Beta's testing

By PortgasDRaven

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En un mundo donde los alfa son la raza dominante, Levi es un beta bajo las ordenes de la familia Jaeger y est... More

Prólogo/ Capitulo 1 "Orden natural"
Capitulo 2 "Acostumbrarse"
Capitulo 3 "Novedades en casa"
Capítulo 4 "Secretos"
Capitulo 5 "Verdades"
Capítulo 6 "Realidad"
Capítulo 7 "Descubierto"
Capítulo 8 "Dolor"
Capitulo 9 "Incomodo"
Capítulo 10 "Bálsamo"
Capítulo 11 "Juntos"
Capítulo 12 "Problema"
Capítulo 13 "Calma"
Capítulo 14 "Tormenta"
Epílogo

Capítulo 15 "Final"

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By PortgasDRaven

Ese día Mikasa recibió una llamada de Sasha donde le suplicaba una cita para hablar, estaba dispuesta a negarse pues tenía demasiadas cosas en mente y no estaba dispuesta a escucharla parlotear sobre sus razones tontas y egoístas para estar juntas sin embargo cuando ella le contó que sabía lo de Levi quiso asegurarse que no tuviera nada que ver con eso...aunque no tenía un buen presentimiento.

Le citó en un café y esperó paciente a que llegara, estaba nerviosa y preocupada, por un lado le preocupaba Sasha y por otro le preocupaba Anne. Después de que se llevaran a Levi la pequeña comenzó a preguntar por su tío, evadió la respuesta real por unos días pero al final se rindió y tuvo que decirle la verdad, su tío se había ido y probablemente no volvería...la pequeña lloró por un día entero y le suplicó a su madre que lo trajera de vuelta, la niña adoraba a Levi.

Después de media hora esperando la castaña se presentó, se veía demacrada como ella y con unas ojeras enormes. Pidieron un café y esperaron a que les sirvieran para comenzar a hablar. Brauss carraspeó y se inclinó sobre la mesa.

—Me alegra que aceptaras venir...sé que has estado ocupada ayudando a Erwin y a Armin con la empresa mientras Eren y mamá buscan como ayudar al beta...—dijo la alfa extendiendo una mano para ponerla sobre la de su pareja. —Creí que vendrías con nuestra hija...

Mikasa retiró su mano de inmediato.

—En primer lugar, para ti es la señora Carla, no mamá—dijo seria y con la mandíbula tensa. —En segundo lugar, no es nuestra hija, es solo mía y en tercer lugar...si vine aquí es porque es extraño que me hayas citado por lo de Levi cuando se supone que nadie sabía.

La castaña se alejó al sentir el rechazo e hizo una mueca.

—Los rumores se esparcen con rapidez, creí que estarías preocupada por tu hermano.

—Por supuesto que lo estoy, si no reunimos testigos clave para demostrar su inocencia lo van a ejecutar...y no nos quieren decir quien hizo la denuncia para ver si pueden retractarse o perdonarlo.

—Eso será difícil, no hay quien perdone a un beta.

—Nunca se pierde nada con intentar, de cualquier forma Levi no ha hecho nada malo para estar ahí.

— ¿Ah no?

—No, es obediente y siempre cumple todo al pie de la letra, sus años en la milicia son impecables—dijo en voz baja para tomar un poco de café.

—Suena demasiado bien...para ser verdad.

— ¿Qué? —Mikasa elevó la mirada y frunció el ceño levemente.

—Ningún beta es tan bueno, debe haber algo para que lo hayan detenido...

La pelinegra tomó más café para intentar distraerse, el cansancio, la falta de alimento y el estrés la tenían de malas la mayor parte del tiempo y con esa estúpida insinuación deseaba asesinar a la castaña frente a ella.

—Olvidas que hablas de mi hermano, ¿verdad? Aquel que cumplió cada uno de tus caprichos sin chistar y que hizo todas las estupideces que le ordenaste aun si tenía más cosas que hacer.

—Ah claro, olvidaba que era tu hermano.

—Sí, olvidas muchas cosas—dijo con el ceño fruncido. —Como cuando olvidaste tu promesa de quedarte conmigo a pesar de los problemas.

—Mikasa, preferiste a un beta por encima de mí, no iba a quedarme a que pisotearas mi dignidad.

— ¿Qué? Eres una egoísta—dijo con la mandíbula tensa y los puños apretados. —Estas olvidando también que él es mi hermano y tu mi pareja, me obligaste a escoger cuando comenzaste a comportarte como una idiota.

—No me comporte como idiota.

—Oh, por supuesto que no—su tono sarcástico sonó similar al de su hermano cuando lo escuchó discutir con Eren por una tontería. —Solamente decidiste tratar a mi hermano con la punta del pie dándole preocupaciones sin sentido por caprichos estúpidos, ¿ni siquiera una manzana pudiste tomar del fruto de la mesa? ¿En serio? Eres una inútil, ahora entiendo porque Eren se negó a que te incorporaran a la empresa como a Armin, te han tratado como si fueras de cristal por la estúpida creencia de que por ser mi alfa destinada ibas a tener la vida resuelta, ¿no?

Sasha apretó los puños y se puso de pie realmente fastidiada.

—No me vengas con eso, la princesa eres tú, omega.

— ¿Yo? Déjame contarte que tengo una hija y que no me he sentado a llorar en mi cama día y noche mientras me dan todo en la mano como seguramente tú has estado haciendo, he tenido que cuidarme bastante para que ella esté bien, estuve a nada de morir en el parto pero aun así a los quince días me levanté para verla a ella que también estaba enferma y no sabes el apoyo inmenso que ha sido mi hermano en este tiempo—Mikasa también estaba de pie, jamás había estado tan enfadada...bueno, tal vez cuando le había contado a Sasha la verdad sobre Levi.

— ¿Mi hija estuvo enferma y no me lo dijiste?

—MI hija ya está bien y no veo porque habría de contarte nada más.

Brauss intentó calmarse, tenía que convencer a su pareja y así todo volvería a la normalidad.

—Por favor...no vengo a pelear contigo, solo quiero hablar.

—Creo que ya hablaste suficiente—dijo tomando su bolso dispuesta a salir del lugar.

—Espera, espera—le suplicó deteniendo sus acciones. —Solo un poco más, creí que me extrañabas.

—En su momento lo hice—dijo intentando zafarse de su agarre.

—Vamos Mikasa, por favor...estamos destinadas, nos necesitamos.

—Separarnos fue doloroso...muy doloroso...pero ya no te necesito Sasha—dijo firme sorprendiendo a la castaña e incluso a sí misma. —Así que si me citaste aquí para decirme algo, dilo ya que tengo que irme.

Alfa y omega intercambiaron una mirada, la mayor jamás había visto la mirada de su pareja tan determinada, sintió sus piernas flaquear y el rencor en su pecho crecer.

— ¿Quieres saber quien denunció a Levi? Bien, fui yo—dijo molesta apretando más los puños. —Y si quieres que viva sin problemas hasta su cumpleaños entonces regresa conmigo, nos iremos lejos a donde ningún otro beta pueda interferir con nosotras.

Jaeger tragó saliva sintiendo su garganta seca, apretó la mandíbula y se mordió el labio.

— ¿Cómo pudiste?

—Fácil, les escuche hablando a él y a tu hermano sobre lo mucho que deseaban estar juntos...pues bien, que se mueran ambos y estarán felices, ¿o no? Porque supongo que ya hicieron el lazo.

—Eres una...estás loca si crees que voy a volver contigo después de lo que le hiciste a mi hermano.

—Entonces dame a mi hija, me iré con ella y te devuelvo a tu hermano.

—No—gritó llamando la atención de todos los presentes. — ¡Si alguna vez considere dejarte verla acabas de perder toda oportunidad! Encontraré otra manera de ayudar a mi familia—se colgó el bolso y dejo dinero sobre la mesa. —Si vuelves a buscarme o te acercas a mi hija...juro que te mataré—dijo firme dando media vuelta y salir con pasos enfurecidos.

-0-

El día del juicio llegó, Levi había contado los días gracias a las comidas que le llevaban, la de ese día sería la última por lo que decidió disfrutar su hogaza de pan y su agua helada. Le costaba ponerse en pie ahora por lo que prácticamente se arrastraba hasta la entrada para poder comer, su respiración era pausada y su garganta estaba seca aunque tomara agua.

El guardia que le había cuidado toda la semana a veces se compadecía de él y le ayudaba a recostarse o le acercaba la comida, era una buena persona solo que cumplía órdenes y él lo entendía perfectamente.

Los guardias llegaron por él, abrieron la celda y se acercaron a colocarle los grilletes en las manos.

—Vamos—ordenó el pelinegro haciendo un movimiento de cabeza indicándole que se levantara.

—Perdón, señor—se acercó Farlan, el guardia de la prisión, haciendo una reverencia ante los alfa. —El beta no puede caminar más, si me lo permite lo llevaré a la corte para que no los retrase.

Ambos guardias se observaron considerando la idea y voltearon a ver al beta que esperaba órdenes.

—De acuerdo, llévalo—permitió el rubio saliendo de la celda junto con su compañero.

—Con permiso señor—dijo respetuoso Farlan cargándolo con cuidado en su espalda. —He visto que sufre mucho al levantarse y...dejarlo caminar así sería una tortura para usted.

—No necesitas hacer esto—dijo Levi acomodándose en su espalda.

—Somos de la misma raza y cuando llegue a mis últimos momentos desearía que alguien tenga consideración conmigo.

Ackerman esbozó una leve sonrisa comprendiendo y asintió.

—Tienes razón, gracias.

—No hay problema—dijo tranquilo el otro caminando tras los guardias.

Recorrieron un largo camino, sino fuera por Farlan él no habría podido caminar todo ese recorrido. Finalmente al llegar a la corte las puertas se abrieron y el beta le llevó hasta la silla en el medio de la sala, le encadenaron las manos con los grilletes que surgían del suelo para que no escapara y se alejaron para quedarse detrás a una distancia prudente.

Suspiró cansado sintiendo dolor en todo el cuerpo con ese simple gesto, tragó saliva con dificultad escuchando las voces de los presentes murmurar a sus espaldas, su mirada viajo por la sala y se encontró con la de Carla quien tenía sus ojos cargados de tristeza y angustia a pesar de su semblante serio, a su lado Eren y Mikasa con impotencia y pena tatuada en sus rostros. Se preguntó porque Erwin y Armin no habrían ido pero seguramente se habían quedado a cuidar a Mikel y a Anne pues ese no era lugar para niños, además no quería que le vieran así.

Cerró los ojos y suspiró de nuevo conteniendo un gemido de dolor repasando toda su vida...era gracioso, pero a pesar de todo no se arrepentía de nada de lo que había hecho.

—Silencio en la sala—ordenó un guardia erguido junto al estrado. —De pie para recibir al juez Dallis Zacklay.

Las personas presentes se pusieron de pie y él intentó mantenerse erguido sosteniéndose de sus cadenas, el hombre mayor entró, era el alfa con mayor poder dentro de la policía y la milicia por lo que todos le tenían mucho respeto.

Todos tomaron asiento cuando el juez se sentó, el pelinegro le observó con el corazón golpeando su pecho con fuerza, nervioso.

—Estamos presentes el día de hoy por el juicio del beta Levi Ackerman sirviente de la familia Jaeger—anunció revisando los papeles frente a él. —Se le acusa de seducir a un alfa y obligarlo a tener una relación amorosa con él—anunció cerrando el folder acercando la pluma y unas hojas blancas. —Muy bien, toma asiento—le permitió haciendo una seña con la mano.

Levi obedeció al instante sosteniéndose de las cadenas de nuevo para no caer.

—Señor Ackerman, a lo largo de esta semana se han presentado diversos testigos sobre su vida en la casa de la familia Jaeger y el ahora comandante Kenny me prestó su historial militar—dijo tomando otro folder que el guardia le pasaba. —Serviste durante diez años y estuviste en la guerrilla de Quinta y Trost, fuiste prisionero y escapaste al asesinar al líder del bando rebelde—resumió lo que leía en los documentos.

Se mordió el labio y bajo la mirada incómodo, hubiera preferido que su familia –era gracioso que hasta sus últimos momentos los consideraba su familia como tal- no supiera eso...había matado a gente y había tenido que hacer cosas que le podían parecer repulsivas al alfa pero no podía voltear a ver como reaccionaban al saberlo.

—El mejor de tu clase según tu comandante—explicó dejando de lado el folder. —Pudiste quedarte en la milicia, ¿por qué no lo hiciste? Eras un buen elemento.

—La señora Jaeger requirió mi presencia en su casa para servirle—explicó con voz algo débil. —Entonces pedí permiso a mi líder de escuadrón y me retiré.

Zacklay observó al beta que respondía sincero y cansado. Recargó los codos de la madera y entrelazó los dedos analizando la situación cuidadosamente.

—Y hasta el día de hoy has servido a la familia Jaeger.

—Sí, señor.

—Nunca has representado un problema para nadie por lo que me sorprende que estés aquí—admitió viendo a los Jaeger presentes que parecían pendientes de las acciones del beta. — ¿Sabes quién presentó la denuncia?

Ackerman negó suavemente con la cabeza.

—Sasha Brauss, la...ex pareja de Mikasa Jaeger.

— ¿Ex? —preguntó sin querer sorprendido, si se habían separado pero creyó que podían volver.

—Sí, la señorita Mikasa solicitó el divorcio la semana pasada y esta mañana lo aprobaron...por abandono de hogar—explicó no viendo el problema en informarle lo que había ocurrido. —El día de ayer la señorita me buscó para explicarme lo que ocurrió con Sasha Brauss y los motivos por los cuales hizo esa acusación.

— ¿Qué? —preguntó para él mismo aunque por el silencio rotundo en la sala fue escuchado por todos.

—Según lo que me explicó ella es su hermana de sangre y la señora Jaeger al ser amiga de Kuschel Ackerman decidió adoptarla y ayudarte a ti.

Se mordió el labio al escucharlo por un momento había creído que Mikasa le había contado toda la verdad.

—Al parecer la señorita Mikasa te defendió de Sasha por los malos tratos que te daba explicándole que eres su hermano y por despecho estamos aquí.

Estaba realmente sorprendido por la tranquilidad y las buenas palabras que Zacklay ocupaba con él, ¿acaso era por el buen servicio que dio en la milicia? ¿O tal vez le estaban teniendo algo de consideración por ser un Ackerman?

—Sin embargo, cuando te hicieron la revisión la semana pasada encontraron el tatuaje en tu espalda que nunca denunciaste—dijo acomodándose los lentes. — ¿Puedo saber por qué no lo dijiste?

—Señor—contuvo un par de segundos la respiración. —Renunciar a un tatuaje es renunciar al alma y al ser mismo—susurró bajando la mirada. —Yo no quería eso...tenía miedo de perder la cabeza.

El alfa lo meditó cuidadosamente viendo al beta y después a Eren que parecía contenerse en su asiento.

—Creo que puedo entenderlo, nuestro tatuaje es nuestra cordura—bajó la mirada y anotó un par de cosas en las hojas que tenía frente a él. —Levi, ¿cuántos años tienes?

—Treinta, mi señor, hoy es mi cumpleaños—dijo con una leve sonrisa.

Zacklay bajo la mirada de nuevo y continuó anotando.

—Bien, creo que es todo lo que necesitaba saber—dijo acomodando los papeles en sus manos.

—De pie para recibir el veredicto—anunció el guardia.

Levi se levantó como pudo escuchando a los demás ponerse de pie también.

—Levi Ackerman, considerando todos los testimonios, la fecha, tu edad y tus propias palabras he decidido que si mañana sigues con vida...eres libre de todos los cargos—dijo firme tomando el mazo para golpear la mesa con él.

Las voces inconformes y sorprendidas no se hicieron esperar, le exigían a Zacklay que lo condenara por haber ocultado su tatuaje aunque había un par que alegaba ser un desperdicio que lo ejecutaran a esas alturas pues moriría por la noche.

Farlan se acercó de nuevo a su lado, lo desencadenó y tomó en brazos para llevarlo a la celda donde pasaría sus últimas horas.

-0-

Dormitaba cuando escuchó la celda abrirse y pasos apresurados llegar a su lado, no quiso abrir los ojos pues se sentía demasiado cansado.

—Levi, ¿me escuchas? —preguntó la voz que identifico como la de su hermana.

— ¿Mikasa? —preguntó arrastrando las letras por lo pesada que sentía la lengua.

—Sí...vengo a traerte un mensaje de Anne, Mikel, Erwin y Armin...además mamá quiere verte.

Luchó por abrir los ojos por más sueño que tuviera y las divisó como siluetas borrosas en la oscuridad.

—Pequeño...nos dieron permiso de pasar a verte—dijo Carla con la voz temblando, estaba hincada a su lado.

— ¿Vienen a despedirse? —preguntó con palabras atropelladas.

—S-sí, eso—sollozó la mayor limpiándose los ojos. —Lo lamento tanto Levi...hubiera deseado que estuvieras en casa en este momento, estarías cómodo y los niños podrían haber hablado contigo...

—No, está bien mamá—susurró sabiendo que esas palabras alegrarían a la mujer.

La castaña sollozó de nuevo y lo abrazó.

—Mi pequeño—dijo besando su cabeza sintiendo que le abrazaba también. —Te quiero mucho...

—Y yo a ti.

—Mamá...lo lastimas—le detuvo Mikasa ya que no parecía querer soltarlo.

—Lo lamento...perdona Levi...dejaré que tu hermana hable contigo y duerme bien, ¿sí? Vendré mañana temprano y podremos irnos a casa.

—Está bien mamá—aceptó con una leve sonrisa besando su mejilla.

La mayor le soltó con mucha dificultad y se alejó, Levi escuchó sus tacones abandonando la celda.

—Mamá está muy triste...todos te vamos a extrañar mucho—su hermana besó su mejilla y acarició sus cabellos, su mano se sentía bien.

—Es comprensible...lamento lo de Sasha.

—No importa, ahora que deshicimos el lazo me siento más tranquila...Anne y Mikel mandan decir que te quieren y te extrañan mucho.

—Ah...ojala hubiera podido despedirme.

—Creo que es mejor así, ellos solo tienen la idea de que tuviste que irte...entenderán cuando sean más grandes.

—Son unos niños increíbles, cuando sepan lo que pasó...diles que los quiero mucho.

—Lo haré...Erwin y Armin dijeron que gracias por tu ayuda en todo momento.

—Ayudarlos era divertido.

La pelinegra sonrió y besó su mejilla una vez más.

—Te quiero hermano, gracias por todo.

—Y yo a ti, cuídate mucho y no te preocupes, hay alguien bueno para ti.

—Lo sé, eso no me preocupa, pero por ahora dejaré eso por la paz, Anne es mi prioridad.

—Cuídense mucho—pidió en voz muy baja.

—Lo haremos—suspiró y le dio un abrazo a su hermano. —Descansa.

—Gracias—susurró sintiéndola alejarse. —Ve con cuidado a casa.

—Lo haré.

La escuchó alejarse y suspiró cerrando los ojos, Eren no estaba ahí y eso lo decepcionaba, en realidad había esperado que fuera él en lugar de Carla y su hermana pero no se quejaba pues realmente había tenido ganas de verlas a ellas también.

—Levi—la voz que había anhelado escuchar resonó en la celda.

Abrió los ojos de nuevo e intentó aclarar la vista para observarlo, sus ojos verdes resaltaban en la oscuridad cargados de tristeza. Eren buscó su mano y él la tomó de inmediato aunque estuviera débil.

El alfa le ayudó a acomodarse de lado y se sentó en el suelo acariciando su rostro con ternura sin soltar su mano.

—Creí que no vendrías—susurró con la voz entrecortada, quería llorar.

— ¿Tan malo he sido contigo? —preguntó intentando bromear, aunque escuchaba su voz quebrada. —Mikasa consiguió que me dejaran quedarme aquí toda la noche.

— ¿Desperdiciaras toda la noche aquí?

—No la voy a desperdiciar—se acercó y habló cada vez más bajo, más íntimo, solo para ellos dos. —Estaré a tu lado hasta el final.

—No quiero ser una molestia.

—Jamás lo has sido, estoy aquí porque quiero...porque me necesitas.

Levi sollozó y sintió los dedos suaves de Eren limpiando sus lágrimas.

—No llores, te dolerá la cabeza amor.

—E-es que...dolerá...

—Ha dolido toda la semana, podré con eso.

—Lo dices tan tranquilo...

—Estamos juntos ahora, no me importa nada más.

El pelinegro soltó una risita y sintió el beso dulce en su mejilla.

—Aun ahora eres tan meloso...

—Por supuesto, es mi trabajo llenarte de dulce amor.

Ackerman sonrió y buscó su tacto cálido, se sentía bien, era como un bálsamo a todo el dolor que sentía en el cuerpo.

—Eren.

— ¿Qué pasa, amor? —preguntó besando su frente.

— ¿Puedo pedirte algo?

—Lo que desees, haré todo lo que me pidas.

Levi sonrió y suspiró.

— ¿Ahora eres mi esclavo?

—Siempre lo fui, ¿acaso no lo notaste?

—Sí, lo noté cuando comenzaste a hacer cualquier cosa que pasara por mi mente.

—Me gusta verte sonreír cuando cumplo tus caprichos.

Ackerman volvió a reír y tosió un poco, tragó saliva para calmarse y restregó el rostro en su mano.

— ¿Qué querías pedirme?

—Bueno...tengo un...último deseo, es un poco egoísta y si no quieres hacerlo lo entenderé—balbuceo nervioso y con la lengua torpe. —Aunque sería lindo que dijeras que si...

—Dime que quieres que haga y lo haré.

Suspiró, su rostro parecía transparente de lo mal que se sentía pero sus mejillas adquirieron un leve tono rosado al pensar en su deseo.

—Eren...puede que esto sea malo para ti pero... ¿podemos hacer el lazo?

El castaño dejo escapar todo el aire en sus pulmones y observó al pelinegro.

— ¿Lo dices en serio?

—Si no quieres hacerlo no lo hagas...sé que es demasiado pedir pero...

—No, no—le interrumpió el castaño de inmediato. —Por supuesto que quiero, solo me sorprendiste, ¿de verdad eso es lo que quieres?

—Sí, eso es lo que quiero, aunque no podamos hacerlo en el templo de las diosas y no haya sacerdote que lo haga...oficial.

—Nuestros ancestros lo hacían en casa antes de que estipularan que debían hacerlo en los templos.

— ¿Entonces esta celda está bien para ti?

—Donde sea es bueno si estás conmigo.

Levi rió y extendió una mano a su rostro.

—Cursi.

El castaño le sonrió de vuelta sin darle importancia al comentario del otro y besó su nariz.

—Bueno...Levi Ackerman, ¿me amarás, respetarás y procurarás hasta el día de mi muerte?

—Sí, yo Levi Ackerman me comprometo a amarte, respetarte y procurarte hasta el día de tu muerte—respondió ampliando su sonrisa.

—Entonces yo, Eren Jaeger, me comprometo a amarte, respetarte y procurarte hasta el día de tu muerte—dijo en voz suave entrelazando los dedos con los de su pareja.

—Siendo tu pareja destinada te entrego mi alma, mi cuerpo y mi corazón—susurró el pelinegro apretando el agarre en su mano, con toda la fuerza que tenía.

—Somos un ser completo ahora, nada ni nadie podrá separarnos a partir de ahora.

Intercambiaron una mirada complica y sonrieron, tenían una sensación cálida instalada en el pecho.

Eren se inclinó un poco y besó sus labios sellando el lazo, provocando que ambos suspiraran de alivio, Levi acarició su rostro correspondiendo un poco torpe y cansado pero feliz de hacerlo al fin, no poder besarlo como deseaba había sido una tortura terrible. El castaño acarició los cabellos de su pareja sin deseos de alejarse un poco, el beso era suave y lento dejándolos disfrutar al máximo de las sensaciones que les provocaba.

Finalmente tuvo que separarse, se observaron a los ojos y volvieron a sonreír, se sentía bien ser uno solo.

—Eren...estoy cansado—susurró acomodando la cabeza sobre el brazo del mayor.

—Entonces duerme, yo estaré aquí todo el tiempo—le dijo para darle un beso corto en los labios, con los ojos brillosos.

—Está bien...gracias por cumplir mi deseo—cerró los ojos y sonrió. —Te amo Eren.

—Te amo Levi—contestó en su oído y besó su mejilla tarareando una canción de cuna para que pudiera descansar.

No importaba el lugar ni su estado de salud. Ese era el mejor momento de su vida.

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Fin

Al fin! Termine xD estuve dándole muchas vueltas a este cap y me costó ordenar el principio, le hice muchos cambios al final y ufff bueno, pero ya está aquí el último capitulo :) fue un viaje lindo, me gusto escribir esto para ustedes y ahora se que la idea de mi libro no es tan mala, aun tengo un par de cosas que arreglar, agregar y escribir a mi libro así que todavía falta un poquito para que lo empiece a subir a wattpad, peeeero en cuanto empiece a subirlo yo avisaré en mi pagina de fb nwn

Bueno~ me despido porque ya quiero ir a dormir xD gracias por leer hermosuras, se les quiere y les aprecia~ estén atentas porque mi siguiente fic ya esta en el horno :3 les gustará, espero xD gracias! *corazones y besos gays*

Rave~

P.D.:la otra semana el epílogo ;)

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