Capítulo 8: "Cooper".
Emma.
Dos semanas han pasado desde que mi mano sufriera ese accidente con el plato y de que Nick se rompiera la cabeza. Los dos con sutura. Torpes los dos. Tal para cual. Y mamá no encontró una mejor idea de hacerme niñera de Nick, como me mejoré primero que él, decidieron eso; Mark no estaba muy contento, porque sabía de qué éramos capaces los dos solos.
Flashback.
— ¡Emma Chase! ¿¡Podrías venir, por favor!? —El grito de Nick me hizo despertar de un salto— ¡Quiero ir al baño!
Me levanté adormilada de mi cama y fui hasta su habitación, abrí con tal fuerza la puerta que algunos cuadros en su pared temblaron, a punto de caerse.
—Eres un imbécil Nick, estaba durmiendo —aprieto mi mandíbula pasando una mano por mi cara— Además puedes ir solo al baño, ni que tuvieras las piernas fracturadas.
—Pareces un verdadero mapache Emmita —sonríe de medio lado— Pero ya sabes lo que dice Mark, al levantarme me mareo y puedo caerme.
Camino hasta él y espero a que se quite las mantas que tiene puestas.
— ¿Qué esperas? ¿Piensas que yo lo haré? —Asiente como un niño pequeño— Aparte de imbécil, eres un inútil —Al destaparlo Nick atrapa mi muñeca entre sus manos, lo miro asustada y me mira deseando poder hacer algo.
—He querido hacer algo desde el día de la fiesta en casa de mis compañeros Emma —se me acerca lentamente y da un ligero beso en mi oreja. Mi maldito punto débil. Mis ojos por instinto se cierran al sentir su tacto, cuando vuelvo en mí, trago saliva y me separo de él. Si seguimos así nunca podré llevar mi juego al nivel que quiero.
—Levántate— ordeno bastante nerviosa. Este no era un coqueteo de los que hace Nick, era una tentación muy grande que no sabía si la iba a soportar. Suspira y se levanta.
—Contigo no hay remedio ¿cierto? —me mira antes de entrar al baño.
—No. Ahora metete ahí dentro, haz lo que tengas que hacer rápido —lo empujo y evito mirar a sus ojos— Quiero seguir durmiendo.
Me hace caso y cierra de un portazo en mi cara. Estuvo más de 10 minutos dentro del baño, haciendo quien sabe qué. Luego de otros minutos abre la puerta y me vuelve a mirar.
—Entra —me ordena.
— ¿Para qué?
—Si no lo haces tú lo haré yo Emma— No debía entrar a ese baño junto con él, no si estábamos solos en casa, pero la curiosidad siempre mata al gato. Pongo mis pies dentro del baño, podía sentir la tensión entre los dos. Una de sus manos viajó hasta mis labios y los tocó lentamente. La mejor sensación de la vida. Luego esa misma mano, bajó por mi brazo hasta llegar a mi cintura, acercándome a él— Estoy a punto de comerte un delito contigo aquí en baño pequeña, solo tú me dices si paro.
—No, no pares —dije en un susurro— Me encanta.
Cuando menos lo pensé junto con Nick nos estábamos inundando en un apasionado beso. No sé cuánto tiempo pasamos así, pero se sentía magnifico.
Fin flashback.
Esa tarde fue inolvidable. Me hizo recordar viejos tiempos, cuando todavía nuestros sentimientos no salían a la luz; éramos una verdadera pareja, la rabia que sentía por él se esfumó aquella tarde. Pero al otro día todo era diferente y distante, como si nuestros besos se los hubiera llevado el viento. Así de fácil Nick Donovan borra nuestros mejores momentos juntos.
—Emma Donovan ¿podrías prestar atención a lo que te estoy diciendo—me dice Sky, moviendo su mano por mi cara— He estado más de media hora hablando sola.
Hoy es el primer día de mi último año en este infierno. Instituto no te vería más, compañeros nunca más los saludaré en la calle, menos a mis profesores. Y estábamos en clase que más me gustaba, pero aun así no le estaba prestando atención, Historia, con el bigotón de Caleb. Hablaba acerca del holocausto, los niños, campos de concentración y Hitler. No estaba de humor para escuchar aquella penosa historia. El timbre estaba a punto de sonar.
—Lo siento Sky —guardo mis cuadernos en la mochila para el cambio de materia— Estos días he andado muy distraída.
Ella me escudriña por varios segundos, hasta que abre su boca.
— ¿A pasado algo con Nick estos días o me equivoco? —pone su mano en su barbilla y me mira un tanto curiosa. Mi estómago se revuelve al escuchar su nombre.
—Con Nick no he hablado desde el centro comercial —la miro— Sky, a mí no me engañas, yo sé que te gusta mi hermanastro, así que adelante tienes todo el camino libre para que hagas lo que quieras con él.
—Eso me confirma mis sospechas —truena sus dedos— ¿Y Teo? —el timbre suena y salimos camino al laboratorio. Química iba por ti.
Teo era otro problema, antes de entrar a clases lo estuve evitando por todos lados, me enviaba mensajes de texto o llamadas, lo tuve que incluir en mi lista negra para que las llamadas le pasaran a buzón de voz, pero aun así no se daba por vencido. Le quería gritar que era mi hermano, no podía, le había hecho una promesa a mi madre y la cumpliría.
—No lo sé —me dirijo hasta los últimos asientos— No es de mi tipo ese chico.
—Ajá. El otro día se contactó conmigo porque quería tu número telefónico y se lo di —Sky vuelve a mirarme curiosa— ¿No te molesta?
— ¿Tu o él? —levanto una ceja y ella hace lo mismo— Que le dieras mi número no, pero sí que me estuviera insistiendo todos los días para salir, odio eso.
—Es un buen partido Teo, yo que tu no lo dejaría pasar chica —me golpea con su lápiz— Así podemos hacer una cita los cuatro.
— ¿Cuáles cuatro?
—Tú con Teo y yo con Nick —sonríe maliciosa— Una excelente salida.
—Ni en tus sueños más locos Sky —veo como el profesor Fritz cruza la puerta con su ceño fruncido, ropa dos tallas más grandes y sus lentes, que ocupaban gran parte de su cara.
—Ya saben las reglas —deja con fuerza los libros que trae sobre su mesa— Nada de celulares, audífonos, comida o algún murmullo ¿les queda claro?
Todos en la clase asentimos como un robot. Es al profesor que más miedo le tenemos, por sus reglas y su excentricidad, la mitad del curso repitió esta clase, incluyéndome, según Fritz no teníamos derecho a pasar a la siguiente fase de química.
Otra pesadilla hecha realidad.
¨¨¨¨
— ¿Qué pasa contigo Emma? estas muy rara hoy, desde que te fui a buscar a tu casa —Sky juguetea con su ensalada.
A decir verdad, no presté nada de atención a la clase de química. Mi cabeza no dejaba de proyectar esa tarde mágica que tuve con Nick, otra vez me estaba viendo la cara de estúpida y no quería que lo hiciera de esa manera. Necesito con urgencia un milagro. Y después estaba Teo, por algún motivo le daba recados a Sky para que me los dijera a mí, ya estaba harta de ese chico. Aparte soltaba suspiros más que otros días y cuando lo hago, quiere decir que algo malo esta por pasar y no me quiero imaginar que es.
—Tengo mi cabeza hecha un lio Sky, eso me pasa —tomo un sorbo de mi bebida— Presiento que algo pasara, algo muy malo.
Ella junta sus cejas perfiladas. Sabe muy bien a que me refiero.
—Emma eso no tiene buena pinta, cuando me dices eso me da miedo, porque siempre pasa algo y muy malo.
—Ves, lo mismo pienso yo, así que si algo te pasa me debes avisar, porque siento que para alguien cercano a mí —Ella se ríe bajito, pero me doy cuenta.
— ¿De qué te ríes?
— ¿Recuerdas esa vez en clase de literatura me dijiste los mismo de ahora y después en el parque te hizo encima una paloma
—Oh si —una leve risa salió de mi— Fue asqueroso, estuve oliendo a mierda todo el día— de pronto Sky sacó su maquillaje rápidamente y comenzó a retocarse lo que más pudo y miro detrás de nosotras— ¿Qué ocurre?
—El sensualon de Cooper Styles viene en nuestra dirección.
Otro bueno para nada más, solo nos buscaba cuando necesitaba nuestra ayuda y después desaparecía de la faz de la tierra. Fue un antiguo popular, pero por ciertos problemas con el otro líder lo desterraron del grupo, así que su fama es totalmente fuera de serie. Aunque siempre anda en boca de todos.
— ¿Qué querrá ahora? —mire hacia atrás y efectivamente venia don Juan derritiendo a las chicas del pasillo con su sonrisa de oreja a oreja.
—Hola hermosas ¿Cómo están? —Dijo sentándose a mi lado— ¿Les han dicho que se ven muy radiantes en día de hoy? —pasa un brazo por encima de mis hombros, a lo que yo lo retiro de inmediato.
—Ve al grano Cooper —espeté— Espero que esta vez no nos metas en problemas —Sky suelta una carcajada cargada de coquetería y Cooper no la miró con muy buena cara —Primer día de clases y ya nos necesitas, esto es un récord.
Cooper aclaró su garganta y frotó sus manos por los pantalones. Se le veía nervioso.
—Chicas esta vez no vengo con estupideces, es algo delicado y serio para mí —su mirada se alternaba entre las dos—Tengo que contarlos algo muy confidencial, más bien es algo personal.
Sky se había recostado en la mesa para escuchar mejor —Habla de una vez Cooper, nos tienes con la intriga.
—Yo sé que ustedes, a pesar de todas las tonteras que les he pedido hacer, no me han juzgado ni nada y las encuentro demasiado buenas personas para guardar secretos, además confío muchísimo en ustedes, por eso he decidido que sean las primeras en saberlo —tomé otro sorbo de bebida, mientras incitaba con mi mano a Cooper para que siguiera con su relato— Soy bisexual.
Me atraganté con el poco de bebida que tenía en mi boca y lo escupí en la cara de Cooper, por otro lado, Sky estuvo a punto de caerse de la silla.
—Lo siento Cooper —dije, limpiando sus mejillas con algunas servilletas que tenía Sky— Es que ¡Wow! Nunca me imaginé que nos contaras esa noticia de tal magnitud.
— ¡Santa mierda! Esto sí que es un mal presagio ¿estás seguro de tu orientación sexual? —Sky estaba pálida y sus ojos como huevos fritos.
Entendía en cierta manera a Sky, en algún momento todos nos imaginamos teniendo algo con Cooper, ya que es un chico muy agradable a la vista y ahora entiendo como tanto hombres como mujeres se sentían atraídos por él y también Cooper ni se inmutaba cuando chicos de otras edades les enviaban cartas declarándoles su amor y cosas por el estilo. Una bomba de sorpresas este chico.
Ignoró por completo la pregunta de Sky.
— ¿Por qué no le contaste sobre esto a tu amigo, ese tal Alex? —lo miré directo a sus ojos y se le notaba decaído.
—Pensé que sería más sencillo todo esto —susurra— Y Alex no me entendería, el instituto completo lo sabría en menos de un segundo y es lo que menos quiero ahora.
Nunca había visto a Cooper en la faceta de chico indefenso, una carga de tristeza se posó en mis hombros. Si estaba contándonos esto era por algo y al menos de mi parte apoyo completo tendrá.
—Yo necesito tomar aire —habla Sky parándose— Necesito procesar la información —antes de salir atolondrada por la cafetería choca con una chica.
—Creo que Sky es homofóbica —frunce su nariz— Aparte no me cae muy bien.
Le doy un leve apretón en su hombro.
—Pero me tienes a mí, Emma Donovan te ayudará en lo que sea necesario —me sonríe— Y no sientas pena contarlo, entiendo en qué situación te encuentras, quizás se te haga difícil contarles a tus padres, pero conforme pase el tiempo lo podrán entender, estoy segura de eso —abro mis brazos— ¿Un abracito?
Nos fundimos en un cálido y apretado abrazo, le di una palmaditas en su espalda. Mamá siempre lo hace cuando mi estado de ánimo no es el mejor, así que Cooper ahora se las merece.
—Emma —lo vuelvo a mirar— No me quiero aprovechar de la situación, pero... necesito un favor tuyo.
— ¿Cuál?
—Mis padres tienen una cena el fin de semana y yo les dije que llevaría a mi novia, el problema... esa novia nunca existió.
— ¿Y quieres que yo sea tu novia? ¿De mentiras? —Asiente— ¿Solo por el día? —Vuelve a asentir— Está bien, con una condición.
— ¿Qué sea tu tutor de química?
—Exacto —estrecho mi mano derecha— ¿Trato?
—Trato hecho mi querida Emma.