— ¡Jesucristo!
Jinyoung llevó su mano al pecho y pudo sentir como su corazón latía demasiado rápido.
— ¡¿Qué pasó?!— Gritó Jimin alarmado desde el baño.— ¡Jini!
Haberse encontrado con Hoseok tirado en su sofá, texteando y a Yoongi saliendo de la cocina con una cerveza en mano, le sacó aquel susto tremendo. No sabía cuando habían llegado, hace apenas cinco minutos había ido a la cocina y Jimin llevaba más de diez en el baño, ya que estaba tomando una ducha.
— Bebé, no te alteres— Hoseok ni la miró.— Yo sé que amas que esté aquí.
Jinyoung levantó un cojín del suelo y se lo lanzó con demasiada fuerza.
— ¡¿Qué mierda haces aquí?!
— ¿Viste eso, Yoongi?— Hoseok miró a su amigo con una ceja levantada.— A mi chica le gusta jugar rudo.
— Ella te puteó, Hoseok. Acéptalo.
Jinyoung se cruzó de brazos.— ¿Y bien?
— ¿Por qué siempre lo dicen cómo si sólo fuera yo?— Hoseok la esquivó.— ¡Yoongi está aquí también!
— ¡Pero Yoongi ni habla!
— Buen punto.— El rubio le dio la razón, apuntándola con la boquilla de la botella.— En cambio, tú, Hope, eres un jodido desastre.
— Igual no podrían vivir sin mí, idiotas.— Hizo un puchero, pero miró rápido a Jini.— Idiotas me refiero a Yoongi y Jimin, tú no eres idiota, ¿lo sabes, no?
— Ajám.
Jini se encaminaba a la cocina, cuando una pequeña chica apareció por la puerta. Era tan linda, tierna y pequeñita, que no captó que una intrusa estaba en su departamento. La chica cambió de aspecto a uno serio y enojado, y caminó con grandes y fuertes zancadas hasta el sofá y sin más, empezó a golpear a Hoseok.
— ¡Hoseok! ¡¿Cuántas veces te he dicho sobre no entrar a casas que no son tuyas sin permiso?!
— Jiwoo, tú acabas de hacer lo mismo, cariño.— Se burló Yoongi.
¿Quién diablos es Jiwoo?
— ¡Jiwoo, detente!— Gritó Hoseok.— ¡Tus manos huesudas me lastiman!
— ¡¿Mis manos qué?!
— ¡Yah!— Yoongi alzó la voz.— Están haciendo mucho escándalo.
Jiwoo dejó de golpear a Hoseok y él, más calmado, bajó su guardia y de un momento a otro, se encontraba de pie. Jinyoung los miró a ambos y pudo apreciar el parecido entre estos.
— Bebé, ella es mi hermana, Jung Jiwoo.— Hoseok la presentó.— Ya te he hablado de ella.
Jinyoung sonrió ignorando todo lo anterior. Ella tenía muchas ganas de conocerla.
Jiwoo volvió a ser la chica tímida del primer momento. Hizo una reverencia y Jinyoung se la devolvió, ambos se sonrieron amistosas.
— Mi hermano también me ha hablado de ti.— Comentó Jiwoo.— Y lo siento. Trato de controlarlo pero es imposible.
— Sí, no te preocupes.— Jini soltó una risita.— Me he acostumbrado ya.
— Te has acostumbrado al amor.
— ¡Hoseok, cállate!— Gritaron los tres y Jiwoo se estiró para golpearlo.
— Como sea, dame las llaves.— Demandó Jiwoo.— Dijiste que me prestarías el auto hoy.
— ¿Y tiene que ser ya de ya, ya, ya?
— Sí, hay una galería de arte neo europea en Hongdae y quiero ir.
— ¡¿Qué?!— Jinyoung se sorprendió.— ¡Yo quiero!
— Pues... Voy sola, podríamos ir juntas.— Ofreció la hermana de Hoseok.
— Igual no les puedo prestar mi auto.— Dijo Hoseok.— Nos iremos en él a la fiesta.
— Entonces este es el plan— Dijo Jinyoung.—: esperamos a que Jimin salga y le pedimos su auto. Listo.
— Me parece bien.
Ambas chicas sonrieron cómplices.
— ¿Y ustedes que harán?— Jiwoo le preguntó a su hermano.— ¿Marvel night?
— No. Tenemos una fiesta.
— Sigo sin poder creer que soy parte de algo con un nombre tan infantil.— Espetó Yoongi.— Eso va en contra de mis códigos.
— ¿Y tú quién eres, Hulk?— Jini se burló.
— No, el rol de Suga es el de Black Widow.— Intervino Hoseok.
— Jodete.— Yoongi le paró su dedo del medio.— Soy Iron Man y tú Jarvis, así que ve a traerme otra cerveza.
Las dos chicas rieron, y casi se retuercen de la risa cuando en verdad Hoseok se puso de pie y fue a la cocina. Se excusó diciendo que él también quería una. Jinyoung recordó a su novio por lo que había dicho Yoongi; Jungkook realmente amaba a Iron Man.
— ¿Y Jungkook?— Yoongi le preguntó por él.— ¿No tienen planes?
— Nop. No juntos. Él saldrá con sus amigos.
— ¿Lo dejas hacer cosas sin ti?— Preguntó Hoseok mientras salía de la cocina.
— Claro que sí, hombre. Él necesita su espacio personal tanto como yo.
— Eso es una bonita relación.— Agregó Jiwoo.
— ¡Yah!— Hoseok entrecerró sus ojos.— Se supone que tu apoyo tiene que ser para mí.
— ¿Ya llevan algo de tiempo, no?— Volvió a preguntar Yoongi.
— En una semana cumplimos seis meses de estar juntos.
A Jinyoung le gustó la expresión de todos, sorprendidas y atónitas. Sí, el tiempo había pasado muy rápido. La escuela también, estaban a una semana de terminar su segundo semestre y tendrían vacaciones de verano.
— ¿Los están contando en años perro o qué?— Dijo Hoseok, mostrándose falsamente enojado.
Jinyoung rió.
— No.
— Eso significa que Jimin y Hyemin cumplen seis meses de novios, también.— Agregó Yoongi.— Crecen tan rápido...
— Tú deberías buscarte a alguien, abuelo.
Hoseok soltó aquello, Yoongi lo miró cansado, pero después con superioridad y dijo:
— Mira quién habla, el chico que es rechazado por la misma chica día a día.
— ¡Es diferente!
Jimin no tardó en salir, preguntó por qué tanto escándalo y Jini le contó porque se había asustado hace rato. Ella fue a su habitación para cambiarse de ropa y se puso sus anteojos para no tener que aplicar maquillaje en ella, Hoseok al verla dijo que era su chica intelectual. Ellas dos se despidieron de los tres, dejándolos solos en casa.
— ¿Ella de verdad te gusta?— Jimin le preguntó.
— ¿A quién no?— Dijo irónico.— Hombre, no es que me guste, simplemente es mi amor platónico.
Y no dijo nada más, siguió jugando Piano Tail en su celular. Iba ya alrededor de las 2190 teclas. Un rato más tarde, los tres chicos se encontraban yendo por Hyemin y su amiga. Desde el primer momento que las chicas se subieron al Mustang, Hoseok y Jimin miraron a Yoongi, él supo el por qué, pero de inmediato descartó a la amiga de Hyemin. No era su tipo. Además, era una de las copias baratas de Hyemin y a Yoongi, incluyendo Hoseok, no les agradaba Hyemin. No les gustaba para Jimin; Yoongi lo miraba así: Hyemin y Jimin era como combinar vodka y suero, en cambio, Jinyoung, que era lo más cercano a una relación para Jimin, era como vodka y soda y eso sabía más que bueno.
Pero esa chica ya tenía su vodka.
Sin duda, apoyaba a su amigo, pero no su relación. Sabía el por qué estaba con ella y estaba bien, no era de su incumbencia, pero cuando salían en grupo, llegaba a ser fastidioso. Hyemin no era de su mundo, su mundo verdadero. Fiestas salvajes, alcohol alterado, drogas, sangre, peleas. No, ella era una chica de discotecas y tragos ligeros.
Hoy, milagrosamente, Hyemin había aceptado ir a una fiesta de un Marvel.
— Así que vamos ir a la fiesta de Batman...— Comentó Hyemin, intentado ser graciosa.
Jimin se dio un golpe mental, la amiga de Hyemin rió como si estuviera obligada a hacerlo, una risa muy fuerte y fingida que aturdió los oídos de los tres chicos, Hoseok y Yoongi pusieron los ojos en blanco.
— Siento que algo falta, todo se siente vacío...— Hoseok frunció los labios.— Yup, lo que falta es Jinyoung.
Yoongi sonrió de lado por el comentario intencional de su amigo, sabía que eso le sacaría canas verdes al perfecto cabello de Hyemin. La chica bufó y rodó los ojos. Jimin estiró su brazo por el asiento y tiró de los cabellos de Hoseok. Sí maldición, Jinyoung hacía mucha falta, pero sabía que esos dos lo decían para molestar a su novia y era grosero.
— ¡No me grites, joder!— Hoseok le gritó a la bocina del celular.— Sabes qué... Mejor pon en la línea a mi bebé.
— ¿Qué pasa?— Jinyoung se escuchó del otro lado.— No me digas que quieres que vayamos a la fiesta por ustedes porque ya están ahogados.
— No. Aún no.— Sonrió.— De hecho, estamos por llegar, apenas.
— No puedo creer que dejaras a la perra mala entrar a tu majestuoso Mustang.
— Ni yo. Ni Jimin. Ni Yoongi, que por cierto, casi la lanza por la ventana hace un rato.
Hoseok pudo escuchar la risa de su hermana además de la de Jinyoung. Se sintió bien en ese momento, todo parecía pintar que esas dos ya se llevaban bastante bien. Eso era genial.
— Bueno ya, dime para qué llamaste a Jiwoo, estamos por entrar a la etapa italiana y necesitamos colgar.
— Dile que si puede pedirle hospitalidad a la vecina. Planeo llevar una chica hoy a casa... Tal vez dos.
— Eres un maldito asqueroso.— Dijo Jiwoo esta vez.
— Así que planeas engañarme, Jung Hoseok...— Reprochó Jinyoung.— No te preocupes, ella se quedará conmigo. Bye~
Y colgó. Hoseok casi pierde el control del volante por eso último de parte de Jini, todos se quejaron del mal conductor que era pero él los ignoró completamente. Estacionó a unas casas de donde sería la fiesta, la estruendosa música se escuchaba desde dos manzanas antes. Bajaron del auto, Yoongi y Hoseok yendo a la delantera, siguiendo el camino de vasos rojos que se encontraba por el jardín del frente. Justo antes de entrar por la puentecilla que daba directo al patio trasero donde estaba todo el mundo, ya se habían topado con algunos conocidos. Jimin dejó en el olvido excepto a su novia, rápidamente la tomó de la cintura y la mantuvo pegado a su cuerpo todo el tiempo. Hyemin podía ser lo que quiera, pero seguía siendo una chica muy hermosa, de hecho, la más guapa de la fiesta. Todos los ojos estaban en ellos dos, como siempre.
— ¿Viste eso?— Murmuró ella con un tanto de curiosidad, viendo a aquel grupo de tres personas inclinados sobre la mesa.— Inhalaron cocaína.
Jimin sonrió burlón y se inclinó para besarla.
— Sólo ignóralos y no te acerques mucho a ellos. Algunos suelen ponerme muy locos.
La música era buena pero no tenían ganas de bailar, no aún. Estaban disfrutando la compañía uno del otro; Hyemin sentada en su regazo, mientras él la mimaba. Ambos tomando.
— Hay mucha gente...— Comentó ella. Jimin la había notado diferente desde el momento que vio a los chicos de la coca.
— Está bien, ya dime, ¿qué te pasa?— No era que estuviera con mala cara o incómoda, pero había algo de duda en sus ojos.
— Simplemente me entró curiosidad.— Sonrió sutil y se acercó a besarlo para que no se preocupara de nada.— Curiosidad, sólo eso.
— ¿Por la cocaína?— Él también sonrió.— ¿Por qué?
— ¿La has probado?— Preguntó. Jimin tardó, pero terminó asintiendo. Los ojos de Hyemin se abrieron.— ¿Y cómo es? ¿Hace cuánto?
— Fue hace dos años, cuando recién entré a este mundo, a Hoseok, Yoongi y a mí, nos dio un arrancón y pues bueno... Pasó lo que tenía que pasar.
— Cuéntame...
— Fue en una fiesta, el chico que no las dio dijo que supuestamente nos sentiríamos en el cielo y eso mismo pasó. La fiesta se hizo el triple de divertida, estábamos como locos, el mundo se quedaba lento a nuestra comparación. En ese momento, nos creíamos los mejores.
— Suena divertido.
— Lo es. En su momento.— Su sonrisa desapareció.— En ese instante quería ser parte del resto, recién salía de un rechazo social...— Hyemin tragó duro, sabía a qué se refería.— Por eso lo hice, y me divertí, no lo voy a negar.— Él la miraba a los ojos.— Pero cuando al día siguiente, me levanté tirado en las escaleras, sintiéndome pésimo, me quedó claro que eso sólo fue cosa de una vez.
— ¿Y qué fue de Yoongi y Hoseok?
— Igual. Además, Hoseok y yo hacemos actividad física y eso nos perjudicaría fuertemente. Yoongi... Bueno, él dijo que no se volvería a rebajar. Que aquello era para idiotas.
— Pues convive con muchos de esos idiotas, eh...
Jimin sonrió con diversión.— Idiotas que respeta y le agradan. Pero idiotas.
— ¿Duele?
— No importa cuanto la pulverices... La cabrona te deja ardiendo la nariz hasta el infierno.
Hyemin asintió y sonrió.
— Me gustaría probarla por una vez. Así como tú y tus amigos.
Jimin no supo que responder a aquello, además, no era quién para decirle que hacer y que no. Después de un juego de besos y caricias, esos dos se fueron a bailar a la pequeña pista equipada al lado de dj, ahí bailaban todos. Bailaron pegados, no tan pegados, se cantaron el uno al otro las letras de canciones, se besaron, rieron y pasaron un buen rato. Hyemin, sin duda era un ser molesto y arrogante, pero sabía como divertirse y como divertir a su novio. Luego de unas horas, la pareja se encontraba con Hoseok en la cocina.
— Sabes Hoseok, podría conseguirte una novia.— Comentó Hyemin.— Tengo muchas amigas.
— No, gracias. En serio agradezco tu majestuosa ayuda.— El sarcasmo era notorio, Jimin lo fulminó con la mirada. Pero Hoseok no le importó y se dispuso a contestar su celular. Jiwoo le llamaba.— ¿Qué pasa, ya están en casa?
— No. Cambio de planes. Hyukjo me llamó.
Hyukjo era un Marvel. Uno de los más desastrosos. Además el pretendiente de su hermana, casi novio. También, el organizador de los arrancones, peleas y todo lo que tenga que ver con acción.
— ¿Y cuáles son los planes?
— Hay un par de carreras, ya sabes, donde siempre. La gente se está juntando.
— ¿Y Jinyoung, se fue a su casa?
— ¿Bromeas? En cuanto le dije ella pisó el acelerador. Estamos por llegar.
La sonrisa de Hoseok se hizo grande.— Ya vamos para allá.
— Acá los vemos.
— Y Jiwoo... Dile a tu noviecito que vaya anunciando una tercera.
Guardó el celular en el bolsillo de su chaqueta y comió un puño de frituras antes de interrumpir a Jimin y Hyemin que se estaban comiendo. La noche se había vuelto mucho más divertida, a pesar que ya pasaban de las tres de la madrugada. Él iba a correr, sin importar conseguir un contrincante o no.
— Hora de irnos.
— ¿Adónde?— Preguntaron al unísono Jimin y la perra mala.
— Hay arrancones en Kyodo. Jiwoo y Jinyoung ya están allá.
Y eso le bastó a Jimin para salir a buscar a Yoongi como flash. En menos de siete minutos los cinco, incluyendo a la amiga de Hyemin, ya estaban montados en el auto e iban a más de 100 km/h por las calles de Seúl. La prisa de Jimin no era exactamente por el evento, sino por Jinyoung; la gente ahí era muy intrépida y acelerada, sabía que era capaz de controlarlo, pero era su primera vez ahí y se podría sentir un poco atrapada y desorientada, aunque Jiwoo estaba con ella, pero en cualquier momento ella se iba con Hyukjo y todo se iba al carajo.
Aquella zona estaba incluso, con más personas que en la fiesta. Era increíble ver a la cantidad de gente que le gustaba ver a adolescentes quemar sus neumáticos. La gente se esparcía conforme el Mustang se acerba más al punto central, donde estaban los demás autos que correrían. No eran los únicos, claro, los chicos espectadores que llevaban sus carros, los dejaban estacionados en el camellón de aquel solitario bulevar y ponían la música a todo volumen.
Cuando Jimin bajó del Mustang, miró sobre el techo hasta encontrar con su Camaro, Jiwoo y Hyukjo estaban sentados en el capo y al costado de él, estaba estacionada una moto, Jungkook estaba recargado en ella y Jinyoung estaba con él.
— Estás aquí...— Jimin se acercó a ellos. Jinyoung sonrió al verlo e ignoró a Hyemin.
— Tú también.
Hyemin se hizo a un lado y fue a saludar a Jungkook junto a su amiga, ya que ella también lo conocía.
— ¿Y te gusta?
— Definitivamente.— Sonrió, causando que Jimin sonriera también.— Debiste traerme antes.
Jimin iba a decirle algo, pero el escandaloso de Hoseok llegó gritando. Como siempre.
— ¡Jungkook! ¡Tú. Yo. Carrera. Ahora! ¡Vamos a correr por el amor de nuestra mujer!
Jinyoung miró divertida a Hoseok y se giró con su novio, ambos empezaron a reír, Hoseok se hizo el ofendido por eso.
— Sólo corro con moto, Hope.— Se acercó.— Y sin duda te haría pedazos. Más si es por mi chica.
Hoseok lo miró con aires superiores.— Amigo, estás tratando con uno de los mejores corredores.
— Un auto es muy diferente a una moto.
Buen punto.
— Okay, ya.— Jimin alzó la voz.— Yo correré contra ti, Hoseok.
El bullicio de parte del resto se hizo presente. Jimin era uno de los favoritos también. En ese momento, Hoseok sonrió con entusiasmo. Esto era mucho mejor. Ambos amigos se miraron con ojos y sonrisas de rivalidad.
— Jinyoung...— Jimin levantó las cejas al ver la sonrisa de Hoseok. La conocía bien.— ¿Te gustaría ir conmigo en el auto?
— ¿Hablas de correr contigo?
— Exacto.
Jinyoung se sintió como una niña pequeña entrando a una castillo de princesas. Un castillo de princesas con resbalosas carreteras, adolescentes alcoholizados y peligro de muerte, aunque también, un lugar lleno de adrenalina.
— ¡Maldición, sí!
Y en ese momento, Jimin no supo si se sintió preocupado por el bienestar se Jinyoung o enojado porque ella correría y no con él.
— ¡Yah! ¡¿Y quién va a correr conmigo?!— Alegó.— No tengo a nadie.
— ¿Perdón?— Hyemin lo miraba enojada y con los brazos en jarra.— ¿Estoy pintada o qué?
Hoseok sonrió con malicia.— Ahí lo tienes.
Hyukjo tuvo que interferir antes que esa discusión se alargara hasta las cuatro de la mañana. La gente se hizo a los lados, abriendo paso a los primeros autos que correrían. Hablemos de la pequeña Jinyoung que no podía dejar de sonreír, su emoción estaba al máximo. Jungkook la abrazaba por la espalda, y al sentir sus piernas temblar debido a los motores de aquel Mercury y GT-R, no pudo quedarse quieta. Las primeras dos carreras fueron eternas para ella, ni siquiera le importó quién fue el ganador, ella sólo quería saltar dentro del auto de Hoseok. Sin intención, se había vuelto la carrera más importante del lugar.
— ¿No te alteres mucho, sí?— Jungkook se asomaba por la ventana, la observaba ponerse el cinturón de seguridad.— Y diviértete.— Se besaron en los labios y después él la besó en la frente. Al separarse, miró a Hoseok con seriedad.— Cuídala, Hoseok.
Por el lado de Jimin, él intentaba tranquilizar a Hyemin, ya que, ella temía que hubiera un accidente y algo le pasara a su rostro. Jimin intentaba convencerla de que no corriera con él, le diría a Jiwoo que se subiera con él, pero el orgullo de Hyemin la mantuvo arriba. No iba a permitir que Jinyoung le ganara.
El bulevar entero había sido cerrado por ellos. Era lo bueno de ser una zona alejada del centro, a estas horas, no había ni un alma por esos rumbos. La carrera consistía en partir desde el semáforo que cruzaba con el bulevar Kongji, y avanzaban hasta el cruce con Bokdae, donde libremente podían dar vuelta en U y pasarse a los carriles contrarios, la meta era donde iniciaba.
La amiga de Hyemin se había ofrecido como la que aventaba el pañuelo y daba inicio.
— ¿Nerviosa?— Hoseok le preguntó.
— Ansiosa.— Contestó Jinyoung.
Hoseok y Jinyoung miraron a su izquierda, encontrándose con Jimin y Hyemin. No pudieron evitar sonreír, Hyemin hizo mala cara y Jimin los dio la cara, fijando su mirada en la calle que tenía por delante. "¿Sabes que es lo mejor de esto?" Hoseok le había preguntado eso a Jinyoung, ella lo escuchaba y miraba atenta, "sólo estás tú, la adrenalina y tu música. Todo lo demás queda en el olvido. Por unos minutos, escapas de tus problemas." Y eso dio paso a que Here We Go de Hard Rock Sofa & Swanky Tunes, retumbara de las bocinas del Mustang y explotara la adrenalina y emoción de ambos.
El pañuelo tocó el pavimento y los autos arrancaron.
El cuerpo de Jinyoung se apretó al asiento y su sonrisa de hizo grande. Podía sentir los latido de su corazón en la garganta. Se giró para ver a Hoseok, él sonreía y dirigía el volante mientras subía las marchas del cambio. El ritmo de la canción encendía sus almas y los motores. Iban a la delantera, pero pudo ver el capo del Mustang sobresalir. Los estaban alcanzando. No. Hoseok había bajado su velocidad.
— ¡¿Qué haces?!
Hoseok sonrió al escuchar sus reclamos. La vuelta se acercaba para darle paso al tramo final.
— Todo a su tiempo, bebé.
Jimin fue el primero en dar vuelta, sin siquiera bajar la velocidad. Esa era su debilidad y Hoseok la conocía bien, después de todo, él le había enseñado a Jimin todo lo que sabía de autos. Como dicen, "el alumno supera al maestro", pero esto no era aún su caso.
Cuando el Mustang derrapó en la vuelta, Jinyoung no pudo evitar soltar un grito alterado y contento. Justo en el momento que Hoseok subió los cambios a la sexta marcha, el here we go de la canción retumbó y el ritmo subió conforme el Mustang aceleró hasta alcanzar y finalmente, superar al Camaro de Jimin.
Había sido una carrera increíble.
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AMÉ ESTE CAPÍTULO, LO JURO. JAE FUERA.