En aquel momento, la Hyemin retraída de la última semana, se esfumó y dio bienvenida a la Hyemin que todos los presentes conocían. Su mano apretó el cubierto y torció la boca, su mirada se endureció y se escuchó una pesada respiración de su parte.
Todos en la mesa se quedaron boquiabiertos a excepción suya y de Jimin, que él seguía con aquella descarada y neutra expresión.
Jinyoung abrió sus ojos en sorpresa y se miró rápido con Hoseok, él estaba igual de impactado que no pude idearse nada para responderle a Jimin y sacar a Jini de esta. Jimin buscó los ojos de Jini se mordió el labio inferior en gesto inquieto al ver que ella lo miraba también. Y lo miraba furiosa.
— Bueno— Hyemin soltó una amarga risa, aparentando haber tomado aquello como una broma.—, eso debe de ser porque hoy me arreglé muy sencilla. No quería opacar.— Sonrió falsamente.— Después de todo soy una persona considerada y humilde.
Jini levantó las cejas, se cruzó de brazos y no pudo evitar reír con ironía. Asintió con la misma ironía de antes.
— Sí, eso debe de ser.— Le sonrió con hipocresía.
El ambiente se volvió más tirante de lo que ya estaba hace unos minutos. Jimin no sabía qué pensar exactamente, además de estar agitado porque sabía que se había metido en un problemón con Jinyoung. Hoseok seguía sin saber qué hacer. Mientras Hyemin y Jinyoung estaban furiosas. Y entonces estaban Jiwoo y Hyukjo, que intentaban ocultar un par de sonrisas traviesas; estaban amando esto, siempre habían amado el drama.
— Creo que es suficiente, demasiadas risas por hoy, ¿no?—Huykjo dijo con diversión, arrastró su silla y ayudó a Jiwoo con la suya.— Vámonos, se está volviendo aburrido ya.
Hyemin se paró apurada y salió de ahí con fuertes y acelerados pasos, haciendo que los tacones de sus botines de diseñador sonaran contra el suelo. Jimin dirigió su mirada a ella y terminó negando con la cabeza, cansado. Su casa quedaba lejos y presentía que iba a ser un camino de vuelta insoportable. Jini y Hoseok se pusieron de pie al mismo tiempo y sin mirarlo, se fueron de ahí. Jimin se quedó parado en la caja viéndolos hasta que salieron por la puerta. Antes de eso, Hoseok lo miró y le hizo una señal.
— Escucha Jinyoung,— Hoseok la detuvo.— te vas a negar, pero por favor, considéralo.— Le estaba rogando con los ojos.— Voy a decirle a Hyemin que yo la voy a llevar a su casa, porque vivo más cerca y porque Jimin tiene el tanque vacío.
— Además de que las dos son una mentira. No.
— ¡Ve a la chica!— La señaló a lo lejos de la acera.— ¡Está furiosa!
— ¡Ah!— Gritó al levantar sus brazos a la defensiva.— ¡Y yo muy contenta!
— Lo sé... Mierda.— Hoseok frotó sus cienes cansado y dio una bocanada de aire.— A lo que voy, es que ella ya está lista para hacer su berrinche y aunque sé también, que tu tienes listos tus golpes, estoy seguro que tú puedes controlarte.
— ¿Y eso que tiene?— Bufó.— Es su novia, que la aguante.
— No te pediría esto, que más quisiera yo que llevarte conmigo a otro lugar, pero, viendo el estado de Jimin...— Apretó sus labios.— En cuanto Hyemin abra la boca, él se pondrá furioso y se va alterar, y entre gritos y llantos, nop, no terminará bien.
Jinyoung se pudo haber negado una y otra vez, pero se detuvo a pensar un poco. Jimin... Oh, Jimin además de ser un chico play, también tenía la imagen de un bebito lindo y tierno. Sin embargo, cuando se enojaba, no era ninguno de esos dos Jimin. Él realmente se convertía en otra persona.
— Maldición, está bien.
Hoseok la apretó en un abrazo y se la llevó rápido al estacionamiento. Ya estando allá, se despidieron de Jiwoo y Hyukjo, y Jini pudo presenciar la habilidad de Hoseok para convencer a cualquier tipo de mujer. No supo ni cómo, pero Hyemin ya estaba arriba del Mustang, claro que Hoseok la mandó a los asientos traseros. Jinyoung olvidó un momento el enojo y lo miró sorprendida, el sonrió coqueto y cuando cerró, la puerta, bajó la ventana polarizada sólo para guiñarle el ojo y la volvió a subir. Con una salida triunfal, el Mustang se fue.
— Te iré a dejar rápido a tu casa, Hyemin.— La voz de Jimin se escuchó cerca. Se oía tan seco.— Hablaremos mañana, si quieres.
Jinyoung estaba volteada, dándole la espalda y como su altura era tan sólo unos centímetros más alta que el Camaro, no la reconoció. Entonces, cuando Jimin le quitó los seguros al auto, ella entró sin decir una palabra y Jimin se quedó plasmado.
— Una, hablo en serio Jimin, una sola palabra y te callo la boca a golpes.
Jimin suspiró con pesadez, asintió para sí mismo y entró al auto. Lo encendió y sin haber esperado siquiera a que se calentara el motor, él arrancó. Iba a más de 80 km/h, cambiaba los carriles y rebasa a la mayoría. Su expresión era dura después de todo. Pero no se comparaba a la de ella. Casi sentía el auto caliente por el enojo que transmitía Jinyoung. Y en cuanto frenó en su cajón habitual, ella salió del coche sin siquiera haber esperado que lo apagara.
La miró entrar al lobby a toda velocidad, preparándose mentalmente, cerró la puerta del Camaro y le puso los seguros y activó la alarma. Despeinó su cabello y respiró varias veces.
Ella estaba más enojada que nunca, y bueno, no la culpaba. El problema era que no sabía el por qué.
Todo era un lío.
Saludó al encargado y subió corriendo las escaleras, cuando llegó a su piso, alcanzó a ver tan sólo el pie de Jini meterse por la puerta, siguió corriendo y pudo detener la puerta antes de que se cerrara por completo, Jini se giró a verlo rápido, pero le dio la espalda de nuevo, estaba por irse a su habitación.
— ¡Yah! ¡Im Jinyoung!— Jini se quedó rigida al escuchar haberla llamada por su nombre.— .Tenemos que hablar.
— No.
— ¡Jini!
— ¡Jimin cállate!— Gritó furiosa.— ¡No puedo ni verte la cara!
— ¡¿Pero qué mierda hice?!— Él se acercó como una fiera a ella.
En ese momento, el pobre de Bangji saltó del sofá donde descansaba y se fue corriendo hasta la habitación de ella. Lo habían asustado.
Era la segunda ocasión que ellos se gritaban.
— ¡Desde el primer momento que me contaste de esa estúpida te dejé todo en claro!
— ¡No sé de qué putas estás hablando!
— ¡Agh!
Jinyoung ahogó el gritó más estresante de su vida y se giró para largarse de ahí. Pero Jimin dijo "oh no, no vas a ningún lado" y con un agarre de la cintura la retuvo.
— Cálmate.— Dijo serio. Pero eso sólo la alteró más.
— Suéltame. Ya. Sabes que yo no me detengo para pegarte.
— Lo haré hasta que me digas cuál es tu jodido problema.
— Desde el primer día, Jimin, ese día te dije que no quería involucrarme en nada con ustedes dos.— Habló ya más seria y calmada, pero volvió a hablar enojada.— Y también te dije una vez que si intentabas causarle celos conmigo, te iba a partir las bolas.— Gruñó.— ¡¿Quién crees que soy?! Es jodidamente inconcebible, sabes. ¡Te has dado cuenta como soy y cómo me doy a respetar! ¡Y a mí no me vas a estar usando para tus estúpidas venganzas de mierda, ¿entendiste, Park Jimin?!
Jimin se asustó por haberla escuchado hablar así. No sabía que tanto le podía afectar a ella, Im Jinyoung. Cualquier otra chica, o la mayoría, no habría dicho nada, tal vez ni se hubiera molestado, pero era verdad... Jinyoung se daba mucho a respetar y eso era lo que te hacía apreciarla. Él no hubiera dicho lo que dijo, pero la verdad es que en ese momento no lo pensó. No se puso en los zapatos y sentir de Jini.
Ella se separó con un movimiento brusco y antes de irse, lo tomó de los hombros y hundió un fuerte rodillazo a la zona entremedia de Jimin.
— ¡Puta mierda!
Jimin gimió del dolor y se tiró al suelo. Estaba viviendo un infierno justo ahora. Un portazo proveniente del la habitación de retumbó por todo el apartamento. Y fue ahí cuando supo que no podía hacer nada. No hasta dentro de un par de horas. Como pudo se puso de pie y arrastró sus pies hasta la cocina, sacó una bolsa de hielo todo malhumorado y se tumbó en una de las sillas de la mesada y dejó el hielo sobre sus partes nobles.
Bueno, podemos agregarle otra cualidad a Jini, supongo... Ella cumple sus promesas.
Alrededor de las tres de la madrugada, Jimin, quien ya se encontraba en su habitación, se puso de pie y salió de ella, yendo directamente a la de Jini. No tocó, giró el pomo lentamente y asomó su cabeza, ella estaba cubierta de pies a cabeza con las mantas y la pieza estaba casi a oscuras, de no ser por una pequeña ventana que estaba ahí.
— Vete.— Murmuró ella. Jimin sonrió al escuchar aquel tono de pequeña berrinchuda.
Después de todo, él no era el único bebé de la casa.
— ¿Tampoco has podido dormir?— La cabeza de Jini se remolineó bajó las mantas, negando frenéticamente. Sintió el peso de Jimin en su cama después de eso.— Jini, por favor, escúchame ¿sí?
Jimin tomó las mantas y al ver que no hubo retención por parte de ella, las quitó totalmente. Jini despegó su cara de la almohada tan sólo un poco para poder verlo, él le sonrió. Jimin que estaba sentado al borde, movió las piernas de Jini a otra parte y se acomodo mejor, después la tomó de los brazos y tiró de ella, haciendo que se sentara, ella se cruzó de piernas.
— Dime. Creo que yo ya dije todo lo que tenía que decir... Y no te dejé hablar... Uhm, y, y, perdón. Me alteré de más.
Él negó con la cabeza.— Está bien. Después de todo me lo merecía. Yo no debí hacerlo. Pero antes de decirte otros rollos, no lo hice con el fin de causarle celos a Hyemin. En ese momento no estaba pensado, simplemente escuché a Hoseok y di mi más sincera opinión.
— Bueno, lo entiendo y supongo que gracias. Pero realmente fue inapropiado para ella y para mí muy incómodo, además que me diste entender otra cosa.
— Y lo siento Jini, realmente lo hago, aunque sean mis pensamientos, sé que debí guardármelo.— Bajó la cabeza apenado.— Fue un impulso.
— Te perdono entonces...
— Espera, ya que pensaste que mis intenciones fueron otras, quiero dejarte en claro que ni una sola vez lo he considerado. Eres una persona y mujer mucho más superior que Hyemin, sé lo mucho que vales y yo realmente te respeto.
— Ahora yo me siento mal por no haber confiado en ti.— Alargó una tímida risita.
— Tenías tus razones, no te preocupes.— Le dio un toquesito en el brazo, juguetón.— ¿Pero ya no, verdad?
— Para nada.
Se sonrieron el uno al otro y Jini aprovechó para estirarse y abrazarlo. Jimin se sintió por completo totalmente. Rodeó la pequeña cintura de Jinyoung y la apretó en un cálido abrazo.
Él sin duda jamás iba a lastimar a Jinyoung. No podría aunque quisiera. Él la... quería.
— Eres muy, muy, pero muuuy importante para mí, Jini.— Dijo sin soltarla, pero se separó para poder darle un besito en la frente.— Y lo único que quiero es que seas feliz.
Jinyoung cerró los ojos al sentir la sensación de los labios de Jimin y cuando se separó, lo miró con una sonrisa, él le sonreía a ella.
— No sabes cuánta falta me habías hecho estos días...
Por un segundo, pensó en decirle todo lo que tenía guardado y sus pensamientos. Pero no lo haría. Y no por el hecho de falta de confianza, al contrario, Jini atesoraba a Jimin. La razón era que no quería arruinar aquel agradable momento.
— Y dime...— Dijo ya después de separarse y su sonrisa cambió a una traviesa.— ¿Te dolió mucho?
— Probablemente quedé estéril, pero no te preocupes.— Contestó divertido.
— Ups...
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creo, cREOOOOO, lo más probable es que les suba otra cap más tarde para explicar la mierda de jimin y lo que pasa por su mente...
¡espero les esté gustando esto! 🌝