Mis ojos se dilataron en ese momento, se encontraba Caroline semi-desnuda arriba de la cama,había botellas de champan abiertas por todos lados, lo que antes parecía mi habitación ahora parecía un bar.
Su lencería roja de Victoria Secret podría quitarle el autoestima a cualquiera que simplemente la mirara.
-¿Qué haces?-le dije, ella solo me miro, estaba borracha.
- Tu.-me miro.- Shawn, tu conmigo a la cama ven.-dijo hasta mal las oraciones. ¿Si estaba tan mal o es puro acto?
- No Caroline. -dijo Shawn mientras se tapaba los ojos como un niño de 4 años, se lo agradecía.
- ¡Por ti!- grito Caroline señalándome, vi por el rabillo del ojo como Shawn se quitaba las manos de los ojos mientras yo seguía en shock.
Solo vi como una imagen de fondo, Caroline tomando una botella y aventándola al aire, en dirección hacia mi, como si no hubiera gravedad en la tierra.
Cerré los ojos, ya estaba esperando el estrepitoso sonido del vidrio chocar con mi piel.
Pero no lo sentí.
Abrí los ojos, todavía veía volando los pedacitos de vidrio por el aire, luego me fije en el rostro que se encontraba frente mío.
La cara de Shawn yacía frente a la mira, escuche el sonido fuerte que estaba segura que era su espalda, abrí mis ojos como platos y me tome mi panza.
Estaba tan asustada de nuevo.
El trato de calmarme fingiendo una sonrisa, sin mostrarme sus dientes.
-¿Estas bien?- pregunto con una voz contenida, tome su rostro entre mis brazos y el me beso los labios ligeramente.
- ¿Qué hiciste idiota?- le grite a Caroline, me aparte de Shawn, sin dejar de tocarlo y Caroline me miro arrepentida.
- No,yo no...- la interrumpí. Estaba tan enojada, esta desgraciada ya me tenia hasta la coronilla.
- Te paso que quieras separarme de el, te paso que quisieras matarme dos veces, te paso que mataras a mis padres. ¡Te paso que estes en mi cama con esa ropa de tribolera! Pero jamas, ¿escuchas? ¡jamas!, volverás a lastimar a Shawn. –sentía la rabia fluir por cada uno de mis sentidos y mis células, no podía contenerme, me acerque a la cama, esperaba sentir el brazo de Harry deteniedome pero no lo sentí.
Le solté una cachetada completamente llena de rabia, la que jamas había sentido, todo lo había descargado con ella.
Me quede ahí, viendo su expresión, no me moví. Ella tampoco se movió, sin embargo, me miraba asustada y con su mano se sobaba su mejilla roja.
-Ahora, !largate de mi casa!-señale la puerta, ella tomo su ropa y salió corriendo, escuche el azotar de la puerta y di un suspiro.
Me levante de la cama rápidamente y mire a Shawn, no se movió de su posición de como estaba.
-¿Te duele mucho?-pregunte acercándome a el.
- No.- suspiro y me beso la frente.
Levante mi mano para acariciarlo.
- Pero, será mejor que no la toques.- sonrío, con un dolor inmenso en su rostro.
Lo tome de la mano para que me siguiera a otro cuarto donde la cama estuviera tendida.
El caminaba sin decir nada tras mío, abrió la puerta y pude ver como tenia sus ojos cerrados, no quería que supiera que le dolía.
-Acuéstate boca abajo.- le ordene, el me hizo caso. Con unas tijeras le corte la camisa para no mover los vidrios que estaban encajados en su espalda. Su camisa azul estaba empapada de sangre por atrás y solo podía maldecir aquel momento en el que el se metió entre la trayectoria de esa botella contra mi.
- Ay Shawn.- dije, no sabiendo que tono usar. Enojada porque puso su vida en peligro o triste porque estaba muy herido.- ¿Por qué te metiste en el camino de esa botella?-pregunte mientras quitaba los vidrios con cuidado- Era para mi, no para ti.
El apretaba una almohada con sus 2 manos.
-¡Iba directo hacia ti! Y no solo hacia ti, pero también hacia nuestro bebe. ¿De verdad creíste que iba a permitir que algo les pasara a ustedes dos?
Solo suspire, sabia que tenia razón.
-Jamas dejare de proteger a mi familia. Yo metería mi cuerpo entero al fuego por ustedes y se que tu harías lo mismo, también te interpondrías entre algo que nos quisiera lastimar, lo se.-¡por supuesto que lo haría!- Y lo comprobé por el inmenso golpe que le pusiste a Caroline. –sonreí al recordarlo.
- Jamas dejaría que alguien te lastimara, ni siquiera yo.- comencé a ponerle algo desinfectante.- Parate por favor. –me hizo caso, se sentó en la orilla de la cama.
Empece a ponerle una venda, enredada en el abdomen y la espalda.
Fingía que no veía como me miraba tiernamente, solo sonreía.
Cuando termine, voltee a verlo a los ojos.
-Listo.
-Gracias.- no dejaba de ver mi boca, me acerco a el con su mano en mi barbilla y me beso. Me volví a sentir a salvo.
Abrió ligeramente su boca para que jugara con mi lengua, sentí su aliento entrar en mi, mordí su labio inferior. Rompí el beso.
-Ponte una camisa, llamare a alguien para que venga a ayudarnos.- sonreí, me aleje de el y baje las escaleras.
Llame a Matt, estaba segura que el nos ayudaría. Y así fue, en cuanto le dije, solo me contesto con un "voy para allá" y me colgó.
Cuando el llego, Shawn y yo nos encontrábamos tratando de acomodar todo pero no se podía, era totalmente imposible lograrlo. No contaba con el dinero suficiente para contratar a alguien, el dinero de mi herencia se encontraba en el banco y había perdido la tarjeta en el laberinto de mi habitación, jamas le pediría un cinco a Shawn.
Matt tampoco pudo ayudarnos.
Recibí una llamada a mi celular, el numero no lo conocía.
- ¿Hola?-
-Buenas tardes- Qué tienen de buenas mis tardes a este punto.- ¿La Srita. ___(tu)?
-Soy yo.
- Soy Tim Mc'Crawn. ¿Me recuerdas?
-Claro que si. ¿Qué..como consiguió mi numero?-
-Tengo contactos. -ambos reímos aunque en el fondo pensaba que eso era algo raro.
-Disculpe que sea tan grosera, pero estoy ocupada, una tipa loca destrozo mi casa, así que tengo que trabajar en ponerla en orden.
No me contestaron del otro lado.
- De acuerdo...- dije insegura. Shawn me miraba desde la cocina tomando un vaso de agua, cautelosamente.
-De acuerdo, te dejo. Nos vamos, suerte con tu casa.
-¡Gracias!- sonreí y colgué. Esa fue una llamada un poco inusual.
-¿Quién era?-pregunto Shawn dándome un vaso de agua.
- Tim, el mejor amigo de mi padre.
- Ah.- ubico su mirada en un punto inexistente.
Paso 1 hora y 30 minutos. Seguíamos los 3 sentados en el suelo, Shawn insistió en que no me sentara pero lo hice, seguíamos pensando en como arreglar todo.
Y de repente tocaron la puerta.
Me levante con mucho pesar, Shawn me ayudo cuando ya estaba parada.
-Gracias.- dije sarcásticamente y después solté una pequeña risa.
Abrí la puerta y me encontré con tres personas en mi puerta vestidos con un overol azul claro, un pequeño bordado rojo decía "Shiney House". El tipo que llevaba una libreta es el que hablo primero, traía unos lentes que se veían que era de muy buena calidad.
- Buenas tardes señorita, ¿calle Alamos 223?-pregunto, yo solo asentí.- ¡Aquí es! ¡Vamos muchachos!- volteo atrás y yo le seguí la mirada, como 20 personas bajaron de un camión vestidos igual, a mi lado ya se encontraban Shawn y Matt, mirando sorprendidos.
Todos entraron a mi casa y comenzaron a arreglar todo.
- Pero, ¿quién los envío?-pregunte mientras observaba como hacían magia con el desastre que había en mi casa. -¿Fuiste tu?- le pregunte a Shawn.
-Aunque me gustaría tomar el crédito, te voy a decir la verdad. No fui yo. -se veía tan confundido como yo.
- El señor Tim Mc'Crawn nos envío.- dijo un señor.
¿Que? ¿El mando a este servicio domestico a domicilio?
Voltee a ver a mis anteriores acompañantes y Shawn me miro algo enojado.
Matt no sabia quien era.