Hoseok dio un fuerte suspiro después de colgar la llamada con Yoongi, en ese momento, Jiwoo y Jinyoung entraban por la puerta, cargando la comida que habían comprado.
— ¿Qué pasa?— Jiwoo lo miraba preocupada al ver su rostro.
— Nada.— Habló en voz baja.— No es nada.
— Sí es algo, dinos.— Jinyoung se cruzó de brazos.— Tienes una cara...
Hoseok asintió. Jinyoung apenas llevaba un día en su casa y para ser sincero, la estaba pasando bien. Él y su hermana. Pero debido a lo que dijo Yoongi, sabía que los problemas empezarían de nuevo, y estaban tan harto. Harto en exceso. Su vida era de lo mejor, fiesta, autos, amigos, baile; nunca había tenido que lidiar con tanto, lo más grave era una carrera perdida o que los chicos que golpeaba le resultaran más fuertes. Pero ahora, el drama entre dos amigos de él, su mejor amigo que estaba por tirar la toalla, Jinyoung tan estresada; todo lo sentía como un grandísimo peso, porque a pesar de poder dejar que aquellos dos se hundieran, eran dos personas muy importantes para él y sabía que necesitaban un apoyo. Yoongi le había dicho justo lo que él no quería y cuando iba a contarle a las dos chicas, Jimin apareció en la puerta.
Y vaya que estaba enojado.
— No había necesidad de tumbar la puerta.— Dijo con tono cansado, en su mente estaba un "aquí vamos".
— ¡Oye, idiota!— Jiwoo no fue para nada tranquila.— ¡Yo no llego a tu casa haciendo un desastre!
— Pero tu hermano sí.— Jimin habló duro.— Jini, vámonos.
— ¿Qué está pasando aquí?— La chica habló más que desconcertada.— ¿Por qué llegas de esa manera?
Hoseok suspiró y negó con la cabeza. Jini ahora miraba con el ceño fruncido a Jimin, Jiwoo estaba por explotar y Jimin estaba enojado. Entonces Yoongi llegó.
— Un segundo, un segundo.— Su aliento estaba acelerado, había corrido. Se desplomó en el sofá e hizo un ademán con su mano.— Ya, pueden seguir con su drama.
Y los otros cuatro empezaron a gritar al mismo tiempo.
— ¡Bueno ya!— Jini alzó mucho más su voz, estaba segura que los vecinos la habían escuchado.— ¡Tú! ¿Sigues ebrio?
— ¡No!
— ¡¿Entonces por qué mierda estás tan alterado?!
— ¡Porque me abandonaste!— Su voz salió más como un chillido. Y el pequeño niño de su interior salió de nuevo.— ¡Y no sólo eso! Me dejaste después de una golpiza ¡y hasta te llevaste al perro!
— ¿Y qué querías que hiciera?— La chica llevó sus manos a la cintura.— ¿Qué me quedara ahí después de aquello?
— Eh, bueno, sí.
— Además, el desaparecido eras tú. Tú fuiste el que se fue antes, no dio señales de vida y se puso ebrio.
Hoseok pudo sentir aquel sentimiento madre-hijo de nuevo por la forma en la que él chillaba y ella lo regañaba.
— ¿Pero en serio tuviste que venirte para acá?— Volvió a hablar enojado, su mirada se dirigió a Hoseok.— ¿Qué le hiciste?
— ¡Yah!
— Pudiste haberla besado, o tal vez...
— ¡No voy a besarla, amigo!— Gritó enfadado.— No hasta que tu ADN esté fuera de ella.
— ¡Hoseok!
— Como sea, Jini vámonos.
Jimin estiró su brazo en dirección a Jinyoung, ella lo miró, levantó sus brazos pero tan sólo para cruzarlos.
— ¿Por qué?
— ¡Porque está no es tu maldita casa! ¡Tú vives conmigo, no con él! ¡Vámonos!
— No, yo me quedo.
— ¡¿Qué?! ¡No!
— En dos días hablaremos, ahora sólo déjame descansar y aclarar mi mente.
— Jinyoung, vámonos.
— No me digas Jinyoung.— Dijo seria.
— Jinyoung, Jinyoung, Jinyoung, Jinyoung...
— ¡Basta!— Gritó.— ¡No lo hagas, en serio!
— ¡¿Por qué no?!
— ¡No me gusta! ¡Siento que estás enojado!
— ¡Pues estoy enojado, mierda!
— A veces desearía ser sordo.— Yoongi murmuró con su cara hundida en un cojín.
Los gritos le estaban llenando el límite de Hoseok de poco en poco. Jini y Jimin no dejaban de gritarse lo mismo y él no podía nada más que estar con sus brazos en la cintura, viendo al piso con una sonrisa cansada y derrotada a la vez. Pero entonces, explotó.
— ¡Okay ya!— Aquellos dos lo miraron.— ¡Jinyoung deja de gritar como histérica! La histérica más hermosa de todas.— Dijo lo último en susurro.— ¡Y tú, Park Jimin, abre los jodidos ojos y deja de hacer drama por algo que tú mismo ocasionaste!
— ¿Qué yo mismo ocasioné?— Jimin se ofendió.
— Sí amigo, tú y sólo tú. Dime, ¿te divertiste siquiera?— Levantó una ceja.— ¿Ya lograste tu objetivo?— Jimin apretó los puños.— Porque si ya lo hiciste, será mejor que ya mandes todo a la mierda. No eres el único infeliz, ¿sabes? Jinyoung, yo, incluso Yoongi nos hemos visto afectados. Así que por favor, para.
— No te entiendo.
— ¡Todo esto incluso te quemó las neuronas!— Rió irónicamente.— Desde aquí noto tu desgracia, infelicidad, impotencia, estrés... ¿Hay que ponerle fin, no? ¡Yo te voy a ayudar!— La felicidad falsa que ocultaba el enojo de Hoseok dejaba a los demás serios.— Sí... Yo, tu buen amigo Hoseok te va ayudar a que te descargues todas esas malas vibras.
— ¿Estás drogado?— Cuestionó Jimin.— No me digas que...
Jimin dejó de hablar al ver las acciones de Hoseok. Sus brazos que antes estaban cruzados, ahora caían a sus costados y con pasos flojos se acerba a Jimin, una vez que estuvo a una distancia considerable, se inclinó como si fuera una reverencia, pero no agachó la cabeza, la mantuvo alta y firme. Aquella alegría que lo caracterizaba no se había ido en ningún momento. Todos miraron confundidos a Hoseok al ver como palmeaba su mejilla derecha.
— Pégame.
Los ojos y bocas de todos se abrieron.
— Hoseok, ya.— Jiwoo dio un paso adelante.— Ya fue demasiado, ve a tu habitación, igual te has alterado.
Su hermano la ignoró.
— Pégame Jimin, tú el grandioso boxeador, dale un hook no estaría mal.
— Basta, Hoseok.— Jini se interpuso entre ambos.
Pero Hoseok se corrió a un lado. Los ojos de Jimin lo seguían fríamente en cada movimiento.
— ¡Pégame, cabrón!
Jimin no dijo nada, su puño impactando en la mejilla de Hoseok sí. Jinyoung retrocedió asustada y Jiwoo ahogó un grito, mientras Yoongi se dignó acostarse boca arriba para ver aquello. Hoseok se tambaleó para atrás pero no cayó, su cara estaba torcida por el impacto y llevó su mano para limpiar la sangre de su labio, sonreía de una manera cínica.
— ¡Tú me hiciste hacerlo!— Gritó Jimin.
— Nadie dijo que no.— Hoseok tronó su cuello y sin que Jimin se diera cuenta, le metió un gancho en el abdomen, sacándole el aire.
— ¡Hoseok, no!— Jinyoung gritó asustada.— ¡Ya, paren!
— Yoongi, llévalas a su habitación.— Pidió Hoseok.— Nosotros estaremos un rato aquí.
— ¡Hoseok, no!— Gritó una desesperada Jiwoo.
— ¿Así que tu plan es agarrarse a golpes?— Jini estaba enojada.— No, no lo voy a permitir.
— Okay, señoritas.— Yoongi las abrazó por el cuello a cada una y empezó a jalarlas.— Son hombres, tienen que dejarlos.
Con forcejeos y gritos, Yoongi logró meterlas a la habitación de Jiwoo, las lanzó lejos y el se sentó en el piso, bloqueando la puerta para que no pudieran salir. Sin mucha importancia, sacó su celular y empezó a checar sus mensajes.
— Yoongi, déjanos salir.
— Nop.
— ¡Pero están por pelearse!
— Como si no lo hubieran hecho antes.— Bufó.— Déjenlos, ambos necesitan sacar su frustración y no hay mejor manera que esa.
— ¡Pero van a manchar la alfombra!— Jiwoo se alteró más, viendo aquello como lo peor del mundo.
Iban a seguir con sus protestas, pero ambas chicas se miraron asustadas al escuchar un mueble arrastrarse por el suelo acompañado de un desgarrador grito de Jimin, seguido, de un gemido de dolor de Hoseok. La pequeña sonrisa de Yoongi estaba presente, él lo estaba disfrutando.
— Así están los pronósticos; Jimin es muy bueno en los golpes de puño cerrado, sin embargo, Hoseok baila y tiene piernas muy fuertes, sus patadas son poderosas, así que, de seguro el resultado es que ambos queden tendidos en el suelo.
Ambas miraron a Yoongi con demasiada preocupación y casi lo asesinan por aquella sonrisa suya. Se estremecieron al escuchar el desastre de afuera.
Hoseok agarró los hombros de Jimin con fuerza y tiró de él hacia abajo al mismo tiempo que enterraba su rodilla en el abdomen de su amigo.
— ¡Sólo quiero a mi amigo de vuelta!
Jimin empezó a toser y cuando se recuperó, corrió a Hoseok y lo tacleó, haciendo que ambos cuerpos se estrellaran con el suelo; uno, dos puños en cada mejilla.
— ¡¿Qué no puedes apoyarme?! ¡Sabes lo importante que es para mí esto!
Sus cuerpos rodearon, Hoseok se puso de pie de un salto y empezó a patearlo. Jimin se encogía en su abdomen.
— ¡Claro que te apoyo, imbécil!— Gritó furioso.— Por mí estaba bien que hicieras mierda a esa chica, ¡pero jamás conté que te volverías en una persona tan vacía!
— ¡Pero lo estoy logrando!
Jimin se paró y empujó lejos a Hoseok, éste se estrelló con el borde del sofá y escupió sangre.
— ¡Sí, pero mira las consecuencias!— Ahora él empujó a Jimin.— ¡No quiero que te lastimes más, eres mi mejor amigo!
— ¡Igual ya está hecho!
— ¡Y tú hecho mierda!
Jimin gruñó mientras se tambaleaba, se abalanzó a Hoseok y lo capturó en un tipo abrazo, sin embargo, le propinó un buen gancho. Hoseok logró sostenerse de un pilar de soporte y sonrió, Jimin sonrió también al ver la sonrisa-mueca de su mejor amigo; llena de sangre.
— Gracias por preocuparte.— Dijo y le dio un golpe. Él último.
— Eres mi mejor amigo, idiota y te quiero.— Hoseok también dio su último.
El puño derecho de Hoseok estaba en la mejilla izquierda de Jimin, el puño izquierdo de Jimin en la mejilla derecha de Hoseok, pero no incrementaban fuerza, simplemente estaban ahí apoyados. Sus respiraciones eran pesadas y cansadas, sus rostros y cuerpos molidos a golpes. Se tambalearon y crearon un abrazo indirecto, Jimin lo apretó y Hoseok chilló del dolor, entonces se la devolvió, ambos rieron y seguido, cayeron derrotados al piso.
Empate.
Yoongi se puso de pie lentamente.— Ya terminó. Puedo ir a verlos.
Jinyoung y Jiwoo saltaron de la cama y empujaron a Yoongi, haciendo que éste se cayera de nalgas al piso. Tanto a una como a la otra se le fue al aire al ver tal escena; la sala de estar completamente destruída, manchas en el piso, Jimin y Hoseok tirados en el suelo, todos golpeados y sangrados, con la ropa rasgada y cortes en diferentes partes del cuerpo, además, estaban sonriendo.
Sonrisas felices y sinceras.
— Tengo ganas de irme a Ilsan y no volver.— Dijo Jinyoung, aún en shock.
— ¡¿Por qué sonríen, estúpidos?!
— No grites.— Hoseok chilló.— Estoy aturdido.
— ¡Estás muerto en vida!
Jinyoung no decía nada, estaba intentando calmarse. Por una parte los entendía, ella varias veces tuvo de víctima al saco de arena y lo golpeó hasta sacar todo el estrés. Pero verlos tan... Jodidos, era shockeante. Aún así, se sentía un aura diferente. Ahora estaba todo tranquilo y hasta se sentía feliz. Sin omitir las estúpidas risitas que soltaban Jimin y Hoseok. Junto a Jiwoo fue por el botiquín de primeros auxilios, estando allá se miraron con cansancio, pero después sonrieron y terminaron riendo. Con la ayuda de Yoongi, recargaron a ambos en el sofá, uno al lado del otro.
— Un momento.— Yoongi las frenó, sacó su teléfono y apuntó a ellos.— Digan whisky.— Ambos sonrieron, como si de un logro se tratara.— A los chicos les va a encantar.
Ellas negaron con la cabeza y siguieron con lo suyo, antes que nada, tomaron toallas húmedas y empezaron a limpiarles la sangre. Jini a Jimin, Jiwoo a Hoseok.
— Hola.— Pronunció Jimin cuando Jini le limpiaba la sangre de sus labios.
— No empieces.— Soltó una risita. Después de todo, no estaba enojada.
— Sí, no empieces.— Hoseok se metió.— Recuerda que ella sigue aquí porque vino corriendo a mis brazos.
Todos rieron por aquel comentario. Jinyoung por un segundo le dieron ganas de llorar, sintiendo algo cálido en su pecho. Por un segundo, todo volvió a ser como antes; Yoongi deambulando por ahí. Jiwoo siendo una pequeña gruñona pero a la vez tierna. Hoseok actuando como el tonto que era, nada que ver a su personalidad de hace un rato. Y Jimin, siendo el pequeño berrinchudo que no dejaba de chillar.
Igual no se salvaron del regaño de Jini después de que los limpiaran y sanaran. Ella se puso de pie y le tendió su mano a su roomie.
— Vámonos a casa, Jimin.
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woah, hace mucho no escribía en el celular ;; perdonen faltas ortográficas~✨