Derek tiene 25 años y ha vivido sólo desde que tiene 18, se independizó después de decirle a sus padres que le gustaba coger el culo de los hombres, empezó desde abajo pero ahora con una buena inversión es un empresario muy exitoso, joven, sexy, buen amante y caballeroso, pero hay un problema, en el sexo no se siente satisfecho.
No es decir que sea virgen, porque ha tenido muchos amantes, de los cuales ninguno lo ha satisfecho como él ha querido, ha probado de todo, desde el masoquismo, bondage hasta lo vainilla, pero nada, por supuesto que tiene orgasmo pero siempre ha sentido que le hace falta otra mitad para sentirse completamente complacido.
Su departamento es grande pero no es el más costoso que hay en el edificio, en su piso hay otro departamento mas, jamás ha conocido a sus vecinos, se pasa horas en su oficina que hace seis meses que no ha tenido sexo, y no es porque le hagan falta ofertas, simplemente el no ha querido, se ha hartado de no sentirse completo que ha dejado de ir a los bares a tratar de conseguir lo que le desea con tantas ganas.
Derek se encuentra acostado en su agradable mueble de la sala, viendo el canal deportivo en su plasma de 52'hasta que escucha que tocan la puerta de su departamento, frunce el entrecejo y baja el volumen del tv para corroborar que si ha sido su puerta y no la de los vecinos, cuando escucha nuevamente su puerta ser tocada, se levanta y camina con pesadez hacia la puerta, no puede ser que hasta en el fin de semana alguien lo venga a molestar con algo de la oficina o eso es lo que pensó.
Cuando abrió la puerta, se encontró con una pareja, no los reconoció hasta que vio la puerta de sus vecinos abiertos y saco deducciones.
--hola señor Hale—saludo la mujer con una voz agradable, mientras el hombre se mantenía estático detrás de ella.
--buenas tardes—dijo sin ganas.
--somos sus vecinos—dijo ella como si supiera que Derek no los había reconocido en un principio—sabemos que usted trabaja mucho y siendo fin de semana se que ha de querer descansar, pero nos ha ocurrido un problema familiar y tenemos que viajar con mi esposo.
--al grano señora—corto Derek enarcando una ceja.
--bueno...--la mujer se ponía cada vez más nerviosa, hasta que le dio un codazo a su marido en las costillas.
--nosotros queremos saber si podría cuidar a nuestro hijo—soltó de sopetón el hombre sobando su costado.
--es nuestro bebe, es nuestro único hijo, se sabe comportar, es muy tranquilo y sabe acatar órdenes—Derek frunció el entrecejo, el no sabía que sus vecinos tenían un hijo, en realidad jamás había cruzado palabras con aquellas personas.
--no cuido mocosos, señorita, para eso están las agencias de niñeras—Derek iba a cerrar la puerta pero la mujer lo detuvo.
--se que están las niñeras, pero es que el problema sucedió hoy y no podemos conseguir a nadie, además mi hijo todavía no llega de una reunión escolar.
--he dicho que no cuido niños.
--no es un niño, tiene quince años e incluso puede hacer los mandados o hasta cocinarle.
Derek estaba pensando en eso, si aquel muchacho sabia cocinar pues eso facilitaría algo a su estomago que no había probado comida cacera durante... algunos años, más bien desde que salió de su casa, además que podía utilizar al adolescente para que vaya a comprar lo que él quería durante el día o tal vez para que deje sus recados en las oficinas donde él trabajaba.
--está bien—dijo murmurando.
--perfecto—la mujer chillo mientras el hombre cerraba la puerta del departamento con llaves—le diré a mi hijo que venga directamente hacia usted—la mujer guardo algo en su cartera y luego agarrando la mano de su marido se dirigía al ascensor.
Derek los observo por un momento antes de que las puertas se cerraran, luego noto que la mujer lo observo y con la mano se despidió.
--nos vemos el día lunes, vecino.
¿Lunes? Derek abrió mucho sus ojos, apenas era sábado por la mañana y tenía que soportar a un adolescente en su casa, el iba a replicar pero ya el ascensor se había cerrado y no pensaba salir corriendo detrás de la pareja solo para decirle que él no cuidaría del chico durante todo el fin de semana, otra cosa es que ya había dado su palabra de que cuidaría al mocos, así que entro nuevamente a su departamento rendido.
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Eran como las tres de la tarde cuando la puerta de su departamento volvió a sonar, gruño, levantándose de su cálido mueble, de seguro era aquel chiquillo de los vecinos, ya ni sabía porque había aceptado.
Abrió la puerta y su cuerpo se tenso, frente a él estaba el hombre más hermoso que jamás había visto, tenía el cabello alborotado de un tono castaño oscuro, la piel era blanca no tan pálida, sus ojos de un color marrón, y con una sonrisa que dejaba ver aquella dentadura blanca, tuvo que morderse los labios para no soltar un gemido, el hombre tenía su cuello llenos de lunares, no era tan alto como Derek, pero tenía un porte que le parecía normal.
--Hola señor Hale—la voz del muchacho era fina.
--¿Quién eres?—Derek se sorprendió de que su voz haya salido con un poco de lujuria en su tono.
--¡oh!—el chico pareció algo nervioso—pensé que mi madre había hablado con usted acerca de cuidarme por el fin de semana.
A Derek se le abrieron mucho los ojos y su mandíbula casi se le desencajaba, aquel hombre era el hijo de sus vecinos, ¡pero qué carajos!, el chico no parecía de quince años, aunque su voz sí, pero el cuerpo ni el rostro, era como un joven mayor de edad y era un caliente como el fuego de una hoguera, Derek guardo su compostura lo que más pudo y trato de pensar en el hombre como lo que era, como un niño que apenas estaba en la secundaria.
--si ella lo hizo—Derek se hizo a un lado—entra.
Aquel chico le volvió a sonreír y agarro mejor la mochila que cargaba en su espalda, cuando paso al lado de Derek, tuvo que tragarse las ganas de agarras al chico que hacerlo suyo en ese mismo momento, el olor que desprendía de aquel cuerpo era magnifico, era como la ambrosia en carne y hueso.
Luego se detuvo a pensar que jamás se había excitado tan deprisa como lo había hecho ahora con solo observar al chico caminar hacia la sala y desaparecer por un muro que dividía la sala de la cocina.
--supongo que esta es la cocina—le dijo el chico y Derek salió de su ensimismamiento—mi madre me ha dicho que tengo que cocinar para ti.
--lo ha hecho—fue lo único que Derek logro decir.
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--¿Qué tal estuvo?—Derek escucho al chico.
--bien—respondió.
En realidad la comida había estado exquisita, jamás había comido tanto como lo había hecho en aquel momento, hasta tenía ganas de lamerse los dedos de lo delicioso que estuvo aquella salsa blanca con el pollo a la plancha, y no falta decir de lo dulce que fue el pastel de manzana, si seguía comiendo engordaría y tendrían que llevarlo rodando por las escaleras.
--que bueno que te haya gustado—el muchacho le sonrió enseñando unos pequeños hoyuelos.
Derek se quedo observándolo por varios minutos, aquel brillo en esos ojos marrones, como estaba sonrojado cuando el solo le había dicho un monosílabo, el chico después abrió mucho sus ojos.
--¿por si acaso mis padres no te dejaron las llave de nuestros departamento?
El pelinegro frunció el entrecejo y negó con la cabeza, noto el sonrojo del muchacho a un nivel que Derek quiso gemir, algo estaba empezando a crecer dentro de su pantalón, negó con la cabeza, se repetía en la cabeza que aquel chico era menor de edad y era su vecino.
--¿Por qué te preocupa eso?—Derek enarco una ceja—tus padres te avisaron que te quedarías conmigo por el fin de semana.
--si—el menor asintió con la cabeza—pero no he traído ropa conmigo, solo tengo la que cargo puesta.
--te la puedes quitar, lavarla mientras yo te presto algo.
El chico solo asintió con nerviosismo y mas sonrojado que antes.
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Derek gimió cuando vio a Stiles entrar a la sala con un pantalón de chándal algo holgado, ya que era suyo y al menor le quedaba grande, la camisa que le había dado era de esas que se habían encogido en la lavadora y al parecer a Stiles le quedan bien, un poco ajustada al cuerpo, pero bien... Derek pensó que aquel chico lo haría pisar el infierno, era condenadamente hermoso.
--he dejado la ropa en la lavadora, en un par de horas ya estará lista.
Siguió al menor con la mirada, no podía quitar la mirada de aquel chico, era un divinidad que había tocado la tierra, el menor tenía en la mano un cargador y en la otra su teléfono celular, Derek le llamo la atención y le señalo un conector detrás del sillón.
Derek sabía que había sido un chico malo, pero aquellos pecador iban a ser perdonados ya que no eran para tanto, pero supo que no se iba a ganar el perdón de nadie cuando se cogiera a ese mocoso que se acababa de agachar para conectar el cargador y la camisa se había subido dando a mostrar la ropa interior y no era cualquier ropa interior, era una de encaje, Derek las había visto muchas veces cuando pasaba camino a su trabajo, había una tienda de ropa sexy para mujeres.
La que tenía él mucha era una de color roja fina y moldeaba la cadera, tratando de alcanzar el tomacorriente, se agacho más y el pantalón se bajo, no solo era cualquier prenda de encaje sino que era un hilo, aquello solo cubría la parte superior de su cadera, dejando ver unas nalgas blancas, redondas y preciosas.
No podía aguantar tener la tentación en carne viva frente suyo y no hacer nada, y también que jamás se había sentido tan excitado en su vida.
Se levanto de su mueble muy cómodo y camino hasta donde estaba el menor, su mano se alzo y acaricio el glúteo del chico quien soltó un leve gemido.
Se puso a la misma altura del chico, donde su cadera se estrello con el trasero del chico, hincando con su tremenda erección, gimió y agarro al menor para apegarlo a su pecho.
--me vas a matar—le gruño al oído.
--es lo menos que quiero hacer—jadeo el menor—pero me has vuelto loco desde que te vi cruzar el ascensor.
--tu has planeado esto?—Derek lanzo sus caderas hacia adelante, ambos gimiendo al mismo tiempo.
--jamás tuve una reunión escolar—el chico agarro las caderas de Derek para apegarlo más—quería quedarme solo contigo.
--porque pensaste que tus padres te dejarían conmigo?—pregunto Derek quitando la camisa que tenía el menor.
--mis padres son impulsivos y me podrían haber dejado con la mucama si ella se encontraba en mi departamento—Stiles gimió cuando Derek ingreso sus manos al pantalón agarrando la erección del castaño.
Derek se quito la camisa que cargaba puesta y que lo estaba asfixiando.
--que quieres hacer precioso?—escucho como el gemido de Stiles salía ronco y sonoro.
--lo que quieras—dijo titubeando el menor.
--en serio pequeño?—bajo el pantalón del menor con cuidado y con la yema de sus dedos tocando aquella piel erizada—lo que yo quiera?
Retiro totalmente el pantalón del chico, viendo hacia abajo soltó un gutural sonido, la prenda que cargaba el menor lo excito aun más como si eso fuera posible.
--si Daddy—y fue la gota que derramo la lujuria en Derek.
Jamás lo habían llamado de esa manera y con aquella voz aguda, ya sentía que se iba a correr sin haberse tocado ni enterrado en aquel delicioso culo.
--vuélvelo a decir—rugió.
--cógeme como quieras, desármame, hazme tuyo—Stiles giro el rostro para toparse con Derek y le dio un beso casto, beso que llevo a la desesperación a Derek—húndete en mi... Daddy.
Y todo se fue en Derek.
Cargo a Stiles y lo tumbo contra el sofá, su modo de respiración era a través de gemidos y gruñidos, despojo de toda la ropa a excepción de la prenda interior de encaje, su cuerpo estaba desnudo y notaba como el menor lo observaba mordiéndose los labios.
--me encantas tanto—dijo el menor
--voy a ir al infierno—contrarresto Derek.
Hizo que el menor lamiera sus dedos y empezó la lubricación en el ano del menor mientras sus bocas se unían en una danza imparable, mordía el labio inferior de Stiles haciéndolo gemir, al mismo tiempo que la lengua del chico palpaba su interior con aprecio y emoción, sentía irse en cualquier momento.
Cuando supo que el menor estaba totalmente lubricado como para aguantar su ancho y largo miembro, sin necesidad de buscar un condón, porque sabía que el chico era virgen ay que su entrada estaba demasiado apretada, el estaba totalmente limpio y no se preocupo por nada.
Con la ayuda de su mano guio su miembro al orificio fruncido del menor.
--si sientes dolor puedes morder lo que quieras—le susurro Derek.
Derek empezó hundiéndose en el menor que lanzaba leves quejidos, con una sola estocada se metió hasta la empuñadura que Stiles lanzo un grito de dolor que desgarro el pecho del mayor, sintió como el menor mordía su hombro y aquello en vez de causarle dolor, le causo placer, las manos del menos en su cintura, los dedos arañaban aquella área.
Se detuvo por un par de segundos mientras que con sus labios trataba de calmar al menor, jamás se imagino que tras un beso podía ser transportado a otro mundo, donde estaba lleno de emociones, incluso se sintió posesivo y apego más el cuerpo del chico al suyo.
--Daddy muévete, hazme tuyo Daddy.
Gruñendo empezó una leve embestida que solo duro segundos porque no podía aguantar tener sexo tan lento, eso era aburrido y al parecer su mocoso también pensaba igual que él, porque susurraba que quería mas.
Empezando las embestidas no pudieron faltar los gruesos gemidos que salían de ambas bocas, ese sonido era como su llamado al orgasmo, pero con tantas ganas que tenia, mentalmente se decía que tenía que aguantar más tiempo y hacer que el pequeño disfrute, jamás había pensado en el placer de su amante pero ahora está ahí, embistiendo fuertemente, hundiéndose en aquel trasero apretado y tan dulce, su sentido estaba totalmente agudizado para hacer que ambos disfrutaran y en realidad lo estaba disfrutando.
Escucho el gran jadeo de Stiles y luego como hilos de semen salía del menos, su miembro fue aprisionado con gran presión y su cuerpo se contrajo fue llevado al espacio y lanzado hacia la tierra cuando sintió que se corría en el interior del chico, sus jadeos eran sonoros y la respiración era irregular como si les faltara el aire.
Se sentía tan bien, tan feliz, tan complacido, tan completo, como nunca antes se había sentido.
Beso a Stiles, pero esta vez lenta y dulce haciendo que el menor gimiera.
--no fue como me lo imagine—escucho al castaño—fue mucho mejor.
--yo digo lo mismo, ¡maldición! Jamás me había corrido soltando un grito tan desgarrador.
Ambos se levantaron, Derek se ofreció a limpiar al menor quien se dejo hacer, con caricias y leves besos por toda parte del cuerpo.
Luego de eso se acurrucaron en el mueblo prendiendo el gran tv y Derek agarro de la cintura al menos sentándolo e su regazo, su lado que jamás había descubierto estaba a flor de piel, posesivo, protector y además tierno estaban ahí.
--te puedo decir algo?—le murmuro el menor contra el pecho de Derek.
--si—contesto acariciando la cintura debajo de la camisa del menor.
--podemos darnos una oportunidad—antes de que Derek hablara el menor prosiguió—si quieres lo podemos mantener en secreto, sé que soy menor de edad pero en otros países o ciudades ya a los 16 pueden decidir el camino de sus vidas, y si hasta deseas nadie se puede enterar de lo nuestro, te juro que me mantendré contento con tal de estar a tu lado así solo sea en las noches.
--está bien—Stiles iba a replicar pero luego lo vio con algo dudoso.
--es en serio?
--escúchame mi mocoso—Derek agarro las mejillas del menor y le dio un beso casto—me importa lo que todos piensen, me has hecho sentir mejor de lo que nadie ha logrado y no pienso dejarte ir por lo que alguien diga, si alguien se opone a lo nuestro tendrá que criticarme desde una tumba, jamás te dejar ir de mi lado, ahora descubrí cosas nuevas tal vez con el tiempo descubramos muchas más.
--de eso no lo dudes Daddy—le sonrió el menor.
Derek gruño y agarrando a Stiles de los glúteos lo hizo poner a horcajadas en su regazo.
--con esa palabra me haces excitar, niño malo.
--merezco un castigo...--Stiles beso a Derek—castígame Daddy.
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HOLAAAA¡¡¡ JAJAJa
Espero que lo hayan disfrutado y quiero saber que les parecio...
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