos –. No sé que me pasa... – noté que se ponía colorado –. Me siento como un idiota.
No podía dejar de mirarlo, me estaba empezando a preocupar. En ese mismo momento, el volteó para mirarme.
– Vaya, me miras como si fuera un tarado mental – dijo forzando una risita.
« Chanyeol está ... ¿alterado? –eso es lo que único pensaba–. »
– Vamos, no pasa nada – dije, volviendo a mirar la nieve –, esta todo bien. Creo que solo miraste justo a tiempo para ver algo caer del tejado, y oír el golpe sordo contra la nieve, fue solo una pasada, no tienes nada de que alarmarte. Estoy seguro de ello – añadí.
– Sí, creo que tienes razón – confirmo él.
– Deberías hacer algo para relajarte un poco – sugerí.
– Iré a darme una ducha, eso siempre es relajante – dijo Chanyeol echándose a risas.
– Me parece bien, yo haré lo mismo – declaré.
***
Chanyeol no dejaba de cruzarse por mi mente, solamente me estaba empezando a preocupar por él. Tomé un baño caliente y me cambie de ropa. Descorrí las cortinas blancas de encaje de la puerta de doble cristal de mi habitación y me quedé mirando a través de la ventana. Pese a que todas las puertas cristaleras estaban cerradas, el viento aullaba a su paso por las esquinas de la habitación y el nivel de la nieve iba subiendo. « ¿Será posible que pueda esquiar mañana? –pensé–. » El cielo estaba tan oscuro que parecía que ya hubiera llegado la noche, era tan bonito, tan suntuoso. Eche un último vistazo hacia el cobertizo, entrecerré los ojos y me sorprendí al ver una sombra en la ventana del cobertizo. Había una luz tenue. « Ahí hay alguien. » Me quedé mirando con la nariz pegada al cristal. Por un momento me pareció reconocer que era la silueta de alguien. « ¿Chanyeol, quizás? » Sentí que una mano, helada como la de la muerte, me agarraba por el hombro. Di un grito de terror y giré tratando de recuperar el aliento para gritar de nuevo.
– Oh. Lo siento, no quería asustarte – se disculpó Chanyeol, y retiró su mano.
– ¡Chanyeol! Yo... yo... – dije, todavía jadeando.
Me había quedado helado al sentir la mano fría de Chanyeol sobre mi hombro. Observe que su pelo estaba completamente mojado todavía, probablemente recién salió de la ducha.
– Estabas tan concentrado en lo que pasaba ahí fuera que no me oíste llamar a la puerta – se justificó Chanyeol, sin quitarme la vista de encima. Me di vuelta para cerrar las cortinas.
– Vi una sombra – dije –. En el cobertizo.
– ¿Ah, sí? – preguntó Chanyeol, sorprendido. Fue hacia la puerta vidriera y corrió las cortinas.
– Una luz en el cobertizo – insistí.
– Imposible – añadió Chanyeol –. Ahí no hay nadie, Baek.
– Pues he visto a alguien – volví a insistir.
– A lo mejor era un reflejo – dijo él, retirándose de la ventana –. Vamos, no pasa nada, esta todo bien... fue solo una pasada, no tienes nada de que alarmarte. Estoy seguro de ello – dijo imitándome con un tono burlón.
– Hasta tu imitación es tan cutre como tu humor – replique y nos echamos a reír.
– Venía a preguntarte si quieres jugar a las cartas conmigo – confirmó Chanyeol.
– Por supuesto.
⭐⭐⭐⭐⭐
Gracias por vuestros mensajes en el capítulo anterior, no tenéis ni idea de cuanto me habéis ayudado. Os quiero a mil. Gracias por leer y hasta el siguiente capítulo guapuras, que sera dentro de muuuuuy poco y estará muy interesante, así que esperadlo☺
Lots of Love, de una romántica empedernida. XXX //