Beta's testing

By PortgasDRaven

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En un mundo donde los alfa son la raza dominante, Levi es un beta bajo las ordenes de la familia Jaeger y est... More

Prólogo/ Capitulo 1 "Orden natural"
Capitulo 2 "Acostumbrarse"
Capítulo 4 "Secretos"
Capitulo 5 "Verdades"
Capítulo 6 "Realidad"
Capítulo 7 "Descubierto"
Capítulo 8 "Dolor"
Capitulo 9 "Incomodo"
Capítulo 10 "Bálsamo"
Capítulo 11 "Juntos"
Capítulo 12 "Problema"
Capítulo 13 "Calma"
Capítulo 14 "Tormenta"
Capítulo 15 "Final"
Epílogo

Capitulo 3 "Novedades en casa"

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By PortgasDRaven

Volver a casa después de tanto tiempo viajando era la mejor decisión que había tomado a pesar de que no lo había pensado mucho cuando su madre se lo sugirió tan entusiasmada, pero es que continuar con ese viaje -que ahora veía absurdo- ya no tenía sentido, había recorrido tantos países como había podido pero su omega no estaba en ningún lugar, así que al volver a casa tal vez lo encontraría en su ciudad, poco a poco perdía la esperanza pero no quería dejar morir la idea de que su pareja destinada estaba afuera...en algún lado, esperando por él.

"Los pasajeros alfa del vuelo A-15 proveniente de Dublín, Irlanda arribarán por la puerta 1, los omega por la puerta 2 y los beta tendrán una revisión especial en la puerta 3"

La voz del alto parlante resonó sacándolo de sus cavilaciones, tomó su maleta y comenzó a caminar hacia la puerta que habían indicado previamente. Tenía tantos recuerdos buenos y había conocido a tantas personas que estaba contento pero debía mantenerse tranquilo hasta llegar a casa a contarle todo a su familia.

Un oficial de seguridad se acercó a él de forma amistosa para revisar su chamarra y pasar la maleta por los rayos x, después le hizo una reverencia dejándole pasar junto con un "Bienvenido de vuelta, señor Jaeger". Cruzó la puerta reconociendo las enormes letras en alemán que le daban la bienvenida a su país natal y casi de inmediato divisó a Mike entre la multitud que esperaba a sus seres queridos. Le sonrió al rubio y se acercó.

-Mike, es bueno verte de nuevo-saludó viendo al otro inclinarse.

-Es un gusto también, joven Eren-dijo aun inclinado, se enderezó y tomó la maleta del castaño para hacer una nueva reverencia. -Su madre me ha pedido que lo lleve a que se mida el traje que usará esta noche para ver si deben ajustarlo y después a su casa-Eren suspiró asintiendo y se pasó una mano por el cabello.

- ¿Por qué usaré un traje esta noche? ¿Puedes decirme?

-La señora Jaeger ha organizado una fiesta de bienvenida para usted.

-Está bien...llévame con el sastre entonces-dijo rodando los ojos, el rubio asintió y le indicó el camino para ir detrás de él.

Subió al auto cuando su mayordomo le abrió la puerta y se acomodó en el asiento esperando a que avanzaran. Seguramente su madre había organizado la fiesta para que conociera a los omega de la ciudad y viera si alguno era su pareja, se lo agradeció mentalmente pues le ahorraba tener citas incomodas en las que era pésimo para ser un alfa tan codiciado.

Cerró los ojos y se relajó quedándose dormido los quince minutos de trayecto que tuvieron hasta la sastrería preferida de su madre, Mike le despertó y le acompañó a la tienda para darle las instrucciones de su madre al hombre que trabajaba solo en ese enorme negocio.

-El joven Eren viene a medirse el traje que la señora Jaeger le mandó a hacer.

El pelinegro observó al chico y asintió un par de veces caminando por el lugar hasta tomar el indicado.

-Venga joven, es mejor que se lo mida, la última vez quedó más chico

- ¿La última...vez? -Eren arqueó una ceja y volteó a verlo.

-Sí...hace casi un año ya...su madre me pidió un traje para usted pero me dio una talla más chica, le expliqué que ese no le quedaría pero ella insistió...por eso ahora le pedí que usted viniera a medírselo-le explicó el hombre entregándole el gancho con la ropa perfectamente colgada y planchada, Eren no comprendía a que se refería puesto que hace un año estaba en Turquía pero decidió hacer caso omiso a sus palabras, ya le preguntaría a su madre después.

-0-

Al cruzar la puerta de la casa unos brazos fuertes lo rodearon colgándose de su cuello.

- ¡Eren! -gritó su hermana, contenta de verle ahí.

-Mikasa, qué grande estás-le halagó, abrazándola también. -Por un momento no te reconocí.

-Eres un tonto-le regaño ella con las mejillas rosadas y el ceño levemente fruncido.

-Es broma hermanita...pero de verdad has cambiado mucho... ¿Cómo va ese tatuaje? ¿Finalmente se definió? -Mikasa sonrió y asintió mostrándole el brazo donde el tatuaje se veía brillante, como si se lo hubiera hecho recientemente.

-Mamá dijo que lo cubriera esta noche porque aún es peligroso que lo vean.

-Y estoy de acuerdo, hay muchos alfas que van a querer aprovecharse de la situación-le explicó ofreciéndole el brazo para que le acompañara a su habitación, su hermana de inmediato aceptó y caminaron por la casa para subir las escaleras. - ¿Y mamá?

-Salió con Hanji y Reiner a comprar las cosas que faltan para la cena de esta noche.

-Creí que me esperaría.

-Me pidió que lo hiciera por ella...y a Erwin pero no sé dónde se metió-justo al llegar a la panta alta lo divisaron al final del pasillo, estaba hablando en voz muy baja con un hombre bajito y de cabellos negro que tenía la cabeza agachada escuchando lo que su hermano mayor le decía. -Oh...ahí está-agregó Mikasa jalando a su hermano hacia ellos, cuando estuvieron a una distancia prudente pudieron escuchar sus voces.

-Levi...mírame por favor o creeré que no has escuchado nada de lo que dije-susurró Erwin tomando el mentón del pelinegro para que alzara la mirada, el bajito suspiró y elevó la mirada hacia él, sus mejillas estaban sonrojadas.

-Joven Erwin este es un tema muy delicado y no creo que debamos seguir hablando de esto.

-No me digas eso...solamente lo sabemos los dos, no te hará daño que me guardes el secreto-pidió en voz baja y con una mueca, el mencionado Levi se zafó con sutileza quitando la mano del mayor con cuidado, aún sonrojado.

-Era en serio cuando le dije que no quiero involucrarme, es un asunto muy grave y que lo consulte conmigo así solo le traerá problemas-agregó haciendo ademanes casi exagerados, parecía muy nervioso. -Mire...no se preocupe, de mi parte no saldrá ni una palabra...pero debe hablar con su señora madre, ella es la indicada para esto. Cuando haya hablado con la señora Jaeger y si ella me lo autoriza entonces yo...accederé, pero hasta entonces no toquemos el tema de nuevo, por favor.

- ¿Por qué sabía que dirías algo así?.. -Erwin se pasó una mano por el cabello, sus hermanos notaron que estaba frustrado. -Está bien Levi, le contaré pero pase lo que pase y diga lo que diga esto es cosa de nosotros ¿De acuerdo? -el rubio suspiró y esbozó una sonrisa.

-Si-volteó al sentirse observado y se quedó paralizado en su lugar. -Eh...con permiso joven Erwin-susurró haciendo una reverencia hacia él para salir casi corriendo, Eren arqueó una ceja.

- ¿De qué tanto se secreteaban? -preguntó Mikasa con una sonrisa. - ¿Desde cuándo eres tan unido con Levi?

-Eren-Erwin ignoró olímpicamente a su hermana que hizo un puchero. -Al fin estás en casa, ¿cómo te sientes?

-Lo haces sonar como si hubiera estado enfermo todo este tiempo-dijo rodando los ojos, provocando una risa en su hermano mayor.

-Me refiero a cómo te sientes de nuevo en casa.

-Es bueno volver pero... ¿Por qué cambiaron todo?

-Mamá quiso cambiar todo-explicó Mikasa.

-Incluso Levi pintó tu habitación-agregó el rubio, indicándole su puerta con la cabeza y una pequeña sonrisa.

- ¿Levi? -preguntó abriendo su puerta para quedarse asombrado y enmudecido ahí, provocando la risa de sus hermanos.

La habitación estaba pintada en tonos azul, verde y aguamarina, la combinación era tal que parecía que eran olas de mar elevándose por las paredes. Eren había perdido el aliento, fascinado por lo bien que se veía su habitación, la desconocía y reconocía por más contradictorio que eso fuera.

Desde que su madre lo había llevado al mar, lo amaba. El vaivén errático de las olas, la brisa marina en el rostro, el calor acariciando su piel y la caminata por la suave arena de la playa. Soltó un suspiro involuntario, ver esos colores combinados le traía todas esas sensaciones estando ahí parado.

- ¿Me estas escuchando Eren? -la voz de su hermana le sacó repentinamente de sus cavilaciones, haciendo que volteara a verla.

- ¿Qué?

-Qué se te hace tarde para alistarte-le reprendió, ella jalando su oreja sin lastimarlo. -La fiesta será en cuatro horas y tú sigues así. El agua del baño que Levi te preparó se enfriará.

-Ah...claro, la fiesta... ¿Creen que...?

-No-respondieron ambos de inmediato, Eren suspiró y se pasó una mano por el cabello.

-Ya, de acuerdo...me bañaré y me alistaré, espero que mamá llegue pronto.

Mikasa besó su mejilla y Erwin despeino sus cabellos para dejarlo a solas, le dejarían un respiro pues más tarde no podría descansar ni un poco debido a los omega que irían a verle.

Cerró la puerta tras él y dejó la maleta al pie de su cama dándose cuenta que había olvidado el traje en el auto, suspiró pensando que tal vez Mike se lo llevaría por lo que se encerró en el baño para intentar descansar lo más que pudiera. Se desnudó y se metió en la bañera suspirando satisfecho por la placentera sensación cálida que el agua le brindaba, cerró los ojos y se quedó ahí quieto, adormilado y relajado pero sin lograr conciliar el sueño del todo.

Tan sumido estaba en sus pensamientos, recuerdos recientes y en la preocupación por encontrar a su omega que se quedó en la misma posición dentro del agua hasta que comenzó a sentir frío y decidió bañarse rápido para salir, últimamente lo único que ocupaba su mente era como sería el omega, si le amaría al verle, si estaba ansioso por conocerle, si lo reconocería aún sin tocarse ni ver su tatuaje, Eren era un enamorado de la idea del amor aunque jamás hubiese experimentado antes el de una pareja.

Salió del baño con una toalla envuelta en la cintura y con otra sobre sus hombros para secar su cabello, arqueó una ceja al ver el traje sobre la cama meticulosamente acomodado, los zapatos lustrados en el suelo e incluso la ropa interior que hasta combinaba con la exterior. Ese último detalle le pareció demás gracioso pues Mike jamás se había molestado por hacer eso antes.

Comenzó a vestirse sin prisa pues aún tenía mucho tiempo de sobra hasta que escuchó un par de toques en la puerta, suaves pero firmes que le extrañaron, nadie tocaba así su puerta.

-Adelante-permitió abotonando los puños de la camisa, por la puerta apareció el mismo chico bajito de cabellos ónix que antes hablaba con su hermano mayor, detuvo lo que hacía para observarle atentamente mientras el otro se inclinaba.

-Joven Eren...su madre me asignó a ser su sirviente personal, mi nombre es Levi y estoy a su disposición en el momento en que lo necesite-Eren sonrió y asintió conforme, parecía un buen chico.

-Bueno... ¿Podrías hacer algo con mi cabello? Mi madre me matará si me ve así-dijo pasándose la mano por el cabello que ya le llegaba hasta los hombros, se lo había dejado crecer durante sus viajes pues su madre siempre lo obligaba a cortarlo.

-Por supuesto-dijo acercándose al castaño que tomaba asiento en el tocador de la habitación.

Levi tomó el peine y con cuidado comenzó a cepillar sus cabellos para dejarlos suaves y maleables, Eren observó atento cada acción del pelinegro, las manos enguantadas de Levi le trataban con cierta delicadeza y devoción, estaba sorprendido pues era el primer Beta que de verdad parecía disfrutar su trabajo. El beta tomó un pequeño lazo que estaba en el tocador e hizo un moño en la coleta baja que había logrado formar con el cabello de su amo.

-Listo, a la señora Jaeger no le molestará si lo ve así-dijo convencido tomando una distancia prudente, tal como los protocolos de la sociedad indicaban.

-Gracias Levi... ¿Estarás en la fiesta? -el pelinegro asintió en su posición casi inmóvil.

-Estaré cerca de usted por si desea algo, señor.

-Bien...puedes retirarte, te veré en la fiesta-Levi hizo una reverencia y salió en silencio de la habitación, Eren sintió algo parecido a un escalofrío recorrerle, un beta así le parecía demasiado extraño.

-0-

Como esperó cuando le avisaron de la fiesta, la mayoría de los invitados eran omegas que aún no encontraban a su pareja, todos exponiendo sus tatuajes que incluso resaltaban por los brillos que les ponían o el maquillaje para resaltarlo. Le parecía un poco vulgar pero no podía quejarse porque así eran las costumbres para los omega.

Su madre lo paseaba por todo el salón para que todos platicaran con él, le preguntaban sobre sus viajes y las costumbres que otros países tenían, Eren se daba a la tarea de explicar todo con lujo de detalle dejando fascinados a sus invitados por todo lo que relataba y su voz ronca tan hipnótica.

Conversó con una mujer que insistía en que su tatuaje se parecía al de ella pero al mostrárselo él la rechazó de forma cortes, él sabía que su tatuaje era común aunque diferente, pues no era la primera persona que nacía con esa representación y la composición del tatuaje era distinto al de los otros y esa mujer tenía algo totalmente opuesto al suyo.

-Mamá...quiero irme-le susurró a la mujer que estaba colgada de su brazo, ella saludó con la mano a un par de conocidos que se acercaban.

-Eren, esta es tu fiesta de bienvenida-le murmuró ella sin borrar la sonrisa. -No puedes irte.

-Por favor...el viaje fue muy largo mamá-Carla suspiró y volteó a verle.

-De acuerdo, espera una hora más y podrás irte-él asintió y saludó a la pareja que ya estaba con ellos.

-Carla, esta fiesta me recuerda a cuando Grisha las organizaba cada mes-dijo el hombre con una sonrisa, la mujer Jaeger asintió con la cabeza con una sonrisa nostálgica.

-La hicimos así por él, le habría gustado verlos si estuviera vivo aún, los Reiz y los Jaeger han sido buenos amigos siempre-dijo ella provocando que el hombre asintiera.

-Eren, mírate nada más, haz crecido mucho y ya eres todo un alfa-felicitó la mujer que él juraba no había visto antes en su vida.

-Muchas gracias señora Reiz-dijo observando de reojo a la muchacha rubia que estaba escondida tras ellos.

-Historia, preséntate-ordenó la mujer rubia empujando a su hija por delante, la pequeña rubia hizo una mueca y suspiró.

-Soy Historia, un placer-dijo mostrando su muñeca donde el símbolo omega relucía brillante.

-Pero que hija tan linda tienen-alabo Carla soltando a su hijo para tomar las manos de la muchacha, como estudiándola. - ¿Me permitirías ver tu tatuaje? -pidió con una sonrisa enorme y sonando esperanzada, los padres de Historia asintieron a su hija que solo hizo una mueca disimulada.

Historia se volteó y mostró su espalda donde del lado derecho se extendía la mitad de un árbol, las ramas estaban bien marcadas y relucía por el maquillaje que le habían puesto, Carla asintió un par de veces admirando el dibujo.

-El árbol es el de nacimiento, ¿Verdad? -preguntó a la chica que asintió.

-Sí...después yo le agregué las hojas y las aves-respondió ella orgullosa, el castaño le sonrió, en Francia era común que hicieran eso, así el tatuaje tenía dos contrastes distintos pero seguía siendo uno solo.

-Tu tatuaje es precioso...es una lástima que no sea el mismo de Eren-dijo soltándola para volver a tomar el brazo de su hijo con decepción notable, la madre de Historia hizo una mueca, molesta.

- ¿Podríamos ver el tatuaje de tu hijo entonces? -pidió el hombre, no estaría conforme hasta comprobar lo que Carla decía, la castaña volteó a ver a Eren quien suspiró, era incómodo.

Se retiró el saco y tuvo que desabrocharse el chaleco y la camisa para mostrar su espalda. El matrimonio Reiz hizo una mueca e Historia se mostró fascinada, jamás había visto un tatuaje tan bonito.

-Es el primero que veo que tiene color-dijo con una sonrisa la rubia acercándose para tocarlo.

-Son pocos así-explicó Eren orgulloso. -Usualmente el otro es de un color distinto, tengo dos amigos en Irlanda cuyos tatuajes son de colores, es como ver una escena de otoño.

-Increíble-dijo ella más fascinada y se alejó dejando que él se vistiera.

-Bueno, si nos disculpan...Eren está muy cansado y se retirará ahora, pero sigan disfrutando de la fiesta-Carla le sonrió a los otros dos que hicieron un asentimiento de cabeza, ella esperó a que estuvieran lo suficiente lejos para suspirar. -Menos mal que no eres su pareja-soltó para sorpresa de su hijo, quien arqueó una ceja. -No lo digo por Historia, ella parece buena chica...lo digo por sus padres, siempre han sido unos interesados.

-Tranquila mamá...igual no me hubiera casado con ellos sino con Historia-Carla suspiró.

-Olvídalo mejor, ¿no te querías ir? -preguntó haciendo un movimiento de mano, el pelinegro llegó a su lado de inmediato sorprendiendo a Eren, ¿de dónde había salido? -Levi, Eren se va a dormir ya, ¿puedes subirle un té caliente para que descanse mejor?

-Sí señora-el beta hizo una reverencia hacia la mujer que no pudo disimular la ternura en su mirada, su hijo arqueó una ceja, eso era nuevo.

- ¿Qué pasa con él? -preguntó cuándo el beta se fue, su madre volteó a verle confundida.

- ¿De qué hablas cariño? -susurró acompañándolo fuera del salón.

-Pues...cuando llegué Erwin parecía haberle contado algo muy importante y ahora tú lo ves...de esa forma tan...no lo sé, ¿especial? -preguntó ya más tranquilo cuando estuvo al pie de la escalera. - ¿Qué tiene para que lo veas así? -su madre pasó una mano por su mejilla con delicadeza y sonrió, enternecida y entristecida también.

-Algún día lo sabrás...tal vez-susurró lo último para ella y beso la mejilla de su hijo. -Buenas noches cariño, bienvenido de vuelta.

-Gracias...-respondió en voz baja viendo a su madre regresar a la fiesta, ¿por qué había dicho esa frase con tanta nostalgia?

Subió a su habitación pensativo por lo último, no podía sacarse de la mente esa expresión de su madre ni su respuesta, quería entender porque lo había dicho pero ninguno de sus recuerdos le respondía...tal vez había sido algo que pasó en su ausencia.

Se quitó la ropa y entró al baño para lavar sus dientes, el sabor del poco alcohol que había tomado aún estaba en su boca y se sentía extraño. Al salir encontró a Levi recogiendo la ropa que había dejado en el suelo, su pijama ya estaba ordenada sobre su cama como el traje antes de la fiesta.

-Levi-le llamó al beta que no detuvo sus acciones.

-Dígame señor-Eren arrugó la nariz al escucharle, no le gustaba que él le llamara así.

- ¿Hace cuánto estás aquí?

-Un año, señor-dijo doblando la ropa para ponerla en el canasto, Eren notó que su maleta ya no estaba y todas sus cosas ya estaban en su lugar.

- ¿De qué hablabas con mi hermano antes? -el pelinegro se detuvo y soltó un suspiro.

-Señor...perdóneme pero no puedo decírselo.

- ¿Por qué no?

-Porque prometí que no diría nada.

-De acuerdo-dijo haciendo una mueca, comprendía que una promesa era importante, se sentó en la cama ya vestido y Levi le tendió la taza con el té humeante.

-Dormirá bien con esto, está un poco amargo pero es efectivo-le prometió esperando paciente a que tomara la taza. -Lo usábamos en la milicia cuando no podíamos dormir y teníamos misión al otro día-soltó sin pensar sorprendiéndose de sus palabras, Eren tomó la taza con cuidado y le sonrió al beta que tenía la vista clavada en el suelo. -L-lo lamento...era información innecesaria...buenas noches joven Eren-dijo saliendo de la habitación de inmediato, reprendiéndose en voz baja.

El castaño soltó una risita y se tomó el té de un sorbo, Levi tenía razón en que era amargo pero no era desagradable, se acostó en la cama y se cubrió hasta el cuello agradeciendo finalmente un descanso como se debía y como último pensamiento antes de caer dormido...el sonrojo de vergüenza de Levi.

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Hola nwn es un placer andar por acá, la verdad casi olvido subir el cap xD esta semana anduve algo ocupada y me faltan horas de sueño xD en fin~ me alegra que les gustara el cap anterior y ojala les guste este nwn se que va lento, tal vez no es lo que esperaban pero esperen~ aun vamos comenzando nwn oh! y muchas gracias a los que leer y dejan comentario, y tambien a los que no dejan uwu con que lean nos leemos el otro fin!

Ja ne!

Rave~



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