capítulo 8.

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Hermione se apareció directamente en su habitación en la madriguera, aventando su bolso con mas fuerza de la necesaria y luego sentándose en su cama, los brazos los tenia fuertemente cruzados y las cejas tan juntas que parecía un halcón. Casi estaba deseando que alguien entrara y asi poder desatar su furia.

Maldito Fred, todavía podía recordar su estúpida sonrisa coqueta a la amiga de Samantha, una tal Livie. Unas ganas incontrolables de gritar le llenaron. Estaba enojada y sí, tenía que admitirlo, celosa. Unos celos que nunca sintió, ni siquiera con Ron, la estaban dominando y eran los causantes del mal humor que le siguió en los siguientes días.

Nadie entendia que era lo que le pasaba, porque andaba tan 'neurotica' según las palabras de George. Solo Fred sabia lo sucedido, el y su gemelo. El resto de los Weasley lo atribuía a los estudios, pues la castaña pasaba demasiado tiempo encerrada en su habitación. 'creo que es como Percy, pero en niña' había comentado Bill. Nadie se daba cuenta de las frecuentes miradas de enojo e incluso resentimiento que Hermione lanzaba a Fred cada que podía. Hasta una tarde, en la que Fred la cacho mirándolo con lo que a el le gustaba llamar 'la mirada Hermione'. El pelirrojo sonrio tan ampliamente que casi se le cerraban los ojos.

-¿Puedo saber porque tan contento? -pregunto Ginny, mirando a su hermano.

-Hoy es un día muy bonito -respondió el gemelo.

-Concuerdo contigo -dijo George-. Justo ahora estaba pensando en invitar a las chicas a dar una vuelta por el campo -comento, gañiendole el ojo a su gemelo.

Simultáneamente, las cabezas de los presentes giraron hacia el sillón solitario, un poco retirado, en el que Hermione había hundido la nariz en un libro desde hacia un buen rato.

-Me has robado las palabras -dijo Fred, sonriendo aun mas, tratando de ver la reacción de Hermione, sin embargo, no pudo. Solo vio que la chica seguía sujetando el volumen firmemente y al parecer, sin haber oído nada. Pero solo finjia, lo sabia, unos momentos antes había visto un par de ojos castaños directamente sobre el.

Después de escuchar la idea de George, Hermione se quedo petrificada, podía sentir las miradas de todos sobre ella, pero no hizo nada, fingió indiferencia y cuando Fred se mostro de acuerdo con la idea, sus manos apretaron fuertemente el libro. Estúpido Fred... deseo con todas sus fuerzas apartar las sucias imágenes que le llegaron al cerebro.

Una vuelta por el campo... sabia perfectamente el significado de esas palabras, el recuerdo de sus propias 'vueltas por el campo', con Fred, invadieron su mente, sintiéndose estremecer al revivir mentalmente los besos apasionados y caricias infinitas que había compartido con su ex novio durante aquellos momentos. No pudo evitar la imagen de Fred haciendo eso con la tal Livie. Sabia perfectamente que no llegaban a mas y no estaba segura de si debía sentirse agradecida, pero algo dentro de ella le gritaba que esas 'vueltas por el campo' eran solo cosa de ella y Fred, el pelirrojo no tenia derecho alguno para compartir eso con nadie que no fuera Hermione.

Sintió los ojos arder, estaban a punto de humedecerse, sentía la nariz floja... en cualquier momento se delataría... tenia que salir de ahí y pronto. Cerro el libro con mas fuerza de la necesaria y haciendo que todos volteare a verle, les ignoro y apretó el libro a su pecho para después dirigirse rápidamente a la soledad de su habitación.

Todos creyeron que estaba fastidiada por el excesivo ruido en la cocina, risas, gritos y conversaciones de seguro la distraían. Pero Fred, quien no había bajado la guardia, pudo distinguir los ojos enrojecidos de la castaña y se sintió culpable. Quizás eso de 'una vuelta' había sido demasiado. Con el pretexto de ir a ver algunos de sus viejos inventos, logro pasar desapercibido y subir directamente hacia la antigua habitación de Charlie, que ahora era la de Hermione. Toco ligeramente la puerta.

El otro finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora