[Prepárense para los problemas y más vale que teman (?]
-Choromatsu, dejaste tu camisa en- ¡AH! ¡¿QUÉ MIERDA ESTÁN HACIENDO?!
-Ah, Totty.
Todomatsu se irritaba viendo a sus hermanos como pareja, y ahora verlos semi desnudos uno sobre el otro, le daba repelús.
...
-¿Qué les pasó?
-My little brother Totty se puso un poco agresivo.
-¡¿Un poco?! Esa bestia del mal me dejó roja la mejilla...
-Jeh. -Karamatsu le dió un beso pequeño en la marca.
-Ya les dije que hagan sus cosas cuando no haya nadie en casa...
-Tsk. Se ponen calientes cada cinco minutos... ¡OIGAN!
Karamatsu había acorralado a Osomatsu contra la pared y se besaban como si nada.
-¡Ya sepárense! -los jaló Choromatsu de las capuchas de sus hoodies- V-vamos a desayunar...
-Hahaha, Ichimatsu-niisan tiene razón.
En la pequeña mesita, Choromatsu se sentó entre los dos. Los tres hermanos comenzaron a sentirse nerviosos en cuanto notaron que su madre los miraba con un extraño brillo en los ojos. Aunque más bien estaba mirando a Osomatsu.
-Ma-mami... ¿Por qué miras así a my brother Osomatsu?
-¿Eh? ¿Cómo? No me di cuenta de que lo estaba mirando. -se hizo la inocente.
«Es muy obvia...» -Mamá... Hablé con Karako-san como querías y...
-¿Qué te dijo? -se levantó de golpe, con una emoción incierta.
-E-ella dijo que... vendría algún día...
...
-¿Por qué le dijiste eso? -Karamatsu bajó los hombros.
-Porque toda la semana, a cada hora, me pregunta cuándo pienso presentársela. Y no quiero que se entere de... la verdad. Así que estaba pensando en que si traigo a una chica que se haga pasar por ella, se calmará por un tiempo...
-Bueno, si conocieras a una chica además de Totoko...
-Imposible, niisan.
-¡Tú! -Osomatsu apuntó a Totty como si él fuese la respuesta.
-¿Yo?
-¡Te ves linda como chica!
-¡Cómo si eso funcionara! ¡Idiota! ¿Y por qué tendría que ser yo? ¿Por qué no sugeriste a Karamatsu?
-Porque él si parece homb... A-ah, lo siento. No me mires así...
-Jeh. -Karamatsu hizo una pose principesca (y ridícula).
-De todos modos es una idea muy estúpida.
-Sí, tienes razón... ¡Pero todo es su culpa! Idiotas.
-Hahaha, ¿por qué no le dices que terminaste con ella, niisan?
-¿Qué...? -Karamatsu se puso nervioso al pensar en esa idea.
-Jyushimatsu, eso sería sospechoso. Aunque sería lógico que cualquier chica al conocernos se espantara y ya no volviera.
-Tienes razón. -concluyeron todos al mismo tiempo.
-Bueno, no suena tan sospechoso. Ya vuelvo. Iré a decirle que vendrá mañana y luego le digo que terminó conmigo.
-E-espera, Osomatsu... -Karamatsu no estaba nada seguro de esa idea.
-Ya, ya... Estará todo bien.
Corrió por el pasillo hasta encontrarse con Matsuyo en la lavandería del baño.
-¡Mami!
-¿Qué pasa, pequeño Osomatsu?
«¿Pequeño?» -Karako-san quiere venir mañana.
-Ya veo. Haré sukiyaki para cenar con ella. -La extraña mirada de Matsuyo lo llenó de inseguridad.
...
Poco después de que terminara de lavar la ropa, se encontró con Karamatsu en el pasillo.
-Karamatsu.
-Madre...
-¿Venías a decirme algo?
-Yo... no.
-¿De verdad? Te ves un poco extraño.
-Sí... Es que tú... la manera en la que observabas a Osomatsu no tenía nada que ver con su novia...
-¿Te diste cuenta? Están yendo un poco lejos, ¿no lo crees?
-¿A qué te refieres?
-Para empezar, ¿conoces a esa
Karako?
-U-una vez la vi...
-¿De verdad piensas que les creo?
-¿Eh?
-Son unos tontos. ¿Cuánta diferencia hay de Karako a Karamatsu? Ni siquiera me digas que la mala elección del nombre es una coincidencia.
-¡¿Qué...?!
-Tú y Osomatsu están haciendo las cosas mal. -Ella lo sabía.
-Mamá... -Karamatsu sintió el mundo venírsele encima.
-¡Son hermanos! ¡Ambos hombres! ¡Y con la misma cara! -estaba exasperada. Se llevó las yemas de los dedos a la sien y las frotó.
-¡Y eso qué importa!
Era la primera vez que Karamatsu le gritaba de esa manera a su madre. Estaba sorprendida, pero no dudó en tomarlo como un capricho narcisista.
-Karamatsu, entiende de una vez. No es correcto, hijo. Yo toleraría que estuvieran con cualquier persona, pero no con sus hermanos.
-¡Yo no quiero a cualquiera! ¡Quiero a Osomatsu!
-¡Ya te dije que no! Una vez que tu padre lo sepa, no volverán a estar juntos para nada. También he de hablar con Osomatsu.
-¡No dejaré que me lo quites! ¡Él lo es todo para mí!
-A tus órdenes, madre. -entró Osomatsu con una actitud sombría.
-Osomatsu... -Karamatsu se acercó a él, y Osomatsu tomó su mano.
-Ustedes dos...
-Somos escoria, ¿verdad?
-¡Eres el mayor! ¡¿Cómo es que permitiste esta equivocada relación?!
-Mis sentimientos por Osomatsu no son equivocados.
-Tampoco los míos.
-¡Basta! ¡Ya detengan ese capricho sin sentido!
-Mamá... Karamatsu... Osomatsu...
Choromatsu y los demás se acercaron al escuchar el escándalo. Al ver que sus hermanos se tomaban de las manos y su madre estaba enojada, supieron lo que estaba pasando. Y no era bueno.
-¡Y ustedes lo sabían! ¡No me digan que están de acuerdo!
-¡Lo estamos! -gritó Todomatsu.
-Madre, ellos son felices así. -dijo Jyushimatsu sin su sonrisa de siempre. Ni siquiera parecía Jyushimatsu.
-¡¿Es que todos están enfermos?!
-Matsuyo, ¿qué está pasando?
-P-papá...- tartamudeó Karamatsu.
-Pasa que nos vamos.
-¿Qué dices, Osomatsu?
-Papá, estoy enamorado de tu hijo Karamatsu.
-¡¿Qué?!
-¡Nos vamos de aquí! -Osomatsu entró furioso a la habitación y Karamatsu lo siguió casi con el mismo ánimo.
Sus hermanos fueron tras ellos y se quedaron en la puerta sin saber qué decir, mirando con tristeza como los dos guardaban un poco de ropa y algunas otras cosas necesarias en sus mochilas. Listo para salir, Osomatsu quedó frente a frente con sus hermanos; les sonrió y acarició la cabeza de Jyushimatsu y Todomatsu.
-No me miren así...
-¿Qué van a hacer ustedes solos? -Preguntó Choromatsu decaído.
-No lo sé. Pero nos la arregláremos. -levantó el pulgar.
-No se preocupen, brothers, nos cuidáremos mutuamente.
-¿Cuando nos volveremos a ver? -Ichimatsu no podía ni mirarlos.
-En cuanto Osomatsu y yo encontremos un lugar para quedarnos. -les sonrió.
-Bueno... Tenemos que irnos ya.
-¡Osomatsu-niisan! -Jyushimatsu se lanzó hacia él y lo abrazó con fuerza.
«Mierda... Pareciera que los estamos abandonando.»
-Nos veremos pronto, Jyushi.
-Sí... -dijo poco convencido y lo soltó.
Al salir de casa, Matsuyo no pudo pedirles que no se fueran. Quería decirles que los amaba, pero estaba muy confundida y no encontraba como entender su relación. Su padre, aún quería saber qué estaba pasando, pues no captó nada. Y los hermanos se sintieron tristes cuando las siluetas de sus hermanos mayores se hacían más pequeñas con cada paso que se alejaban.
...
-Osomatsu, podemos pagar este alquiler.
-¿Venimos mañana? Por ahora tenemos que buscar un hotel barato.
-Ok. -Karamatsu sabía que a Osomatsu le dolía más separarse de sus hermanos, por eso quiso consolarlo. Tomó su mano y abrazó su cintura para besar su mejilla. Osomatsu sonrió al pensar en sus intenciones.
Al poco rato de caminar con cuidado de no adentrarse al centro de la ciudad para no encontrarse con sitios caros, se toparon con un café internet.
-¡Perfecto! No sabía que había uno de esos por aquí.
-¿Vamos a dormir ahí?
-Claro, es muy barato. Vamos, Karamatsu.
Rentaron un cubículo pequeño por ocho horas, que comparado a un hotel, era demasiado barato. Pero demasiado incómodo. Karamatsu arrinconó las sillas/sillones de cuero, para acomodar una colchoneta cuadrada en el piso. Se sentó y llamó a Osomatsu, que curioseaba los equipos y formas de entretenimiento que había en ese pequeño espacio. Ese sería el paraíso para Choromatsu.
Osomatsu se dejó caer sobre él, suspirando de cansancio.
-Karamatsu, hoy te abrazaré muy fuerte y no te quejarás...
-Está bien, my dear.
Osomatsu pronto se quedó dormido en sus brazos, se veía un poco afligido.
«Desearía que pudieras sonreír como siempre está noche. Osomatsu...»
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Sep. Se me acabaron las ideas y ahora estoy escribiendo ésto, pero bueno, siempre he tenido curiosidad de cómo reaccionarían sus padres si los weones fueran gays incestuosos xD
Espero que les guste ^u^