"Miserable querido, como siempre, eres perfectamente miserable, eres la vergüenza del apellido de vil"
Esa es la típica frase que mi madre usa cuando no hago alguna cosa que no le agrada y mas cuando: no cepillo por lo menos cien veces sus apestoso abrigo de piel, o por hacer ruido a mitad de la noche cuando realizo mis inventos científicos en la casa del árbol que esta en el patio de la casa de vil, y incluso cuando intentaba hacer unos extraños paso con mis pies en movimientos acompañado de mis brazos en perfecta sincronía, creo que lo llaman coreografía o algo así, aquí en la isla esta mal visto ese tipo de cosas ya que no tiene nada que ver con actividades villanescas. Ya que esta bien visto robar, estafar, hacer grafiti, incluso hacer parkour la cual no hago muy seguido solo cuando el momento lo amerite o cuando tenga que escapar de los dos hijos neandertales de gaston que no paran de molestarme solo por que soy considerado un "Nerd" en el instituto en el que estamos, todos me ven como pocas cosa en ese lugar solo por que mi madre no tiene "Magia" y la ven como una loca obsesionada por la manchas de piel de cachorro. Pero mi madre no esta loca solo tiene ligero "Régimen de ira" como me gusta llamarle que consiste en un poco:
"Sin hidrato de carbono, solo abono,
Sin miel, solo hiel,"
Sin helado ni turrón, solo gritos un montón."
-¡Pequeño miserable ven acá!,- grita cruella enojada entrado y azotando la puerta de entrada de la mansión de vil haciendo eco y logrando que Carlos de su trance mental en la que estaba mientras pulía uno de los zapatos de diseñador de cruella de vill.
-Voy querida madre,-dice Carlos tropezando con sus propios pies saliendo de unas de las tantas habitaciones que tiene su madre dedicadas a su cientos de ropa, abrigos y zapatos.