Capítulo Veinticinco
Respira
No puedo.
Solo inténtalo.
No podía, cada vez que lo intentaba, me dolía el pecho. Aunque no era un dolor físico. Sentía un vacío ahí justo en el lugar donde estaba mi corazón. La tristeza dentro de mí estaba saliendo en forma de lágrimas.
Estaba llorando mientras caminaba por el sendero bastante oscuro que me llevaba a la cabaña. Ni siquiera me preocuparon los insectos nocturnos, o los animales salvajes. Me sequé las lágrimas con la manga de mi suéter pero fue inútil, más seguían llegando. Me di cuenta que no estaba exactamente triste, estaba muy decepcionada. Había tenido toda esta idea de cómo mi cumpleaños iba a ser dentro de mi cabeza. Tan pronto como mis amigos me sorprendieron con el viaje, empecé imaginando diferentes escenarios en los que todos nos divertíamos, nada cerca de esto. Me había imaginado bromeando con Evan y todos los demás. Había pensado que estaría a mi lado cuando el reloj marcara la medianoche. Me había imaginado nosotros dos, acurrucándonos cerca de la fogata.
Nunca pensé que me podía decir esas cosas desagradables, o que iba a elegir Jane y no a mi. Nunca. Pensé que no iba a dejar que su orgullo lo gobernara.
Sólo quería un buen cumpleaños.
¿Era mucho pedir? Tal vez, estaba siendo castigada por mis errores. Vi las luces de la cabaña. Me limpié la cara con la manga de nuevo. Quizás dormir me haría olvidar todo. Apresuradamente, subí la escalera principal.
Sólo quería meterme en la cama y llorar hasta quedarme dormida. Sin embargo, me quedé helada cuando entré en el porche. Jane estaba allí. Estaba sentada en una silla, con los pies colgando en el aire. Ella tenía un largo abrigo y una taza de café en una mano. Tenía el pelo recogido en un moño desordenado.
Ella sonrió cuando me vio, —Hey, cumpleañera— No dije nada. Ella frunció el ceño, su sonrisa titubeante, —¿Estás bien?— Me mordí la lengua para no decir nada desagradable.
—Sí— Mentí pero mi voz estaba ronca por el llanto y mi cara estaba probablemente tan roja como una cereza. Jane tomó su tiempo para evaluarme de arriba abajo.
Una sonrisa de satisfacción se formó en sus labios, parecía que su máscara de buena persona se había desvanecido. —Pero no te ves bien, niña.
La última palabra me hizo apretar los puños a mis costados, —Yo no soy una niña.
—¿Estás segura?— Preguntó maliciosamente, —Porque ciertamente actúas como una.
—No sabes nada de mí.— La rabia hervía en mi interior.
—Sé lo suficiente— su sonrisa me enfermo. Ella puso su taza en una pequeña mesa junto a la silla y se puso en pie, —He estado esperando para tener esta conversación contigo, Jules.
Fruncí el ceño, —¿Hablar? Tú y yo no tenemos nada de qué hablar.
Su sonrisa se amplió, —Oh créeme, cariño, sí que tenemos— Ella cruzó los brazos sobre su pecho, —Y para ponértelo simple, deberías alejarte de Evan antes de que te hagan daño. Ups, perdón, puede que sea demasiado tarde— señaló mi cara roja.
—¿Y por qué habría de escucharte?— No me molesté en ocultar el desprecio en la voz.
Ella se encogió de hombros, —Sólo te estoy dando un consejo.
—Bueno, no, gracias— Le di una sonrisa de mi propia —Preferiría no tomar el consejo de una puta frustrada como tú.— Su boca formó una O, pero luego se echó a reír.
—Bueno, bueno, bueno, la pequeña Jules puede decir malas palabras, ¿eh?— se lamió el labio superior, —Sólo te estoy dando una advertencia, niña. Depende de ti tomarlo o no. Ni siquiera me importa.
—No puedo creer que Evan sea tu amigo— Hice una mueca de asco.
—Puedo pensar en un par de razones— dijo con entusiasmo.
—¿En serio?— Le pregunté sarcásticamente, —Ilumíname entonces. Por qué iba a ser amigo de una persona como tú?
—Porque me lo tire— Mi mundo se detuvo ahí.
—¿Qué?
Su sonrisa volvió, —Ah, sí, se me olvidó mencionar eso— Ella fingió recordar —El y yo tuvimos sexo, en repetidas ocasiones, en todas las posiciones que te puedas imaginar, por toda su casa.
No no. —Estás mintiendo— Me las arreglé para decir en un susurro.
—¿Es crees?— Ella suspiró, —El siempre te está mintiendo, ¿verdad? No me extraña, la verdad. Yo soy la única persona con la que el es honesto consigo— Mi mundo se estaba destrozando a mi alrededor. No podía estar diciendo la verdad, no podía, —Tú no lo conoces en absoluto, yo si. Apuesto a que ni siquiera sabes su punto débil, justo debajo de la oreja. Le encanta cuando le lamo allí mientras yo lo estoy montando, yo—
—¡Cállate! Solo cállate...— mi voz se quebró. Mis labios temblaban, mis manos temblaban.
Esto es demasiado.
Esto no puede ser verdad.
Esto...
Sé fuerte, Jules. No le des esa satisfacción.
Intenté mantener la compostura, y la mire directamente a los ojos, —Me das lastima.
Sus ojos se abrieron, —¿Qué?
—Me das lastima— di un paso hacia adelante, —¿Crees que tener relaciones sexuales con alguien significa que te ama? Estás tan perdida en este mundo. Puedo ser ingenua y una romántica empedernida pero soy la chica a la que él llama su novia, ¿no? Si le gustas tanto, ¿Por qué esta conmigo?— no dijo nada, —Yo soy la chica a la que le escribe poemas, la chica que le presenta a sus abuelos, la chica porque la que escala una pared en medio de la noche, a la que mima cuando tiene la oportunidad y lo más importante, soy la chica que está dispuesto a esperar hasta el matrimonio para tener sexo porque el sexo es secundario cuando el amor es real.
Sus ojos se llenaron de lágrimas en el momento en que terminé, —¡Tú... perra!
—Ah, y sí, tal vez sigo siendo una niña pero me valoro como mujer, no como tu— Y con eso, he entrado en la cabaña, dejando una Jane llorando detrás de mí.
Al cerrar la puerta detrás de mí, me dejé caer al suelo. Mi fuerte compostura dejó mi cuerpo y las olas de dolor atacaron mi corazón sin cesar. Una parte de mí no quería creerle a Jane pero de alguna manera yo sabía que ella estaba diciendo la verdad. Yo sabía que ella y Evan tenía algo, no sabía si lo suyo estaba en el pasado o si Evan me había engañado con ella, pero de cualquier manera, Evan me había mentido a la cara tan descaradamente que me desarmaba. Sostuve mi boca con fuerza, silenciando los sollozos que salían de mi cuerpo.
La simple idea de Evan y Jane juntos me daba ganas de vomitar.
Nunca había sentido esta sensación antes. Me disgustaba, empeoraba el dolor de mi corazón ya destrozado.
Este era oficialmente el peor cumpleaños que he tenido.
¿Cómo podía mentirme a mí de esa manera? Vivía con ella.
¿Fue por eso que no me dijo que vivía con ella? Temblorosa, me puse de pie. Mi vista estaba borrosa por las lágrimas. Me acerqué a la cama donde estaba mi bolso. Me senté, manteniendo mis manos a mis costados. La luz de la luna entraba a raudales a través del cristal de la ventana, alumbrando la habitación un poco y haciendo sombras en el suelo de madera. Podía ver los árboles afuera, tambaleándose con el viento. Era una bonita vista y en otras circunstancias la habría disfrutado
No esta noche.
Lágrimas gruesas rodaban por mis mejillas, cayendo de mi barbilla. Levanté la mano para tocar el colgante en mi pecho. Era el collar de la fresa hermosa que el me había dado. Yo quería arrancarlo, pero no tuve la fuerza para hacerlo. Lo solté y apreté la cama a mis costados.
Esto duele mucho.
Fue entonces cuando la puerta se abrió.
Evan entro, e inmediatamente escaneó la habitación, buscándome. Se veía hermoso bajo la luz de la luna, hizo que mi corazón lleno de dolor latiera más rápido. Sus oscuros ojos encontraron los míos pero evite su mirada.
No quiero verte.
Fuera.
Se quedó en silencio por un tiempo. Sin embargo, él no lo mantuvo por mucho tiempo.
—Jules, yo...— se detuvo y espere que dijera lo que tenía que decir. No tenía energía para hacer frente a esto, para hacerle frente a él, "Lo siento por no estar allí para tu cumpleaños. Tienes que entender, yo estaba celoso y yo—
—Ahórratelo— le corté con frialdad. Si pensaba que se trataba de mi cumpleaños, él estaba tan equivocado.
—Jules, tienes que entender, yo—
—Yo no tengo que hacer nada, Evan.— replique, levantándome a mis pies. Lo miré y su expresión se transformó en una de dolor al ver mi cara —¿Por cuánto tiempo?
Frunció el ceño, sus cejas oscuras casi tocándose, —¿Por cuánto tiempo, ¿qué?"
—¿Por cuánto tiempo ibas a mentirme sobre Jane?—Le dije su nombre con disgusto. Sus ojos se abrieron y él parecía desconcertados por un momento. Él se compuso rápidamente, pero ya era demasiado tarde, me había dado cuenta de su sorpresa.
—¿De qué estás hablando?
Apreté los dientes, —No te atrevas a mentirme otra vez. Sea honesto conmigo o vete.
—Jules, no tengo ni idea de lo qué estás hablando— él hizo un movimiento para acercarse caminar a mí, pero yo levanté la mano para detenerlo.
—Bien, déjame reformular mi pregunta entonces— ni siquiera me reconocía a mí misma. Mi tono era frío, —¿Por cuánto tiempo has estado teniendo sexo con Jane?— Su mandíbula casi cayó al suelo y él no se molestó en ocultar lo sorprendido que estaba en esta ocasión.
Silencio.
Estaba demasiado impresionado para decir algo inteligente a cambio. Así que era cierto. La confirmación hizo que mi estómago girara con disgusto. La fachada fría de Evan cayó y el poeta oscuro vulnerable se hizo cargo.
Se acercó —Jules, déjame explicarte, por favor.
—¿Explicarme? Creo que esto es muy simple, ¿Te la tiraste o no?— Le escupí desagradablemente. Su silencio fue la respuesta, la respuesta demoledora: —¿Me engañaste...— mi voz se quebró, —con ella?
—No, ¡por el amor de Dios, no!— Dijo apresuradamente: —¡Yo nunca te haría eso a usted, Jules! No la he tocado en meses.
—¿Meses?— Cogí la última palabra y el parecía lamentar decir eso, —¿Meses? ¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo con ella?
—Jules, no es importante, yo—
—¡¿Cuando?!— exigí en serio.
—No me acuerdo, fue hace mucho tiempo.
Me quedé mirándolo, —Tú te acuerdas. Dime. ¿Ya nos conocíamos tú y yo?
Evan relajo sus hombros, evitando mi mirada, —Sí.— Mi corazón dolido se rompió un poco más.
—¿Cuando?
—El día que te vi en el parque— Él admitió con tristeza, —pensé que no iba a verte de nuevo, que no tenía ninguna posibilidad contigo, estaba tratando de sacarte de mi cabeza.
—¿Tirándote a otra chica? Guao...—Me encontré sin palabras:—Después de que me diste ese hermoso poema, te fuiste y te tiraste a otra chica. Eso está jodido, lo sabes, ¿verdad?
Él asintió con una expresión de dolor en su rostro, —Lo sé.
—Sólo tengo una última pregunta, Evan— Susurré, dejando que las lágrimas cayeran una vez más, —Ella fue la chica con la que perdiste tu virginidad, ¿no?
Evan bajó la cabeza, —Sí— Auch.
No dije nada. Tenía miedo de hablar y llorar desconsoladamente delante de él. Mis lágrimas silenciosas ya eran lo suficientemente humillantes.
—Jules— dio un paso hacia adelante, —Eso fue en el pasado. Tú eres mi presente y mi futuro.
—No está en el pasado, si me mientes sobre ello, en el presente— repliqué, —Me mentiste en mi cara, Evan. ¿Te das cuenta? Me mentiste sobre la chica con la que perdiste tu virginidad. Me mentiste sobre que ella era solo tu mejor amiga. Es por eso que ni siquiera me dijiste que vivías con ella. Ustedes dos viven solos en una casa y tienen historia. Por lo que sé que has tenido sexo con ella todo este tiempo.
—No— negó con la cabeza, —Te juro que no la he tocado, Jules. No te he engañado a usted, te doy mi palabra.
—Tu palabra no significa nada cuando lo único que ha hecho es mentirme— Dije con amargura.
—Nunca quise mentirte, simplemente no quería que supieras esa parte de mi pasado. No quería arrastrarte en ello, quería dejarlo atrás.
No hice caso de sus palabras, —Me hiciste sentir tan miserable con lo de Shane— Dejé escapar una risita sarcástica, —Actuaste todo moral y perfecto mientras me estabas mintiendo en la cara.
—Jules, escúchame. Lo siento por mentirte, estaba haciendo lo que yo pensaba que era lo mejor para ti, mantenerte fuera de esto.
—No, estabas haciendo lo que creías mejor para ti.
—Ella está en el pasado, tú eres-
—Tu presente y tu futuro— terminé por él con un tono de burla: —Eso es difícil de creer cuando la elegiste por encima de mí esta noche. Arruinaste mi cumpleaños y te quedaste con ella aquí, sólo ustedes dos. Tal vez extrañabas estar solo con ella.
Evan se acercó, —No, no es así. Yo no la elegí a ella. Estaba enojado, no tenía nada que ver con ella— Él levantó su mano para tocarme, pero la bofetee lejos de mí.
—No me toques— Mi voz se quebró y yo sabía que había tenido suficiente. —Vete.
—No, no, no"— lanzó en un tono desesperado. Se veía tan vulnerable, tan asustado de perderme que hizo que mi corazón doliera más, —Jules, por favor, tienes que entender— Él me cogió la cara con las dos manos, —Por favor, perdóname. Por favor—descansó su frente contra la mía.
Negué con la cabeza, —¿Perdonarte? ¿De la misma forma que tú me perdonaste, Evan? Que por cierto no lo hiciste, lo has demostrado esta noche— Cogí sus manos, quitándomelas de mi cara. Se echó hacia atrás. Sus ojos estaban rojos, llenos de lágrimas, —Por favor, vete.
—No— dijo obstinadamente: —Tienes que me perdonarme. Tienes que hacerlo— Las lágrimas escaparon de sus ojos oscuros —No puedo vivir sin ti. No puedo, por favor— cayó de rodillas.
Los sollozos dejaron mi cuerpo cuando lo vi tan roto. Me recordó aquella noche en el lago, cuando me pidió que fuera su novia, —Evan, levántate.
—No hasta que me perdones. Te necesito, Jules. Te amo demasiado. Eres todo para mí, por favor, —Miré hacia el techo no podía verlo así.
—Dices eso ahora, pero esta noche, has demostrado lo poco que te importo, ni siquiera te preocupaste por mi cumpleaños.
—Fui un estúpido. Estaba celoso y ¡Lo siento mucho!— declaró, sosteniendo mis manos, mirándome con esos ojos oscuros interminables, llenos de lágrimas.
—Yo... te amo tanto— mi labio inferior temblaba—pero no puedo estar contigo, necesito tiempo. Necesito... fuerza.
—No, no, no— se levantó, sosteniendo mi cara con ambas manos, —Hare lo que sea, cualquier cosa por ti, por favor, no me dejes— Traté de tomar una respiración profunda, pero fracasé miserablemente.
Empujando mi corazón intoxicado de amor a un lado, hablé, —Necesito que te vayas, Evan. Necesito que respetes mi elección. Si me amas, harías eso por mí.
Evan dejó sus manos caer a los costados, derrotado, —Jules, por favor, te lo ruego.
Le di la espalda, sollozando: —Por favor, vete.
—No— le oí decir a mis espaldas: —Este no puede nuestro final, podemos arreglar esto. Sé que podemos. Somos el uno para el otro. Somos felices juntos. Jules, por favor.
—No puedo— hablé, corazón en la mano, —Cada vez que me has hecho daño, has tomado un pequeño pedazo de mí. Tú me has hecho daño tantas veces desde el principio y esto... esto es demasiado. No puedo manejarlo. Necesito tiempo. Tengo que sanar, Evan.
—No puedo perderte— declaró. Cerré los ojos, agarrando un poco de fuerza.
—Evan, sal y tan pronto como salga el sol, vete y llévate a tu amiga o compañera de sexo contigo. No quiero verte cuando despierte mañana. Has hecho lo suficiente para arruinar mi cumpleaños. Me merezco un poco de paz por lo menos.
—Jules...
—Vete— Exigí, sin atreverme a dar la vuelta. No podía verlo así, era demasiado.
—Lo prometiste— susurró, —Me prometiste que no te darías por vencida conmigo. Te dije que estaba jodido, que no te merecía y prometiste que no me dejarías— La vulnerabilidad que goteaba de su tono de voz penetraba a través de mi alma dolorida.
—Sólo vete.— dije en un susurro.
—No soy nada sin ti, ¿no te das cuenta de eso? Por favor, mírame —me agarró del brazo, haciendo que me volteara hacia él.
De un manotazo me solté de su agarre, —¡Sólo vete!— Le grité sorprendiéndolo, —Necesito tiempo, necesito sanar, no soy un saco de arena. No puedo tomar cada golpe y seguir adelante como si nada. Necesito que te vayas ahora mismo o me iré. Tú decides.
Se lamió los labios. Su nariz y sus mejillas estaban de color rojo, manchados de lágrimas, —Me voy pero este no es el final. Te voy a dar tiempo, pero sé que no se ha terminado— afirmó, y se dio la vuelta, —Siempre estaremos juntos, los amores como el nuestro son infinitos.
Y luego se fue y se sentía como si me hubiera arrancado una gran parte de mí y se la hubiera llevado con él.
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A/N: ¡Feliz sábado, gente! Si lo sé, capitulo triste, debo admitir que este fue uno de los que mas me costó escribir. Pero bueno me gusta mantener la humanidad de mis personajes con sus errores y todo. ¿Quieren que les alegre un poco el día? Bueno, la publicación de Mi amor de Wattpad en español va súper bien, ya vi la portada y ahhh, me encanta. Solo un poco mas, chicas y chicos.
Sobre el concurso mañana anunciare al ganador por acá, por Facebook y por twitter. Ah, y vean el video que hizo una linda seguidora esta super!
Chaito pescadito,
Ariana G.