Hyemin iba acompañada de dos chicas más, pero como era lógico y obvio, ella era el centro de atención. Cada paso, cada movimiento, cada suspiro, Jimin lo había observado todo. Y no pudo evitar sonreír. Aunque la sonrisa no duró mucho cuando Hyemin se sentó en una de las mesas, muchos chicos en ella, todos con pinta de ser geniales, uno de ellos se acercó a Hyemin y empezaron a charlar.
Sólo espera a verme, nena.
Alguien que pasaba lo empujó por accidente, lo que causó que él reaccionara y cayera en la realidad. Jini. Cuando volteó a su derecha, Jinyoung ya no estaba, de hecho, no había nadie, sólo la vitrina con comida dentro. No sabía cuánto tiempo había estado viendo a Hyemin. Un pequeño papel cayó al piso, que provino desde la hoja doblaba que él sostenía. Se agachó para tomarla y no pudo evitar sonreír divertido al leer lo que estaba escrito en él.
"Seguro cuando veas esto, yo ya estaré comiendo muy tranquila y feliz. Gracias por los mil won.
Y bueno, supongo que la chica a la que te quedaste viendo como idiota era la perra mala, ¿cierto?
Me cuentas en casa. Suerte, campeón."
Sabía que aquello último había sido una burla de su parte. Negó con la cabeza, aún con aquella alegre sonrisa en su rostro. Dobló el pequeño papel y lo guardó en el bolsillo trasero de su jean. Hora de empezar... Pasó la mano por su cabello, desordenándolo para darle un toque cool y rebelde. Respiró hondo y se preparó para pasar al lado de esa mesa. Sus piernas reaccionaron, los pasos cada vez más y más seguros, en la fracción de segundo que pasó por ahí, miró de reojo y sonrió de lado. Triunfante salió de la cafetería.
No capturó la atención de Hyemin, pero sí la de su objetivo.
*
El ambiente en la cafetería era denso. Mucha gente. Mucho ruido. Eso no iba con Jinyoung.
Después de haber dejado abandonado a Jimin allá adentro, buscó un lugar en la cafetería al aire libre. Era mucho mejor allí afuera. El clima era agradable, era un lugar lindo y por lo menos el bullicio no era tan fuerte como el de adentro. Justo enfrente de un gran roble, se encontraba una mesa libre, Jinyoung se apresuró a llegar a ella antes de alguien le ganara, claro, intentando no parecer obvia. Dejó su bolso en la mesa y sacó los audífonos, conectándolos a su celular y poniéndoselos. You Should Be Here de Kehlani empezó y ella sonrió en aprobación. Sacó el sándwich de pavo de su empaque y dio la primera mordida.
La gente a su alrededor comía, charlaba y convivía. Era la única que estaba sola. Su pecho tembló debido a una risa silenciosa... Estoy sola y riendo como idiota, pensarán que estoy loca. Pero la verdad era que no le molestaba. No era alguien antisocial o con odio a la gente, de hecho, tenía muchos amigos y le gustaba salir a pasar el rato, sin embargo, le encantaba tener su tiempo a solas, escuchar su música, comer. Era... Un momento agradable.
Fue entonces hasta que alguien interrumpió su tranquilidad, quitando delicadamente uno de los audífonos de sus oídos.
Con sobresalto miró aquella persona, haciendo una mueca al instante. Era un completo desconocido y había interrumpido su momento de paz. Estaba en su lista negra ahora.
La persona sonrió.
— ¿Quién mier...
— ¡Hola! Sé que no nos conocemos ni nada, pero me dieron ganas de venir y hablarte... Espero no parecer un loco.
Jinyoung abrió los ojos un poco más de lo normal, sonriendo nerviosa. El chico aún sonreía amigable. Y ella intentaba captar la situación.
— ¿Qué? Digo... Uhm, hola.
— ¿Puedo sentarme?
— Supongo.
Ambos hicieron contacto visual, Jinyoung se mordía el labio inferior por los nervios, él seguía sin quitar la sonrisa de su rostro. El sándwich volvió a dejarlo en el plato, ahora sus manos se frotaban bajo la mesa, él tenía sus manos sobre la mesa y movía los dedos al ritmo, ¿cuál ritmo? Nadie lo sabía.
— ¿Y qué hacías?— Preguntó él, para calmar el ambiente.
— Bueno, creo que lo viste. Comía y escuchaba música.
— ¿Y a quién escuchabas?
— No creo que la conozcas— Mostró una pequeña sonrisa.—. Igual es mi cantante favorita del momento. Su nombre es Kehlani.
El chico abrió los ojos de golpe y su boca se abrió, mirando muy sorprendido a Jinyoung, así como si le acabara de confesar que cometió un delito o algo, sin embargo no mostraba desaprobación, él estaba emocionado.
— ¡Kehlani!— Levantó sus brazos.— Yo amo a Kehlani, realmente. Creí que era el único que la conocía.— Jinyoung entrecerró los ojos y lo miró con duda.— ¿Qué? ¿No me crees?
— Nope.
— ¡¿Por qué?!
— Puede que seas de esos chicos que aparentan que les gusta algo o alguien sólo para ser popular o conocer gente.
— ¡No lo soy!
— Dime tu canción favorita de Kehlani.
— The Letter.— Respondió seguro, Jinyoung lo miró curiosa.— Por cierto, ¿escuchaste su cover de Hotline Bling con Charlie Puth?
Jinyoung sonrió. Le creía. No le dije ninguna canción conocida, además, The Letter era su canción favorita también.
— También es mi canción favorita— Dijo.— The Letter. Lloré la primera vez que la escuché.
— ¿En serio?
— Te lo juro. Y amé mucho el cover, lo escuchaba por horas.
— Fue una gran colaboración.
Los dos se sonrieron el uno al otro, creando rápido un conexión entre ellos.
*
Jimin entró apresurado al salón del señor Kwon, por suerte, había llegado a tiempo. Sus ojos empezaron a buscar rápido a Jini, ella se encontraba sentada casi al fondo, estaba tranquila viendo por la ventana. Jimin casi rió al verla como estaba sentada, de piernas cruzadas. Hyemin nunca haría eso, ella siempre con su piernas cruzadas, elegantes y muy femeninas.
Deja de compararlas.
Caminó entre las filas, sintiendo muchas miradas sobre su espalda. Se tumbó en el asiento justo enfrente de Jinyoung, espantándola y haciendo que se sobresalte. Lo miró molesta.
— Acertaste.
— ¿Uh?
— Esa era la perra mala.
— Ah.
Jinyoung miró su mano con una mueca y empezó a sobarla, se estiró y alcanzó a golpear la cabeza de Jimin.
— ¿Qué fue eso?— Preguntó entre risas.
— Me pegué en la mano por tu culpa.— Dijo y lo fulminó con la mirada.— ¿Y babeaste?
— ¿Eh?
— Estabas viendo a esa chica con idiotez extrema, puede que baba haya salido de tu boca.
— Pues no. Por cierto, ¿cuánto tiempo estuve viéndola?
— Lo suficiente para poder sacar mil won de tu cartera y salir de ahí.
Jimin sonrió divertido y negó con la cabeza, justo en ese momento el profesor entró al aula, saludándolos. Era alguien joven y parecía ser carismático. Jinyoung le indicó que se sentara bien, Jimin asintió pero antes le dijo.
— Me debes mil won.
— Sí, como sea.
La clase pasó rápida. Las próximas dos les tocaban juntos, en total eran seis horas de clases, tres antes del almuerzo, tres después. Las siguientes tres horas, Jimin no se separó de Jinyoung, ella no se lo negó, sólo estaban de cambiándose de aula y sentándose uno al lado del otro. Jimin parecía ser un tonto, pero la verdad era otra. Había dejado sin palabras a Jinyoung.
— ¿Quieres ir a almorzar o comer en casa?— Le preguntó Jimin mientras salían de su última clase.
— Salir. Escuché que los restaurantes de alrededor son muy buenos.
— Bien. Vamos entonces.
— Espera, necesito ir al edificio de Artes Dinámicas.
Jimin siguió a Jinyoung sin protestar. En el camino, muchas chicas se le quedaban viendo y él, como persona "amable" que era, les regalaba una coqueta sonrisa o les guiñaba el ojo. Estaba por guiñarle a una rubia cuando chocó con la espalda de su roomie, sacudió su cabeza y la miró molesto, pero ella ni se percató, la mitad de su cuerpo estaba dentro de la ventana de aquel salón.
— ¿Qué hacemos aquí?
— Como persona normal que soy, hice un amigo y ese amigo se quedó con mis audífonos.— Explicó, sacó su cuerpo de la ventana y entró por la puerta.— ¡Jungkook!
Un chico con cara desorientada y tierna, levantó su cabeza al tiro y sonrió al ver a Jinyoung entrar. Se paró de su asiento y se acercó a ella.
— ¿Qué haces aquí?
— Vengo por mis audífonos.— Extendió su mano.
— Oh, un segundo.
Jungkook corrió de nuevo a su asiento y empezó a buscar dentro de su mochila.
— Jini, te espero afuera.— Dijo Jimin mientras tecleaba algo en su celular. La verdad ni siquiera había levantado la vista para ver al chico.
— Ajá.
Jimin se giró sobre sus talones sin quitarle atención a lo que hacía y se dejó guiar por su sentido. Pero chocó con alguien. Reaccionó rápido y tomó a aquella persona de la cintura, sosteniéndola y sujetándola bien. Casi se le fue el aire al ver quién era. Los ojos de la chica se agrandaron, fallando en ocultar su sorpresa. Claramente lo había reconocido.
— Hola, Hyemin.
Y fue ahí cuando Hyemin casi se desmaya. Park Jimin. Claro que sí, aquel chiquillo con mejillas sobrantes y cabello feo, ahora era todo un galán.
— ¿Qué pasa ahí?— Jungkook le preguntó en susurro a Jini.
La chica miraba expectante aquello. De hecho, la mayoría del lugar lo hacía.
— Mi amigo está con una perra mala.
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¿No han escuchado la canción? 🌝