N/A: Como dije, la historia ya esta terminada, voten si les gusta, gracias por leer, espero les este gustando, este es uno de mis capitulos favoritos.
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Las cosas volvieron a ser normales, Fred se dio cuenta de que Hermione aun no estaba lista para hablar de ello y no volvió a sacar el tema. Ella aprovecho eso para poner en orden su mente, pero lo único que logro fue sentirse más culpable. Estaba enamorada de Fred y eso no hacía nada más que empeorar las cosas. En un principio se había propuesto alejarse de él, pero el gemelo parecía sentir sus intenciones y por nada del mundo dejo de mantener contacto con Hermione. La chica en el fondo se sintió agradecida. No había confesado a nadie que estaba enamorada de Fred, sabía que el mantenerlo en secreto era lo que la tranquilizaba, pues cuando él estaba cerca se repetía mentalmente que tenía que bajarle a los nervios para que nadie se diera cuenta de lo que le sucedía. Pero para su mala suerte, Ginny si se dio cuenta de que había algo raro y la acorralo una tarde, antes de que se fuera a su casa.
-No podrás ocultarlo siempre -le dijo Ginny con una sonrisa de suficiencia. Hermione comenzó a decir que no sabía a qué se refería, pero la pelirroja le interrumpió-. En verdad me alegro que hayas escogido a Fred.
'Genial', Hermione dejo salir un suspiro, se despidió de Ginny no sin antes pedirle que no dijera nada. La pelirroja estuvo de acuerdo, con la condición de que ella dijera lo que sentía. Hermione acepto, pero aun no era tiempo, todavía no lo decía en voz alta para ella misma, tenia primero que aceptar su enamoramiento a su misma persona.
El mes de julio llego y eso solo significaba una cosa: los resultados de los EXTASIS seria enviados, Ginny invito a Hermione a la madriguera a pasar el resto del verano. Al principio la chica no quiso, pero después tuvo que aceptar que era lo mejor, dependiendo de sus notas vería si iba a poder continuar con el estudio de su carrera y la madriguera le quedaba más cerca al ministerio que la casa de sus padres 'aunque fácilmente me puedo transportar mediante aparición' pensó cuando llego a la madriguera y la señora Weasley le recibió alegremente, Harry, quien prácticamente vivía ahí (la señora Weasley no le había dejado marchar a vivir solo) se mostro contento de no ser el único 'invitado a largo plazo' en esa casa.
Desde el día en que Hermione llego, Fred tomo la costumbre de aparecerse para las comidas, alegando que extrañaba el toque casero de su madre. Pero después de tres días, a Molly Weasley se le hizo raro que solo uno de los gemelos se apareciera por ahí, así que George comenzó a ir también.
Las mañanas eran especialmente incomodas para Hermione, tanto Harry como el señor Weasley se iban al ministerio y ambo s se despedían de sus respectivas para parejas, la chica evitaba estar presente, pero lamentablemente, esto sucedía después del desayuno. Fred se iba después de ellos, dirigiéndolo un giño coqueto a Hermione siempre que podía, esta solo sentía que se ruborizaba y apartaba la mirada intentando apagar las visiones en las que el pelirrojo se despedía de ella con un beso.
A mediados de julio, Hermione estaba con los nervios de punta, entre los constantes coqueteos de Fred, que ella intentaba no tomar en serio, la presión de que no llegaban los resultados de los EXTASIS y las insinuaciones burlescas de Ginny, su cabeza estaba por explotar, eso sin tomar en cuenta sus repetidos sueños donde Fred siempre aparecía. Tal vez se debiera a que el pelirrojo había cedido las cobijas de su cama a Hermione, cosa que no hacía falta por el tremendo calor que hacía, pero no acepto un no como respuesta y el mismo cambio la ropa de cama, sin importarle las risas de Hermione por haberlo hecho mal.
-Bueno, cuando no casemos, me enseñaras con más calma -dijo pensativamente. Hermione apago su risa y aparto la vista de Fred. Este sonrió satisfecho y la beso en la mejilla antes de irse a la tiende. Ese día Hermione estuvo como ida, la mayor parte del tiempo repitiendo constantemente ese momento en su mente. Hasta que ella misma se harto de sus 'tonterías de niña boba' y se sentó a leer una de las viejas novelas que la señora Weasley tenía. Pero no lograba concentrarse en la lectura, asi que al final, termino tendida bajo la sombra de un árbol, sin pensar en otra cosa que no fuera Fred.
Los resultados llegaron por fin, una mañana durante el desayuno, Hermione ahogo un grito cuando una lechuza con dos sobres se paro sobre la ventana, dejo los cubiertos y recibió el sobre que la señora Weasley le pasaba, volvía a sentirse ella... hacia mucho que necesitaba nerviosismo por causas escolares y no por Fred.
A nadie le sorprendió que Hermione hubiera salido bien en todos sus exámenes, excepto en runas antiguas, en la cual, obtuvo una 'A' que, según ella, desfiguraba las relucientes 'E'. comenzó a caminar nerviosamente de un lado para otro, el apetito se le había ido. Intentaba recordar el examen, esa mañana Fred le había enviado una pequeña nota (la cual aun conservaba) en la que se leía (en un texto antiguo) 'si logras traducir esto, significa que lo escribí bien y que eres la mejor para esto. Mucha suerte en tu examen, se que lo harás bien. Fred'. Había sido un examen fácil lo tenía claramente en su mente pero no recordaba el error... ¿donde se había equivocado?
-Hermione ¿Quisieras dejar de caminar? -dijo Fred-. Ya me mareaste, una buena 'A' no tiene nada de malo -enseguida supo que había hecho mal. Hermione le miro como si estuviera loco.
-Claro que es importante, puede cambiar mi futuro para siempre.
Fred no supo si reírse o no, se levanto y zarandeo a Hermione, luego la miro directo a las ojos.
-Tranquila -del dijo suavemente -pasaste la asignatura, es lo importante -luego bajo la voz para que solo ella escuchara-. De todas formas, si no encuentras trabajo, yo gano lo suficiente como para...
-Guarda silencio -le interrumpió Hermione sonriendo. Nuevamente Fred lo había logrado, transmitirle esa calma que solo él podía darle.
Eran más de las ocho cuando Hermione por fin salió del ministerio de mágica, había conseguido entrar a leyes, aunque en realidad, solo estaba estudiando, nuevamente, volvió a sorprenderse de que el maltrato de los elfos fuera así siempre. Y aunque no tenía nada que ver con la materia, sostuvo una acalorada charla con su profesor. Intentando apartar eso de su mente, saco una sombrilla, estaba lloviendo, y no tenía muchos ánimos de aparecerse aun, sabía que Fred ya estaría en la madriguera y quería retrasar el momento de verlo. Pero no tuvo que esperar a llegar a casa para verlo: el pelirrojo la alcanzo justo cuando acababa de salir.
-No sé porque me imagine que saldrías por aquí -comento sonriendo, Hermione le miro. La lluvia caía sobre Fred, pero él no parecía incomodo ante el hecho, más bien veía a la castaña como retándole a que soltara la sombrilla. Esta leyó sus intenciones y negó con la cabeza-. No te enfermeras, y si lo haces, yo te cuido -aseguro Fred inocentemente.
-Precisamente por eso no quiero mojarme -respondió Hermione riendo ante la expresión ofendida de Fred.
Había pasado otro año mas, durante el cual, Hermione se había instalado en la madriguera, mientras terminaba su educación mágica, aun le faltaban cosas para hacer, su ambición era entrar al departamento de Leyes, en ministerio.
-¿Quieres ir a dar una vuelta antes de llegar a la madriguera? -pregunto Fred, poniéndose repentinamente serio. Hermione accedió, y el pelirrojo la condujo por las calles desiertas, hasta llegar a un lugar donde no se veía ni un alma. Hermione le con desconfianza-. Quítate la sombrilla -ordeno Fred, haciendo caso omiso a la mirada acecina de la chica, como ella no accedió, el se la quito-. No te la regresare hasta que digas en voz alta algo que sabes quieres decir -dijo sonriente, tomándole de la mano, y desapareciéndose de ahí. Cuando sus pies sintieron el suelo nuevamente, Fred volvió a hablar, Hermione estaba inmóvil, sabia a lo que Fred se refería, y al parecer no había escapatoria, ya había pasado otro año, y como bien le dijo Ginny 'no das tu brazo a torcer'-. Puedes gritar todo lo quieras -le dijo Fred-. Aquí nadie nos escuchara.
La lluvia estaba haciéndose más fuerte, Hermione miraba a Fred con enojo ¿Por qué tenía que ser tan estúpidamente perfecto para ella? Le sacaba de quicio, si, pero al mismo tiempo no podía evitar aquel sentimiento que hacía mucho tiempo había despertado en ella.
-¡Esto es una locura! -grito Hermione, tratando de alejarse de Fred, estaban, en una especie de bosque, o más bien, en el claro de un bosque.
-Sí, lo es -le grito Fred en respuesta, para hacerse oír sobre los truenos-. Pero es nuestra locura y creo que ambos ya hemos hecho bastantes, una más no hará daño.
-¡Claro que sí! -le grito ella, con desesperación, estaba calada hasta los huesos, y a duras penas podía distinguir a Fred-. ¡Eres su hermano! Lo nuestro es imposible ¡No debe suceder! -volvía a retroceder mas, sentía que sus ojos ardían, hacia mucho que las lagrimas habían salido, pero la lluvia le hizo difícil saber cuando sucedió eso.
-Tienes que aceptar lo que sientes -le volvió a gritar Fred.
-Pero eso no servirá de nada, no importa ¡Estamos mal! -Exclamo deteniéndose y amenazando con caer al suelo, Fred la sostuvo, estaba temblando-. Estamos traicionándolo, ¡Lo traiciono por amarte! ¿Cómo pude ser tan est...?
Lo que siguió ya no pudo articularlo. Los labios de Fred habían pescado los suyos y por 'estúpido' que eso le pareciera, Hermione respondió casi de inmediato y con el mismo entusiasmo que Fred, enrollando un brazo alrededor del cuello del pelirrojo, mientras la otra mano se quedaba posada sobre el pecho de este, en un vano intento de apartarle, pero ella ya no quería apartarlo, desde el momento en que Fred la beso supo que ya no iba a ser posible que quisiera alejarse de él.
Fred estaba ebrio de felicidad, mientras apretaba más su abrazo alrededor de la cintura de Hermione. ¡Por fin! Al fin la había besado, ese momento había llegado ya, no le importaba lo que la castaña iba a seguir diciendo... en cuanto la palabra 'amarte' llego a sus oídos lo demás dejo de tener sentido ¡Lo había aceptado! Después de tanto tiempo por fin lo había admitido y ahí estaban ahora, bajo aquella tormenta, besándose como si fuera el último día de sus vidas.
-... Estúpida -susurro Hermione, cuando se separaron, les faltaba el aire, ambos sabían, que de no sé porque necesitaban oxigeno, hubieran seguido con ese beso por el resto de sus vidas. Fred se rio a escuchar que Hermione terminaba su frase incompleta. La castaña ya no peleo, ¿Qué sentido tenía ahora que ya lo había dicho? Lo más increíble, es que ahora se sentía feliz, más feliz que nunca.