Las peleas entre Mikasa y Sasha siguieron durante un par de meses más por la misma razón de siempre, la castaña se negaba a dar el brazo a torcer respecto al trato que le daba a Levi a pesar de que sabía que eso le ocasionaba todas esas peleas con su pareja. Pero esa era la última y no había marcha atrás, estaba cansada de que prefiriera al beta sobre ella así que lo mejor y más digno era volver a su casa –con la esperanza de que la pelinegra le buscara suplicando porque volviera-.
Se levantó temprano para no tener que darle explicaciones a la omega y comenzó a guardar sus cosas procurando mantenerse en silencio en todo momento, si Mikasa creía que le podría ganar estaba muy equivocada.
Al terminar salió con paso decidido intentando ignorar las ganas que tenía de volver al lado de la pelinegra y se detuvo en la escalera al escuchar voces en el piso de abajo, se suponía que no había nadie despierto a esa hora, ¿Acaso los sirvientes trabajaban desde la madrugada?
—Las cosas están en el auto—anunció la voz que identifico como la de Levi y se inclinó tras el barandal para que no lo viera.
— ¿Le avisaste a mi madre ayer? —preguntó Eren dejando extrañada a la menor.
—Sí, me pidió que tuviéramos cuidado y que volviéramos mañana como a esta hora.
— ¿Nos está dando la noche? Siempre está diciendo que volvamos al anochecer.
—Supongo que tiene que ver con que la última vez Sasha nos vio al volver.
La castaña frunció el ceño, Levi era un igualado al mencionarla así y hablarle con tanta confianza a Eren, además...era demasiado misterio para un simple viaje de negocios, ¿no?
—Nadie sospecha nada, mamá está paranoica.
—Pero tiene razón al pedirnos que tengamos cuidado, está preocupada por ti.
—Por ambos, más por ti que por mí para ser sinceros, tú eres quien corre más riesgo—aclaro Jaeger después de un largo suspiro.
—Creo que a estas alturas le he perdido un poco el miedo...pero tengamos cuidado, ¿sí? Habíamos quedado una vez al mes pero me llevas cada que quieres.
—Oh vamos Levi, no puedo evitarlo me encanta estar contigo y es muy difícil verte de lejos por una semana entera.
—Lo sé, yo también me siento así.
Brauss parpadeó confundida y se asomó para verlos lo mejor que pudo, estaban tan cerca y hablaban bajo pero debido al silencio profundo de la casa se podían escuchar a la perfección.
—Levi...si tú quisieras hacer el lazo...podríamos irnos de aquí a donde nadie nos encuentre para que no te hagan nada.
El pelinegro suspiró negando con la cabeza acariciando la mejilla del mayor.
—Y cuando muera... ¿Qué? —preguntó con un tono dolido y nostálgico. —No quiero que estés solo si es cierto lo que dice Mikasa...no podrás formar una familia...
—Tu eres mi familia—dijo Eren tomando su rostro entre sus manos para hacerle levantar la mirada. —Que solo seamos tú y yo no significa que no seamos familia.
—Eres tan tierno—Ackerman sonrió y besó su mejilla acariciando las manos que le sostenían. —Te lo suplico, se paciente...sólo unos años más y ya...serás libre.
Jaeger hizo una especie de puchero y bufó negando con la cabeza.
Levi se puso en puntas y abrazó con fuerza al castaño quedándose en silencio pegado a su pecho, el mayor correspondió al tacto de inmediato y pegó el pequeño cuerpo contra el suyo en un gesto casi desesperado y angustioso, la idea de perderlo le aterraba y cuando pasara en verdad...sería mil veces peor.
Se quedaron así minutos que a Sasha le pareció una eternidad, era obvio que por la forma en que hablaban ellos eran pareja y en lugar de anunciarlo como era lo correcto habían decidido mantenerlo en secreto y salir juntos, al menos no habían hecho el lazo porque de lo contrario habría sido un gran insulto para su raza. En la forma más silenciosa que pudo la mujer regresó a la habitación para no ser encontrada ahí en caso de que alguno notara su presencia, estaba confundida y algo molesta.
Se separaron despacio mostrando su claro rechazo a hacerlo, Eren vio la hora y se estiro con pereza para darle un beso en la frente al beta tomando su mano.
—Siempre me deprimes cuando me lo dices así... ¿Podemos dejar este tema de lado e irnos ya?
—Por supuesto—el beta se pasó la mano libre por el rostro para limpiar sus ojos y suspiró.
—Yo manejo, tú duerme en el camino.
— ¿Tan mal me veo? —preguntó soltando una risita para intentar aligerar el ambiente pesado que habían creado.
—Oh no, las ojeras te sientan bien...te ves más lindo.
—Debo verme horrible...no he dormido bien en semanas.
—Desde que el bebé de Erwin nació...para ser más precisos.
—Bueno...tu hermano está delicado y no puede cuidar de Mikel, debo ayudar.
—Eso y que tu debilidad son los bebés.
El pelinegro frunció el ceño con las mejillas sonrojadas y pellizco el pómulo del mayor.
—Has estado espiándome, ¿verdad?
—Y puede que te haya tomado un par de fotos...es que te veías tan lindo—dijo Eren con una sonrisa boba.
Levi bufó y bajo la mirada cruzándose de brazos para darle la espalda al otro, le había pedido que no lo viera...no quería que lo viera ni que lo escuchara cuando cuidaba al bebé...porque a veces deseaba en voz alta tener uno propio a pesar de que eso jamás ocurriría y se negaba a que su pareja lo supiera.
—No lo vuelvas a hacer, no me gusta que me espíes.
—Lo siento, prometo no hacerlo de nuevo—se disculpó el alfa abrazándolo por la espalda. —No te enfades por favor.
—No estoy enfadado, solo un poco sentido...te pedí que no lo hicieras.
—No pude evitarlo—suspiró y descansó la barbilla en su cabeza. —Quería tanto saber cómo sería verte con un bebé en brazos y...eso es lo más cercano que estaremos a tener uno...
Levi volteó para poner las manos en sus labios evitando que terminara la oración, dolía para ambos por supuesto y decir cosas así solo los lastimaba más, tenían que aceptar su realidad y dejar de desear cosas que no les iban a llegar.
—Vámonos ya...despertaran pronto.
Eren bajó la mirada agradecido de haber sido interrumpido, pensar en la idea le haría llorar.
—Tienes razón.
Salieron de la casa cerrando la puerta principal sin hacer ruido y se subieron al auto de Eren para emprender el pequeño viaje a la cabaña Jaeger-Ackerman, ese lugar se había convertido en su refugio, en su mundo aparte para ellos dos, en el único lugar donde podían estar abrazados todo el día y nadie les diría nada.
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Se removió un poco y pasó la página del libro que leía, Eren se lo había regalado por su cumpleaños –aunque hubieran pasado un par de meses ya- y era muy interesante pero solo podía leerlo cuando estaban juntos pues siempre tenía mucho trabajo por hacer. El castaño soltó un quejido bajo y movió los brazos en su cintura.
—Shhh—llevó una mano a la cabeza castaña y le dio caricias suaves. —Duerme—cerró el libro y volteó a verle.
—No...llevo toda la mañana durmiendo, vine a estar contigo no a dormir—murmuró con la lengua entorpecida causándole ternura al pelinegro.
—Estás cansado—dejo el libro de lado y giró con cuidado para acariciar su rostro. —No me molesta que duermas.
—Si me sigues dando mimos así...
—Te cantaría la canción de cuna de Mikel si esto no funciona.
Eren soltó una risita cansada y suspiró abriendo los ojos.
—No, no quiero dormir más, quiero estar contigo.
—De acuerdo, de acuerdo—recargó la cabeza en su pecho y cerró los ojos escuchando los latidos de su corazón. — ¿No has dormido bien estos días?
—No...te extraño en las noches y me la paso tentado en ir a escabullirme a tu cama.
—Mikasa ya hace eso a veces si durmiéramos los tres ahí sería muy incómodo.
El castaño rio y negó con la cabeza.
—Es muy lindo que te busque así.
—Supongo...aunque ya le cause demasiados problemas.
—No es tu culpa la forma de ser de Sasha y que ella quiera defenderte—dijo Eren acariciando su espalda para calmarlo, sabía que estaba triste por eso.
—Es mi culpa que se pelee con su pareja...no quiero que Sasha vaya a dejarla por mi culpa, terminara sufriendo demasiado.
—No solo ella, Sasha también y en caso de que ocurriera terminaría por volver pues no podrían estar tanto tiempo separadas.
— ¿Tú crees?
—Solo míranos a nosotros, nos separamos una noche y ya me estoy muriendo—dijo sonriéndole a su pareja que rio por su comentario. —Solo es cuestión de tiempo, Sasha se acostumbrara o volverá al final.
—Deseo que tengas razón—suspiró y se enderezó levemente. —Por cierto, feliz cumpleaños—dijo acercándose a dejarle un beso en la mejilla.
—Creí que no lo sabías—dijo agradecido atrayéndole para llenarlo de besos, evitando siempre sus labios.
Levi cerró los ojos e intentó pararlo pero le fue inútil soltando una risita por las cosquillas que le hacía con su nariz y su respiración.
—Bromeas, ¿verdad? La señora Carla lo celebra todo el mes, es imposible que no sepa cuando cumples años y ahora que lo pienso ya sé porque nos dejó venirnos todo el día.
—Entonces, ¿eres mi regalo de parte de mamá? Este es el mejor regalo de todos.
El pelinegro le detuvo al fin y tomó su rostro entre sus manos, con delicadeza.
—Puedo hacerte tu comida favorita si quieres o puedo hornearte un pastel, solo pide.
El castaño hizo una mueca, pensativo, era su primer cumpleaños que pasaban juntos y quedaban pocos cumpleaños que podrían pasar juntos...ese pensamiento lo deprimió sin quererlo, soltó un suspiro y vio a su pareja a los ojos.
—Tienes veintiséis, ¿verdad?
Levi asintió entendiendo por donde iba la pregunta.
—Me quedan cuatro años—murmuró en voz muy baja como si la realidad le hubiera golpeado en ese momento, solo cuatro años...
—Vaya, solo te llevo dos años no me había dado cuenta—comentó Eren de la forma más tranquila que pudo. —Y cada vez me queda menos para hacerme cargo de la empresa...no quiero.
—Es tu responsabilidad como el alfa de la familia—le consoló el pelinegro tan agradecido porque no siguiera con el tema. —Tu madre y tus hermanos cuentan contigo.
—Si lo pones así me da más miedo.
—No tengas miedo—le sonrió acunando su rostro con ternura. —Eres un líder nato, podrás con eso.
—Tienes demasiada fe en mí, ¿no lo crees?
El beta se encogió de hombros restándole importancia y volvió a acurrucarse en su pecho.
— ¿Ya pensaste que es lo que quieres?
Eren suspiró y beso su cabeza.
—Solo tengo un deseo Levi—le dijo en voz cansada y baja, esperando que le entendiera.
—Yo también—respondió con tristeza cerrando los ojos.
El silencio invadió la cabaña dejando a las dos únicas personas en ella sumidos en sus pensamientos, el día que deseaban retrasar se acercaba a pasos agigantados y ellos apenas habían decidido iniciar algo. Eren sentía que en cualquier momento le arrebatarían a Levi y que se sumiría en una tristeza incontenible llevándolo a la locura...
No eran pensamientos agradables, él lo sabía, pero si por una noche que no viera al pelinegro se sentía desesperado y triste... ¿qué pasaría cuando no lo viera más? Y deseaba de todo corazón poder cumplir con los deseos de su pareja, esperar un tiempo prudente después de su muerte y tal vez buscar a alguien pero no podría, ni siquiera en su imaginación.
Levi delineó sus labios para llamar su atención pues parecía que se había perdido en sus pensamientos y le sonrió cuando estuvo seguro que había vuelto.
—Te haré tu comida favorita y un cupcake de cumpleaños, ¿te parece?
Jaeger le sonrió al tierno beta y asintió.
—Me parece muy buena idea, ¿y después podemos venir aquí de nuevo a que me leas un poco?
—Solo le leo a Mikel para que se duerma—dijo sonrojado haciendo un puchero.
Eren se sintió enternecido y soltó una risita.
—Me voy a poner celoso de mi sobrino.
— ¿Escuchaste lo ridículo que sonó eso? —preguntó Ackerman con un tono de voz divertido poniéndose de pie. — ¿Ahora también debo tratarte como bebé? ¿Eso quieres?
—No, solo quiero que me des besos como a Mikel y me consientas como a él.
— ¡Pero si ya lo hago! —se quejó pellizcando sus mejillas. —La diferencia está en lo mimado que eres y lo indefenso que es tu sobrino.
—Tal vez tienes razón~ pero así te gusto entonces no puedes quejarte—dijo divertido.
Levi frunció el ceño y se sonrojó aún más caminando a la cocina de la cabaña, eso había sido un sí definitivo para Eren.
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Arrulló al bebé por toda la habitación, recién había terminado de comer y ahora necesitaba dormir pero el pequeño parecía tener energía aún, le cantó, lo meció en sus brazos, se meció con él en la silla mecedora y nada, seguía despierto. Pero contrario a lo que pasaba con los demás aún no se desesperaba, cuando se trataba de Mikel sacaba toda la paciencia que no tenía de algún lugar y se esforzaba por lograr su cometido.
—Ya sé, tal vez a ti te gustaría más que lo hicieran tus padres pero en este momento están un poco ocupados, Erwin está delicado de salud y Armin debe cuidarlo y tomar su lugar en la empresa—explicó como si el niño le entendiera. —Pero ya verás que cuando tu papi mejore podrá cuidarte y lo hará mejor que yo.
El pequeño le sonrió y luchó contra la cobija que lo aprisionaba para sacar las manos, al bebé le gustaba tocar su rostro.
—A tu tía Mikasa también le gusta cuidar de ti pero está triste desde que tu tía Sasha se fue—dijo en voz baja permitiéndole al bebé que le tocara. —Y ahora que sabe que va a tener un hijo está peor.
El niño le tomó con toda la fuerza que tenía y le atrajo para acercarlo a su rostro, Levi sonrió a medias entendiendo lo que quería. Dio besos suaves en su frente y sus mejillas provocando más risas de Mikel y pequeños aplausos, era un niño muy inteligente.
—Por favor, se un buen niño con tu futuro primo...sin importar lo que sea—le suplicó en voz baja preocupado porque su sobrino fuera a nacer beta, jamás lo había pensado pero ahora creía que sería una desgracia pues Mikasa no podría disfrutar de su hijo como lo hacían con Mikel, que había nacido alfa.
Los toques en la puerta le sacaron de sus pensamientos y alzo la cabeza para disgusto del niño volteando a ver la puerta, Eren asomó la cabeza y les sonrió entrando despacio.
—Mamá me mandó a verte—dijo acercándose estirando los brazos hacia Mikel que de inmediato se removió para poder llegar a su tío. —Me dijo que tal vez tenías problemas para dormirlo.
—Sí, parece que hoy no quiere dormir—dijo tendiéndole al bebé que se deshacía de emoción por ir con el castaño. —Pero tú tienes el toque mágico—se burló.
—No sé cómo interpretar eso...—se quedó pensativo unos minutos e hizo un puchero. —No soy aburrido, Mikel me ama.
—Claro, si quieres pensar eso.
Eren soltó una risita y negó con la cabeza divertido.
—En realidad Erwin ya despertó...voy a llevar al pequeño a que lo conozca.
— ¿Despertó? —preguntó aliviado y con una sonrisa. —Gracias al cielo, cuatro meses en coma fue demasiado.
—Les dijeron que esto podría pasar si tenían un hijo ahora, Erwin ya es grande y por eso se puso así...pero al menos valió la pena—comentó el castaño jugando con la mano de su sobrino.
—Lástima que Mikel no tendrá hermanos.
—Pero tendrá un primo o prima y creo que será suficiente para ambos.
—Espero que si...anda, lleva a Mikel con sus padres—le apremió empujándolo fuera de la habitación.
—Acompáñame, por favor.
—Bien, vamos.
Caminaron por el largo pasillo y entraron haciendo el menor ruido posible a la habitación de Armin, habían tenido que ubicar a Mikel lejos de Erwin pues de lo contrario el bebé hubiera sentido la presencia de su progenitor y no habría poder humano que lo calmara hasta que se vieran.
Erwin estaba postrado en la cama conectado a un suero y a un respirador, debido al tiempo inconsciente se veía cansado y delgado, les sonrió al verles entrar y Eren de inmediato se acercó para darle a su hijo que le había reconocido al entrar.
—Gracias por cuidar a mi hijo Levi—dijo en voz cansada y algo forzada.
—No fue nada—dijo inclinándose levemente.
—Armin me contó que decidieron estar juntos—dijo observando a su hijo que posó las manos en su rostro para reconocerlo.
Ambos intercambiaron una mirada rápida y asintieron.
—En cierta medida, tengo mis limitaciones.
—Es un alivio, recuerdo que cuando nos fuimos por lo de Hanji los dos estaban muy tristes...
—Es un alivio más grande verlo despierto señor, cuando volvió en coma me asusté mucho...
—Perdón por el susto, soy algo terco y a pesar de que me dijeron que esto podía pasar no me quede con las ganas de tener un bebé...no me arrepiento.
—Los dos salieron vivos y es lo que importa—dijo Armin recostado al lado de su esposo, tenía los ojos cerrados como si estuviera durmiendo pero estaba despierto.
—Podemos llevarnos a Mikel para que duerman un poco, lo necesitan—dijo Eren acercándose a la cama y su hermano negó.
—Llevo cuatro meses durmiendo Eren, estaré con el niño un rato más—dijo el rubio divertido.
—Bien pero no hagas esfuerzos, aún estas delicado.
—Me cuidaré.
—Entonces nos retiramos—dijo Levi tomando la mano de Eren para salir. —Si necesitan algo no duden en llamarme—dijo haciendo una leve reverencia.
Al salir soltó su mano y anduvo tranquilo hasta las escaleras seguido por su pareja que lo observaba atentamente.
—Por un momento...lo sentí como mío—soltó sin querer en voz alta y se cubrió la boca al darse cuenta. — ¿Lo pensé o lo dije?
—Lo dijiste—murmuró el mayor observando a su pareja. —Lo lamento.
— ¿Por qué te disculpas? —preguntó extrañado.
El castaño no respondió, tomo la mano del beta y lo llevó a su habitación para cerrar con seguro tras él.
— ¿Por qué te disculpas? —repitió la pregunta.
—Si hubiera sido omega...podríamos tener hijos.
Levi se sorprendió demasiado al escucharle, sintió un nudo en la garganta y los ojos escocer, soltó una risita y bajó la mirada.
—No te rías...lo digo en serio.
—No me burlo...estaba pensando exactamente lo mismo—confesó pasándose una mano por el cabello. —Si yo hubiera nacido omega...habría llegado a esta casa cuando mi madre murió y habríamos estado juntos desde entonces, hubiéramos podido hacer el lazo y podría darte una familia...no hubieras sufrido como hasta ahora por mi culpa.
Eren observó al pelinegro que parecía al borde del llanto, se acercó a él y lo abrazó con fuerza intentando evitar el llanto.
—No tenía idea que pensaras así...perdóname, creo que esto es mi culpa.
— ¿Qué?
—Es mi culpa...que sufras así y te martirices con estas ideas cuando antes de que yo lo supiera te veías tan feliz siendo tu...si yo no hubiera nacido estarías mejor y vivirías tranquilo.
Levi negó con la cabeza y tomó su rostro entre sus manos para hacer que le viera fijamente.
—No digas tonterías, estoy muy feliz de que hayas nacido...dicen que las parejas destinadas no siempre tienen un buen comienzo...y tal vez este no es nuestro momento...—tomó aire para no echarse a llorar y tragó saliva. —Puede que nos encontremos en nuestra siguiente vida y podamos estar juntos sin restricciones, solo debemos ser pacientes.
Jaeger le pegó a su cuerpo con fuerza escondiendo el rostro en su cuello, al final siempre era Levi el que lo terminaba consolando.
—Y si deseo eso...es porque realmente te quiero y quisiera poder darte todo, serías un buen esposo y padre—intentó bromear para relajarse un poco.
—Me robaré a Mikel y me los llevaré a la cabaña.
Ackerman soltó una risa divertida que no pudo contener y besó la mejilla de su pareja.
—Debiste decirme antes de que se lo diéramos a tu hermano, ahora será imposible.
—Bien, esperemos a que nazca el de Mikasa y nos lo llevamos.
—Lo siento, no podría secuestrar así a mi sobrino.
—Bien, nos robaremos uno del hospital.
Levi volvió a reír y negó.
— ¿Ahora eres una mente maestra del crimen?
—Solo quiero un bebé para mi Levi.
Intercambiaron una mirada y las mejillas de ambos se tiñeron de rojo.
— ¿Tu Levi?
—Pues...si...eres mi Levi.
— ¿Entonces tú eres mi Eren?
—Por supuesto.
—Me matarás de tanta miel—se quejó intentando no darle tanta importancia al tema y besó sus mejillas. —Debo volver al trabajo, te veo después—se despidió con una sonrisa saliendo de la habitación.
Al saberse solo se limpió las lágrimas y suspiró algo triste, al menos había podido animar un poco a Levi.
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Hola! Como van? Espero que les haya gustado el cap nwn emmm como veo que toooodos tienen la duda xD lo explico de nuevo.
Mikasa nació por inseminación artificial, obvio en condiciones como en las que estaba kuschel no iba a poder tener relaciones además dos omegas por más sexo que tengan no habrá bebé, por eso la inseminación artificial. Espero que haya resuelto la duda (no era tan difícil xD imaginación y ciencia gente!(?))
Emmm pueeees gracias enooormes por leer y nos vemos la otra semana hermosuras nwn
Ja ne!
Rave