21 Noches a tu lado [EDITAND...

By DarioFr9505

158K 10.2K 760

Connor Stone es un empresario, el cual fue obligado a tomar unas vacaciones en la ciudad de Santa Barbará, co... More

1: La primera noche (1ra Parte)
1: La primera noche (2da Parte)
2: Un trato de doble filo
4: Miradas (1ra Parte)
5: Miradas (2da Parte)
6: La furia del jovenzuelo
7: Aclaraciones y un nuevo sentimiento.
8: Sentimientos
9: Trevor y Stephane
10: Paseo
11: La furia del empresario
Capítulo 12: Andrew
Capítulo 13: Cambios
Capítulo 14: Elite 4
Elite 4: Anthony Deligiannis "El veterano" (1ra. Parte)
Capítulo 15: Whiskey, la perdición.
Elite 4: Anthony Deligiannis "El veterano" (Parte 2)
Capítulo 16: El pecado de dormir con el hermano.
Capítulo 17: Encuentro.
Capítulo 18: "Un hombre no puede estar cómodo sin su aprobación"
Agradecimiento, Avisos y Datos...
Capítulo 19: Ingreso a la Elite (1ra Parte)
Capítulo 20: Ingreso a la Elite (2da Parte)
Capítulo 21: Ingreso a la Elite (3ra Parte)
Capítulo 22: Paciente tras paciente.
Capítulo 23: Destino: Nueva York. (1ra Parte)
Capítulo Final: Destino: Nueva York. (2ra Parte)

3: La (Perfecta) primera cita

11.1K 534 10
By DarioFr9505




"¿Cómo diablos llegamos a esto?" Estoy sentado en el asiento del co-conductor recargando mi cara sobre la puerta mientras a lado mío está conduciendo un hombre demasiado atractivo. — Connor. — Lo llamo.

— Si, cielo. — Me dice de manera divertida, pero sin dejar de mirar el camino mientras está conduciendo, me exaspero un poco al recordar lo que sucedió hace un rato.

— ¡¿Cómo diablos te atreves a pedirle mi carro a mi papá para ir a "conocer" el muelle?! — Le grito molesto mientras veo que sonríe tiernamente.

— ¿Cómo puede ser que tu tengas vehículo y jamás lo utilices? Que desperdicio. — Menciona con un quejido y volviendo a mirar el camino.

Aunque parezca difícil yo tengo un pequeño auto que nunca utilizo. Es un Volkswagen Jetta del año 1998 en color rojo. Me lo regalaron hace aproximadamente 1 año, cuando estaba a punto de graduarme, pero como siempre me ha gustado más caminar, decidí guardarlo en el estacionamiento del hotel ya que nunca pensé en necesitarlo ni para cuando empezara a trabajar y mucho menos cuando estoy ayudando en el hotel. Dejando un lado mi automóvil, veo de reojo a mi acompañante mientras sigue conduciendo.

— Tiene un motor excelente, inclusive los amortiguadores están sólidos y su color me encanta. — Comenta mientras aceleraba un poco oyendo el ruido del motor.

— ¿Eh? — Le observo mientras sonríe, tal parece que le gusta mucho mi auto, se ve como sus ojos azules brillan emocionado. Como si quisiera conducir para siempre mi Jetta. — Ya que no lo utilizas... ¿Me lo vendes Max? — La pregunta me hace abrir los ojos de inmediato.

— ¿Venderte mi Jetta? — Cuestiono con miedo de que utilice sus métodos de negociante sobre mí.

— Así es. —De repente se estaciona y mi mirada se concentra en el piso negro. "Sé que no lo he usado, pero es un regalo de mis padres, no podría pensar en venderlo, pero..."

— Lo pensare... — Le digo a Connor quien solo pasa su mano por mi cabello sonriente.

— Por lo menos no fue un no. —

Salimos del coche, y llegamos a Stearns Wharf es el gran muelle que tenemos en Santa Barbará queda a unos 15 o 20 minutos del hotel. Es un gran lugar en donde vienen cientos de turistas a diario.

Es un puerto pesquero por lo cual hay varios restaurantes de mariscos, tiendas de reglaos, heladería e incluso ahí se encuentra el museo de vida marina, es un lugar muy extenso por lo cual se puede hacer una caminata larga y tranquila disfrutando del paisaje del mar y el atardecer. "Son las 7:20 pm. Pronto oscurecerá." Pensaba mientras acordaba que un día por estas fechas en un viaje que hicimos a México oscurecía demasiado tarde, allí la noche se hacía presente casi hasta las 9pm.

— ¿En qué tanto piensas Max? —

La voz de Connor me regreso en si tras mi paseo por las zonas horarias, puedo ver que está en frente de mí y su cabeza mirando hacia abajo directo a mis ojos. "Es más alto que yo... me molesta que tengan que bajar su cabeza para verme."

— No nada, sigamos... — Me porto serio y empiezo a caminar rumbo al muelle, mientras camino puedo notar como mi novio temporal me mira, mr imagino esos ojos celestes mirándome serios, tratando de descubrir todo de mí, desnudándome hasta el alma. — ¡¿Qué tanto me miras?! — Volteo a verlo con una expresión de molestia, él de nuevo se postra en frente mío con sus manos cruzadas y encogiendo sus hombros dando la impresión de hacer un puchero.

— Esto no es divertido, en serio. — Desvía su mirada después de decirme eso mientras me quedo viendo con mis ojos abiertos.

— ¿Cómo que no es divertido? — Preguntó con molestia.

— Estas caminando solo, Max. — Noto su enojo cuando su entrecejo se oprime y continúa hablando. — Eres mi novio, quiero tener una bonita cita contigo, actúa como tal, ese fue el trato entre los dos. — Miro a Connor sigue parado con sus manos cruzadas, me doy cuenta de algo.

— Connor, tus citas no eran muy buenas ¿O me equivoco? — Ahora yo soy el que cruza los brazos y mirándonos frente a frente al final el empresario solo hace un suspiro cansado.

— No te creas tanto... Mis citas siempre han sido muy buenas. — Me sonríe levantando una ceja como desafiándome.

— ¿Ah sí? ¿Cómo son normalmente? — Cuestiono con seriedad.

— Normales... Llego por ella, después a mi departamento, tenemos sexo y al final la echó de hogar antes de que se haga ideas falsas. — Su voz reflejaba seguridad e incluso egolatría, solo lo miro un poco incrédulo y le digo.

— ¡Esas no son citas, es cruising! — Le grito bajo, lo suficiente para no llamar la atención. Pero era inútil ya que me he dado cuenta de que varias mujeres han estado mirando en dirección nuestra y otras están pasando de ida y vuelta, pero tal parece que Connor no les presta atención.

— No es cruising porque no es en lugar público. Además, por eso te traje para que me enseñes, quiero tener mi primera cita real contigo, por eso estoy emocionado. — Dice con un ligero sonrojo.

— ¿Qué? ¿Qué no era por el coche? — Mierda, mi cara se siente caliente y bajo mi mirada al darme cuenta de que mis pensamientos por alguna razón salieron de mi boca, mi rostro se niega a ver a Connor, pero cede cuando siento su gran mano revolver mi cabello y su risa inunda mis oídos.

— Jajajaja, por supuesto que no tonto. Es porque mi capricho es tener una cita de verdad, pero se hizo más grande hace unos momentos... Ahora quiero una cita de verdad, pero contigo sea como sea. — Lo miro impresionado.

"No puede ser cierto, este tipo no está enamorado de mi... Solo le gusto y solo somos novios de mentiras, entonces... ¿Por qué?"

Siento como mis mejillas se calientan, lo sigo mirando siento como emociones llegan a mí, lamentablemente esos sentimientos se fueron a la borda al sentir como las manos de Connor pellizcan mis mejillas y comienza a jugar con ellas por lo que un poco molesto reacciono. — ¿Qué mierdas haces? —

— Lo siento, es que no puedo evitarlo. Tus mejillas con pecas son mi debilidad, no puedo controlarme cuando se sonrojan como en este momento. — Se ve demasiado feliz, lo miraba como me daba una gran sonrisa mostrando esa dentadura blanca. —

"Hasta ahora me doy cuenta de que cuando sonríe así sus mejillas se alzan mucho y se tornan en un casi imperceptible color rosa"

— ¿Entonces? ¿Qué dices? ¿Tenemos una primera cita memorable? — Connor me mira sonriente tomándome de los hombros, yo no puedo pensar en nada que pueda usar a mi favor, y mi razón solo me dice que me deje llevar por la situación. Doy una pequeña mueca sonriente a mi novio temporal y le susurró al oído. — Solo que no podemos tomarnos de la mano, ni nada de besos, ni abrazos ¿Estás de acuerdo? —

— Diablos. Yo quería... — Dice quejándose un poco, su voz grave se torna un poco molesta, tal parece que le acabo de prohibir todo lo que él esperaba hacer, mi sonrisa aumenta en mi rostro.

— Ven, caminemos. Vamos por un helado. — Le dije.

— ¿Caminemos? Espero que esta vez sea juntos. —

— Si, caminaremos juntos. — Contesté tomándolo de su muñeca con seguridad.

Como habíamos dicho, comenzamos nuestra caminata hacia la heladería, durante ese lapso, ambos accedimos a responder preguntas del otro, para conocer más acerca de nosotros. Connor comenzó. — ¿Qué tal si me respondes lo de esta mañana? Por favor. —

— ¿Lo de esta mañana? — Lo miro, estoy un poco desconcertado acerca de sus palabras después miro al suelo pensativo, tratando de recordar y puedo mirar como nuestros pasos van sincronizados. — Me refrescas la memoria, por favor. — Le vuelvo a mirar, aunque un poco preocupado.

— Esta bien, te recordare... Te pregunte esta mañana. ¿Cuál es tu función exactamente en el hotel? No eres parte de la administración, entonces ¿Qué haces ahí? — Connor no me mira al momento de preguntar, se ve serio y creo que me doy cuenta de sus preguntas, me entristezco un poco y vuelvo a bajar mi mirada.

— Sé lo que quieres decir. Preguntas: ¿Por qué no estoy ejerciendo mi carrera? ¿Por qué estoy en el hotel de mis padres de ayudante? —

— Así es... — Mi acompañante me mira un poco serio, doy unos pasos junto a él, sigo mirando el suelo y después un gran suspiro sale de mi cuerpo.

— Ya debes de saber la situación del hotel. El Wayfarer a pesar de que tiene clientes, son clientes de una noche o dos, fácil vienen y fácil se van. Por lo tanto, muchas veces los gastos no alcanzan ya que nuestros precios son un poco bajos. Y son bastantes trabajadores. — Comento con tristeza.

— Entonces ustedes deberían... —

— ¿Recortar personal? — Interrumpo. — Ni de broma, muchas personas que trabaja con nosotros son de bajos recursos, otros son inmigrantes y otros ni siquiera tienen estudios. Dejarlos sin empleo seria la ruina para ellos y sus familias. He estado tratando de implementar planes para mejorar la calidad del hotel, pero nada cambia. — Me duele, duele mucho platicar como el hotel de mi familia poco a poco se va yendo a la ruina. Duele saber que a pesar de mis conocimientos no puedo hacer nada. Mis lágrimas comienzan a brotar y trato de ocultarlas, sin embargo, es imposible.

— No puedo irme... Mi carrera es para estar viajando y cosas así. Cosa que no puedo... Yo, no puedo, no debo ya que, si me voy, mis padres... — Mis lagrimas salen; quiero correr para que nadie me vea llorar, pero unos dedos de repente limpian mis ojos con ternura y delicadeza. Volteo hacia Connor y puedo notar como sus ojos azules están apagados en una mirada llena de tristeza y melancolía como si una mala noticia le hubiera pegado.

— Te comprendo Max... Sé el peso que cargas al ver a tus padres en apuros y no poder hacer nada, no tener... No tener los recursos para poder ayudar. Yo lo viví con mi madre cuando nos quedamos solos. —

"Connor, tú..." Me doy cuenta como aprieta sus puños conteniendo su enojo y puedo oír su respiración algo cortada. "Él quiere gritar." Pienso al ver su entrecejo, tengo que hacer algo que lo calme y lo único que se me ocurre es ver a ambos lados y fijarme que nadie vea. Me levanto un poco y le doy un beso en la mejilla. "Sé que fue un beso en la mejilla, pero creo que tal vez fue demasiado." Pienso al separarme y al caminar bastante nervioso.

*

"Es la primera vez que me dan un beso en la mejilla así..." Pienso al tocar mi mejilla y con una cara de sorpresa, Max va caminando delante de mí, se le ve bastante torpe. "De seguro esta avergonzado..." Una sonrisa se forma en mi rostro y el enojo que sentía hace momentos atrás se esfumo por completo. "En verdad, eres un jovenzuelo muy divertido."

Aumento la velocidad de mi caminar para alcanzar a Max, llego a lado de él y paso mi mano varias veces por ese lacio y abultado cabello castaño oscuro. El chico sigue mirando hacia al suelo y no puedo evitar sonreír al imaginarme su cara sonrojada. "En verdad no estaba mintiendo cuando le dije que sus mejillas son mi debilidad" Sigo jugando con su cabello mientras caminamos en silencio, admiraba el paisaje del mar a cada paso, lo único malo para mi es que casi enseguida llegamos a la heladería <<El gran pacifico>>.

Cuando entrados nos damos cuenta de que ya todo estaba limpio y recogido, estaban a punto de cerrar de repente veo como Max se da un fuerte golpe en la frente con su palma. — ¿¡Cómo se me fue a olvidar!? —

— ¿Qué pasa Max? — Pregunto curioso ante esa reacción.

— Todo... Aquí todo se cierra a las 7pm incluso el muelle. — Contesta con tristeza.

— Disculpen, pero tengo que pedirles que se retiren, ya estamos cerrados. — Una chica se acerca y nos dice amablemente, el chico me mira decepcionado, pero ya casi era la hora, reviso el reloj de mi celular y marca exactamente las 7:30pm. Mi novio en verdad se lamenta, tal parece que su reacción se debe a que quería darme una verdadera cita.

"Al final la intención es lo que cuenta" Pienso mientras me acerco a la chica quien había regresado al mostrado a seguir limpiando. Después de hablar con ella, guiñarle y sonreírle un poco logré que nos vendiera dos botes grandes con 4 sabores diferentes de helado en ellos junto con dos cucharas. Ambos salimos riendo acerca de mi actuación Max parece divertirse al recordar. — En verdad esa chica babeaba por ti... Literalmente hablando. — Reía divertido.

— Lo sé, a veces me gusta usar mi encanto para obtener algo. — De repente me detengo asustado. "Mierda, dije algo que no debía" Pensando estoy y que tal vez herí con mis palabras a Max, pero sorpresivamente voltea a verme sonriente, aunque algo desconcertado.

— Vamos. No te quedes atrás Connor. — Me dice con total confianza.

— ¿No te enojaste? — Preocupado pregunto.

— ¿Qué? ¿Por lo que dijiste? Claro que no. Sé que utilizaste tu encanto para que aceptara, sin embargo, te lo aseguro... Al final fue decisión propia, yo decido con quien estar. — Me quedo en shock ante esa respuesta, jamás pensé que alguien me dijera eso, ya que comúnmente cuando dejo a una mujer siempre dicen que fui yo quien la enamoré, culmino con una risa y hablando bajo mientras observo al chico frente a mí.

— En verdad eres impresionante, amor mío. —

— Lo sé mi amor, lo sé. — Ambos de nuevo caminamos a la par. Subimos al carro de Max y nos pusimos de en marcha de nuevo al hotel. — En serio. ¿No quieres ir a otro lado? Apenas pasaron 5 minutos desde que dejamos el muelle. — Me pregunta al verme conducir de regreso por el mismo camino, lo cual le respondo.

— No, será mejor dejarlo para otro día. Además, tenemos el helado, pronto se va a deshacer. ¿Por qué no vamos mejor a comerlo a mi habitación? ¿Te parece? —

Solo escucho un pequeño sonido afirmativo de Max. Conduzco en silencio mientras de reojo, contemplo a mi novio temporal viendo por el retrovisor con una mirada perdida que no podría descifrar. En ese momento recuerdo el momento en que me dio un beso de mejilla y algo dentro de mí me pone a pensar. "Sé que solo fue un beso en la mejilla, pero... Sé que hubo algo más que un simple beso o tal vez solo fue mi imaginación"

Minutos en silencio pasaron y así sigue hasta llegar a mi habitación. Y venos aquí sentados uno a lado del otro en la cama comiendo cada uno su bote de helado y viendo una tonta película romántica. "No pensaba en terminar de este modo nuestra cita..." — Oye Max... —

— Mnn... — Oigo un pequeño sonido de mi acompañante quien está comiendo helado y tal parece que está ignorándome por ver la televisión.

— ¡Max! — Exclamo con enojo.

— ¡¿Qué?! —

— ¿En serio vamos a acabar así nuestra cita? Viendo "La Cruda Verdad" Esta película me deprime, no puedo creer que a ti te guste. — Le digo mirándolo un poco triste y con un tono entre serio y deprimido, mientras él deja su bote a un lado y me mira serio.

— ¿Qué tienes en contra de la película? — Pregunta.

— Es que... Es triste y ambos chocando con sus egos, después se enamoran, es a mi gusto deprimente esta historia comica-romantica. Además... — Siento como de solo recordar ese rostro me enoja mucho y mi ceño se frunce más, Max me mira sorprendido y me pregunta curioso.

— ¿Además? ¿Qué cosa? —

— Mi primo se parece a Gerard Butler cuando actuó en esta película. — Suelto eso de mi boca sin pensar.

— ¿Qué? — Max me mira extrañado a lado de mí, parece como si estuviera analizando todo y de repente sus carcajadas suenan en toda la habitación, sus mejillas rojas al igual que sus orejas estaban y no deja de reír mientras resbala poco a poco hasta quedar de espaldas sobre la cama, lo cual me enoja un poco.

— No le veo la gracia. — Cruzo mis brazos y desvío la mirada en señal de mi enfado.

— Lo... Lo siento... jajaja, es que... — Ni siquiera puede acabar una frase, eso me enoja más. Después de unos minutos de la risa molesta de Max, por fin se tranquiliza y me dice completamente sonriente y en un tono burlón. — En serio... No puedo creer que te enojes de esa forma solo porque tu primo se parece a un actor de Hollywood. —

"Estoy harto" Pienso al tomar el control de la tv y apagarla, dejo mi bote de helado a un lado, tomo a Max de un brazo y lo jalo para que tome asiento entre mis piernas, entrelazo mis brazos a su cintura y coloco mi barbilla sobre su hombro derecho. Puedo sentir el calor de ambos, él esta tibio, pero puedo notar como su rostro cambia de temperatura a una más alta. —Mejor, así debimos de estar desde el momento en que llegamos. —

— Tú... ¿Tú querías que nosotros...? — Su nerviosismo es evidente, puedo oírlo, pero lo omito al momento debido a que me dejo llevar por este calor que ambos cuerpos crean, pongo un poco de fuerza extra en mi abrazo para acercarlo más a mí, y cierro mis ojos para concentrarme en este momento. "Es tan cálido, tan relajante" Inhalo y exhalo despacio, relajando todo mi cuerpo para después darle una respuesta a su pregunta sin terminar. — Si, esto es lo que quiero. —

*

Sus brazos me rodean, son increíblemente confortable, están marcados y están rodeando mi cintura, no puedo evitar en pensar en muchas cosas pervertidas, pero de repente siento en este momento de silencio como nuestros cuerpos juntos, como cada parte de nuestros cuerpos que se tocan crean un calor extraño que jamás había sentido. "Es cálido, es tan relajante el estar así." Cierro un momento mis ojos dejándome llevar un poco cuando de repente oigo, con un volumen bajo, la voz grave de Connor hablándome cerca de mi oído.

— Es que si supieras como es mi primo, es tan gruñón, siempre gritándome cuando voy a mi restaurant. Parece un verdadero ogro. — Dijo con una voz suave.

— ¿Trabajan juntos? — Pregunto ya relajado.

— Así es... Mi primo Richard es el chef en jefe de uno de mis restaurantes. Además, que junto con él entre al mundo gourmet, ya que fue su idea de invertir mi dinero en restaurantes. —

— Ya veo... — Extiendo mi brazo tratando de alcanzar mi bote con helado, pero es inútil, de repente es el mismo Connor me pasa mi helado aflojando su abrazo y retirando su barbilla de mi hombro. — Gracias. — Respondo.

— De nada. — Puedo sentir como su mirada se concentra en mi cuello, mis nervios vuelven aumentar mientras introduzco una cuchara con helado a mi boca. — Entonces... tu primo Richard fue el gran genio detrás de tus restaurantes. — Digo lo primero que pienso evitando un momento peligroso.

— Exacto. A pesar de que los restaurantes están a mi nombre, solo fui el inversionista y contratista. — Su voz esta serena, y yo solo sigo comiendo helado al escucharlo. Bajo mi mirada, veo como de nuevo me abraza por la cintura, y comparo el largo de nuestras piernas, por supuesto las de él son un poco más largas y torneadas, lo noto al ver como su pantalón capri se ajusta a sus muslos estando sentado. Un suspiro sale de mi cuerpo tomando una porción de helado con mi cuchara y llevándolo por encima de mi hombro derecho.

— ¿Quieres helado? — Mis mejillas se sienten calientes al preguntar.

— ¿Me vas a dar de comer helado? — A pesar de que no lo veo, puedo imaginarme que una sonrisa se forma en su rostro.

— Es lo que hacen los novios... Creo... — Justo en estos momentos gradezco a dios por no estar en frente de él. Una risa pequeña suena detrás de mí, mis dedos sienten como la boca de Connor toma la porción de helado. "Esto es malo." Pienso al darme cuenta de que mi temperatura de nuevo cambia.

— ¿Qué tal si jugamos Max? — Pregunta divertido.

— ¿Jugar? — Me toma de sorpresa su pregunta, pero tengo que cambiar este ambiente tan peligroso por lo cual acepto. — Esta bien, entonces para hacer esto más emocionante. —

Una serie de movimientos bruscos después, me encuentro sentado a ahorcajadas encima de Connor. — Vamos, Max... Ahora abraza mi cuello con tus brazos, jeje. —

— Nunca... — Mi vergüenza es evidente... y mi nerviosismo aún más ya que la distancia entre nuestros rostros es poca. Esos ojos azules celeste me miran felices, su sonrisa deja ver su dentadura, todo de él es provocativo al igual que su cabello perfectamente peinado, nuestros cuerpos calientes se atraen y distintas sensaciones no me dejan tranquilo.

— Eres sexy Max. — Susurra cerca de mi rostro.

— ¿Yo? ¿Sexy? — Empiezo a reír enseguida, Connor también ríe y con sus manos empieza a revolver mi cabello riendo aún más. — Claro que eres sexy, y ten en cuenta que eres el único al que le he dicho eso. —

— Ya se... lo dices porque soy tu novio. Es lo que se diría una pareja en estos momentos.

— No, independientemente del trato entre nosotros, pienso que eres muy atractivo. — Dice y mi cara se vuelve completamente roja y sorprendida, mi boca se reseca un poco y el me mira fijamente con una pequeña sonrisa. — No sé qué sea... Tal vez es tu cabello es lacio, sedoso, suave con un color castaño intenso que brilla aun con poca luz. — Su mano izquierda recorre delicadamente todo mi cabello al decir esas palabras, pero a pesar de que quiero detenerlo me es imposible porque su mano baja a mi boca y con su pulgar empieza a jugar con mis labios. — ¿O serán tus labios? Debido a tu piel blanca resaltan mucho su color rosado, son un poco delgados pero lo suficientemente carnosos para seducir y querer morderlos en un beso.

— ¿Qué? — Me sorprendo mientras al mismo tiempo estoy asustado, pequeños temblores invaden mi cuerpo, Connor solo me observa, sonriente. — No te asustes jejeje, solo digo lo que pienso, no voy a comerte. —

Bajo mi mirada sin decir nada, aún conservo mi expresión un poco asustada, él hombre frente de mi levanta mi barbilla haciendo que nuestros ojos se encuentren unos segundos. — Es hora de jugar. Solo serán una serie de preguntas para conocernos mucho mejor, aquel que no pueda responder una de las preguntas tendrá que cumplir un castigo ¿Ok? — Sonríe de manera tierna.

No digo nada, pero sorpresivamente para ambos, coloco mis brazos alrededor de su cuello, mi mirada sigue baja y asiento en señal que estoy de acuerdo. — Bien, yo comienzo. A ver... ¿Cuál es tu comida preferida Max? — Levanto la cabeza mirando a sus ojos, estoy sorprendido por la pregunta más puedo notar tranquilidad y confianza. "Él no hará nada malo" Pienso para después sonreír.

— Mí comida favorita... Bueno, si un platillo tiene una brocheta de camarones y un filete de atún a la plancha sería un paraíso para mí. — Mi sonrisa es grande al decir mis dos comidas favoritas, y entonces él responde riendo.

— Como me lo esperaba de una persona que vive cerca del mar... Mariscos. — Sentí como su mano comenzaba a acariciar mi espalda.

— Así es... — Las preguntas son un poco inocentes y así pasamos de una pregunta a otra durante un buen rato. La noche está presente y ninguno de los dos se rinde, pero ahora las preguntas van más en serio.

— ¿Entonces...? ¿Cuál es la relación entre tú y el chefcito? — Pregunta curioso.

— "¿Chefcito?" — Pienso un poco y entonces recuerdo a quien se refiere con esa palabra. — ¿Andrew? Solo somos amigos, jajaja. —

— Eso no parece. Él es apuesto. — Dice serio.

— ¿Celoso? — Digo confiado.

— Un poco, aunque debo de estarlo porque mi novio se comporta más como tal con alguien que no soy yo, su pareja. — Rio un poco ante su manera de hablar tan correcta.

— No debes de preocuparte él y yo somos amigos de preparatoria. Por cierto... ¿No estás cansado? Llevo sentado arriba de ti desde hace rato y debo confesar que mis rodillas me están matando. —

— Pues no estoy cansado, no pesas tanto. Pero si tus rodillas ya cedieron... — Para mí buena suerte pude al fin quitarme de encima de Connor. Ambos nos acostamos en la cama, estando de costado ambos nos miramos un momento y después reímos por alguna razón. — Es tu turno Max. — Me dijo aun riendo un poco. "Es hora de mi arma secreta" Pienso y lanzo una mirada segura a Connor.

— Además de tu madre y tú primo. ¿Quiénes son los demás miembros de sangre de tu familia? — Mi arma secreta da resultado, los ojos azules de Connor están completamente abiertos, más que impactado con mi pregunta, traga un poco de saliva y desvió su mirada. — ¿En serio tengo que responder eso? — Cuestiona serio.

— Sí, si no quieres perder. — Veo como el hombre a lado de mi se voltea y mira el techo pensativo durante un momento. "Creo que toque un punto sensible" Pienso un poco preocupado...

— Buena pregunta, es difícil responder y es bastante específica. — Me dice con una mirada bastante triste pero continua. — Tengo dos tíos, Lambert Stone: Doctor cirujano en un hospital de Seattle y el otro es Gilbert Stone: Propietario de una de las tiendas de trajes formales para hombres más reconocidas de Washington. Mi padre fue el menor de los tres, Albert Stone: Gran abogado de renombre en San Francisco que por sus vicios perdió todo y nos dejó prácticamente a mí y a mi madre en la calle... Richard es hijo único del tío Gilbert y Zachary es el hijo adolescente de Lambert. Mi madre no tiene familia ya que fue huérfana y estuvo sola hasta que encontró a mi padre. Ammm... — Piensa un momento. — También tengo...

— ¡Basta! No debí haberte preguntado eso y de paso no debiste contarme tanto, fue mala idea... Solo te hice daño. — Me siento culpable por lo que hice, esa mirada triste en Connor, duele verlo así.

— No te sientas culpable. Es algo normal que quieras saber de mi familia... Yo puedo, además hago lo mismo que tú. Es mi propia decisión contarte acerca de mi familia, ok. — Me mira sereno, él confía en mí y me lo demuestra acariciando con su mano derecha mi mejilla, haciendo que esa culpabilidad que tenía disminuyera. — Bueno... Como iba diciendo, tengo dos medios hermanos... — A pesar de que le ponía atención y me muestro completamente serio, por dentro estoy impresionado ante tal relato.

— Mi padre pudo haber sido lo peor, pero a pesar de sus vicios siempre fue un caballero con las mujeres y eso se reflejó en sus 3 hijos con tres diferentes mujeres. Y casual, nos conocimos todos en el funeral del señor Albert Stone hace 4 años. Lo malo de esto es que no somos unidos debido al rose entre personalidades y el hecho que somos medios hermanos, lo bueno es que los tres nos parecemos más a nuestras madres, ninguno saco la apariencia de nuestro padre. Lo otro malo es que los tres tenemos la herencia de la familia Stone. —

— ¿La herencia de la familia Stone? — Pregunto curioso.

— Así es... — Connor apunta a sus ojos dando a entender que la famosa herencia de los Stone son los ojos azules. — Tanto mi padre como sus hermanos, mis primos y nosotros 3 tenemos los ojos azules. —

— Ya entiendo. — Comento sorprendido.

— Con quien me lleve mejor fue con el que es mayor que yo, su nombre es William es muy educado y maduro. Mientras con el otro que es el menor de los tres, Stephen, no me lleve muy bien ya que él tiene una personalidad bastante complicada... Hace rato que no los veo. ¿Cómo estarán? —

— Deben de estar bien si son igual de sexys que tu... — Mi cara se sonroja al darme cuenta de lo que había dicho. Connor solo ríe.

— Eres increíble Max... ¿Soy Sexy? —

— Yo... no... bueno...— Me quedo mudo y de repente él se abalanza sobre mí, aprisionándome entre su cuerpo y su cama, sonríe pícaramente y se acerca a mi oído, empiezo a temblar un poco al sentir su respiración — Entonces. Yo gané. — Susurra y siento como su lengua recorre mi lóbulo para después morderlo. — Co-Connor... ¿Qué haces? — Mi respiración se agita, mi temperatura cambia y mis nervios están al tope, pero el hombre encima de mí parece disfrutarlo.

— Tu castigo querido mío. No te preocupes, no iremos más allá de besos y una que otra caricia. — Esas palabras resuenan en mi oído, sus manos empiezan a recorrer mi estómago por encima de mi camisa, mientras me da pequeños besos en mi cuello que me descontrolan, tanto que un pequeño gemido sale de mi boca provocando que mi respirar se agite aún más. — Me gusta ese sonido. Max por favor, gime para mí. —

— Connor... tu... — El ataque de besos y caricias se detiene un momento en el que Connor me mira, no puedo hablar claramente ya que me encuentro tragando saliva y mi respiración esta alocada.

— ¿Qué pasa Max? —

— Tengamos o-otra cita. — Digo aun agitado de aquellos besos adictivos.

— ¿Otra cita? — Me mira desconcertado, yo asiento con mi cabeza.

— ¿Crees que esta cita es un desastre? — Sonriente me pregunta, sigo sin poder decir nada lo único que hago es desviar mi mirada a un lado un poco triste.

— Jajaja. Eres increíble mi amor. — Dice besándome en la frente, lo cual me sorprende un poco porque siento como sus labios queman mi piel. — Esta cita no podrá ser lo que imaginé, pero fue perfecta para nosotros. Porque fue linda, y fue así porque estuve contigo, eres muy lindo... Lo que quiero decir es que... — Se toma unos segundos en silencio y ambos nos miramos a los ojos como si nuestra vida dependiera de ello. Siento como caigo en el embrujo de sus ojos, me hipnotizan y de nuevo un beso me altera ahora es en mi nariz. — Muchas gracias, Max. —

Aquel agradecimiento solo fue eso, escuchar esas palabras, mis lágrimas se derraman sin avisar, no puedo evitarlo. Esas palabras por alguna razón me hicieron el hombre más feliz del mundo. "Connor Stone es un hombre muy temible" Pienso mientras sigo llorando para continuar con un beso profundo que me da mi novio, es suave y profundo nuestras lenguas parecen bailar a la par a medida que nuestros labios pasan más tiempo unidos, Ambos cuerpos se conectan y ese calor extraño nos empieza a invadir. No puedo pensar claro, me dejo llevar al alzar mis manos y enredar mis dedos a través de su cabellera haciendo nuestro beso aún más profundo. "Es como Connor dice. Tal vez no fue la cita que esperaba, pero también estoy feliz porque fue perfecta. Como esta noche, como este beso es perfecto, es un sentimiento el cual sembró semilla en mi corazón en esta segunda noche..." Repito en mi cabeza mientras los besos y las caricias continuaron, hasta que quede rendido en los brazos de Connor completamente dormido.




~ Continuará... ~

Continue Reading

You'll Also Like

12M 1.2M 41
«Conocerte fue descubrir un género musical diferente al que suelo escuchar, pero que al final me terminó gustando.» La vida de Andy está rodeada de d...
960K 85.2K 49
Ganadora del Watty 2022 en la categoría juvenil✨ «Una carta de amor, una chica con aroma a coco y un verano inolvidable». *** Astrid, la hija de un i...
135M 8.7M 65
Recién llegada a la elitista universidad Tagus, Jude Derry descubre que ahí todo gira alrededor de las fiestas, los chismes, los ligues y sobre todo...
3.4M 356K 105
Enamorarse de un hombre durante los años 50 nunca fue algo que Taehyung o Jungkook hubieran imaginado. Especialmente cuando ambos estaban casados con...