Una pesadilla.
- Bella -
Todos nos miramos, podía ver la expresión de miedo de mi papá, lo vi dirigirse al teléfono para llamar a la policía.
– ¿Papá que haces? – le pregunté.
– Llamaré a la policía – me contestó él.
– ¡Papá no lo hagas! – le dije acercándome a él.
– ¿Qué dices? – dijo mi madre.
– No quiero más policías, además Hold no hace bien su trabajo, es un idiota.
– Cariño – le dijo ella a mi padre – Bella tiene razón.
– ¿De qué hablas mujer?, tenemos que llamar a la policía.
– ¡Escúchame!, si llamas Hold vendrá, tomará fotos, nos interrogará y eso será todo, no hará nada, tenemos que hacerlo nosotros.
– Entonces, ¿Qué hacemos? – preguntó mi padre bajando el teléfono.
– Por ahora creo que lo mejor será que busques la pintura y cubras eso – dijo mi madre señalando la pared.
Mi padre fue a buscar la pintura cómo mi madre le había indicado, le pidió ayuda a Adam y los dos comenzaron a pintar.
Mamá fue a la cocina, Grecia se fue a su habitación y Clara, Kate y yo subimos a mi cuarto.
– No entiendo porque alguien querría hacerte daño hermana, eres la mejor persona que conozco.
– ¿No conoces a nadie que te odie? – me preguntó Clara – ¿De tu colegio quizá?, por qué ese chico Jack...
– Yo no lo sé, solo quiero que esto pare – dije sentándome en la cama.
– ¿Es enserio Bella? – dijo Grecia entrando a la habitación – Eres alta, delgada, rubia y muy linda, ¿vas a decirme que nadie te odia?
– ¿Acabas de alargarme? – le pregunté riendo.
– Sí, creo que sí – me dijo ella sentándose y riendo.
Las horas pasaron, Adam y mi padre terminaron de pintar, Mamá preparó la comida y colocó los platos en la mesa, las chicas y yo pasamos un buen rato, trataban de distraerme ya que estaba triste por la muerte de Mila.
Mamá nos llamo para que cenáramos, bajamos y todos nos sentamos en la mesa.
– ¿No tienes hambre Bella? – me preguntó mi padre a ver que jugaba con la comida.
– La verdad no papá, solo quiero ir a dormir – le contesté colocando el tenedor sobre la mesa.
– No has comido nada en todo el día así que aunque sea te comes la ensalada – dijo mi madre.
– Está bien, mamá – le dije.
– ¿Saben que la nieve ya comenzó a derretirse? – preguntó papá.
– Sí, significa que ya pronto comienzan las clases – dijo Kate.
– En un par de semanas – dijo mi mamá – Me lo ha dicho Noel.
– ¿Desde cuándo tratas a mi profesor? – le pregunté llevando un poco de ensalada a mi boca.
– Lo vi hoy en... – dijo ella callándose.
– Completa la frase mamá; lo viste en el funeral de Mila – dije.
– Sí – contestó mi madre.
– ¿Alguien sabe cuando llegaran mi madre y James? – preguntó Clara.
– En dos o tres semanas – dijo Adam.
– ¿Me puedo retirar? – pregunté.
– Si ya terminaste, sí – dijo mi padre.
Me levanté, tomé el plato y lo llevé a la cocina, subí las escaleras y entré a mi habitación, entré al baño, lavé mis dientes y me miré al espejo, me sentía sucia así que me quité la ropa y entré a la ducha, cuando salí, me vestí con la pijama, me acosté y pronto me quedé dormida.
( ... )
Me encuentro caminado por los pasillos oscuros de un lugar que no conozco, las luces parpadean y me siento extraña, alguien me mira, alguien me sigue... "¡Cuidado Bella!"... oí a una voz decir, no reconocía la voz, seguí caminando y la voz volvió a decir: " Cuídate de... "
Dejé de oír, solo escuchaba un chillido irritante, insoportable, sentía que mi cabeza explotaría, me arrodillé, cerré mis ojos y comencé a gritar fuerte, abrí mis ojos y vi una figura sombría frente a mi... con miedo miré hacia arriba y la vi... Era Mila, me levanté y la miré a los ojos, esta no se movía, no hablaba y su mirada era escalofriante.
Mila comenzó a abrir su boca lentamente y comenzó a gritar fuerte, corrí para huir de ella pero esta se elevó y comenzó a flotar persiguiéndome, caí al suelo y Mila me tomó por el cuello elevándome hasta que mis pies ya no estuvieron en el suelo.
– ¡Fue por tu culpa Bella! – gritó con una voz escalofriante.
Sus manos me apretaron fuerte, comencé a llorar, intentaba gritar pero no podía.
– ¡Fue por tu culpa!
( ... )
Desperté gritando, todo era un sueño, comencé a llorar... Sentí la puerta abrirse y...
- Grecia -
Estaba acostada mirando el techo, no tenía sueño, miré el reloj y eran las tres y media de la madrugada, suspiré y decidí bajar por un vaso, salí de mi habitación y fui por él.
Subía las escaleras para entrar a mi cuarto, pasaba por la habitación de Bella cuando oí un grito, no lo pensé y decidí entrar.
– ¿Bella que sucede? – le pregunté al verla llorar.
– Yo... Tuve... Fue... una pesadilla – me dijo ella respirando y secando sus lágrimas.
– ¿Pero estás bien?
– Sí, supongo, nada importante, ¿qué haces despierta a esta hora?
– No podía dormir – le dije – ¿segura que estás bien?
– Sí, me preocupa más que quizá haya despertado a todos aquí en la casa.
– Yo creo que no, si fuera así ya todos estarían aquí.
– Tienes razón – me dijo ella – ¿Grecia te puedo preguntar algo?
– Supongo que sí – le dije.
– Aprovechando que estás aquí, ya que en el tiempo que llevas aquí en mi casa nunca hemos hablado bien... lo que quiero saber es, ¿por qué me odias?
– Yo no te odio – le dije riendo y sentándome en la cama.
– ¿Entonces por qué me tratas mal a veces?
– Pues... no lo sé, es solo que estoy o estaba molesta y descargué mi frustración contigo.
– ¿Qué quieres decir? – me preguntó levantando sus cejas.
– Pues... cuando me mudé aquí tuve que dejar a mis amigos, amigas, dejé mi vida atrás solo para venir a un pueblo apartado de todos solo porque mi mamá decidió casarse de nuevo.
– Te entiendo, lo mismo me dijo Adam.
– Es igual para todos, creo – le dije riendo.
- Bella -
Grecia y yo estuvimos hablando durante la noche ya que ninguna de las dos podía dormir, dejamos todo en el pasado y comenzamos a llevarnos bien... Se hizo de mañana y todos comenzaron a despertar, tocaron a la puerta, me levanté, abrí la puerta y era Adam.
– Buenos días, ¿crees que podamos hablar?
– Claro, ¿Por qué no? – le dije invitándolo a pasar.
– Yo creo que mejor los dejaré solos – dijo Grecia saliendo de la habitación.
– Y... ¿de qué querías hablar? – le pregunté mirándolo a los ojos.
– De ayer... de nuestro beso.
– Me besaste, me dices que me amas y luego no me hablas en todo el día – le dije cruzando los brazos.
– Es que no se cómo quedamos ahora – me dijo – Sí te amo, pero no sé si tú sientes lo mismo.
– Claro que sí Adam, te amo, ya te lo dije ayer – le dije acercándome más a él.
El sonrío y se acercó, puso sus manos en mi rostro y me besó, se separó y dijo:
– Entonces... ¿Novios?
– ¿Así vas a pedírmelo?, ¿sin flores, sin nada?
– Yo... – dijo Adam.
– Tranquilo – dije riendo – Yo sí quiero eso, pero pensé que cuando me lo preguntarás sería algo más romántico.
– Será así, lo prometo, dame tiempo Bella – dijo besándome rápidamente y saliendo de la habitación.
Yo me quedé allí pensando en lo que Adam me había dicho... Estaba feliz a pesar de todo lo que había pasado, era increíble cómo Adam podía hacer que olvidara todo, cómo él podía dibujar fácilmente una sonrisa en mi rostro...
Primero que nada quiero darles las gracias por ser tan pacientes.. También por todos sus comentarios y por que ya son más de 5k en votos con tan solo 11k de visualizaciones eso es un gran logro para mi y todo se lo debo a ustedes...
Gracias! :)
Att: MoonGoes_