Deje de escuchar ese ruido inmenso aturdir mis oídos, pero no veía nada, seguía escondiendo mi cabeza entre los brazos de Shawn, asustada.
Trate de moverme pero mi cuerpo seguía en shock.
Sentí como se quitaba un gran peso de encima de mi.
- ¿__(tu)?-pregunto dudoso- Ya paso, todo esta bien.-dijo tratando de relajarme pero se escuchaba muy asustado.
Levante lentamente mi cabeza, trataba de controlar la desesperación, el shock de mi cuerpo y el miedo que aun sentía.
Shawn me levanto de un jalón, yo solo me dejaba llevar. Me puso frente a el y me soltó los brazos.
- Si solo...-tartamudee, mis piernas no quisieron hacerle caso a mi cerebro y se doblaron, pero Shawn me detuvo antes de que cayeran contra el piso.
- ¿Estas bien?—me tomo de la cintura, me estaba mareando demasiado rápido, cerré los ojos con brusquedad para encontrar un motivo para abrirlos.
Mire por un segundo a mi alrededor y vi como las personas que se encontraban ahí se levantaban del piso y llamaban por celular, escuche la sirena de la cruz roja afuera. ¿Hubo heridos? Voltee a mi derecha y se encontraba la chica que estaba frente a mi, con una bala cruzada por la espalda, su camiseta verde oscuro estaba completamente llena de sangre pero no se movía.
Algo dolió en mi alma, me voltee hacia Shawn quien me miraba triste y lo abrace.
- ¿Por qué lloras?-pregunto acariciando mi cabello y beso la frente.
Voltee a ver a la chica, quien ya la estaban atendiendo los paramédicos. Le tomaron el pulso y al no escuchar nada, dijeron algo que no fui capaz de escuchar y minutos después vi como cubrían su cuerpo ya muerto con una bolsa negra al parecer y la llevaban en una camilla.
Tal vez todos se preguntaban porque lloraba como niña sin consuelo, aparte de que todavía tenia miedo y me encontraba abrazada a Shawn como un piojo. Es solo que esa chica pude haber sido yo, de no ser por Shawn.
Llore aun mas.
- Todo esta bien, estoy aquí, la bebita esta aquí y tu estas aquí.- entrelazo nuestros dedos.
Dos policías se acercaban a nosotros, uno tenia el cabello negro y ojos café claro hermosos, el otro era güero de ojos azules.
- Buenas tardes.- dijo el policía de pelo negro sin mirarnos, veía su libreta mientras escribía algo.- Ustedes dos presenciaron todo esto, ¿no?
- ¡No! ¿Cómo cree? ¡Si acabamos de llegar!-le conteste sarcástica, me estaba exaltando un poco, una reacción un tanto estupida en estos momentos tan serios.
- __(tu)- Shawn pronuncio mi nombre como un regaño, hice un gesto.
El policía volteo a verme con pleno interés cuando Shawn dijo mi nombre, se me quedo viendo un tiempo, no trato de esconder su interés hacia mi.
Shawn me apreto un poco mas a su cuerpo.
- ¿No nos preguntara algo?-pregunto Shawn algo celoso.
- Ah, si.- no dejo de verme- ¿Alguno de ustedes vio quien inicio todo?-pregunto acercandoce a nosotros, el otro policía ya no se encontraba al lado mío, creo que fue a entrevistar a otros testigos.
- Yo vi. Era una señora que vestía toda de negro y después, solo vi como un señor de pantalón vaquero sacaba una pistola.- dije intentando recordar cada detalle, el policía no anoto nada- ¿Qué no anotara en su libretita?-le pregunte inocente, aunque se desbordaba el tono sarcástico en la frase.
El policía no contesto.
- ¿Qué me ve?- pregunte dejando de abrazar a Shawn y cruce los brazos, Shawn sonrío, ya que supo que no tendría que hacer mucho esfuerzo para defenderme.
- Tienes los mismos ojos y el mismo genio de tu padre.- dijo el policía con la voz ronca, vi en sus ojos un brillo especial.
- Ah, ¿enserio? - encogí los hombros, mi papa tenia los ojos cafés obscuros, ademas, era de esos que no les gusta hablar mucho, ni decir nada.
- Lamento mucho lo que les paso. Me entere, pero no pude ir a su entierro.- dijo disculpandoce con la mirada que por cierto, tenia ojos avellana, iguales a los míos.
-No importa, yo tampoco. – dije un poco apenada pero, ¿quién era este tipo?
- Lo siento, soy Tim Mc'Crawn. Era el mejor amigo de tu padre.- estiro la mano para saludarme, la recibí.
- Mucho gusto pero, no lo recuerdo. - dije y se que soné grosera aunque no fue mi intención.
-Si, hace mucho que tu padre y yo no hablábamos.- dijo con arrepentimiento.
- Ah, bueno.- ¿Como paso de ser policía al mejor amigo de mi papa?
-¿T estas embarazada?- pregunto esperanzado.
-Supongo, a no ser que he comido mucho estos días- sonreí, me toque el vientre como si estuviera satisfecha.
Shawn me tomo de la mano y la entrelazo con la mía.
Tim miro nuestras manos e hizo un gesto.
- ¿El es el padre?¿No era Matt?- pregunto mientras guardaba su libreta.
Shawn se tenso ante la pregunta.
-No, es mío. Matt es nuestro amigo.-aclaro Shawn.
- Oh, había leído en una revista que era de el. -se limito a decir, el señor me miraba con mucho interés.- Bueno, espero y les vaya muy bien.-nos dijo a ambos con un tono amigable.- Estaré en contacto.- me sonrío y se fue.
- De acuerdo, ¿te encuentras bien?- veía como se iba Tim, su caminar era casi parecido al mío, solo que el lo hacia mas varonil que yo, era alto y tenia una expresión bastante rara.
- Vamos al hospital.- escuche llorar a un niño, era con mucho dolor, voltee hacia donde provenía ese sonido, pero no había nada. ¿Estaba dentro de mi cabeza?
- Vamos- Shawn me jalo y bajamos las escaleras, procure no voltear a ver a nadie pero no pude evitarlo. La mercancía se había dañado y había gente con cara de preocupación en todos lados.
Suspire, Shawn me ayudo a subir al auto.
No quería decirle que me dolía la espalda a horrores ademas, tenia mucha comezón en mis pechos, quería rascarlos con un cepillo.
Y aparte, tenia demasiada hambre, mucha, mucha.
Shawn manejo hasta llegar al medico. Al esperar unos minutos, estaba ahí con su estupida bata blanca, en su estupido consultorio blanco y su estupida sonrisa blanqueada.
Aunque en mis sueños mas locos, me lo imagine como un infierno, con fuego por todos lados y el medico con cuernos, me reí.
Me reviso después de fingir una sonrisa, yo solo ponía los ojos en blanco por sus comentarios absurdos.
-Bien,- se limito a sentarse en su sillón grande negro de cuero.- sabes lo que pienso sobre este bebe.-lo interrumpí.
- ¿A quien le importa?
- Bien, mira.- saco un documento con miles de letras y una pluma de tinta negra.- Tengo aquí el papel para el permiso de aborto.
Shawn me miro enojado, miro al suelo apretando su mano. Se podían ver sus venas moverse de un lado a otro.
-A ver- tome el documento. Shawn me miro con preocupación, decía "no" con la cabeza.
Fingí leerlo. ¡No estudie derecho y no le entendía a los términos médicos! ¿Cómo le entendería?
- Pues, seria una buena opción.- sentí una patada en mi vientre, seguido de una mirada enojada de Shawn, quien no opinaba nada aunque tuviera el derecho de hacerlo.
Me levante de la silla y me acerque al medico.
- Muchas gracias.- tome el documentó en mis dos manos- ¡Por su TOTAL ignorancia!- lo partí a la mitad y luego en pedacitos pequeños, se lo tire a la cara- Gracias, pero no.-sonreí hipócritamente y tome a Shawn del brazo.
-Larguemonos de aquí.- pronuncio el azotando la puerta, escuche como la abrieron de nuevo.
- ¡Espero y disfrutes de tu muerte!- escuche como grito. Shawn y yo ya nos encontrábamos en el estacionamiento, ambos echábamos chispas de enojo y coraje.
- ¡Estupido medico!- grito Shawn cuando nos encontrábamos en el caminito para llegar a la puerta de la casa.
- Lo se.
Nos tomamos de la mano y caminábamos para llegar a la puerta.
- Quiero cambiarme.- dije mientras sacaba las llaves de mi bolsa.
-También yo. Amor, yo...-se detuvo, voltee a verlo alarmada, el jamas dejaba sin completar una frase. El miraba fijamente la puerta entreabierta.
- ¿Qué?-me acerque,Shawn me tomo del brazo y me puso tras el, sentía como la sangre llegaba hasta mis pies.
Abrió la puerta, empujándola con el otro brazo diferente al que me impedía entrar primero.
Abrimos los ojos como platos al ver como se encontraba todo destrozado,los sofás estaban volteados, la pantalla plana estaba tirada en el suelo, los discos compactos se encontraban rotos en el suelo, y había muchos vidrio tirados por todos lados.
Subió Shawn las escaleras corriendo y yo, atrás de el pero no a su paso.
Escuche como se movía una cama, me regrese a nuestra habitación.
- ¡Shawn!-lo llame. El ya se encontraba frente a mi, estaba abriendo la puerta lentamente.
Mis piernas, boca y manos se durmieron. Mi adrenalina subió al máximo, hice un movimiento estrepitoso y abrí la puerta fuertemente.