POV DAKOTA
Si pensaba que salí victoriosa al pasar una noche entera en casa de Jamie sin haberlo tocado, estaba muy equivocada.
¿Por qué? Porque a mis queridísimas (nótese el sarcasmo) jefas se les ocurrió que hoy es un buen día para grabar la escena de la perdida de virginidad de Ana.
Lindo, muy lindo.
¿ME PASÉ TODA LA PUTA NOCHE LUCHANDO PARA NO TIRARME ENCIMA DE JAMIE Y LLEGANDO AL SET ME OBLIGAN A HACERLO?
Así una no puede resistirse. No puede.
Miro a Jamie que está igual de shockeado que yo con la elección de la escena de hoy y lo único que atino a hacer es pensar que él ya ha visto mi cuerpo desnudo.
Hace 6 años y sin las consecuencias de un embarazo encima, pero esas son cosas mínimas.
Sam y Erika nos dirigen hacia uno de los sets que ya está ambientado como la habitación de Christian, y luego de darnos algunas indicaciones nos ponemos en marcha con la grabación.
Las primeras dos veces fueron un desastre. Jamie y yo no sabíamos como actuar o donde poner las manos. Internamente pensaba que ni siquiera en nuestra primera vez real fuimos tan inútiles, no sé si ese hecho me enorgullecía o me ponía peor.
Íbamos a comenzar con el tercer intento cuando la voz de Jamie me saca de mis pensamientos.
-No puedo. Lo siento, no puedo.
Y lo siguiente que veo es como agarra la bata blanca que le tiende uno de los ayudantes y huye del set.
Me toma una fracción de segundo imitarlo y salir corriendo detrás de él. Cuando por fin lo alcanzo está entrando a su trailer, tengo que hacer uso de todas mis fuerzas para que no me cierre la puerta en la cara.
Una vez dentro del trailer, suelto la primera pregunta que se me viene a la cabeza.
-¿¡Qué se supone que estás haciendo, Jamie!?
Respiro hondo porque soy capaz de tirarle todo mi odio encima en éste momento. Me siento casi rechazada. Cosa estúpida siendo que solo estamos grabando una película.
Lo miro y noto que tiene la cabeza agachada. Su vista está fija en un punto imaginario sobre el piso.
Me voy acercando lentamente hasta que termino sentada a su lado con una mano sobre su hombro, y la otra, le agarra la barbilla para que pueda mirarme a los ojos.
-¿Vas a decirme que te sucede?.- en mi voz solo hay preocupación.
Jamie traga un poco y respira hondo.
-Lo siento, Coqui. La cosa no es contigo, te lo juro.
-Entonces...¿qué pasa? Sabes que puedes confiar en mí.
Quiero gritarle que yo aún lo amo como hace 6 años atrás y que no soporto la idea de que se cierre en sus pensamientos ante mí. Pero no lo hago, en cambio dejo que se tome su tiempo para responder.
-Lo que pasa es que...-se pasa una mano por la cabeza en señal de nerviosismo.- es que...se vinieron a mi mente todos los recuerdos de aquella noche. Y simplemente no pude Dakota.
Guardo silencio mientras los miro fijamente.
-Oh...- es lo único que atino a decir.
-Sí. Oh.- me responde Jamie un poco enfadado alejándome de su agarre.
-Si te sirve de algo...no eras el único que no podía alejar esa noche de su mente.
Lo último salió en un tono bajísimo pero aún así Jamie logró escucharlo.
-¿Qué se supone que haremos, Coqui? Ya estamos metidos hasta el cuello en esto, no podemos simplemente arrancar.
Veo que la cara de Jamie es la de una persona a punto de caer en un coma por estrés o alguna cosa rara. Verlo en ese estado me destruye el corazón.
-Y si...¿sólo dejamos que las cosas fluyan?
No puedo creer que yo esté diciendo algo así.
-¿Cómo que fluyan?.- Jamie me mira con desconfianza.
-Jamie, ambos sabíamos en qué nos metíamos cuando aceptamos el papel. Si bien no teníamos ni idea de que nos reencontraríamos aquí, sí teníamos claro a que veníamos.- Jamie asiente y yo continúo.- Tenemos que aferrarnos a esa ventaja que nos da el habernos conocido antes, y de que bueno, ambos sepamos como es el otro desnudo.
Me es imposible no sonrojarme al decir la última frase. Tomo un poco de aire y continúo.
-Si te soy sincera, no es que me encante que me filmen fingiendo tener sexo, menos que hayan 2 camarógrafos que aunque intenten mirar lo menos posible, se ven obligados a hacerlo porque su trabajo lo exige.- Jamie me mira como sin saber a donde voy con todo esto.- Pero...que tú estés ahí me quita un peso de encima. Eres alguien conocido entre tanta locura, sé que tú menos que nadie me miraría o haría algo con malas intenciones. Confío en ti gran James, y necesito que confíes en mí si queremos hacer esto.
Le estiro la mano y rezo internamente para que Jamie no lea entre líneas que un poco más, y le gritaba que no deseaba hacer esto si no fuera con él. Jamie termina de repasar mis palabras y levanta su mano para unirla a la mía.
-Yo confío en ti, Coqui. En quien no confío es en mí.
¿Y ESO QUE SE SUPONE QUE SIGNIFICA?
-¿Qué?
-Nada, nada.- me dice Jamie haciendo un gesto con su mano.- Prométeme que si te sientes incómoda en lo más mínimo me lo vas a decir. Prométemelo Dakota, sólo así podré sentirme tranquilo con respecto a todo esto.
Su mirada me dice que realmente es importante que le dé mi palabra.
-Te lo prometo Jamie. En lo más mínimo.
Jamie suelta el aire que estaba conteniendo y sus hombros se relajan. Me da un sonrisita que devuelvo automáticamente.
-Está bien, es hora de salir y..¡de demostrarle a todos en ese set lo jodidamente calientes que nos vemos follando!
-¡James Dornan!
-Okey, okey, ¡es broma!.- me dice riendo y aunque lo intento, termino imitándolo.
-Eres un estúpido. Y yo que me preocupaba de que terminaras suicidándote por tanto estrés.- le respondo golpeando su brazo.
-¡Hey, no me pegues! Joder Dakota, ya no golpeas como antes ¿te estuviste ejercitando?.- pregunta mientras se soba el brazo distraídamente.
Estuve tentada a decirle algo como: sólo si cuenta como ejercicio que aprendí a cargar la compra de la semana en una mano y a tu hija en la otra durante casi 6 años. Pero me contengo.
Por culpa de mamá, el hecho de decirle a Jamie que Dul es su hija se me hace mucho más presente que antes. No me sorprendería que algún día se me saliera de la nada.
-Eh...se podría decir que sí. Estaba entrenado para patear tu trasero y el de Jesse cuando algún día los vuelva a juntar.- le digo en tono de broma mientras salimos de su trailer y caminamos hasta el set.
-Me encantaría ver si eres capaz, Jesse y yo somos el mejor equipo del mundo.- responde Jamie una vez que estamos de vuelta en el set.
Antes de que Sam o Erika digan nada, nos acomodamos en nuestras posiciones y ambos decimos al unísono.
-¿Y bien? ¿No hay una virginidad por perder?
Y estallamos en carcajadas. Todo el equipo nos mira un poco asombrados antes de hacer lo mismo que nosotros, y luego de que el aire se destenza, comenzamos a grabar la bendita escena.
1 hora después voy rumbo a casa pensando en la rara relación que llevamos con Jamie. Estamos volviendo a ese punto en nuestra adolescencia donde no éramos nada pero nos tratábamos como si fuéramos todo.
Y aunque me cueste aceptarlo, no pienso hacer nada para que las cosas se detengan.
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Holaaaaa! Hoy me desperté de buenas así que...MINI MARATÓN DE 3 CAAAAAPS! :D les dejo el primero, enjoooy!