Me siento muy incómoda, están esos dos fortachones tatuados de más temprano, pero también hay un tipo sin tatuajes, al menos no noto ninguno, tampoco puedo distinguir su rostro, se lo cubre, parece que no quiere que lo vean, entre tantos tatuajes puedo distinguir que ambos tienen la misma figura en el antebrazo, este me llama la atención, es un trébol negro en llamas, un poco extraño digo yo.
-¿Kelly?, ¿estás bien?
-Ah..., si..., ¿por qué? - no voy a dejar que me arruinen la noche, sean quien sean no se atreverian a hacer nada mientras papá este aquí.
-Porque te veo distraída.
-Ah, es que intento ver la cartelera.
-Ah, ok
Al fin compramos los boletos, vamos a ver una película de espías y esas cosa...
-¡Papá!, ¿podemos comprar palomitas de maíz?
-Pero si luego vamos a comer otra cosa, te vas a llenar.
-Pero una pequeña..., para los dos...
-Está bien.
Compramos las palomitas de maíz, cuando empieza la película empezamos a criticar tantas cosas.
-He estado en más tiroteos que ellos - susurra papá.
-¿En serio?
-Claro, ese ni siquiera se ve real.
-Genial... - susurro.
Casi a mitad de la película noto que una mujer no dejaba de ver a mi papá, parece que le está coqueteando, y para colmo él también la mira.
-¡No la mires! - susurro y lo golpeo en el brazo.
-¿Por qué?
-Por que no quiero, tu me quieres solo a mi... - le digo en broma.
-Te amo más que a nada - dice mientras me da un beso y me rodea con su brazo.
Vi como la mujer le habla algo a sus amigas entre risas, pero si quería algo con mi papá, lo cual no va a pasar, tendrá que pasar antes por mi, cuando la película termina papá me pregunta a dónde quiero ir.
-Ah, ya sé, podemos ir a comer un postre, ¿que te parece?
-Está bien, creo que vi un Starbucks en el camino.
-Sí...
Subimos al auto al salir del cine, por suerte los tipos raros ya no estaban, al llegar a Starbucks nos atienden rápido, hay muchos postres en el mostrador, yo pido un capuccino y una tajada de pastel que la verdad no sé de que es, pero se ve deliciosa, papá pide una malteada de chocolate y una tajada de pastel de chocolate, y como sospechaba mi pastel esta delicioso, pero la malteada de papá también se ve deliciosa a comparación de mi aburrido capuccino.
-Papá, ¿me invitas tu malteada?
-No
-¿Por qué?
-Porque no quiero - dice en tono burlón.
-Papá malo - le saco la lengua.
-Esta bien, toma - dice riéndose.
Pruebo de la malteada y está deliciosa, por qué no pedí una yo también.
-¿Y luego a dónde vamos? - pregunto.
-A casa.
-No..., que aburrido, vamos a ver tiendas.
-Sabes que no te voy a comprar nada ¿verdad?
-Sí, sí, ¿por qué siempre te adelantas a todo?
-No sé, será porque te conozco...
Cuando papá se levanta, noto el arma que hay en la funda de su cinturón, la lleva a todas partes.
-Oye, esconde eso antes de que te arresten - digo refiriéndome al arma.
-Tranquila, nadie lo notará.
Cuando salimos, vamos a una tienda de ropa que hay cerca, empiezo a ver todas las prendas y papá a querer irse.
-Mira papá - digo mostrándole una blusa turquesa que me encantó.
-Umm, ya la ví.
-Y...
-Y ¿qué?
-Por favor papi..., ¿sí?, te prometo que la usaré.
-Umm - duda un momento.
-Vamos papá..., Eres rico...
-Ya sabes que ese no es un pretexto para comprarte todo lo que quieras, pero esta bien..., Te la compraré...
-Yeh..., gracias papi...
Salgo de la tienda con la bolsa en mano y subimos al auto.
-Ahora si podemos ir a la casa - le digo.
-Y se supone que tu tienes que dar la orden su majestad.
-Sí - digo en broma.
-Disculpe mi ignorancia magestad.
-Me hubiera gustado ir a mas lugares.
-Te prometo que uno de estos días iremos de paseo a algún campo o algo así.
-Técnicamente Las Vegas es un desierto.
-Sí, pero podemos viajar, también hay algunos lugares para quedarse a las afueras de la ciudad, ya veremos.
-¿Lo prometes? - pregunto.
-Lo prometo
-¿Puedo encender la pantalla? - pregunto, todos los autos en casa son de esos modernos con cámara a los costados Y detrás, en la pantalla de abajo se puede ver videos.
-Claro.
Dudo un momento en que poner hasta que me decido por unos videoclips de canciones famosas, noto que papá tararea la canción.
-Pensé que no te gustaban.
-Las has puesto tantas veces que ya me las aprendí - reí.
Llegamos a casa, todos están en la sala conversando cuando entramos.
-¿Y que tal la película? - pregunta el tío Mac.
-Nada del otro mundo, lo de siempre, el bueno persigue al malo por todo el mundo, al final lo atrapa y bla bla bla - respondo.
-Cenamos sin ustedes porque sabia que se iban a demorar - dice la tía Aine - ¿que comieron?
-Pastel - responde papá.
-Pastel... - dice Connor mientras se le cae la baba.
Estuvimos mucho tiempo conversando, pero yo no preste atención a nada, lo único que ronda en mi cabeza son esos tipos, en verdad me estan siguiendo o solo fue una coincidencia, no lo sé, pero me intriga tanto, quiero saber quienes son ellos, ¿y por qué ese tipo no quería que le viera el rostro, acaso lo conozco?, tengo que decírselo a Connor.
-¿Y Kelly, que opinas? - pregunta el tío Sean.
-Ah, ¿de qué?
-De que en las noches me convierto en vampiro Y me voy volando hasta Taiwán - dice el tío Sean.
-Ah, sí, sí, muy bien - respondo, no he prestado atención en nada, el enigma de esos hombres no me deja en paz - ¡espera qué! ¡fuiste a Taiwán Y no me trajiste nada!
-No estás prestando atención, ¿en qué piensas?
-No, en nada - respondo rápidamente - es que recordaba que otras películas se van a estrenar en el año para ir a verlas - aunque mi respuesta es super ridícula creo que se lo creyeron.
-Bien, entonces, para ponerte al día, estábamos hablando de ir donde los Jeep trepadores de roca, hay que alquilar unos y vamos al desierto, tal vez en uno de estos días.
-Sí, suena divertido
-Bueno, mira la hora que es, mañana tienes escuela y ya es tarde para ti - dice papá viendo su reloj.
-Esta bien, hasta mañana - digo para todos - me levanto para ir a mi habitación, pero antes tengo que hacer algo.
-Don, tengo que hablar contigo y con Mac - le dice el tío Sean, me pregunto que será.
-Está bien, Voy en un momento - dice papá.
Me dirijo al segundo piso, busco por los pasillos hasta que por fin lo encuentro.
-¡Connor! - susurro para que abajo no me escuchen.
-¿Qué?
-Tengo que hablar contigo, entra - lo llevo dentro de la biblioteca, por suerte la puerta estaba cerca y nadie nos vió.
-¿Sobre qué?, ya me voy a dormir - se queja.
-¿Recuerdas a los hombres de esta tarde?
-Sí, ¿que pasa con ellos?
-Los vi afuera del cine, estaban los dos de esta tarde y otro que no dejaba ver su rostro, no pude notar muchos detalles porque estaba oscuro, ¿aún sigues creyendo que es una coincidencia?
-No, esto es serio... - dice poniendo su mano en la mandíbula como pensando.
-¿Que vamos a hacer?
Se queda callado un momento
-¡Connor! - lo golpeo.
-Escucha, si mañana a la salida siguen ahí se lo diremos a alguien, primero hay que estar seguros.
-Esta bien, me moría por contartelo, no sabía que hacer, no he dejado de pensar en ellos desde que llegamos.
-No te preocupes prima, lo mejor ahora es que dejes de pensar en esos tipos ¿ok?
-Si, esta bien
-¿Hay alguien? - pregunta Connor para salir de la biblioteca.
Asomo la cabeza por la puerta
-No, no hay nadie
-Esta bien, adiós - dice y sale, yo también salgo y me dirijo a mi habitación, pero si eso logró que Connor se preocupara tanto, debe ser algo serio Y me asusta.