N
No te sorprende que dos días antes, HakYeon te llame para avisarte que no va a poder estar en tu cumpleaños. Era sabido, con todas las promociones de Chained Up, está con la agenda completa y te llama diciendo que no le queda ningún espacio hasta dentro de dos semanas.
Como siempre, solo le dices que está bien, ya que no es su culpa.
Y pasas tu fiesta sonriente, radiante, divina, pero siempre pensando en ese espacio vacío que nadie puede llenar. Recibes toneladas de regalos pero cuando te toca soplar las velas, solo piensas en que te encantaria verlo por lo menos un segundo, ahí. Es prácticamente imposible.
De pronto, suena el teléfono de tu casa.
"¿Hola?" Atiende una amiga. "Ah, bien. Si," Te pasa el teléfono. "Es tu papá,"
"¿Papá?" Atiendes, contenta. Pero se escucha la lluvia de afuera, como al aire libre, y una respiración agitada.
"¡AMOR!" Oyes el grito de HakYeon al otro lado del teléfono, y se te eriza el pelo del cuerpo. Desde cuando me dice así? piensas."ME ACABO DE ESCAPAR DE LA PRENSA, ESTOY A DIEZ BLOQUES POR LA AVENIDA!"
"PERO—"
"TE ESPERO AQUÍ, VEN RAPIDO! YAAA!"
Con el corazón latiendo a mil por hora, cuelgas el teléfono y te das vuelta, mientras los ojos de los invitados se te clavan encima, listos para comer el pastel.
"ADI, EH, NO, ME„ DSKJFNJDKNFSD!" No puedes inventar una excusa y te sales corriendo de tu casa sin abrigarte, y te golpea el frío polar de afuera, pero sigues corriendo solo con la imagen de N en tu mente. Está lloviendo torrencialmente y no puedes creer ni lo que estas haciendo, pero solo corres y corres, pareciendo que el camino no se termina más entre la oscuridad, la niebla fusionada con las luces de la avenida.
Entonces ves una forma semi deforme a tres bloques, corriendo hacia ti, apurado, cansado, bastante torcido y solo usando una musculosa con pantalones militares.
"¡HAKYEON!" Le gritas mientras corres y te apresuras, aunque ya no puedes más. Al reconocerte, el pega un alarido y comienza a correr mas rápido todavía. Esos segundos parecen interminables hasta que el abre sus brazos y ambos colisionan en un abrazo fuerte y profundo, cálido aun en medio de la lluvia.
"No aguanté la espera!" Es lo primero que dice apenas te abraza.
"¡Viniste!" Le dices mientras te sostiene contra su cuerpo mojado con toda la fuerza que tiene, oyendo su respiración agitada. Se te caen lágrimas que se confunden con las gotas de la lluvia en tu rostro. "¡De verdad viniste!"
"Con quien," Jadea. "Te crees que, ah, hablas? Eh?" Toma tu rostro entre sus manos y hace que lo mires, sonriente. Está tan feliz y emocionado que olvida su imagen fría e impenetrable. "Por ti, hago lo que sea."
"Ay, HakYeon!" Le dices y lo abrazas de nuevo. El se relaja y te besa en la cabeza, acariciándola.
"Aunque no deba estar aquí... solo por un momento..."
"Cállate, no lo arruines." Le dices pero tu voz quebrada te delata.
"¿Estás llorando?!" Te mira sorprendido y tú le escondes el rostro. "Pero, no se supone que llores, se supone que rias?! Quien entiende a las chicas, aigoo!?"
Estallas en una risa idiota y el sonríe, satisfecho. Te mira tiernamente, toma tu mano y se encoge de hombros.
"No hice tiempo a robar un regalo para ti... pero esto es algo que solo yo te puedo dar." Te dice, mirándote fijo, y pone sus labios húmedos fuertemente contra los tuyos, partiendo el camino hacia un beso inolvidable bajo la lluvia que dura casi como para siempre.