That's Enough ➳ Jimin {Save M...

Від exobxngtan

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❝Ya es suficiente. Hora de cambiar los papeles.❞ [Save ME Book #1] ✧ exobxngtan ⇒ 2016 -; No copias ni adapta... Більше

Prólogo.
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002.
003.
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046.
047.
048.
049.
Final.
Agradecimientos.
That's Enough Playlist.
Saga 'Save ME'.
//extra//
//extra 2//
//extra 3//
//extra 4//
//extra 5//

042.

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Від exobxngtan

Jimin se levantó de golpe, miró a todas partes, estaba completamente aturdido. Su corazón casi se salió al ver a Jini acostada a su lado, las colchas blancas la cubrían, pero aún así se notaba su desnudez y él estaba sin camiseta. Rápido alzo las sábanas, él estaba en pantalones, pero... No, no, no. Jinyoung se remolineó.

— Pss... Jini... Pss

— Deja de joder.— Gruñó.— No es hora de irnos todavía.

— Hey...— La sacudió con cuidado.— Jini...

Jinyoung se levantó de golpe, justo como él lo hizo hace un momento. Lo miró enojada y de la misma manera quitó las colchas de ella y salió de la cama. Jimin tragó duro al verla en ropa interior.

— ¿Qué? ¿Por qué me miras tanto?

Ella salió del baño, ahora con el cabello atado en una coleta, la cara recién lavada y se cepillaba los dientes.

— Eh bueno...— Jimin miró a otra parte nervioso, rascó su nuca.— Es que, me levanté y, y... Bueno, yo estoy sin camiseta, tú en ropa interior— Carraspeó su garganta.— Anoche tomé mucho y no recuerdo nada.— Siguió.— ¿Qué me hiciste?

— ¿Perdón?— Ella se giró ofendida.— ¿Cómo que, qué te hice?

— Yo era una criatura inocente hace unas horas.

— Inocente... Ajá, claro... Muuuuy inocente.

— ¡¿Qué hicimos?!

— ¡Nada, Jimin, nada!— Se alteró.— No follamos, si es lo que más te preocupa.— Volvió a entrar al baño.— ¡De besos no pasamos!

Jimin se lanzó a la cama, dando un fuerte suspiro de alivio.

Entonces pensó en Jini como novia, pretendiente o amiga con derechos. ¿Tan atrevida es? No en el sentido malo, pero ver a una chica que llevara la iniciativa a veces, era extraño en estos tiempos. Le gustaba, era un reto para él.

— Esto es extraño, sabes...— Un suspiro más.— Tú, yo, besándonos...

— Muy extraño.— Ella volvió.— De todas maneras, ya levántate, tenemos que irnos.

— ¡Me duele la cabeza!— Alargó sus palabras con mal humor.— ¡¿Hay pastillas aquí?!— Gritó desde la cocina.— ¡Sí, ya encontré, gracias!

— ¡Ni te dije nada!

Jini lavó su cuerpo rápido en la regadera, salió y se puso literalmente lo primero que encontró. En ningún momento se quitó la coleta, tampoco se maquilló, esta vez llevaría puestos los lentes de sol. Apuró a Jimin a que tan sólo se cambiara de ropa, pero él alcanzó a lavarse la cara y dientes. Tomaron lo que habían comprado en Seúl especialmente para ese día y todas las pertenencias básicas, bajaron y Jimin pidió en recepción las llaves del Jeep que había rentado para ese día.

El viento chocaba con sus rostros y cuerpos, una brisa fresca y muy agradable. En esos momentos, BeFoUr de Zayn sonaba desde el estéreo. El paisaje a sus costados era hermoso, montañas arenosas y con zonas verdes del lado de Jini, el océano del lado de Jimin. Aquel momento tan sereno incluso le había bajado la resaca a Jimin un poco.

— ¿Y qué pasó ayer? ¿Por qué terminamos en la misma cama?

— Hmm, llegamos en la madrugada, estabas tan pedo que te venía cargando y cuando te quise recostar, caíste sobre mí. Diablo hombre, dormido pesas dos toneladas. Y bueno, yo no iba a dormir con la incómoda ropa que llevaba y tú, no sé en qué momento te quitaste tu camisa.

— Entonces... ¿Nada de nada?

— Nop.

— ¿Me puse muy ebrio?

— Nunca te vi así antes. Tomaste alcohol como zorra.

— ¿Tan grave fue?

— Jimin, me cantaste una canción.

— Muy grave.

Jini dejó de mirar los señalamientos de la carretera, aún con su brazo recargado en la puerta y su cabeza apoyada en la palma, lo miró tras los anteojos. Éste sintió la mirada de Jini, pero se resistió, apretó el volante y no se permitió girar a verla.

— Y bien...

— ¿Qué?

Jini suspiró.

— ¿Por qué no me lo dijiste antes?

— ¿Decirte qué?

Jimin llegaba a desesperar demasiado a Jinyoung.

— Que cantas y que lo haces hermoso.

— Ninguna de las dos es cierta.

— Me contengo a golpearte solamente porque estás al volante.— Dijo con seriedad.— Idiota.

— No te enojes.

— Jimin, cantas hermoso.

— Basta.

— ¿Por qué no me lo dijiste? De hecho, ¿por qué nunca cantas, ni siquiera con la música de la radio?

Él no contestó. No después de un largo rato de haber respirado con pesadez y pensando en qué decirle. Ella tampoco lo presionó, le enojaba, claro, pero si Jimin no le quería contar, lo respetaría.

— Me cree un complejo a mí mismo.— Dijo al fin.— Cuando recién empecé a cantar, pasó lo de Hyemin y como me marcó mucho eso de pintor mediocre, bueno, cantando era una basura.— Su voz era baja, casi intimidada.— O eso pensé siempre.

Las manos de Jini estaban empuñadas y apretadas con fuerza. De la nada, tuvo ganas de gastar todo su entrenamiento en kick boxing con alguien en específico.

— Juro que le arrancaré todas sus malditas extensiones de cabello, una por una...

— Tranquila, Jini...— Jimin embozó una sonrisa.

— No puedo, odio a esa chica. Odio a la perra mala como no tienes idea.

Y Jimin no se atrevió a contestar un "yo también", porque no, no estaba segura de odiarla.

— Mmm...

— ¿Pero sabes por qué la odio aún más?— Jini realmente estaba enojada.— Porque es alguien muy influyente en tu vida. Ella está ahí, siempre ahí, y lo peor, en lo malo.— Dijo molesta.— La odio, la odio.

— ¿No hay que pensar en ella, sí?— Jimin soltó una mano del volante y buscó la mano de Jini, la tomó y la acarició hasta que su puño desapareció, ahora entrelazaban sus dedos y él la acariciaba.— Hay que disfrutar este día y ya.

— Bien.

Minutos más tarde, se encontraban en las Cataratas Cheonjiyeon. Por suerte, no había nadie ya que era temprano. Jimin dejó el estéreo encendido, cada quien bajó una mochila y buscaron una buena posición frente aquel maravilloso y hermoso sitio. Jini sacó su lienzo en blanco y Jimin el suyo, ella su gama de tizas y Jimin sus bolígrafos y lápices especiales.

Así es, aprovecharían ese hermoso paisaje para hacer lo que más les gusta.

— El que termine primero compra la cena del otro, ¿qué dices?— Jini lo miró con una sonrisa retadora.

— No llores después.

Y así empezaron a ponerse en acción. Ninguno dijo palabra alguna, estaban concentrados en lo suyo como si no hubiera nadie. Jimin empezó con sus lápices, trazando línea por línea hasta formar primeramente el agua de las hermosas cascadas y así siguió hasta crear todo el paisaje. Jini pintaba con las tizas de colores y difuminaba cada tanto con sus dedos, con cuidado de no manchar el resto del retrato, de poco en poco, las cascadas fueron tomando forma.

— ¡Terminé!— Festejó ella.

— ¡No!— Jimin pintó la última parte verde.— ¡Yo terminé!

— No, Jimin-ah.— Jini se burló.— Haz perdido.— Hizo una L con su mano, justo en su frente.— Looooooooser.

— ¡Ven aquí!

— No iré a ningún lado.

Ella no se movió, demostrando que le hacía frente a sus problemas. Jimin enrolló sus brazos en la cintura de Jini y la pegó a él, ella con sus brazos doblados en su pecho, logró pasar su dedo índice, el cual estaba manchado de un color azul, por la nariz de Jimin y ésta pronto tomo color marino. Jimin soltó una risita al sentir la pintura, y seguido le sonrió. Se miraban a las ojos el uno al otro, sonriéndose.

— Jini... ¿Puedo besarte?

La sonrisa de Jinyoung fue desapareciendo, pero de alguna manera, parecía que ella aún sonreía. Largos segundos después, ella asintió en silencio. Jimin se acercó a ella, cerrando ambos sus ojos cada vez teniéndose el uno al otro más cerca, sus labios hicieron contacto por segundo día consecutivo y tanto los pensamientos de ella, como los de él, eran que no querían parar ese beso nunca ni los sentimientos que provocaba.

— Qué calor.— Dijo ella después de separarse.

— Mucho, ¿no?

Jimin no la soltaba aún, de hecho, la pegó más a su cuerpo, por inercia, Jini elevó sus piernas y las enroscó en la cintura de Jimin, él, con lentos pasos retrocedió. Ella lo miró confundida. Pero su rostro se tornó alterado cuando sintió a Jimin correr y volar por los aires hasta darse un tremendo chapuzón en el cenote de agua turquesa.

— ¡No jodas!— Jini quitó el exceso de agua de su rostro y le disparó con agua a Jimin.— ¡Nos van a multar imbécil!

— ¡¿Qué?!

— ¡Está prohibido entrar!— Gritó histérica mientras nadaba a la orilla.— ¡Sal!

— ¿Quién dice que está prohibido?— Ya estando afuera, Jini señaló el cartel justo a su lado donde dejaba claro que estaba prohibido entrar a las cascadas.— Oh.

— Oh.— Arremedó su voz con un tono extraño.— ¡Sal del agua, ahora!

Luego de haberse secado, firmado cada quién sus obras y tomarse fotos a ellos y al paisaje, volvieron al hotel debido que su vuelo era en tres horas.

En tres horas volverían a la realidad.

Cada quien tomó un baño, guardó las cosas en la maleta y se aseguraron de no olvidar nada. Bueno, Jimin incluso se llevó los pequeños jabones que estaban en el baño y las toallas, el shampoo... De no ser por Jini, se lleva hasta el colchón. Bajaron al restaurante del hotel para comer algo antes de irse al aeropuerto. Arriba del taxi, Jini iba con su cabeza apoyada en Jimin y sus manos estaban juntas en un agarra donde Jimin la acariciaba. Sin duda, echarían de menos esos cuatro fantásticos días donde se olvidaron de todo y solamente fueron ellos dos, donde experimentaron cosas y sentimientos nuevos.

— En serio, Jimin, dibujas fascinante.— Jini admiraba el dibujo de Jimin en la sala de espera.— Además de que eres un excelente pintor, cantas. Todo tu ser es arte completamente.— Suspiró y lo miró.— ¿Tus padres te hicieron mientras escuchaban a Beethoven o qué?

Jimin se cubrió el rostro mientras reía y negaba a la vez.

— A veces me quedo impactado con lo que dices, Jini.

— Son palabras que me salen del corazón.— Se burló.

Jimin la miró divertido y volvió a negar. En un rato más su vuelo fue llamado y tras el mismo proceso, ellos se encontraban volando de vuelta a Seúl. Jini quería llegar, tirarse en su cama y dormir hasta que las vacaciones terminaran. Por suerte, no iban a pedir un taxi ni nada, Yoongi le había hecho el favor a Jimin de llevar su auto al aeropuerto horas antes y dejar las llaves en paquetería. Bajaron del avión, tomaron sus maletas y emprendieron marcha al estacionamiento.

— Uhm, Jini...— Jimin frenó sus pasos mientras miraba desconcertado su celular.— Creo que no iremos a casa aún.

— ¿Uh?

— Hay una carrera, hoy, Marvel contra Jokers.

— Jimin, realmente estoy jodidamente cansada y lo único que quiero es llegar a mi puta cama y dormir el resto de mi vida.

— El corredor es Hoseok.

••••
LAST DAYYYYYYYYYYY, BOEH, VOY A EXTRAÑAR MUCHO LA ISLA JEJU, AY

POR OTRA PARTE, HOSEOKKK🔥🔥

última edit):

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