Prólogo

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20 de junio, 1995.

POV DAKOTA

Siento que alguien deja besos por toda mi cara. No quiero despertar así que me acurruco más entre mis cobijas y abrazo fuerte a mi osito.

-Despierta Coqui, hoy es tu día especial. – dice mamá mientras me hace cosquillas. Estallo en carcajadas y termino por despertarme completamente.

Hoy comienzo el colegio y mamá me dijo que ahí habrá muchos niños con los que podré jugar. Me tiene súper emocionada así que me levanto para arreglarme y comenzar de una vez por todas éste día.

Luego de bañarme y comer mi desayuno favorito (que mamá hizo a escondidas de mis hermanos, sólo para mí), subo al auto junto a mi familia para irnos hasta el cole. Mamá nos deja en la puerta principal y me da muchos besitos antes de irse a trabajar, mientras que mis hermanos solo se despiden con la mano.

Mi mami graba películas, yo de grande quiero ser como ella y también grabar muchas. Voy a mi salón y me siento en una mesita. Miro todo a mi alrededor y es muy bonito, hay carteles con niños jugando o de dibujitos animados.

De a poco comienzan a llegar más niños y se van sentando también, sólo que nadie lo hace a mi lado, y eso me pone un poco triste. Veo como todos conversan pero es como si no se fijaran en mí.

Apoyo mi cabeza en la mesa mientras abrazo a mi osito muy fuerte e intento no llorar, mamá dice que siempre que tenga pena, el Señor Osito me cuidará y me hará sentir mejor.

De pronto, siento que alguien me habla.

-¡Hola! ¿Me puedo sentar aquí?

Levanto la cabeza y un niño me mira con una sonrisa grande en su cara. Tiene el pelo café clarito, los ojos grises y carga una mochila de súper héroes en su espalda. Asiento con mi cabeza y el niño se sienta.

-Soy Jamie, ¿y tú?

-Dakota.

-Me gusta tu nombre, es como uno de los estados que tiene Estados Unidos. ¿Sabías que Estados Unidos tiene muchos? – niego y él continúa- Sí, mi papi dice que son más que así – levanta los dedos de sus manos.- cuando sea grande voy a conocerlos.

-Yo cuando sea grande voy a hacer películas como mi mami y mi papi. – le doy una pequeña sonrisa.

-¿¡Tus papás hacen películas!? ¿Tienen súper héroes? - levanto los hombros dándole a entender que no lo sé- ah bueno, si tuvieran súper héroes serían muy entretenidas.

Y seguimos conversando por un buen rato, hasta que llega la hora de salir a jugar al patio con los demás. Cuando salimos alguien me empuja y me caigo golpeando mis rodillas contra el suelo, escucho como todos comienzan a burlarse de mí mientras lloro por el dolor.

-¡Oye no tienes que pegarle a las niñas! –Jamie grita.

-¿Por qué no? No es mi culpa que ella sea una llorona. –responde un niño sacándonos la lengua a Jamie y a mí.

-Porque a las niñas hay que cuidarlas. Eres un niño feo.

El niño le dice algo a Jamie que no escucho, pero sí escucho su respuesta.

-No voy a dejar que le pegues a mi amiga, vete o te acuso a la profesora y le digo que nos estás molestando para que le diga a tu mamá. –le dice mi nuevo amigo con voz un poco amenazante.

El niño se asusta por eso y se va, Jamie ríe por la cara de miedo que seguro puso el niño feo antes de huir. Yo sigo llorando porque la caída de verdad me dolió mucho. Mi amigo se acerca y me mira las piernas.

-¿Te duele mucho?

Asiento y lo que hace después me deja un poco sorprendida. Jamie baja su cabeza y deja dos besos en mis piernas. Específicamente en cada una de mis rodillas.

-Mi mami me da besitos en las heridas y dejan de doler.- me da una sonrisita que termino por devolverle.

Eso es lo único que dice antes de ayudarme a levantarme y pasarme al Señor Osito que había terminado en el suelo por mi caída anterior.

Y...así fue que conocí a Jamie. El chico que con ese pequeño gesto terminó por ganarse mi amistad de por vida.

Destiny [T.1]Where stories live. Discover now