Daydream. Lágrimas de hielo

Av MaryPazSaucedoChvez

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La ha amado desde que tiene memoria, ella siempre ha sido la única mujer por la que ha dado podo por el todo;... Mer

Prólogo
~Capítulo 1~Lee donghae
~CAPÍTULO 2~Malos recuerdos
~Capítulo 3~Reclamos o celos
~Capítulo 4~ Atraídos como imán
~Capítulo 5~Presente en mi vida
Capítulo 7~ Anhelos del cuerpo
~Capítulo 6~ Par de Zorras
~Capítulo 8~ Más problemas
~Capítulo 9~La sirvienta
~Capítulo 10~Juegos ridículos
~Capítulo 11~Sobreprotector
~Capítulo 12~Jugas con fuego
~Capítulo 13~ Comprometido
~Capítulo 14~Fanta de él
~Capítulo 15~La prometida de Donghae
~Capítulo 16~Nada por todo
~Capítulo 17~Amantes
~Capítulo 18~La mujer de Lee Donghae
~Capítulo 19~ Sospechas
~Capítulo 20~¿Celosa?
~Capítulo 21~ Necesidad de tí
~Capítulo 22~Descubiertos
~Capítulo 23~Inicio de la pesadilla
~Capítulo 24~ Amor que sobrepasa rodo
~Capítulo 25~Renuncia
~Capítulo 26~Pertenencia mutua
~Capítulo 27~Maltrato
~Capítulo 28~Sueños casi perfectos
Capítulo 29~ Embarazada...
~Capítulo 30~Si te vas, no regreses jamás...
~Capítulo 31~Adios...
~Capítulo 32~ trato...
~Capítulo 33~ Embarazada de Donghae
~Capítulo 34~Huida
Capítulo 35~ La boda de Donghae
~Capítulo 36~ Sola...
~Capítulo 37~ A tu lado
~Capítulo 38~Negación
~Capítulo 40~ Respuesta con un sí
~Capítulo 41~Injusticia
~Capítulo 42~ Abortar
~Capítulo 43~Lágrimas de hielo
~Capítulo 44~Pesadillas
Capítulo 45~ Lagrimas de sangre
~Capítulo 46~Amigo de Donghae
~Capítulo 47~ Amnesia
~Capítulo 48~ Recuerdos del cuerpo
~Capítulo 49~ Deseos del corazón
~Capítulo 50~Miedo
~Capítulo 51~ Adiós
~Capítulo 52~ Deliria
~Capítulo 53~Ser solo tuya
~Capítulo 52~ Huellas del pasado
~Capítulo 52~Cuerpo astral
~Capítulo 55~ Pánico
~Capítulo 57~Dias negros...
~Capítulo 58~PANICO
~Capítulo 59~Cenizas de dolor
~Capítulo 60~El perfume de la muerte
~Capítulo 61~ Lagrimas de esperanza
~Capítulo 62~ Soñando despierta
~EPÍLOGO~

~Capítulo 39~Siempre tuya

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Av MaryPazSaucedoChvez



Donghae no dudó ni un segundo en llevar sus manos hasta mi cintura y traerme hasta él. Su boca fue generosa y cariñosa. Sus labios me acariciaban muy lento, su lengua empujaba a la mía, decidiendo que sería él quien tomaría el control, masajeando mi lengua en masajes cariñosos.

-¿Estas segura?—Preguntó susurrando en mis labios-- ¿No estás cansada?—

-Para ti jamás—

Solo bastaron esas palabras para que Donghae me levantara del suelo, sujetándome por las piernas y haciendo que rodeara sus caderas con ellas. Caminó con migo en sus brazos hasta llegar a una puerta, que aparentemente conducía a la alcoba. Al ingresar el aroma de sábanas limpias y perfume inundó mi sentido del olfato. Olor a pintura fresca y madera de quizás el parquet. Donghae caminó conmigo en su regazo hasta chocar contra la cama. Empezó a inclinarse hasta recostarme sobre las sábanas tan blancas y pulcras. El olor de estas era de enjuague perfumado. La tela suave me acarició los hombros por debajo, y el cuerpo de Donghae me apretujó contra la cama.

Su cuerpo se empujó hacia atrás, acomodándose un poco hasta quedar arrodillado. Colocó las manos en la parte baja de su camisa, sacándola de su pantalón y desabotonándola para echarla atrás y quedar desnudo de la mitad para arriba. Mordí mi labio inferior respirando aun tranquila. DongHae extendió las manos hasta mi vientre y sujetó los botones de la camisa que llevaba puesta desde que escapemos del hotel. Una camisa suya que me quedaba grande, pero bastante cómoda. Desabotonó a la camisa hasta dejarla abierta, extendiendo a esta sin quitármela y solo dejando mis pechos cubiertos por mi sujetador y mi vientre a la intemperie. Donghae observó con tranquilidad, colocando su mano derecha sobre mi vientre en forma de una caricia. Un pequeño escalofrió retorció mi vientre mientras mis ojos se clavaban en los suyos.

Los dedos de Donghae acariciaban mi vientre, rosándolo solamente y subiendo desde la parte más baja hasta llegar a mis pechos. Sujetó mi vientre por los costados y acto seguido se inclinó para reposar un beso en esa misma zona. Un cosquilleo me invadió el cuerpo cuando su lengua rosó mi vientre, haciendo que me retorciera emitiendo un gemido ahogado. Su lengua empezó a recorrer mi vientre lentamente hasta quedar completamente húmedo.

Subió las manos y me levantó el cuerpo de la cama, haciendo que echara mis brazos hacia atrás y me quitara la camisa, para quedar solo en sujetador por la parte superior de mi cuerpo. Sujetó mis pies y quitó mis zapatos uno a uno, luego se quitó los suyos y finalmente los dejó caer. Me levantó por las caderas para hacerme arrodillar y atraerme contra su cuerpo. Sus manos volaron hasta mi sujetador y segundos después ya hacia tirándolo a un lado, dejando mis pechos descubiertos. Solté una bocanada de aire. Quedé de rodilla, mientras que Donghae hacia sentado sobre la cama, en cuclillas, besando la piel de mi cuello, clavícula y hombros, hasta que finalmente besó mis pechos.

Arqueé el cuerpo hacia tras, haciendo que mis pechos se adentrara más contra él. Su boca empezó a chupar mi pezón derecho, succionándolo y mordisqueándolo lentamente.

-ahh—jadeé arqueando más el cuerpo y soltando un gritito de dolor al sentir los dientes de DongHae clavarse en mi pezón, lo suficientemente fuerte para hacerme doler y generarme placer, pero lo suficientemente despacio para no lastimarme.

Continuó mordisqueando hasta que abandonó ese pezón y tomó el otro con su boca, haciendo lo mismo que con el anterior. Hundía mis manos en su cabello, las bajaba por su espalda y acariciaba sus omóplatos siendo echados hacia atrás al mover los hombros.

Su boca abandonó mis pechos y continuaron bajando hasta mi pantalón, el cual empezó a desabotonarlo y bajarlos por mis piernas, junto a mis bragas. Su respiración contra mi entrepierna me hizo estremecerme, mandando una oleada de calor naciente en mi intimidad, la cual se espació por todas mis terminaciones nerviosas y finalizaba en la boca de mi estómago, ahogándome de placer.

Me empujó despacio hasta hacerme caer sobre mi espalda. Sujetó mis plantones y bragas y las tiró para dejarme completamente desnuda. Mis mejillas se sonrojaron al observar sus ojos mirándome con aquellas pupilas oscurecidas. Sus ojos eran ya más castaños oscuros, de un color cercano al negro mientras me observa de pies a cabeza lentamente—

-Siempre has sido preciosa—susurró lo suficientemente fuerte para poder oírlo.

Apoyó sus brazos en mis costados y se recostó sobre mí, regresando su boca a la mía y haciendo que nuestros cuerpos sintieran el contacto de nuestra piel desnuda. El uno junto al otro. Mis brazos se enterraron en su espada, recorriendo la línea de sus músculos que la formaban.

Una de sus piernas separó a las mis para introducirse entre ellas, apretándome hasta el entrepiernas y haciendo que soltara gemido ahogado ante la sensación de que estuviera tocando aquella parte tan sensible de mi cuerpo.

Introducía su lengua en mi cavidad bucal, serpenteando su lengua con la mía en movimientos más acelerados que los de hace minutos; nuestras lenguas jugueteaban entre ella, una y otra vez, al mismo tiempo que nuestros labios se acariciaban y se mordisqueaban.

Donghae empezó a bajar por mi cuerpo, abandonando mis labios y separando mis piernas, reposando besos sobre las partes interiores de mis muslos, cerca de mi intimidad.

Se inclinó y emitió un ronroneo ronco que me estremeció como acto anticipado para lo que me esperaba. Su lengua acarició mi vagina, generando estremecimientos acalambrados que corrieron hasta la punta de los nervios y avivaron el calor en la boca de mi estómago. Jadeé ante la sensación dolorosa y placentera. Donghae movió la lengua, removiendo mis pliegues y saboreándome lentamente.

-Desde ahora eres solo mía—Habló con la voz ronca, y acto seguido empezó a morder mi clítoris. Solté un grito ahogado en señal del placer que me provocaba. Jadeé ahogada una y otra vez sin poder defenderme. Estaba extasiada de placer.

-Más—Supliqué separando más las piernas—DongHae, más.

DongHae movía su lengua de arriba abajo tan raído como podía, dándome placer y generando que el calor se acumulara en mi interior, empujando hasta aquel precipuo de placer. Los músculos de mi vientre se contraían cada vez más y mi cuerpo se empezaba a llenar de sudor. Más, quiero más. Mordió mi clítoris haciendo que jadeara y nuevamente siguió moviendo mis pliegues. Más, quiero más. Deslizó la lengua por mi intimidad y se adentró, saboreando cada parte de mí, mordisqueando mi clítoris. Más, quiero...

Una explosión de calor que contrajo los músculos de mi vientre y muslos, haciendo que soltara un grito y jadeara ante la sensación de ser tirada a aquel precipicio de placer, dejándome sudorosa. Donghae se apartó de mí y tragó mis fluidos, dándome un poco de tiempo para volver a tomar aire.

Me apoyé en mis brazos y me empujé hasta lograr sentarme y quedar a la altura de DongHae, quien solo me observa en silencio. Rodeé mis brazos en su nuca y llevé mi boca a la suya, bajando mis manos por sus hombros y torso, besándolo y acariciando cada parte de su cuerpo bien formado. Me moví despacio y empecé a acostarlo, dejándolo debajo de mi cuerpo, para luego abandonar su boca y sentarme entre sus piernas. Sujeté su bóxer y sin esperar más, los retiré, bajándolos por sus piernas y liberando su gran, hinchado y endurecido miembro. Mordí mi labio inferior inconscientemente sintiendo otro escalofrió en mi interior; y acto seguido, subí las manos hasta su pene, rodeándolo con ellas. Donghae se estremeció pero no dijo nada. Incliné el cuerpo y besé la puntita de su pene, empezando a deslizar la lengua por la parte superior hasta la parte más cercana a su cuerpo. Lo relamí con la lengua y luego lo introduje en mi boca, llegando hasta mi garganta. Donghae emitió un gemido ahogado pero siguió sin decir nada. Empecé a sacar y meter su pene de mi boca, una y otra vez, relamiendo y mordiendo la puntita de este en ocasiones, generando que los jadeos de Donghae aumentaran aún más.

El sabor levemente salado de su piel en mi boca, la suavidad de su pene y la dureza. Jadeé aumentando los ritmos en mi boca, terminado follándome la boca por completo hasta que un líquido tibio salió y llenó mi boca al mismo tiempo que Donghae apretaba los dientes y jadeaba de placer. Tragué su semen pero no aparté su pene de mis manos. Su erección se había perdido después de su eyaculación, pero yo quería más.

Volví a acariciar su pene con mis manos, apretándolo entre estas. Su miembro volvía a endurarse y Donghae volvía apretar los dientes. Una nueva erección se creo en su pene. Me apoyé en mis piernas y avancé hasta la altura de su pene, sujetando a su miembro y finalmente ubicándolo en mi entrada para dejarme caer de golpe.

-¡Ahh!—Solté un grito y me arqueé el cuerpo. Su pene me había llenado por completo. Donghae sujetó mis caderas sin dejar de apretar los dientes y acto seguido empezó a ayudar a moverme, impulsándome hacia arriba y dejándome bajar nuevamente. Me sujeté en sus caderas y también empecé a moverme, entrando y saliendo de él. Bombeando en mí una y otra vez.

Una oleada de calor me empezaba apretar la boca del estómago y en el interior de mi intimidad, estremeciéndome y comprimiendo a todas mis terminaciones nerviosas. Aceleré las autoenvestidas sintiéndome loca de placer, hasta que finalmente mis paredes se comprimieron al igual que los músculos de mi vientre y muslos. Un grito de placer mientras el semen de Donghae me llenaba por completo y me dejaba agotada. Me dejé caer sobre el cuerpo de él teniendo su sexo palpitando contra el mío. Me sentía tan bien estar con él.

-(TN)—La voz entrecortada de DongHae—Dime que sí, (TN)... Dime que te casaras conmigo.


Fortsett å les

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