Jimin se había vestido totalmente de negro para volver a Seúl, sin embargo, a Jini no le importó la vida y se puso pijama y así viajó de regreso. Justo por eso, se encontraba cambiándose en los asientos traseros del Camaro mientras Jimin conducía rápido a las afueras de la ciudad donde sería la carrera.
Jodido Hoseok, lo que me haces hacer... Pensó ella con enojo después de haberse estrellado por un frenón que dio Jimin.
— ¡Ni se te ocurra ver por el retrovisor!
— No, cómo crees.— Dijo Jimin al mismo tiempo que apartaba sus ojos del espejo.
— Voy a matarte.
Saltó al asiento de enfrente, ya un poco más presentable. Jeans, blusa negra y unos Adidas. Aunque estaba un poco fuera de lugar, ya que, las chicas de esos lugares se vestían muy cool, e incluso, algunas llevaban tacones y faldas, ahora Jini estaba vestida casual, muy casual a comparación del resto. Y bueno, era eso o seguir en pijama. Se estiró a los asientos traseros de nuevo y tomó su mochila, dejándola sobre sus piernas y sacó el maquillaje.
— En pijama estabas bien.
— Para ti.— Le contestó mientras aplicaba bb cream.— Pero en cuanto pise ese lugar, los ojos de todas caerán en mí.— Siguió con las cejas.— Y no es como que me afecte, pero, acabo de bajarme de un avión, cansada y con una ganas inmensas de dormir, no voy a estar aguantando nada. ¿Me comprendes, no?
— Creo.— Jimin rió por lo bajo, causando que Jini lo fulmine con la mirada y le soltara un impotente "¿qué?".— Nada. Es sólo que, es extraño escucharte hablar como chica.
— ¿Pues qué querías? Aunque te cueste, soy una.
— Y qué chica.
Jimin mantuvo su sonrisa ladina un tramo más de carretera, Jini ya estaba lista y por lo que le dijo Jimin, se miraba muy linda, aunque también, le aconsejó doblarse los jeans para darle un toque nice. Así lo hizo. El cielo estaba oscuro con un degradado anaranjado, ella estaba tranquila viendo por la ventana aquel hermoso cielo, sin embargo, estaba impaciente, quería llegar ya con Hoseok. La carrera iba a ser en una granja, bueno, en una zona de ésta, muy alejada a la casa y el resto del lugar, un terreno casi vacío donde los encargados de la carrera se habían arreglado para equiparlo y dejarlo listo.
— Ahí es.— Jimin señaló a lo lejos, donde se veía mucha gente y autos.
Conforme se fueron acercando se dieron cuenta del mundo de gente que había. Él se lo esperaba, ya que, cuando se juntaban los Marvel, era mucha gente reunida, pero ahora que se les unían los Jokers, se multiplicaban las personas. Jimin rodeó a la multitud con el auto, esa multitud que estaba de sobra y prácticamente no era gente importante, más allá estaban los principales y aunque no hubiera nada marcando las zonas, sabían en donde pertenecían, sin embargo, estaba un chico con su auto atravesado que daba el acceso o no porque había chicos que querían juntarse con ellos y simplemente no eran del círculo. Bastó con que Jimin bajara su ventanilla y lo saludara para que lo dejara avanzar. Los diferentes estilos de música provenientes de las bocinas de los autos creaban una extraña creación de canciones, pero aún así, eran agradable en ese ambiente. Chicos tomando, sacando el alcohol de sus autos, unos con chicas, otros sin chicas, incluso mujeres fáciles que buscaban meterse en el auto de uno. Jinyoung miró donde sería la carrera, y por el terreno y su larga extensión, con aquel cono llamativo y supuso que consistiría en ida y vuelta. También observó en lo impresionante que se dividía la turba de gente, estaba claro quien estaba del bando de los Marvel y bando de los Joker.
— Y ahí está Yoongi.— Jini señaló al chico sentado en su capo, observando todo detalladamente.— ¡Y Hoseok!
El Mustang estaba al lado del auto de Yoongi, sobresaliendo un poco, y Hoseok estaba con el capo arriba, aparentemente revisando el motor.
Jimin se estacionó justo detrás de los carros de sus amigos, junto con Jini abrieron las puertas y bajaron al mismo tiempo. Pronto un chico se acercó a Jimin y lo saludó, Jini le hizo una señas, comunicándole que se adelantaría y sin esperar respuesta camino entre el auto de Yoongi y el otro que no era el Mustang. El de cabellos grisáceos la miró con sorpresa, pero no se inmutó a más, Jini lo saludó con sutileza y siguió acercándose a Hoseok.
— Oye tú.
— ¿Qué no ves que estoy ocupado?— Habló serio, pero aún así limpió sus manos con la jerga y se volvió a ella.— ¡Santa mierda! ¡Jini-boo! ¡Bebé!— Hoseok que estaba serio, ahora sonreía anonado.— ¿Qué haces aquí?
— Vine por ti, idiota.
Hoseok ni siquiera supo qué decir. Estiraba los dedos de sus manos en un acto de contener la emoción. Sin embargo, entró en uno de sus papeles dramáticos.
— Ahhhhh, ¿o sea que te acordaste de mí al fin?— Se cruzó de brazos.
— ¿Uh?— Jini hizo una mueca.— Hobi, no empieces.
— ¡Cuatro días, Jinyoung! ¡ C u a t r o!— Dictó cada una de las letras.— Y no me llamaste, texteaste, no nada, ¡nada!
— Okay, entonces, como no me acordé de ti, así como dices...— Sacó aquella cajita tras su espalda.— Creo que lo mejor será tirar esto.
— ¡Oye no!— Hoseok se la arrebató de las manos.— ¿Es mío, no? Sí, sí es. ¡Gracias!
— Es para Yoongi, ¿podrías dárselo de mi parte?
— Ja ja ja, qué graciosa.— Le hizo gestos pesados.— De todas maneras me lo voy a quedar.
Jinyoung se acercó a él y lo codeó mientras le sonreía con complicidad.
— Anda, ábrelo.— Hoseok la miró con los ojos brillando y una sonrisa feliz. Abrió la detallada cajita con mucho cuidad, casi como si fuera de cristal, en ésta se encontró con dulces y rápidamente se metió uno a la boca mientras soltaba una satisfactoria risita y festejaba, escarbó en los dulces, hasta topar con lo último de la caja y junto a eso, se topó con el amuleto que Jini le había comprado, pero él lo confundió con un collar y ya se lo estaba poniendo, ella lo detuvo rápido.— Es un amuleto que le brinda buenas vibras al conductor. No es un simple collar, Hobi.
— Ohhhh... Ya veo.— Asintió mientras pasaba sus dedos por las delicadas bolitas de madera.— Ya sé donde lo colgaré.
— Y estoy segura donde.
— Pero hoy no.— Dijo y la miró.— Voy a demostrarle a ese imbécil que puedo ganarle sin la ayuda de un amuleto.— Suspiró.— No me malinterpretes, bebé. Sólo quiero hacerlo mierda y sobre el regalo, gracias. Realmente me encantó y me satisface saber que realmente te acordaste de mí.— Rió por lo bajo.— Pero nada va a superar la envoltura de caramelo y aquel beso.
— Nada va a superar tu reacción.
Jimin dejó de hablar con aquel chico hace rato y ahora estaba recargado junto a Yoongi en el capo, viendo a aquellos dos.
— Lo veo tenso.— Confesó. Yoongi concentró su vaga mirada en él.— ¿Qué pasó en estos cuatro días?
— Lo resumiré.— Yoongi carraspeó su garganta.— Un día después de que se fueran, frecuentamos uno de esos bares a los que los dos bares solemos ir, Hoseok empezó a hablar con una chica, muy zorra para mi parecer, y bueno, resultó ser novia de un Payaso.—Soltó un pesado suspiro.— La cosa iba llegar a los golpes, pero decidieron arreglarlo con los autos.
— ¿Y por qué se le ve tan inquieto y enojado?
— Porque el Joker es Daejung.
En ese momento, Jimin se tensó también. Daejung era un grano en el culo y era la única persona que Hoseok odiaba en todo el mundo. No tenía claro por qué, pero él y todos sabían que esos dos se odiaban a muerte, tenía entendido que fue por varias cosas, pero nunca le preguntó a Hoseok porque éste se enfurecía al instante. Hoseok y Daejung en el mismo lugar, eran como dos peces betta en la misma pecera y el resultado podía ser el mismo.
— Tenemos problemas.— Hyukjo llegó y su cara corroboraba lo que dijo.— Al parecer todo fue planeado.
— ¿Qué?
— Estuve investigando y todo indica que Daejung mandó a su novia con Hoseok con el pretexto de armar pelea. No sólo eso, están diciendo que trae una pistola en la guantera. El imbécil va en serio.
— Va en serio en el camino de ser un pendejo.— Gruñó Yoongi y saltó del metal.— ¡Jung Hoseok, ven aquí, ahora!
Hoseok lo miró sin entender y Yoongi demandó su presencia. Jimin le hizo señas a Jini para que no se preocupara. Hoseok se reunió con sus tres amigos y se alejaron un poco, metiéndose entre los autos. Entre los tres le explicaron la situación y como era de esperarse, el chico se enojó más. Empezó a insultarlo sin parar, golpear con la palma de sus manos los autos, maldecir y patear los neumáticos, tachándolo de un "patético cobarde". Hyukjo trató de hacerlo entrar en razón, Jimin pidió que cancelara todo y Yoongi lo estaba regañando.
— Me importa una jodida mierda, si ese cabrón quiere correr, bueno lo haré. No necesito un maldito revolver para ganarle. No me asusta, no lo hace.
— ¡Hoseok el idiota ese está pingo! ¿No le has visto los ojos?— Hyukjo se alteró.— Amigo, no dudes que correrá de manera sucia.
— Su Pontiac no puede contra mi Mustang.
— ¡No es por los motores, Hoseok!— Yoongi lo regañó.— Si es verdad que el Payaso trae un arma, no sólo puede herirte a ti, sino a cualquier otra persona. ¿Si captas, no?
Era muy raro que Yoongi se enojara, si se enojaba era porque estaba preocupado, es por eso sus gritos a Hoseok. Jimin se había alejado de ellos un poco, suspirando con pesadez y pensando en qué hacer para impedir la carrera. Hoseok seguía con su aferre, su enojo y odio lo cegaba.
El maestro de carreras llamó a los autos a la línea.
— Tengo una carrera pendiente, si me disculpan.
Y los tres vieron a Hoseok alejarse, entrar a su auto y encenderlo de una manera brusca.
— ¿Qué mierda le dijeron?— Jini se cruzó de brazos frente a Jimin.
Éste la cargó y la sentó en su regazo, pero ella se corrió rápido y saltó del auto donde Jimin estaba sentado y corrió al auto de Hoseok, el cual ya estaba en la línea esperando que su contrincante llegara. Le dio toquesitos al cristal para que Hoseok bajara la ventana.
— Escucha, no sé qué mierda te dijeron que terminaste tan enojado, pero si sigues de esa manera, te bajaré del auto ahora mismo. No puedes conducir alterado. Amas las carreras, así que por favor, olvida el enojo por ese minuto de adrenalina y una vez que te bajes del Mustang puedes enojarte y patear todo lo que quieras, ¿de acuerdo?
— No te preocupes, estaré bien.
Hoseok fue sincero. Jinyoung lo hacía poner los pies en la tierra. Ella palmeó la puerta y se reincorporó, lista para volver con Jimin. Hoseok le sonrió y asintió en silencio. Antes de irse, Jini volvió entrar al auto y le besó la mejilla.
— Buena suerte.
Corrió con sus amigos y saltó al capo, sentándose junto a Jimin, él la abrazó por los hombros.
— ¿Cómo te fue?
— Logré tranquilizarlo un poco.— Suspiró.— ¿Por qué está tan enojado?
— No entendí bien.
Mintió. No estaba en sus planes contarle a Jini sobre Daejung y mucho menos la supuesta arma que llevaba. Era capaz de pararse frente al Mustang para que Hoseok no pisara el acelerador y aunque no estaría mal, las cosas saldrían peor y ahora no sólo tendrían a un Hoseok enojado, una Jinyoung alterada se les uniría.
Los motores rugían, cada vez haciendo una competencia de quien lo hacía más fuerte. El maestro de carreras puso orden, presentó a los corredores y después de todos los gritos, dio luz verde a las maquinas. La tierra tembló cuando los carros arrancaron casi al mismo tiempo, todos siguieron con sus cabezas a las maquinas, muchos gritaron y festejaron, otros se paraban de puntas o en los autos para poder ver mejor. Jini sintió la tensión de Jimin y eso la tensó también. ¿Hoseok estará bien? Se preguntó una y otra vez. El Pontiac estuvo varias veces a la delantera, pero Jinyoung estaba confiada en Hoseok y sus técnicas, hubo un punto en la carrera que sólo se veían las luces, entonces llegó el momento de la curva. El Mustang dejó al Pontiac darla primero, éste último dio una barrida tan sucia que el Mustang se adelantó, corriendo a casi 200, Hoseok llevaba la delantera y sin mucho problema, llegó a la línea, llevándose consigo la victoria.
La multitud rodeó al Mustang, festejando, pero Hoseok no se dignó a salir. Mantenía una fría mirada en el Pontiac que se acercaba. Su sangre estaba hirviendo. Daejung pensaba que era un idiota y eso no se lo iba a permitir. Hoseok en sus cofrontamientos anteriores con él no estaba totalmente enojado, pero ahora, su enojo era tan fuerte que literalmente sentía su cuerpo caliente. Y sí, pelea era lo que quería para dejarle en claro a Daejung que era un imbécil.
Daejung bajó de su Pontiac plateado con rabia y Hoseok al notarlo, salió del Mustang con una expresión de burla.
— ¿Ya te quedó claro que eres una basura en los carreras?— Escupió.
— Tuviste suerte, hijo de puta.
La sonrisa de Hoseok creció.— Te hubiera dado la razón si tan sólo hubiera llevado el amuleto conmigo. Pero ahora, me queda más que claro que hasta con los ojos vendados te gano.
Y así, una guerra de insultos empezó por parte de ambos. La gente ya se había juntado a sus costados y presenciaba la pelea, entonces, Hoseok le dijo algo fuerte a Daejung y éste rodeó su auto, abrió la puerta del copiloto con toda la seguridad del mundo.
— ¡¿Qué?!— Rió falsamente.— ¡¿Ahora sacarás esa pistola tuya porque no puedes conmigo usando simplemente los golpes?!— Aplaudió.— Felicitaciones, ahora me das más pena.
Todos emitieron un sonido de sorpresa cuando Hoseok mencionó lo de la pistola.
— Puta madre, lo hizo.— Yoongi se golpeó mentalmente.— Agh, este mocoso no entiende.
— ¿Cómo que una pistola?— Jini exigió respuestas.— Jimin.
— Espera aquí.
— ¿Eh?
— No te muevas.
Jimin fue serio y junto con Yoongi y Hyukjo la dejaron ahí, con toda la duda y temor del mundo. Los tres salieron entre la multitud y se juntaron a Hoseok el resto de los Marvel, los cuales ya estaban insultándose con los Joker que acompañaban a Daejung.
— ¿Qué más nos podríamos esperar de estas perritas?— Yookjo generalizó a todos.
— Cállate pendejo, si tu me lames las bolas.— Contraatacó un Joker.
— Ahh, ¿en serio?— Pareció que Yookjo le tomó gracia de verdad, pero no, fue pretexto para acercarse y soltarle un puñetazo en la cabeza.— Esas son tus bolas, bastardo.
De un segundo a otro, los dos grupos estaba golpeándose entre sí.
Yoongi logró salir del ajetreo formado y corrió tras la gente que presenciaba todo, dio con el Pontiac de Daejung y él seguía ahí sin moverse, lo esperó hasta que hiciera su movimiento y cuando visualizó la pistola, corrió a él y la pateó, haciendo que el arma se deslice por la tierra y como bonus, un rodillazo a Daejung que lo dejó tendido. Se apresuró a tomar la pistola ahora abandonada en el suelo y la lanzó a la vegetación.
— Ahora sí, peleen todo lo que quieran, Payasos de mierda.
Sí, el llamarlos "Payasos" en lugar de como se hacían llamar era ya una costumbre.
— ¡¿Me podrías explicar por qué hay una bola de anímales peleando?!— Jini le gritó cuando el volvió al auto.— ¿Y que no tú eres un Marvel y deberías estar peleando y eso?
— Ahora sólo golpeo por dinero. No voy a mancharme con sangre de Payaso inmundo.
— Ok.— Respiró hondo.— ¡¿Podrías detenerlos?!
Yoongi le hizo señas a un chico que pasaba por ahí para unirse al resto de los espectadores de aquella pelea, que por cierto, no era ahora sólo Marvel contra Jokers, más chicos se habían metido a golpear y soltar patadas porque sí, le ofreció un par de billetes para que gritara "policía" y el novato gustos aceptó. En menos de un minuto, los autos huían de la granja.
Como lo de la policía era falso, los Marvel se quedaron ahí. Y aunque no quisieron, tuvieron que contarle todo a Jini y como era Jinyoung, exigió todo de todo. Por primera vez, no regañó a Hoseok, en cambio, lo abrazó y mostró su preocupación. Él le aseguró que todo estaba bien, y antes de romper el abrazo dijo:
— Ahora sí, dame ese amuleto.