2 Timoteo 2 3-4 (TLA):
Tú, como buen soldado de Jesucristo, debes estar dispuesto a sufrir por él.
Los soldados que tratan de agradar a sus jefes no se interesan por ninguna otra cosa que no sea el ejército.
Que increíble que somos parte del ejército de Jesús, pero esto también conlleva muchas cosas, sacrificios, y cambios. Dios se pone estricto con nosotros es como un ejército espiritual porque sabe que nos va a toca pelear batallas y guerras espirituales contra principados y potestades y la misma actitud de Dios frente al enemigo debemos de tomar nosotros, autoridad y vencer en su nombre.
Todos tenemos batallas internas, esas que sólo sabes tu y Dios, sabes y reconoces que por tus propias fuerzas no podrías llegar a ningún lado, y que no podrás salir victorioso, que hermoso es saber que tenemos al sargento con nosotros El que nunca ha perdido una guerra, El que vence sobre cualquier circunstancia, el guerrero valiente. A veces se nos hace un poco difícil vencer batallas que llevan mucho tiempo con nosotros pero tenemos que ponernos con autoridad frente al enemigo, con cara de conquista y con la fe y confianza de que en Dios somos más que vencedores también nuestra armadura divina:
Efesios 6 14-17:
Mantenganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de La Paz. Además de todo esto el escudo de la Fé, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno. Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Así como en el mundo entrenan a los soldados y pasan por pruebas muy difíciles y toma mucho tiempo su preparación así también somos nosotros, vamos a pasar pruebas, unas más largas que otras pero de todas ellas Dios nos va a poner una enseñanza nos va a cambiar y vamos a aprender a ver las situaciones de una manera distinta y poco a poco su plan perfecto va a ir encajando para bien, como un rompecabezas.
Estamos teniendo una lucha muy grande todos los días, ya que somos jóvenes que amamos a Cristo, y el mundo se está poniendo más y más frío ante Dios, los ataques están siendo tan frecuentes, y el diablo sabe trabajar muy bien y está peleando por jóvenes como tu o como yo, pero tenemos que saber que más grande es el Dios a quien amamos y servimos que El nos ayudara a vencer toda tentación, todo ataque, y toda contaminación no nos tocará.
Tenemos que tener tanto cuidado porque incluso jóvenes cristianos han tomado otras decisiones que no eran las que Dios tenía para ellos, y agarraron otros caminos que no van a ser de bendición.
Hoy más que nunca debemos de estar firmes como soldados de Cristo que somos, tomar autoridad e ir a la batalla confiados que más grande es El que va delante de nosotros El que pelea por nosotros.
El mundo no nos va a separar de Dios, su sangre nos hizo libres! Somos una generación apartada que vamos a defender el nombre de Cristo hasta el final, mientras nos quede vida vamos a adorarle.
No tengas miedo si hoy tienes una batalla por la cual pelear, Dios no nos ha dado debilidad ni miedo, El nos ha hecho fuertes, pues ¿Quien querría soldados débiles en su equipo?
¿Estarías dispuesto a pelear por Cristo?...