No tenía ganas de despertar pero el sonido de mi celular no me dejaba dormir, sin ánimos de nada y sin ver la pantalla conteste la llamada.
- Diga. - conteste aun tallándome los ojos y acomodándome mejor en mi cama.
- ¿Lauren? ¿Podemos hablar? - era la voz de Alexa y se notaba que había llorado por un buen tiempo.
- De que, se supone que tú y yo na no somos nada.
- Por favor Lauren necesitamos hablar, todo fue un arrebato.
- Está bien, te veo en la escuela.
- Si, si, lo que digas.
Colgué el celular y sin ánimos me metí a la ducha, sentí como el agua recorría mi cuerpo, me gustaba sentir esa sensación y más si Camila está presente en mis pensamientos, una sonrisa aparecía con el siempre hecho de recordar su nombre.
Al salir de la ducha, me vestí y salí rumbo a la escuela, hoy había amanecido sin hambre así que me dirigí a la escuela.
Una vez llegando entre al salón de clases, hoy no tenía ánimos de hablar en este momento, aun tenia sueño, espere que las clases avanzaran mientras Lucy todo el tiempo estuvo conmigo, Ally coincidía con nosotras en algunas clases, pero me acorde de que el novio de Camila, ahora lo más seguro su exnovio ya no estaba con ella, eso me dio alegría para que diera la hora del almuerzo.
Una vez terminando las clases nos dirigimos a la cafetería y ahí estaba ella, junto a sus dos inseparables amigas, nos acercamos y ellas nos saludaron y nos sentamos junto a ellas, procure caminar más rápido para sentarme a un lado de Camila.
- Hola. - le dije con una gran sonrisa en el rostro, lo cual ella no me conteste de la misma emoción con la que yo estaba.
- Hola. - fue lo que ella contesto mientras le daba una mordida a su emparedado.
- ¿Cómo estás?
- Bien.
Al parecer Camila no tenía muchas ganas de platicar conmigo, y no me quedo de otra que dejarla desayunar en paz.
- Lauren ¿Podemos hablar? - escuche la voz de Alexa y levante la vista a ella que estaba de pie frente a mí, podía notar sus ojeras desde mi lugar, no quitaba la mirada de mí, bueno nadie de la mesa lo hacía y me sentía incomoda más por Camila.
- Claro.
Me puse de pie tomando mis cosas y siguiendo a Alexa que iba hacia el patio. Se sentó en una banca y yo hice lo mismo sentándome a su lado.
- Bueno, aquí me tienes. ¿De qué quieres hablar?
- Lauren lo siento mucho. - Me dijo mientras se levantaba de su lugar y se arrodillaba frente a mí tomándome de las manos, me excitaba que lo hiciera pero en un lugar privado ya que ahora lo hacía para otra cosa. - Perdóname, estaba celosa y no lo pude controlar.
- Te he dicho mil veces que odio tus escenas de celos, las odio.
- Eso lo sé muy bien pero no lo pude evitar, discúlpame, no quiero terminar contigo.
- Creo que lo mejor será dejarlo todo de una vez.
- No Lauren. - me abrazo y escuche su sollozo muy cerca de mi oído. - por favor no lo hagas, quiero estar contigo. - sinceramente lo único por lo que estaba con Alexa era porque era adicta al sexo con ella, así que no perdía nada.
- Está bien, pero es la última vez que lo haces.
- Si, si, te lo prometo, no vuelve a pasar.
Me puse de pie tomándola de las manos y la abrace, a lo mejor no la amaba pero le tenía un gran cariño, siempre quería lo mejor para ella y así seria siempre, la bese muy lento, así como a ella le gustaba en ocasiones y le sonreí, Alexa hizo lo mismo y me volvió a besar, la tome de la mano para volver a la cafetería.
- Creo que debemos de ir a desayunar.
- Esta bien.
- Y espero y no te moleste que nos sentemos con Lucy y las demás.
- Siempre y cuando este contigo.
Llegamos a la cafetería y nos acercamos a la mesa y todas nos quedaron viendo como nos sentamos con ellas con una sonrisa de oreja a oreja en el rostro de Alexa, mire a Camila y pude ver su molestia y se concentró en su desayuno, les presente a Alexa a Normani, Dinah y Camila, ya que solo la conocían de vista.
Le di mi asiento y me puse de pie para ir por el desayuno de Alexa.
- Espérame, iré por el desayuno.
Ella solo asintió y fui a comprar algo para ella, después me acerque a la mesa y me senté a un lado de Alexa ya que ella estaba a un lado de Camila.
En cuestión de segundos Camila se puso de pie despidiéndose de las chicas excepto de mí y Alexa y sin decir nada más se fue.
No entendía su comportamiento ya que apenas ayer estaba sonriendo conmigo.
Y no solo me ignoro en el resto de las clases si no también todo el día, le mandaba mensajes y no me respondía y ni hablar de las llamadas que le hacía que no me contestaba.
Al otro día la busque y hable con ella a pesar de que no quería hacerlo, hasta hacerla reír y prometerle ir a visitar a su hermana.
Los meses pasaban así como mi amistad con Camila que cada vez se hacía mejor, sentía que le incomodaba Alexa y evitaba que fuera conmigo cada que vería a Camila, no quería que se molestara y dejara de hablarme por dos días como las veces anteriores.
Era navidad y quería sorprender a Camila, un día antes fui a comprar regalos para mis familia y también la de Camila, decidí comprarme un traje de santa Claus y dos de duendes para mis hermanos, sabia la insistencia que tenían con ir a ver a Camila y Sofí así que sabía que no se negarían al vestirse.
Repartí los regalos a mis padres los cuales me agradecieron y le di los de Chris y Taylor los cuales estaban tan emocionados que comenzaron a abrirlo, juego de consola, una patineta y muchos carritos de carrera fueron para Chris y Taylor una colección de muñecas que tanto quería y varios vestidos, compre lo mismo para Sofí que sabía que igual se emocionaría al verlo.
Se sorprendieron al ver los trajes de duendes que estaban en otra bolsa.
- ¿Y esto? - pregunto Chris mostrándome el traje.
- Es para ustedes, se los podrán ahora e iremos con Camila y Sofí para darles regalos.
Comenzaron a gritar de la emoción por ir a visitar a las cabello, así que se pusieron los trajes sobre su ropa muy emocionados.
Mientras ellos se colocaban su traje yo hice lo mismo con el mío, escuche las risas detrás de mí.
- Solo te falta la panza Lauren.
- Muy chistositos. - conteste mientras me colocaba la barba y el sombrero.
Una vez que estábamos listos subimos al auto para dirigirnos a la casa de Camila, estacione en auto y bajamos, Taylor y Chris eran los que llevaban las bolsas con los regalos mientras me acercaba a la puerta para tocar.
Después de unos segundos aparece Sofí y al instante su rostro cambia a uno de sorpresa y emoción.
- Feliz Navidad Sofí. - Dije mientras ella comenzaba a gritar de la emoción, enseguida apareció una Camila sorprendida la cual después de verme comenzó a reír.
- ¿Es enserio Lauren? - me pregunto riendo.
- Bueno, traje a mis enanos con los regalos.
Me hice a un lado de la puerta para darle paso a mis hermanos.
- ¿También a ellos los disfrazaste? - comenzó a reír mientras los abrazaba y dejaba un beso en sus cabeza.
Entraron y abrazaron a Sofí comenzando a darle sus respectivos regalos.
- ¿Y yo no merezco un beso y abrazo? - Hice un puchero y comenzó a reír.
- No me hagas esos ojos de cachorro porque no me resistiré.
- ¿Entonces que esperas? - Le pregunté con una gran sonrisa.
- Ven acá tonta. - Camila abrió sus brazos y no lo dudé, me acerqué a ella y la abracé dejando un beso en su cabeza y absorbiendo su aroma a fruta.
- Camila esto es para ti. - Grito Taylor y ambas entramos a su casa, las hermanas cabello desenvolvieron sus regalos.
Podía ver la emoción de Sofí en su rostro ya Camila desenvolviendo su regalo.
- Parece que tenemos visita. - Escuche la voz del padre de Camila y me gire para verlo.
- Buenas tardes señores Cabello. - estire mi mano para estrecharla con el papa de Camila e hice lo mismo con su mama. - Estos son mis hermanos, Taylor y Chris. - Los señale y ellos como muy educados se acercaron a saludar. - También tenemos regalos para ustedes. - Dije mientras le hacía señas a Chris para que se los entregara que muy amablemente recibieron dándonos las gracias.
- Están en su casa, los dejamos para que sigan dividiéndose.
En se instante los papas de Camila se desaparecieron a través de la cocina. Pude mirar a la castaña desenvolviendo su regalo, me sentí nerviosa a lo mejor y le pude haber comprado otro regalo, algo más grande y más caro.
- Lauren esto es hermoso. - Dijo al momento que sacaba la cadena de su caja y ponía toda su atención en el dije que estaba sobre su mano.
- ¿De verdad te gusto? - Pregunte aun dudando d su respuesta.
- Claro, es precioso. - Su mirada tierna se enfoca en mí y pude decir que valió la pena las cinco horas que estuve buscando el regalo perfecto para ella. - ¿Me ayudas? - Me pregunto con su gran sonrisa, sonrisa que no pude negar. Tome la cadena de sus manos y Camila se puso a espaldas a mí recogiendo su cabello a un lado con la mano derecha.
La coloque sobre su pecho para después abrocharlo en la parte de atrás de su cuello.
- Se ve precioso.
Dije en su oído y me arme de valor para dejar un pequeño beso en su mejilla.
- Lauren. - Vi como Chris me tomaba del traje. - Nos olvidamos de nuestro regalo. - Su mirada parecía preocupado por no haberle podido dar su regalo a Camila y Sofí.
- ¿Debemos de ir por ellos? - Pregunte y Chris asintió - ¿Ahora? - y Chris volvió a asentir muy preocupado, levante mi vista y pude ver a Camila con una sonrisa en su rostro. - ¿Qué te parece si vamos a casa por los regalos e invitamos a Camila y Sofí a la pista de hielo?
- SII. - escuche el grito de los tres niños así que mire a Camila.
- ¿Qué dices? ¿Aceptas que vayamos a la pista de hielo? - parecía pensativa hasta que sonrió.
- Debo de pedir permiso, no tardo. - Camila se alejó para perderse del lugar donde estábamos. Vi como Sofí comenzó a jugar con sus muñecas y platicaba con Taylor mientras Chris lo único que hacía era poner atención porque no entendía nada de las pláticas sobre las muñecas. - Tenemos permiso - Grito la castaña y todos gritamos de la emoción.
* * * * *
- Camila tienes que entrar si no como piensas que te den tu regalo. - dije a una Camila que no quería entrar a mi casa.
- Ya te dije que ahí están tus papas y me da pena.
- Ellos te quieren conocer así que ven. - Tome a Camila de la mano y la jale hacía el interior de mi casa, sabía que estaba nerviosa porque lo mismo sentí cuando conocí a sus padres. - Además tu hermana ya está adentro, no puedo creer que ella sea más valiente que tú.
Comencé a reír por la reacción que tuvo Camila hacia mi comentario.
- Buenas noches. - Salude una vez que estábamos en el interior de la casa y mis padres sentados en el sofá viendo la televisión, ellos giraron hacia mí al momento de hablar y de ver a Camila, así que enseguida se pusieron de pie frente a nosotras. - Pa, Ma, les presento a Camila; Camila te presento a mis padres. - vi la emoción en sus rostro y al instante me arrepentí de haberlos presentados.
- Por fin conocemos a la famosa Camila, Lauren no deja de hablar de ti ¿Verdad Mike?
Sentí que en ese preciso instante mi cara tomaba un color rojo, lo sentí por mis mejillas ardiendo, no volteé a mirar a Camila por la vergüenza que me habían hecho pasar en ese instante, pero sentí su mirada fija en mí, en estos momentos lo que más deseaba era que me tragara la tierra, pero sabía que esto no era todo, ya que faltaba que mi padre hablara.
- Claro, no escucho otro nombre que no sea "Camila" ya hasta lo sueño. - sabía que todo esto lo estaban haciendo a propósito, ya que solamente había mencionado a Camila en un par de ocasiones, pero Taylor y Chris no dejaban de hablar de ella, pero aun así me tenían que ponerme nerviosa.
- Debemos subir a ver a los chicos. - anuncie antes de que me avergonzaran más de lo que ya lo habían hecho.
- Claro esta es tu casa Camila, por cierto soy Mike y mi esposa Clara.
Es un gusto conocerlos. - Hablo una Camila tímida.
* * * * *
Una vez entramos al cuarto de Taylor, comenzaron a darle los regalos que tenían para Camila, una caja de chocolates y dos hojas, me di cuenta que en una había un dibujo de todos nosotros y la otra era una carta. Se sentó en la cama de Taylor y comenzó a leer el contenido, una vez que termino se puso de pie y abrazo a mis hermanos repartiendo muchos besos en ellos.
- Los quiero mucho. - Dijo Camila si dejar de abrazar a mis hermanos, me era inevitable no verla y admirarla por lo maravillosa que podía llegar a ser.
- Es hora de irnos, si nos queremos divertir.
anuncie a todos y los niños fueron los primeros en salir de cuarto, Camila detrás de ellos, no me quedo de otra más que seguirlos, llegamos a la planta baja y los niños ya se estaban despidiendo de mis padres. Camila se acercó a ellos y se despidió con un beso en la mejilla a cada uno, hice lo mismo y guié a Camila hacia la puerta, justo cuando estábamos saliendo escucho la voz de mi padre.
- Por cierto. - giramos a verlo. - Hacen una bonita pareja.
Me sonroje y mire a Camila que estaba de la misma forma que yo.
Llegamos hasta el auto y Taylor, Chris y Sofí ya estaban dentro sentados en la parte trasera, acompañe y abrí la puerta del copiloto para que Camila pudiera entrar, en ese transcurso nadie dijo nada, a lo mejor eran los nervios por el comentario de mi padre.
Rodee el auto y me senté en mi lugar, para poner en marcha el auto.
- Siento mucho lo que mi papa dijo.
Camila se giró a verme y nuestras miradas se encontraron por unos segundos ya que la tenía que enfocar en la carretera.
- No te preocupes Lauren.
- Claro que sí, te hicieron sentir incomoda.
- No me sentí incomoda. - me gire a verla de nuevo. - me pareció algo gracioso. - dijo con una sonrisa.
¿Acaso le parecía gracioso que mi padre dijera que hacíamos bonita pareja? ¿Acaso ella pensara que hacemos bonita pareja? Me moría de curiosidad pero tenía miedo de preguntarle.
Llegamos al parque donde se encontraba la pista de hielo, pague las entradas y a cada uno nos dieron el equipo para entrar a patinar. Vi como todos estaban emocionados y también pude ver esa emoción en Camila.
Entramos a la pista, Taylor y Chris comenzaron a ayudar a Sofí la cual al parecer no sabe patinar, vi como Camila estaba agarrada al barandal y comenzaba a patinar sin soltarlo.
- ¿Acaso tú tampoco sabes patinar? - pregunte en tono de broma mientras me ponía frente a Camila y patinaba de espaldas sin quitar la mirada de ella.
- Que chistosita eres, claro que se, solamente me estoy adaptando.
- Te puedes adaptar a mis dedos. - susurre para mí pero sin darme cuenta lo dije un poco alto.
- ¿Perdón? - pregunto Camila levantándome la ceja.
- Nada. - le conteste con una sonrisa.
- Que me digas Lauren.
- Te lo diré si me alcanzas.
Me adentre a la pista y vi como Camila se soltaba y se acercaba mi con una sonrisa a paso lento. La retaba con la mirada y al parecer ella lo entendió, justo cuando estaba a punto de agarrarme me aleje, la escuche bufar y me reí de ella, prácticamente en su cara.
Después de veinte intentos deje que me atrapara y vi su sonrisa de triunfo. Seguimos patinando, en ocasiones la tomaba de la mano para ir más rápido o jugábamos con los pequeños.
- ¿Quieres un helado? - le pregunte a Camila mientras la tenía abrazada.
- Bueno. - me contesto con una sonrisa.
- Ven. - la tome de la mano y nos acercamos a los niños que trataban de quitar a Chris del barandal. - ¿Quieren helado?
- No Lauren. - Taylor me dijo mientras soltaba a Chris. - que no vez que estamos jugando.
- Pensé que...
- Pues no pienses. - me interrumpió Taylor volviendo a su trabajo de separar a Chris.
- Está bien, nosotras iremos por uno, nos esperan acá.
No recibí ninguna respuesta, vi a Camila la cual comenzó a burlarse de mí por la forma en que me trato Taylor.
- Vamos mi mandilona, tienes que comprarme un helado. - comenzó a reírse.
- ¿Tu mandilona? - pregunte haciéndome la ofendida.
- Claro ya que tú me iras a comparar mi helado y que sea de chocolate.
Llegamos a una banca muy cerca de la pista de hielo y comenzamos a comer nuestro helado, estar así con Camila me hacía sentirme bien y cómoda, lograba sentirme segura y hacia que no necesitara más que estar con ella.
- Me gusta pasar el tiempo contigo. - me sorprendió Camila con su repentina confesión.
- Igual a mí, me haces sentir cómoda. - los ojos de la castaña se enfocaron en los míos y vi sorpresa en ese mar de chocolate.
- A Sofí igual, le gusta pasar tiempo contigo, y tus hermanos. - coloco una mano en mi rodilla y sentí un escalofrió recorriendo por mi cuerpo.
- Lo mismo dicen ellos de ti. - le sonreí y ella hizo lo mismo.
- ¿Quieres? - me pregunta mostrándome su helado así que no me negué, abrí la boca pero en vez de poner el helado ahí, me lo pone en la nariz, lo cual me mancho gran parte de la cara.
- Camila. - la regañe pero ella no dejaba de burlarse de mí.
- Espera, te ayudare. - con una servilleta limpio mi cara donde había estado el helado.
- ¿Quieres? - le pregunte con una sonrisa mientras le mostraba mi helado.
- No gracias. - contesto sujetando mi mano con el helado, ya que se lo acercaba a la cara.
- Claro que si quieres. - reí y le acercaba más el helado.
- No. - grito cuando le puse el helado en su boca y la manche. - mira que hiciste.
- Que chelona, espera te ayudare. - use sus mismas palabras en tono de burla.
Tome una servilleta y vi sus labios manchados de helado, me preguntaba lo que se sentiría probar sus labios, era ahora o nunca. Camila esperaba a que la limpiara y sin pensarlo dos veces me acerque a ella, pude ver sorpresa en sus ojos, pero en ni un momento se alejó, así que me arme de valor para hacerlo.
Saque la lengua y la pase por sus labios, quitando el helado a estos, un pequeño suspiro salío de ella y cuando la vi tenía los ojos cerrados. Junte nuestros labios pero esta vez chupando el labio inferior quitando los restos de helado que se habían quedado ahí, lo hice muy lento ya que poco a poco me estaba embriagando de su sabor, hice lo mismo con el superior mientras también unía mi lengua al trabajo, la respiración de Camila se agitaba, decidí continuar con el beso mientras que con una mano acariciaba su mejilla.
Trate de colar mi lengua pidiendo permiso para entrar, el cual Camila acepto entreabriendo sus labios, mi lengua se deslizo y se encontró con la de ella y comenzaron una danza difícil de explicar. Nuestros labios se acariciaban y en ocasiones los mordía logrando sentir una corriente eléctrica en mi columna.
De un momento a otro Camila se separó y bajo la mirada al suelo.
- Lo siento.
- No debes de preocuparte, yo soy la que te pide disculpas.
- Debemos de ir con los niños. - Camila se puso de pie sin mirarme.
"Mierda, ya la regué" me dije sin dejar de seguirla.
Llegamos hasta donde se encontraba la pista de hielo y Camila llamo a Sofí diciendo que se tenían que ir, vi la decepción en la cara de los niños pero aun así salieron.
- ¿Lauren, nos invitas una pizza? - pregunto Chris.
- Claro, vamos todos por ella. - todos gritaron de la emoción y Camila miro a su hermana, al parecer no quería romper sus ilusiones por comer pizza y sin decir nada comenzó a caminar con nosotros.
Llegamos al restaurante y los tres se sentaron en un sillón, y lo único que quedaba era sentarme a un lado de Camila.
Ordenamos la pizza que querían mientras ellos comenzaban a contar lo que se divirtieron en la pista de hielo, Camila no dijo ni una palabra y en el transcurso de llegar al lugar tampoco hablo.
Terminamos de comer y nos dirigimos al auto, quite un mecho del rostro de Camila y ella se sonrojo, yo solo reí por su reacción de lo tierna que se miraba, una vez en el auto coloque una canción que todos sabíamos y comencé a cantar en alto, junto con los niños que iban atrás.
- Vamos Camila, canta con nosotros.- anime a la castaña para que se sintiera cómoda, no hubo necesidad de rogarle tanto ya que su voz se mezcló con la nuestra.
Llegamos a su casa y estacione el auto a cinco casas de la suya, con el pretexto de que no había lugar, hice que mis hermanos se quedaran en el auto, lo cuales se enojaron pero no me importo. Acompañe a Camila y Sofí a su casa, una vez que estábamos frente a esta espere a que Sofí entrara y antes de que Camila lo hiciera la tome del brazo girándola hacia mí.
- Me divertí mucho contigo. - una sonrisa tímida apareció en su rostro.
- Igual yo, y gracias por todo. - baje mi mirada a su pecho y ahí estaba la cadena con el corazón colgando de dije.
Así que rodee mis brazos en su cuerpo y la pegue a mí dando un beso en su frente el cual duro más de lo que yo quería. Se separó de mí y me sonrió.
- Buenas noches Lauren, que descanses. - fue lo último que me dijo antes de entrar a su casa.