Aunque esté prohibido

Extra (?

[Pensándolo bien, creo que la historia está terminada xD Pero amo el KaraOso y esta wea necesita extras (?]

-En serio me gustaría saber qué está haciendo ella aquí. -Karamatsu levantó una ceja al pasar su mirada por la extraña chica que soñaba despierta en el sillón frente a ellos.

-Ella dijo que había escapado de casa y no tenía donde quedarse, haha. -respondió Osomatsu despreocupado, descansando en el regazo de Karamatsu.

-Ya veo...

-¡Vamos! ¡Por mí no se detengan! ¡Hagan lo mismo de siempre! -reaccionó Yuki sobreexaltada.

«¿Qué demonios piensa que hacemos siempre?» El rojo de sus mejillas (y rostro en general) y su atenta mirada sólo incomodaba a Karamatsu.

-E-escucha, little Yuki... Puedes quedarte aquí, pe-

El viejo sonido del timbre lo interrumpió. Osomatsu se levantó para observar por la mirilla y abrió la puerta.

-¡Hey, hola!

Karamatsu se levantó también para saludar a sus animados hermanos.

-Bueno, ya que la parejita no se digna a visitar...

-Jeh, fuimos hace dos días, my little Totty.

-Hehe.

-¡Una chica! -Jyushimatsu señaló a Yuki.

-¡Cuatro Osomatsus! ¿O Karamatsus...?

Después de presentar a la extraña chica y explicarle que eran sextillizos, los hermanos comenzaron a acosarla.

-Hehe, no tengo novio...

-Oh, ya veo... ¿Y te gustarí-?

-¡¿Te gusta el baseball?!

-U-un poco, sí...

-¿Y lo gatos... te gustan?

-¡Me encantan!

-Yuki-san, ¿qué te parece si...?

-¡Yo llegué primero, Pajamatsu!

-¿Paja... matsu? Pf... -Yuki contuvo la risa tanto como le fue posible.

-¡MUÉRETE PUTOTTY!

-Hahahahaha, ustedes son muy divertidos. Oh, ya es tarde. Tengo que irme... ¡Bye! ¡Nos vemos luego, Karamatsu y Osomatsu-san!

Una vez la puerta se cerró, Karamatsu y Osomatsu estallaron en risas.

-Jeh. Congratulations, brothers.

-Pff... Lograron espantar a otra chica.

-Al menos no me estoy tirando a mi hermano... -murmuró Ichimatsu con mirada asesina.

-¡¿EH?! -gritó Jyushimatsu.

-Haha, ya que estamos de buen humor, ¿qué tal si vamos al oden de Chibita?

-Suena bien.

-¡Ok!

Salieron del pequeño departamento y caminaron unas cuadras.

Aprovechando que pasaron a un lado de un estrecho callejón, Osomatsu arrastró a Karamatsu ahí.

-¿Eh...?

Las manos de Osomatsu tomaban sus brazos con fuerza, y sus labios se sellaron con los suyos por un breve momento.

-¿Hm? -sonrió.

-Haha, sólo fue un impulso. Vamos con los demás, *Karamatsu.*

«Un dulce impulso, quizá...»

«OMG, OMG, OMG, ¡Lo besé!» Aunque no lo pareciera, Osomatsu fangirleaba cuando tenía ese tipo de tactos con Karamatsu. (?

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Todavía me gustaría escribir unos poquitos extras, pero ¡gracias por haber leído esta wea! <3