— Me cae mal la perra mala.— Dijo Jinyoung acompañado de un puchero.
Jungkook sonrió. Se acercó a ella y la abrazó mientras caminaban por el centro comercial.
— Me da igual esa chica.
— Oye— Jinyoung lo miró.— ¿por qué te habla como si fueran amigos, eh?
— ¿Te molesta?— Soltó una risita y la besó rápido.— Me gusta que te pongas celosa.
— No estoy celosa.
— Celosita.
— Bueno sí, pero no tanto.— Rió derrotada.— Todas en la escuela te ven y la mayoría piensa que eres hermoso y un chico genial.— Siguió.— Y es verdad, pero acaso, ¿no te das cuenta?
— Nah.
— Pero es muy obvio, Kook.
— No me doy cuenta de eso, ya que, tú eres la única chica que me importa en todo el mundo.
Jinyoung sonrió mientras se sonrojaba y dio un pequeño brinquito y alcanzó a darle un beso. Jungkook rió y se lo devolvió.
— Pero ya, dime qué tiene que ver ella contigo.
— Nada. Tenemos amigos en común, compartimos la mayoría de las clases y pues hablamos. Ella piensa que es mi amiga, o mejor amiga, pero yo sólo la veo como una compañera de clases.
— La perra mala es tan ridícula.— Rodó los ojos.— Ugh.
— ¿Nunca la has llamado por su nombre?
— Y nunca lo haré.— Afirmó.— Es un bonito nombre para una persona tan repugnante.
— Es muy plástica.— Comentó Jungkook.— Cuando quiere cae bien, y al parecer casi nunca quiere.
— Ugh.
— Como sea, ella no es importante.— La abrazó por los hombros.— Mi maestro de canto se ve a casar y me ha invitado. De hecho, a toda la clase. ¿Quieres ir?
— Claro. Suena divertido.
¿Ir a una boda con Jungkook? Woah...
*
El día de la boda era en jueves, debido a que era un día inhábil. La semana había estado muy tranquila, eran fechas festivas en todo el país y había festivales y exposiciones en la universidad, los habían llevado a galerías de arte y obras de teatro. Ya era jueves, Jinyoung había ido a buscar su vestido un día anterior. Había conseguida uno lindo, muy diferente a lo que había usado anteriormente; era de corte largo y elegante, color rosa palo tirándole al coral, en la cintura llevaba un sutil cinturón con diamantes, era pequeño pero lucía y cambiaba totalmente el vestido, el juego de zapatillas quedaba perfectamente al vestido. Todo era perfecto.
— ¿Qué es eso?— Le preguntó Jini a Jimin.
Llevaba una caja de zapatos. Lo más lógico es que fuera un par de calzado, pero conociendo a Jimin y sus rarezas, podrían ser otras cosas.
— Zapatos.— Afirmó.— ¿Te gustan?
Abrió la tapa, enseñando un lujoso par negro de zapatos con agujeta. Eran lindos. Jinyoung asintió.
— ¿Son tuyos? ¿Para qué?
— Tengo una boda hoy.
Jinyoung dejó de observar y miró sorprendida a Jimin, él no entendía por qué.
— ¿De casualidad no te invitó la perra mala?
— Es de su maestro de canto.— Contestó.— ¿Por qué?
— Vaya... Iremos al mismo lugar.
— ¡¿Qué?!
Jinyoung le explicó a Jimin todo, que Jungkook también le invitó y todo eso. Jimin insistió a que le enseñara su vestido, pero ella se negó. Además, se le ocurrió que ella y Jungkook se fueran con Jimin y Hyemin, ya que, era loco irse en la motocicleta de Jungkook, lo harían, pero era inapropiado. Jimin aceptó.
La hora de empezar a alistarse llegó. Primero se duchó Jimin, después ella, ninguno salió de su habitación dentro de un largo rato. Jinyoung había optado por hacerse unas ondas en el cabello, debido a que el vestido era sin tirantes. Se maquilló muy bien, todo quedaba y le gustaba como se veía. Jimin había comprado un esmoquin que mataba a cualquiera que pusiera los ojos en él, su cabello estaba peinado para arriba y él se sentía genial.
Estuvo esperando que Jini le pidiera ayuda con el cierre del vestido, pero ese momento nunca llegó.
Salió de su habitación y se puso a ver la televisión para matar el tiempo, en ese momento, la voz de Jini se hizo presente.
— Jimin... ¿Qué hora es?— Apareció por el pasillo.
En ese momento, el mundo de Jimin se detuvo. Totalmente. Sus ojos estaban viendo a un ángel aparecer por aquel oscuro pasillo, iluminando todo a su alrededor, iluminándolo a él, con aquel lindo gesto de ponerse un pendiente faltante. Oh Dios mío... Parecía increíble, sin duda era Im Jinyoung, pero seguía siendo imposible.
Nunca había visto una chica tan hermosa.
— ¡Jimin-ah!
Él reaccionó.
— ¡Haces que me trague el chicle, mujer!
— ¿Uh?— Lo miró confundida.—. Oye hombre, sólo te pedí la hora...
— Jini, se supone que la más hermosa de la boda tiene que ser la novia y tú, joder, luces más que hermosa.
Jinyoung no pudo evitar sonreír por las palabras de Jimin.
— Gracias, Jimin.— La sonrisa seguía ahí.— Por cierto, tú te ves increíble. Wow, hasta te podría querer como pareja.
El chico no supo que decir. Tragó duro solamente.
— G-gracias...
El timbre sonó.
— ¿Podrías abrir? Seguro es Jungkook.
Jimin asintió y fue a la puerta, no sin antes verla correr a su habitación. Jinyoung se dio un último vistazo en el espejo y comprobó que lucía bien. Estaba nerviosa por ver a Jungkook, seguro rebasaba los niveles de perfección en un esmoquin. Pero tenía que salir ya, o sino llegarían tarde.
Cuando sus ojos se encontraron con los de Jungkook, no pudo explicar aquel sentimiento que surgió en ella. Después le vio, el traje parecía estar hecho a la medida para él, la corbata con toques del mismo color de su vestido, dejando en claro que eran pareja, su peinado no había cambiado, aquel flequillo que tanto le encantaba. Por Dios, Jungkook...
La sonrisa de Jungkook no desaparecía, había sentido ganarse la lotería mundial –si es que existía– con aquella chica tan magnifica como lo era Jinyoung. ¿Su vestido? La hacía lucir bellísima, su cabello estaba precioso y toda ella en sí era una hermosura. Era grandioso poder presumir que aquella mujer era su chica.
Él dió el primer paso, acercándose a ella con aquella sonrisa llena de amor. Jimin ya no estaba. Estiró su brazo y la tomó de la cintura, tirando de ella con cuidado y la pegó a su cuerpo, Jinyoung dejó escapar una sonrisa y lo tomó de los anchos hombros. Jungkook la besó.
— ¿Me podrías explicar por qué tengo a la mejor novia del mundo?
— Porque soy yo.— Dijo en broma.— ¿Tú me podrías decir por qué eres tan perfecto?
— Bueno, tengo a la chica más perfectamente imperfecta, tengo que estar a su nivel.
— ¿Y si mejor se quedan a follar aquí?— Interrumpió Jimin, quien aparecía de la nada.— Es broma. Pero lamento interrumpir su amorío— En realidad no.—, es hora de irnos o se hará tarde.
Ellos asintieron mientras se separaban. Los tres bajaron hasta el estacionamiento, Jinyoung le dio un rápido vistazo a la moto de Jungkook por inercia. Ella y Jungkook subieron en la parte trasera del Camaro, Jimin obviamente se quejó porque parecía ser un chofer. Finalmente, fueron a la casa de Hyemin, o más bien, a la de una amiga con la que se había quedado.
— Ya vuelvo.— Anunció Jimin y bajó del auto.
Subió las escaleras del pórtico y tocó el timbre tan sólo una vez, en menos de tres segundos, la puerta se abría, y de ahí apareció una guapa y perfecta Hyemin, como siempre; aquel vestido rojo carmín resaltaba su color de piel, su maquillaje era estupendo y su peinado recogido era bonito. Jimin sonrió.
Pero sólo eso.
Su tiempo no se detuvo, tampoco sintió una juguetona corriente eléctrica en él. Eso había sido todo.
— ¡Jiminnie!
— Hey, nena.— Se acercó a ella y la besó.— Te vez preciosa.
— ¿Verdad que sí?
Jimin se esperaba un "tú también", pero bueno. Así era esto.
— Sí...
Hyemin se despidió de su amiga y ambos fueron al auto, Jimin me abrió su puerta y después rodeó el auto para entrar. Cuando la perra mala se dio cuenta que Jungkook y Jinyoung iban atrás, hizo sus típicas malas cara, Jimin las notó y se giró para poder poner los ojos en blanco a gusto. La chica insistía en llamar la atención de Jungkook, hablándole y comentándole sobre sus clases, pero Kook le había dejado en claro que su concentración estaba totalmente en Jinyoung.
Decidió atacar a Jinyoung, pero no podía, por más que le doliera, ella se veía muy bien. Y eso la molestaba más.
Llegaron a la recepción, donde ahí mismo sería la ceremonia religiosa y a un lado, la fiesta. Todo estaba muy lindo, luces por aquí y por allá, los arreglos eran lindos y justo como debería. Ya había gente ahí, Jungkook y Hyemin se toparon con más personas de su clase, ahí estaban Seolin y Taehyung. La ceremonia estaba por llevarse acabo y se fueron a sentar a sus asientos asignados. Ya estaban todos. Jungkook le hizo unas señas a su maestro que ya estaba en el altar y en se momento, las campanas sonaron y las puertas se abrieron. La novia iba entrando con su padre.
— Me dijeron que a las chicas le gustan las bodas.— Le dijo Jungkook a Jinyoung.— ¿Es verdad?
Ella sonrió.— Al parecer. Pero lo correcto es, que les gustan cuando vienen con su enamorado.
— ¿Por qué?
— Porque fantasean de cómo será la suya con la persona que tienen a lado.
— ¿Y tú fantaseaste?— Preguntó con una sonrisa.
— Yo veía mi futuro siendo la tía borracha buena onda.— Dijo divertida.— Pero desde el primer momento me imaginé viéndote en el altar y mi plan de ser la tía se fue al carajo.
Jimin escuchó aquello, ya que, estaba sentado al costado de ella y Jungkook. Le dio gracia eso de Jini siendo la tía borracha de las fiestas. Hyemin ya había calmado su enojo y estaba más concentrada en mirar sus uñas y la ceremonia.
— Jiminnie, ¿te imaginas tú y yo casándonos?— Nop.— Sería la mejor boda de todo Seúl. No. ¡De toda Corea!
— ¿En serio?
— Sí, el mejor lugar, la mejor recepción, los mejores invitados...
— La verdad es que, podría ser en un restaurant de carne, con sólo nosotros y seguiría siendo la mejor boda de todas.
Hyemin hizo una mueca y negó con la cabeza.
— Ew, Jimin. No. Jamás.
La ceremonia terminó con un beso de parte de los novios y no esperaron más, todos se pasaron al salón. En ese momento pasó lo que Jimin no quería, Hyemin lo jaló a la mesa donde estaban sus amigos y Jinyoung se fue a donde Jungkook, tan sólo era la mesa de al lado, pero se sentía como a mil metros de distancia.
La gente era fiestera, se notó desde la primera canción cuando la mayoría ya estaba bailando. Jungkook, Taehyung y Jinyoung no se quedaron atrás, eran el alma de la fiesta. Jimin tomaba vino desde su copa sin despegar la mirada de Jinyoung, le encantaba verla bailar, acababa de descubrir eso, como se movía con el ritmo y como sonreía y cantaba. Hyemin había preferido quedarse en la mesa a hablar con sus amigos.
Halagos falsos. Risas y sonrisas falsas. Todo falso.
Jimin comenzaba a hartarse. Él quería echar fiesta y reírse, bailar con la novia que ni siquiera conocía, bailar con Jini. Pero a cambio, parecía un lobo solitario bebiendo su vino tinto en aquella mesa llena de hipócritas.
Igual no se preocupaba mucho. Su salvación llegaría pronto.
La hora de la cena llegó, una cena muy elegante e italiana. Los tres fiesteros se sentaron y mientras cenaban, charlaban divertidos con los de la mesa. En más de una ocasión, Jini y Jimin cruzaron miradas, y en la tercera ocasión, ella sonrió divertida porque Jimin le gritaba ayuda. Se limpió con la servilleta las comisuras a pesar de no tenerlas sucias, se disculpó con los de la mesa y le avisó a Jungkook que iría a salvarle el pellejo a Jimin.
— Hey, ¿cómo la están pasando?— Llegó alegre y amigable. Todos ahí la miraron confundidos.— Eh sí...
Incómodo. Pudo sentir la desgracia de Jimin en ese momento. Pudo sentir la falsedad. Y claro, también pudo sentir la cara de desagrado que puso Hyemin. Eso le gustó. Lo que no le gustó, fue la mirada pedante de un chico que se creía el galán de la mesa. Casi grita por Jungkook.
— ¿Qué se te ofrece?— Preguntó cortante la novia de su amigo.— Si nos disculpas...
— No vengo contigo, no te preocupes.— Sonrió con falsedad.— Les robaré un minuto a este muchacho.— Palmeó los hombros de su roomie.— Jimin, necesito algo del auto.
— Oh... Claro.— Arrastró la silla y se puso de pie.— Vuelvo en un instante.
— Será rápido.
Sin decir palabra alguna e ignorando la expresión asesina de Hyemin, ellos dos salieron al estacionamiento.
— ¡Te amo!
— Ya sé y me debes la vida, cabrón.
Jinyoung realmente necesitaba algo del auto y se refería a su abrigo. Fue algo rápido, pero se quedaron charlando un rato, bueno, Jinyoung lo hacía reír para que no se sintiera tan aburrido cuando volvieran. Había planeado invitarlo a sentarse con ellos, pero sabía que él no podía dejar a Hyemin sola y también sabía que ella no iba a mover su culo de aquella mesa. Justo cuando entraron, un mesero pasaba con una charola con copas llenas de champán, tomaron dos y las tomaron de un tiro, terminaron riendo y yendo cada quien a su mesa.
— ¿Y cómo está?— Jungkook la abrazó.
— Se está pudriendo con ellos.
— Me imagino.— Sonrió.— Conozco a esos chicos, se creen ricos y de alta sociedad, pero nah.
— Que vida tan miserable.— Dijo ella.— Como sea. Me dan igual.
El vals de los novios llegó y después el lanzamiento del ramo y la media. Jinyoung no pudo atrapar el ramo debido a una solterona que lo estaba cazando, sin embargo, Jungkook atrapó la media. Taehyung empezó a bromear, incluso Jinyoung. Luego de eso, la gente volvió a la pista. Jimin había logrado que Hyemin bailara, ya que, era un pista lenta. Jinyoung se había encargado de conseguirle una chica a Taehyung porque sabía que él quería seguir bailando.
La música seguía siendo lenta y romántica, pero ochentera, los más grandes estaban bailando en la pista. Pero Jinyoung y Jungkook seguían ahí, unos cuantos más también. Justo en ese momento, empezó I Want To Know What Love Is de Foreigner.
— ¿Me la prestas esta canción solamente?— Preguntó alguien acercándose.
Ambos se sorprendieron.
— Sólo recuerda que es mía.— Dijo Jungkook divertido.
El chico asintió mientras sonreía, Jinyoung sonrió sin poder creerlo. Él la tomó delicadamente de la cintura y Jinyoung pasó sus manos por los hombros de él.
— ¿Qué haces aquí, Capitán América?
Hoseok rió.
— Veo que Jimin te lo contó...— Sonrió.— Prefiero que me llames Thor.
— Se quedará como Capitán América. Dime, qué diablos haces aquí.
— Vine a salvarle el trasero a Jimin.— Dijo divertido.— Vaya, el pobre sí que sufre.
Jinyoung asintió y siguieron bailando. Después de todo, Hoseok era un buen amigo.
— Dios, esto me recuerda a mi padre.— Jinyoung sonreía y empezó a cantar.— I wanna know what love is, I want you to show me...
— ¿Y por qué?
— Es su grupo favorito.
— ¿Foreigner, cierto?
— Así es.
Los padres de Jinyoung eran amantes de la música y todo lo artístico, a pesar de que él era un ingeniero y tenía pinta de una persona seria y su madre era una mujer reservada y elegante, siempre amaron la música. Él y su mamá se conocieron en una concierto de rock en los 80's. En parte, es por eso que Jinyoung amaba la música, sus padres siempre la llevaban a ella y a su hermano a festivales y les enseñaban muchas bandas y géneros.
— Tienen una canción... Creo que se llama Waiting For A Girl Like You...— Jinyoung asintió, recordándolo.— Pues te la dedico.
Hoseok sonrió tan radiante como siempre, ella no pudo evitar reír y negar con la cabeza.
— No sé qué haré contigo, Jung Hoseok...
— Puedes abandonar a Jungkook y escaparte conmigo.— Jugó con sus cejas, Jinyoung lo miró divertida.— Pero ya fuera de bromas, ¿tú lo quieres, verdad?
— Mucho.
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Después de eso Hoseok se los llevó de peda ahQQQQQ HOLAAAA ¿CÓMO VAN?
¿Recuerdan a los Marvel? El viernes uno de ellos fue por mi amigo y yo estaba con él. Me quería reír, ahq.
Nos leemos pronto ✨